La Ciudad de Bilbao está asentada a ambas márgenes de la ría del Nervión, a pocos
kilómetros de su desembocadura. Es la Ciudad más poblada del País Vasco.
CASCO ANTIGUO
Bilbao fue fundada en 1300 por Lope Díaz de Haro, señor de Bizkaia, sobre una
curva del Nervión con una función comercial: a través de su puerto se exportaba la
lana castellana a Europa. La exportación de hierro de la zona minera, las ferrerías y
la construcción naval fueron otras de sus actividades.
Desde su fundación se planifican las llamadas “siete calles”. Aunque en un principio
fueron solo tres, durante el siglo XIV se completa todo el conjunto. Se organizan
formando un plano ortogonal con una trama cerrada. En ella se entremezclan,
junto a la función residencial, las actividades artesanas y mercantiles.
En el Siglo XVII se derribó la muralla construida en el Siglo XIV, que rodeaba la
ciudad y en su lugar se formó la calle Ronda. En el Siglo XVIII se construyen una
serie de edificios y paseos que nos indica cómo las actividades comerciales y
artesanales obligaron a la expansión del núcleo original.
Con el desarrollo industrial, a finales del Siglo XIX se inicia su deterioro. Ante la
necesidad de viviendas se aumenta la altura de los edificios. La gente con mayor poder adquisitivo se iba desplazando hacia la Ribera y El
Arenal. Las Siete calles se deterioran cada vez más hasta el extremo de que a
mediados del Siglo XX se piensa que ha llegado a su final debido al deterioro
estructural de los edificios. Aún así se mantiene su función comercial. A partir de 1983, después de la inundación de ese año, se llevará a cabo la
rehabilitación integral. Como consecuencia de ella y de su peatonalización, ha
pasado a convertirse en un barrio con vida propia, recuperando su función
residencial de clase media y afianzando la comercial.
EL ENSANCHE
Desde la segunda mitad del Siglo XIX, con el desarrollo industrial y financiero, se
inicia la expansión de la ciudad. Se construye el ferrocarril y en esa dirección
comienza a crecer la ciudad. Así se levantará el PRIMER ENSANCHE (Siglo XIX) Su
eje fue la Gran Vía llegando hasta la plaza de Moyúa o Elíptica. El SEGUNDO
ENSANCHE (Siglo XX) llegará hasta la plaza del Sagrado Corazón.
El plano del conjunto del ENSANCHE es una mezcla de radiocéntrico y ortogonal.
Se construyó con calles amplias, con edificios caros (residencia de la burguésía) y
otros que albergarán a distintas Instituciones políticas y financieras (Diputación,
diversos Bancos…). Se convertirá en el centro de negocios de la ciudad (C.B.D.) y en
zona residencial de la burguésía media-alta.
Desde la segunda mitad del Siglo XX el proceso de ocupación del suelo fue
intensivo y constante: en el ensanche se derriban algunas de las antiguas casas de
la burguésía para construir edificios altos: bancos, grandes almacenes, etc. En la última década del Siglo XX se inicia la transformación de ciudad industrial en
ciudad terciaria o de servicios. Reflejo de esta terciarización son tanto el Museo
Guggenheim como el Palacio Euskalduna que han aumentado notablemente la
oferta turístico-cultural de Bilbao.
LA PERIFERIA URBANA
A la vez que se va formando y creciendo el ensanche, van apareciendo distintos
barrios en la Jerarquía urbana, donde se mezclarán la función residencial para
clases trabajadoras y de servicios (talleres, garajes, almacenes y otras pequeñas
empresas).
Pamplona, como las ciudades con una larga historia, presenta un espacio complejo
en el que pueden apreciarse distintas áreas correspondientes a las diferentes
etapas del desarrollo urbano: el casco antiguo;
El ensanche desde mediados del
Siglo XIX a la primera mitad del Siglo XX; y la periferia.
1. El casco antiguo
Pamplona se asienta en un emplazamiento estratégico de carácter defensivo, sobre
una terraza alta en la margen izquierda del río Arga, al que se asoma por un talud
de fuerte pendiente. Se sitúa en la cuenca de Pamplona, en un punto crucial para
las comunicaciones y el comercio, tanto con Francia (está al pie del paso más
accesible del Pirineo occidental por donde discurría la ruta de peregrinación
medieval del Camino de Santiago) como con otras regiones españolas (País Vasco,
La Rioja, Aragón y norte de Castilla). Además, la ciudad está rodeada de un
importante entorno agrario.
El casco antiguo tiene un origen romano: se remonta al campamento establecido
por Pompeyo (Pompaelo) sobre una antigua población vascona que se llamaría
Iruñea. Conserva restos de la muralla reconstruida tras la incorporación de
Navarra a Castilla, que tenía finalidad defensiva y la ciudadela que Felipe II hizo
construir para proteger la ciudad hacia el sur y que hoy es un gran parque central
con jardines. El plano del casco antiguo es irregular y se organiza en tres barrios en torno a la
Plaza del Castillo, que desempeña una función militar y no tiene una posición
central. La edificación tradicional es de baja altura. Quedan restos de edificios
históricos y artísticos, como iglesias medievales, la catedral gótica, palacios de la
época moderna e iglesias del siglo XVIII. Las casas del Siglo XIX son más altas, de 4
o 5 plantas, y muestran la tendencia a la verticalización cuando el hacinamiento del
centro obligó a crecer en altura. Los usos del suelo tradicionales del casco antiguo
eran residenciales, artesanales y comerciales. Actualmente, la plaza del Castillo
sigue siendo el corazón funcional y social de la ciudad en el que están
representadas todas las funciones: la administrativa (gobierno de Navarra), la
financiera y toda clase de oficinas y servicios.
El ensanche de la segunda mitad del Siglo XIX y de la primera mitad del XX
El ensanche urbano que se produjo en otras ciudades españolas desde mediados
del Siglo XIX llegó a Pamplona con retraso. Durante la mayor parte de este siglo el
crecimiento de la ciudad tuvo lugar intramuros, debido al obstáculo que la gran
ciudadela opónía a la expansión urbana y a que la economía regional seguía
basándose en la agricultura.
La ampliación de la ciudad que se produjo durante este período se debíó a su
configuración como centro principal de servicios de un área en proceso de
modernización agraria y al establecimiento de algunas industrias. En esta
expansión urbana hay que distinguir entre el ensanche ortogonal surgido para
residencia de la clase media al sur del casco antiguo, las instalaciones industriales
y barrios obreros que se crearon en el norte en torno a la estación del ferrocarril y
algún ejemplo de barrio jardín adosado al ensanche burgués.
La periferia
El crecimiento urbano de Pamplona se produjo sobre todo a partir de los años
sesenta del siglo XX. El motor fue un fuerte impulso industrializador, que convirtió
a la ciudad y a su área metropolitana en un centro industrial importante, con
empresas metalúrgicas, del automóvil, química, madereras, textiles, artes gráficas,
alimentación, etc. Al amparo del desarrollo industrial se reactivaron y
diversificaron los servicios. A ello hay que sumar las funciones administrativas
como capital y las funciones comerciales, financieras, universitarias y sanitarias.
Valencia, como aquellas ciudades con una larga historia, presenta una morfología
urbana compleja, en la que pueden distinguirse diferentes áreas que corresponden
a las distintas etapas del crecimiento de la ciudad: el casco antiguo, el ensanche y la
periferia.
1. El casco antiguo.
El casco antiguo de Valencia tiene un origen romano y se ubica en el golfo de
Valencia, a escasa distancia del mar, en un meandro del río Turia, sobe un altozano
a salvo de inundaciones.
La ciudad tenía una situación favorable respecto a las comunicaciones (en la gran
calzada litoral romana) y respecto a la actividad económica (estaba rodeada de un
entorno de buenas condiciones agrícolas). En la Edad Media, el casco antiguo
estuvo rodeado por una muralla que seguía el trazado de la actual ronda. De ella se
conservan algunas puertas. Sus funciones eran defensivas, fiscales (cobro de
impuestos) y sanitarias (aislamiento de la ciudad en caso de epidemia).El plano fue
irregular en la época musulmana, con calles estrechas y tortuosas y plazas sin
formas definidas, y se regularizó ligeramente tras la conquista cristiana. Esta
irregularidad se observa, sobre todo, en su parte norte, cuyo centro es la
catedral.
La parte sur sufríó transformaciones en el Siglo XIX: se abrieron nuevas calles y
plazas con motivo de la instalación en esta zona de la estación del ferrocarril. La trama del casco antiguo es compacta, dado que durante siglos, la población
crecíó dentro del recinto amurallado, lo que trajo consigo una progresiva
densificación de la trama. La edificación, inicialmente de baja altura, ha
experimentado una progresiva verticalización y un deterioro en algunas zonas, que
dio lugar a procesos de renovación y sustitución por casas de mayor altura y
calidad.
Los usos del suelo de la ciudad en la época preindustrial fueron residenciales,
industriales (seda) y el comercio marítimo. En la actualidad, la parte sur alberga al
CBD, donde se instalan los comercios, oficinas, bancos y espectáculos. El casco
antiguo conserva importantes monumentos, como la catedral y palacios e iglesias
de diversas épocas. 2. El ensanche
Desde mediados del Siglo XIX, el crecimiento de la ciudad obligó a ampliar el
recinto urbano. Las causas fueron la prosperidad agraria, un primer proceso de
industrialización (industrias madereras y del mueble) y la metalurgia y la
revolución de los transportes, (red ferroviaria) que la convirtió en centro
importador y distribuidor. Para ampliar la ciudad, las murallas del Siglo XIV fueron
derribadas, creando en su lugar una ronda exterior que se convirtió en la calle
principal.
La periferia.
En la segunda mitad del Siglo XX, la industria y los servicios crecieron
notablemente, y con ellos la inmigración, la población y la urbanización, dando
lugar a una extensa periferia en la que se instalaron áreas industriales, enormes
barriadas para acoger a los inmigrantes al oeste y sur del ensanche y
equipamientos.
El puerto ha quedado plenamente integrado en la ciudad, presentando una gran
actividad de carga y pesaje. Acontecimientos deportivos, como la Copa América de
vela celebrada en 2007 y 2010 y el Gran Premio de Europa de Fórmula 1, han
provocado que esta zona se rehabilite, siendo en la actualidad una de las mejores
de la ciudad.
La huerta ha sido la gran perdedora en el proceso de expansión urbana, pues los
ricos campos van siendo invadidos por la edificación.