Vegetación y Urbanización en España

Vegetación de la Región Mediterránea: bosque esclerófilo (encina, sotobosque a coscoja, jara, lentisco, madroño y madreselva), dehesa, alcornoque (oeste andaluz), algarrobo y acebuche. Secundaria (pino carrasco y piñonero, resinero). Matorral (maquia, garriga, estepa). Vegetación de la Región Macaronésica: Piso basal 400 m (matorrales xerófilos). Piso intermedio 800 m (drago y palmera canaria). Piso montano 1200 m (laurisilva, brezal). Piso montano mesocanario 2000 m (pino canario). Piso de altas cumbres supracanario (escasa vegetación). Vegetación de montaña: Piso basal hasta 1000 m (vegetación similar a las llanuras). Piso montano hasta 2200 m (haya, abeto y pino negro). Piso alpino a partir de 2200 m (prados). Piso nival +3000 m (musgos y líquenes).Argílico: horizonte iluvial enriquecido con arcilla. Bosque esclerófilo: bosque perennifolio. Bosque marcescente: bosque de transición entre atlántico y mediterráneo. Bosque caducifolio: denso y umbrofilo (les perjudica el exceso de luz). Cliserie (gráfico que refleja la distribución escalonada de tipos de vegetación diferentes). Endémicas (propias de la región). Garriga (formación arbustiva de hojas duras característica del clima mediterráneo). Humus (materia orgánica del suelo). Landa (formación arbustiva leñosa en zonas del clima oceánico). Laurisilva (característica de áreas subtropicales, de carácter perennifolio). Lixiviación (arrastre de materiales edáficos a otras capas más profundas por procesos químicos que separan las partes solubles de las insolubles). Maquis (formación arbustiva esclerófila, densa y cerrada).
Bosques de Frondosas: Propios de la región o dominio eurosiberiano, de clima atlántico u oceánico. El bosque está formado por árboles de hoja caduca. Las 2 especies de hoja perenne que se dan son el acebo y el tejo. Los árboles más característicos son el roble y la haya. El robledal caducifolio alterna con los hayedos y en ocasiones se mezclan. El roble se sitúa a menor altitud. El carballo es la especie principal de roble. Tiende a instalarse en suelos poco ácidos. El haya es una especie que se da en masas monoespecíficas, también asociada al roble. Tolera mal el calor y exige una gran humedad del aire. Se adapta a suelos calizos y silíceos. El bosque marcescente surge a partir del rebollo y de dos especies de quejigo. Es una formación característica que mantiene sus hojas secas hasta el surgimiento del nuevo brote. La sobreexplotación del bosque de frondosas permite la existencia de matorral. – El Bosque Esclerófilo Mediterráneo: El encinar constituye la formación climática y potencial de bosque más extensa y general de España. Es una formación que se presenta prácticamente en todo el conjunto del territorio. Crece lentamente, alcanza su techo en 20 m, hojas de colores mates son pequeñas y coriáceas. Los estomas se encuentran en el envés de las hojas. Adaptación a distintos paisajes. Presenta moderada producción de biomasa. Donde hay mayor humedad, aparece el alcornoque, muchas veces alternando con la encina. Resiste peor que esta las heladas y la sequía. Como especies secundarias tenemos algunas especies de pinos, como el pinsapo. El matorral del bosque mediterráneo está protagonizado por especies como la jara y el acebuche. La enorme extensión del bosque mediterráneo ha hecho que sea el que más retroceso ha sufrido. Bosque de Coníferas: El reparto de las especies pináceas que constituyen este bosque ha sido desigualmente expandido. La disparidad de las coníferas no está vinculada a dominios climáticos o sustratos. Abetos, exige alta pluviosidad; Pino negro: propio de los Pirineos; Pino silvestre: área amplia y variada; Pino carrasco: menos exigente en agua, repuebla los peores suelos; Pino laricio: se sitúa sobre suelos calcáreos con pocas lluvias.
El Agua: Cuencas Fluviales y Balsas: La clara delimitación de las cuencas hidrográficas en España es por el relieve que marca nítidamente las líneas divisorias del agua. – Disimetría de las vertientes, por la disposición de la masa. – Escasa importancia del endorreísmo y de los lagos. – Irregularidad en las aportaciones de agua: lluvias y nieve. Régimen fluvial: Factores que inciden: El clima: condicionado por la frecuencia de las lluvias. – La topografía, la proximidad o lejanía de las montañas al mar puede determinar el caudal y curso de los ríos. – La litología: el tipo de roca sobre la que discurre el río y el grado de permeabilidad de la misma. Sobre tierras arcillosas, debido a la impermeabilidad, favorece la formación de cárcavas; en tierras calizas, debido a la porosidad de la roca, lo que hace que el agua filtre a través de ella. – La densidad del tapiz vegetal: que puede retener más o menos agua procedente de las precipitaciones. – La acción humana: puede variar desde el cauce de un río hasta formar balsas y lagos. Elementos: La caudalidad: es el volumen de agua que lleva un río. Suele ser mayor en la desembocadura del río. También varía según la estación del año. – La irregularidad, el agua que contiene el río se debe generalmente a la desigualdad de las precipitaciones, lo que trae consigo frecuentes crecidas y estiajes. Los ríos españoles son irregulares, los de la cuenca norte y de clima oceánico son menos irregulares, los del levante serán los que tengan más diferencias de caudal a lo largo del año. – Los materiales de transporte: normalmente los ríos tienen más fuerza en la cabecera, ya que salvan mayores diferencias de altitud, arrastran gran número de materiales que erosionan el cauce a su paso. Océano Atlántico: La temperatura de la superficie marina varía de unas latitudes a otras y suele coincidir con los valores térmicos de la atmósfera. Pueden presentar en verano e invierno diferencias de 5 a 8 ºC, aunque la diferencia crece a más profundidad siendo nula a los 350. Salinidad: en tantos por mil, equivalente a gramos de sal por dm3 35%. Las aguas atlánticas se ven afectadas por la corriente nord-atlántica, ramal de la corriente cálida del golfo procedente de la costa mexicana. Mareas: asciende el mar 2 veces cada 24 horas y 50 minutos, y también influyen los vientos sobre el oleaje. Mar Mediterráneo: Mare nostrum de los romanos, elevada temperatura, los valores del agua ligeramente superiores a los de la superficie, 11 a 12 oscilación en invierno, se estabiliza a 200 o 300 de profundidad. La salinidad es más elevada que en las atlánticas, 36 o 37, aumenta de San y OaE. Por ser un mar casi cerrado se ve fuera de las corrientes marinas.

La Urbanización Preindustrial
Comprende desde el origen de las ciudades hasta el s. XIX. La tasa de urbanización no superaba el 10% al ser el crecimiento de la población urbana paralelo al de la rural. Los factores que la favorecían eran estratégico-militares, políticos y administrativos, económicos y religiosos. Pueden distinguirse 3 etapas:
Respecto a los orígenes, en España es la colonización fenicia y griega (IX y VII a.C.). Crearon factorías comerciales, dieron lugar a algunas ciudades como Cádiz o Ampurias. Los asentamientos indígenas pueden clasificarse como protourbanos.
La romanización dio lugar a la fundación de numerosas ciudades (Barcelona, Sevilla, Valencia, Zaragoza). Sus funciones eran político-militares, administrativas o económicas. Los romanos crearon una red urbana unida por vías de comunicación que tenían finalidad comercial y militar.
La decadencia del poder romano y las invasiones germánicas condujeron a una fase de desurbanización a partir del s. III. Muchas ciudades desaparecieron o bien se convirtieron en asentamientos rurales o en sedes religiosas.
Durante la Edad Media se produjo una nueva fase urbanizadora:
– El espacio musulmán, tras la invasión del 711, comprendía casi toda la Península. En algunos casos fundaron ciudades nuevas, pero en la mayoría de las veces aprovecharon asentamientos anteriores que revitalizaron. Con la reconquista, las ciudades pasaron a dominio cristiano y sus habitantes fueron expulsados o segregados.
– En el espacio cristiano (inicialmente áreas montañosas del norte), la vida urbana era escasa. Se expandió a partir del s. X con la reconquista y la repoblación del territorio, lo que supuso la creación de municipios. Desde los siglos XII y XIII, la reactivación del comercio generó un proceso de reurbanización.
La urbanización en la Edad Moderna experimentó vaivenes en función de la situación demográfica, económica y política.
– En el siglo XVI, hubo un crecimiento urbano debido a la expansión económica basada en el comercio con América y al poderío político-militar.
– En el siglo XVII se estancó, debido a la crisis demográfica y económica y las pérdidas territoriales.
– En el siglo XVIII, el proceso de urbanización se reanimó gracias al fortalecimiento del poder real y a la recuperación demográfica y económica.
Urbanización Industrial – Comprende desde la industrialización a mediados del siglo XIX hasta 1975.
La tasa de urbanización experimentó un gran crecimiento. La población urbana superó a la rural.
Los factores fueron administrativos (división territorial en provincias que provocó el crecimiento de las capitales) y económicos.
4 ETAPAS – Hasta mediados del siglo XIX: La concentración demográfica fue pequeña. La debilidad de la industrialización afectará a las ciudades elegidas como capitales de provincia. – Desde mediados del siglo XIX a la Guerra Civil (1936): La tasa de urbanización casi se dobló. La industria provocaba los mayores incrementos al atraer población. – La Guerra Civil y la postguerra (1936-1959): Ralentizaron el crecimiento debido al deterioro y desabastecimiento. El régimen de Franco no favoreció el crecimiento urbano. Impulsó políticas agrarias destinadas a retener población rural. Una política autárquica fomentó los sectores básicos de la economía y contribuyó al crecimiento. Así comenzó a formarse el triángulo Cantábrico-Barcelona-Madrid. – La etapa del desarrollo (1960-1975): Fue la de mayor crecimiento económico y urbano del siglo XX. La causa fue la expansión de la industria que atrajo mano de obra del campo. Este hecho, unido al elevado crecimiento natural (baby boom), incrementó la población urbana un 30%. Las actividades terciarias jugaron un papel menos destacado, aunque a ellas se debe el crecimiento de las áreas metropolitanas.

La Urbanización Postindustrial Desde 1975, la crisis económica e industrial introdujo cambios en el proceso de urbanización. Llegaron a España a partir de 1981 y han sido los siguientes: – El ritmo de crecimiento urbano desciende: En dos etapas. En la de transición, la tasa de urbanización se estabiliza, y en la de desurbanización, se produce un decrecimiento urbano. – Cambian los factores de la urbanización.
– La industria pierde importancia como factor de urbanización por la crisis de 1975 y por la nueva tendencia de la producción industrial a dispersarse.
· En las regiones de tradición industrial, la industria sigue siendo el principal factor de urbanización.
· Los nuevos sectores de alta tecnología se sienten atraídos por las grandes metrópolis. El problema es que estos sectores crean pocos puestos de trabajo.
– Las actividades terciarias ganan relevancia como factor de urbanización, especialmente en las grandes metrópolis, en las regiones turísticas y en las regiones menos avanzadas. – La etapa postindustrial frena el proceso de crecimiento de las mayores ciudades. Este proceso se debe a la saturación de las grandes urbes y a la tendencia actual a la descentralización de las actividades económicas. El resultado es la llamada ‘dispersión de la urbanización’ o ‘urbanización difusa’.
La Estructura Urbana: La Ciudad Preindustrial, el Casco Antiguo

La Estructura Urbana

  • La Ciudad Preindustrial: El Casco Antiguo

El Casco Antiguo es la parte de la ciudad urbanizada desde su origen hasta la industrialización del siglo XIX.

  • La herencia de la época preindustrial

Presentan algunas características comunes:
– Casi todas estaban rodeadas de murallas que tenían finalidad defensiva, fiscal y sanitaria.
– El plano solía ser irregular.
– La trama urbana era cerrada y predominaban las casas unifamiliares con corrales y huertos.
– Los usos del suelo eran diversos (viviendas, comercios, almacenes…).
– Socialmente en la ciudad coexistían diversos grupos: el centro era el lugar más destacado.

  • La ciudad romana suele presentar plano regular, del campamento militar y dos vías. En el cruce de ambas se encontraba el foro.
  • En la Edad Media se configuraban los cascos antiguos de la mayoría de las ciudades españolas:
    – La ciudad musulmana tenía un núcleo principal amurallado, y fuera de ella los arrabales, también amurallados.
    – La ciudad cristiana también estaba rodeada de muralla. Planos variados. Sus edificios más destacados eran iglesias y palacios.
  • En el Renacimiento crearon barrios de plano regular más allá de las puertas. También plazas mayores, el mercado y luego el ayuntamiento. Las plazas solían estar vinculadas a la apertura de nuevas calles.
  • En el Barroco y la Ilustración se embelleció la ciudad con la creación de calles amplias y rectas trazadas en perspectiva, grandes plazas, jardines y paseos arbolados. Se construyeron edificios monumentales, religiosos y civiles. Se mejoraron las infraestructuras de abastecimiento e higiene.
  • Las transformaciones de la Época Industrial

Se inició a mediados del siglo XIX y culminó en los años 60 del XX.

  • En el plano:
    – Reformas interiores del siglo XIX y del primer tercio del siglo XX: Afectaron a los sectores más valorados del casco antiguo: en el resto se inició un deterioro morfológico y social.
    · En la 1ª mitad del siglo XIX, la desamortización, al poner en circulación inmuebles eclesiásticos, permitió abrir y ensanchar calles y plazas.
    · En la 2ª mitad del siglo XIX y primer tercio del s. XX tuvieron como objetivo sanear y revalorizar el suelo. Construcción de grandes vías, calles amplias y largas, jalonadas de edificios majestuosos…
    – Políticas de renovación de 1960. Sacar la máxima rentabilidad al suelo. Destrucción de parte del plano del casco antiguo.
  • La trama se densificó en la época industrial para aprovechar más el espacio y la edificación experimentó cambios.
    – Algunos edificios eclesiásticos fueron reutilizados para otras funciones. La edificación se verticalizó.
    – A finales del siglo XIX y durante el 1º tercio del s. XX se impulsó el historicismo, mezcla de estilos históricos y la incorporación de nuevos materiales industriales.
    – En la década de 1960 se sustituyeron edificios antiguos por otros de mayor altura. Se adoptó una política conservacionista a ultranza, que, al dificultar cualquier reforma, favoreció el deterioro de los edificios y el progresivo abandono de los residentes.
  • El uso del suelo experimentó una progresiva terciarización. En los edificios renovados de las zonas más valoradas se instalaron actividades terciarias.
  • Socialmente, se acrecentó el proceso de segregación social. La burguesía se apropió de espacios más valorados. Algunos barrios quedaron ocupados por grupos sociales de bajos ingresos.
    • Las transformaciones actuales

A partir de 1975 se inician políticas de rehabilitación integrada. Su objetivo es la conservación, recuperación y revitalización de la morfología tradicional.
– En el plano se peatonalizan las calles y se ensanchan y ajardinan las plazas.
– En la edificación se conceden ayudas para la rehabilitación de viviendas privadas y de edificios históricos.
– En los usos del suelo se combina la defensa de los usos tradicionales con la implantación de actividades turísticas o culturales.

  • La Ciudad Industrial: El Ensanche Urbano

A mediados del siglo XIX y el 1º tercio del XX, la industria atrajo población a las ciudades industriales, ocasionando su expansión más allá de las murallas. En las ciudades medias y pequeñas el crecimiento fue menor. En las ciudades que rebasaron el casco antiguo se crearon ensanches, áreas industriales, barrios obreros y barrios ajardinados.

  • El Ensanche Burgués

Dio respuesta al crecimiento de acuerdo con los intereses de la burguesía. Para realizarlo se derribaron las murallas. En el espacio ocupado por la muralla se construyeron paseos de ronda o bulevares.
El ensanche es un espacio nuevo que plasma las ideas burguesas: orden, higiene y obtención de grandes beneficios.
a) En el momento de su creación adoptó plano regular en cuadrícula y trama de baja densidad con extensos espacios ocupados por jardines. La edificación incluía palacetes y villas o inmuebles de mediana altura. El uso predominante del suelo fue residencial burgués.
Los primeros ensanches se hicieron en las ciudades más dinámicas. Luego se difundieron en otras ciudades a finales del XIX y el principio del XX.

b) Con el paso del tiempo el ensanche experimentó modificaciones derivadas de su consideración como espacio central al mejorar su accesibilidad gracias al transporte urbano. La trama se densificó al edificarse las manzanas por los cuatro lados. La edificación se verticalizó y se sustituyeron las villas y casas por bloques de pisos.
En los usos del suelo comenzó a recibir funciones terciarias que acabaron produciendo una división entre un área residencial y un sector terciarizado.

2.2 Los Barrios Obreros e Industriales del Extrarradio

Las zonas industriales y barrios marginales para el proletariado creadas en el s. XIX ofrecen un claro contraste con el ensanche burgués.

Las instalaciones industriales se establecieron en la periferia junto a los caminos o junto a las estaciones de ferrocarril. Atrajeron servicios ligados al ferrocarril, contribuyendo a una escasa valoración del suelo. Los trabajadores que emigraron a las ciudades industriales no podían instalarse en el casco histórico. Tampoco podían establecerse en el ensanche burgués. Por ello encontraron acogida en barrios marginales en el extrarradio o junto a las industrias y estaciones de ferrocarril.
– En el momento de su creación, los barrios obreros adoptaron un plano diverso, debido a que surgían de parcelaciones privadas. Aprovecharon los caminos existentes o trazaron sobre las parcelas una ordenación viaria elemental. La trama se hizo cerrada y densa y en edificación predominaron las viviendas de escasa dimensión y calidad. Los usos del suelo se entremezclaron residencias obreras con industrias, talleres y almacenes.
– En la actualidad, las instalaciones industriales no dependen del ferrocarril. Han quedado plenamente incorporadas a la ciudad, lo que revaloriza el suelo. Ambos factores daban lugar a una tendencia al vaciado industrial. En las áreas más apreciadas, se ha sustituido el uso industrial por usos terciarios.
Los antiguos barrios proletarios han quedado incorporados a la ciudad.

2.3. Los Barrios Ajardinados

Los barrios ajardinados creados a finales del siglo XIX y en el 1º tercio del XX son el resultado de la difusión en España de las ideas naturalistas e higienistas.
– La ciudad-jardín no dio lugar a ciudades jardín autónomas, sino a barrios de vivienda unifamiliar con jardín. La mayoría fueron ocupados por el proletariado o las clases medias.
En la creación de estos barrios tuvo un destacado papel la legislación de Casas Baratas. Pretendía eliminar las viviendas insalubres, se crearon barrios obreros con casas baratas, de tamaño reducido y con pequeños jardines.
– La Ciudad Lineal de Arturo Soria se concibió como una gran calle de 40 metros de ancho bordeada de manzanas. Por ella discurrían los servicios básicos y el transporte. Se pretendía superar la segregación social incluyendo viviendas de distinto nivel y precio. Pretendía rodear toda la periferia madrileña, pero solo se llevó a la práctica parcialmente.

  • La Periferia Actual y las Recientes Transformaciones Urbanas (2ª Expansión)

Los años posteriores a la Guerra Civil fueron de depresión económica y escasa actividad constructora. Desde mediados de 1950 y sobre todo en 1960, las ciudades españolas iniciaron un enorme crecimiento. El área edificada se amplió considerablemente, creándose extensas periferias. La tendencia a la desconcentración de la población está dando lugar a una creciente extensión de la ciudad por el territorio (‘ciudad difusa’). Las periferias actuales se estructuran en áreas caracterizadas por su contraste morfológico, funcional y social.

3.1. Los Barrios Residenciales de la Periferia

Responden a:

  • Los barrios marginales de infraviviendas o chabolas surgen sobre suelo ilegal y sin organización. Son autoconstruidas, con graves deficiencias y carecen de los servicios elementales. En los últimos años han tenido lugar campañas de erradicación del chabolismo y realojamiento.
  • Los barrios de viviendas de promoción oficial: Su mayor desarrollo está entre 1940 y 1960. Viviendas construidas con ayuda estatal y con limitaciones en el precio de venta. Barrios de trama abierta, edificación de bloques y de baja calidad.
  • Polígonos de vivienda de promoción privada: Surgieron a partir de 1960. La trama es abierta en bloques, con trazado de calles en apariencia desordenado. El uso fue residencial; los comercios y dotaciones de barrio se concentraron en ciertas zonas.
  • La manzana cerrada ha resurgido en los 80/90. Forma de recuperar la escala urbana en altura y la organización de las calles. Menor densidad.
  • Las áreas de vivienda unifamiliar proliferan en la periferia, debido a la difusión entre la clase media de la ideología clorofílica, y al uso del automóvil. Trama abierta, edificación individual, y uso del suelo fundamentalmente residencial.

3.2. Las Áreas Industriales y de Equipamiento de la Periferia

Se localizan frente a las principales vías de acceso.

  • Las áreas industriales: Fueron polígonos industriales bien planificados, o instalaciones industriales y talleres sin control, que producían un impacto negativo en el medio. Algunos han sido objeto de rehabilitación. En la actualidad se están creando nuevos espacios industriales.
  • Las áreas de equipamiento: Fruto de la descentralización de las actividades económicas hacia la periferia urbana. Grandes superficies comerciales y de equipamiento.

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