El Proceso de Urbanización en España y el Sistema de Ciudades
Una ciudad es un espacio de distinta extensión, habitada por un grupo de población y con gran densidad de población. Se pueden considerar varios criterios para definirla:
- Criterio numérico: en España, un núcleo se considera ciudad si tiene 10.000 habitantes.
- Morfología: aspectos formales o externos, como edificación compacta, grandes bloques de oficinas, etc.
- Actividades: se refiere a las actividades a las que se dedican sus habitantes. En este sentido, la ciudad se define en términos negativos; las actividades que no acogen son las agrarias.
Principales Etapas del Proceso de Urbanización en España
La evolución de la ciudad española ha sido la siguiente:
La Ciudad Preindustrial
Las ciudades más importantes del país presentan un largo pasado histórico; cada época ha dejado su impronta en Sevilla.
- Etapa Preurbana: las primeras ciudades de la Península datan de la época de la colonización fenicia, púnica y griega. Estos pueblos de comerciantes fundaron una serie de nuevas poblaciones a lo largo del litoral mediterráneo, entre las que destaca Cádiz, la primera ciudad de Occidente.
- Época Romana: consolidación de la urbanización en la Península. Los romanos utilizaron la ciudad como vehículo de romanización, crearon un modelo propio, con el surgimiento de nuevas ciudades, unas sobre poblaciones preexistentes, como por ejemplo Corduba o Tarraco, y otras creadas entonces, como Itálica (Sevilla). La aportación romana fue la implantación de un plano o trazado urbano de carácter geométrico configurado a partir de dos ejes que se cortaban perpendicularmente: el cardus maximus.
- La urbanización peninsular sufrió un retroceso en la época medieval como consecuencia de la invasión de los pueblos bárbaros. Solo a partir del siglo X se dio un resurgimiento de las ciudades con la apertura del Camino de Santiago. Estas circunstancias dieron lugar a la creación de nuevas ciudades (Soria), cuya fundación obedeció a razones militares o a motivos comerciales.
- La población de la ciudad cristiana vivía de la ganadería y de la agricultura de secano, y la actividad industrial y mercantil era muy escasa. Desempeñaban una función militar y estratégica pequeños recintos amurallados cuyas calles solían ser estrechas con pórticos y soportales. En el centro se situaba la plaza y en ella se levantaba la iglesia, y también el mercado. Las ciudades que surgen en esta época responden a tres tipos de planos: el radioconcéntrico, el plano en cuadrícula y el plano irregular.
- Gran parte de las ciudades musulmanas se fundaron sobre poblados anteriores. Se ubicaban en lugares estratégicos por su carácter defensivo o al lado de ríos y barrancos, que podían servir de defensa natural. El paisaje de la ciudad islámica se caracterizaba por un conjunto de edificios rodeados y protegidos por una muralla que la separaba radicalmente del exterior. Lo más representativo es su plano, en el que destacaban unas cuantas calles transversales o radiales de trazado sinuoso que enlazaban con las entradas o puertas de la ciudad; las calles eran angostas, quebradas y torcidas; también eran frecuentes los callejones sin salida.
- El Renacimiento y la Ilustración significaron etapas de prosperidad, traducidas en un aumento demográfico y en una intensificación del proceso de urbanización. Se produjo una mejora de las infraestructuras urbanas (puentes) y una remodelación de la trama viaria. Destacan la introducción de la plaza mayor y la creación de fortificaciones (murallas, ciudadelas). En el siglo XVIII, la ciudad experimentó una nueva etapa de florecimiento. Los cambios producidos en la ciudad reflejaban las nuevas ideas impuestas por el reformismo ilustrado y el nuevo poder político. Se llevaron a cabo importantes reformas urbanas que mejoraron las condiciones estéticas e higiénico-sanitarias y se introdujo la estética urbana mediante la creación de puertas.
La Ciudad Industrial
Las reformas urbanas iniciadas en el siglo anterior transformaron significativamente la urbanización como consecuencia del desarrollo de obras públicas, de la modernización de la administración territorial, de la desamortización, de las infraestructuras viarias, de la ejecución de obras de saneamiento urbano y de un desarrollo industrial que se concentró en el País Vasco, Cataluña, Asturias y Málaga. Se llevaron a cabo operaciones de crecimiento que se concretaron en planes de alineaciones y reforma interior y en los de ensanche.
- Los proyectos de reforma interior buscaban aliviar la presión social y mejorar las condiciones de vida. Desaparecieron cementerios, se crearon mataderos públicos, acometidas de aguas, etc. Pero lo que caracteriza esta etapa es la remodelación de la trama viaria o “haussmanización”.
- Los planes de ensanche consistían en la yuxtaposición de un nuevo conjunto urbano coherente, planeado de una sola vez y unido a la ciudad consolidada, pero con una morfología y estructuras propias. Su morfología se basaba en calles perfectamente alineadas de trazado ortogonal que dibujaban manzanas de grandes proporciones en las que se levantaban edificios dispuestos en torno a un gran patio central. Era la típica vivienda burguesa. Los ensanches eran zonas de una calidad medioambiental muy alta, por lo que terminaron favoreciendo la segregación social, ya que se alejaban de las industrias.
El Sistema Interurbano: Jerarquía, Funciones y Zonas de Influencia
Se entiende por sistema de ciudades la disposición de las ciudades sobre el territorio y las relaciones que mantienen entre sí y en relación con su entorno, a través de flujos de información, de capital, etc. Las ciudades se organizan de forma jerárquica sobre el territorio, pues no todas tienen la misma importancia ni desempeñan las mismas actividades económicas o funciones. Las ciudades mantienen entre sí unas relaciones de interdependencia: las ciudades mayores tienen un área de influencia en la que prestan servicios especializados a ciudades menores.
- Metrópolis nacionales: Madrid y Barcelona superan los tres millones de habitantes. Tienen influencia sobre todo el territorio nacional y se relacionan con otras metrópolis internacionales, además de ser sedes de servicios altamente especializados.
- Metrópolis regionales: ciudades como Valencia, Sevilla, Bilbao y Zaragoza, con entre 500.000 y 1.500.000 habitantes. Su influencia se extiende al ámbito regional y mantienen lazos intensos con las metrópolis nacionales.
- Metrópolis regionales de segundo orden: Murcia, Alicante, Granada, Santander, etc., con entre 200.000 y 500.000 habitantes. Son centros de servicios especializados, con funciones del sector secundario y terciario. Su ámbito de influencia es menor.
- Ciudades medianas: capitales de provincia y ciudades con dinamismo económico. Son centros comerciales y de ámbito provincial.
El modelo de sistema urbano español es un modelo concentrado y polarizado, en el que las grandes áreas metropolitanas concentran población y actividad económica, así como los centros de decisión, investigación e innovación tecnológica.
Funciones de las Ciudades
- Función militar: lugares estratégicos para la defensa, localidades próximas a bases militares.
- Función comercial: la ubicación de ferias y mercados en tiempos medievales y modernos, en lugares bien comunicados, cruces de caminos o puertos de mar. En las ciudades se concentran las principales empresas comerciales y todas aquellas que surgen en torno a ellas.
- Función industrial: localización en la ciudad, aunque no tienen por qué estar localizadas en el medio urbano, debido a la necesidad de mano de obra, de clientes y de otras empresas de servicios necesarias para la producción.
- Función cultural: la concentración de actividades culturales y sociales explica la supervivencia de ciudades en entornos económicos hostiles, como Venecia o Toledo, gracias a la afluencia de peregrinos a sus santuarios o iglesias. La existencia de universidades también favoreció el crecimiento de las ciudades donde se localizaban.
- Función de acogida: aquellos lugares cuya principal actividad es ofrecer alojamiento y diversión a los turistas y otros visitantes.
- Función política y administrativa: en cuanto al área de influencia urbana, diremos que entre un núcleo urbano y su territorio circundante se establecen múltiples lazos, que corresponden a las distintas formas de relación. Estos vínculos se superponen y combinan, y el conjunto representa el área de influencia. El área de influencia es el territorio organizado por una ciudad y que está vinculado socioeconómicamente a ella. La teoría de los lugares centrales de Chrystaller explica las diferentes dimensiones que puede tener el área de influencia.
Principales Áreas y Ejes Urbanos
En la actualidad, el sistema de ciudades tiende a articularse, formando lo que se conoce como ejes de desarrollo. Un eje de desarrollo se produce cuando las ciudades se articulan en torno a un conjunto de infraestructuras de transportes terrestres, fundamentalmente carreteras, a las que se une la concentración de actividades y de población.
- Eje mediterráneo: de Girona a Murcia; es el de mayor potencial de desarrollo y su nivel es muy elevado.
- Eje del Ebro: discurre desde Bilbao hasta Tarragona, aunque tiene algunos vacíos demográficos en las provincias de Huesca, Zaragoza y Lleida.
- Eje cantábrico: desde el País Vasco a Galicia. Presenta algunas discontinuidades debido al declive minero-industrial. Su nivel de urbanización es alto.
- Eje atlántico gallego: se prolonga hacia Oporto (Portugal).
- Madrid: su situación central dentro del sistema de infraestructuras le confiere una posición de conexión entre varios ejes.
- Eje litoral andaluz: el litoral andaluz constituye un gran corredor de gran importancia turística, incluyendo Huelva y Almería.
- Eje transversal andaluz: se articula en torno a la Autovía del 92.
- Eje Madrid-Andalucía: presenta problemas orográficos, con grandes zonas con potenciales demográficos muy bajos en Castilla-La Mancha y Andalucía, sobre todo en los ámbitos más meridionales.
- Eje oeste: la Ruta de la Plata presenta tasas demográficas bajas, aunque comprende dos focos de alto potencial.