EL TRANSPORTE EN Canarias
A) Descripción del material:El material que se nos ofrece para esta pregunta práctica es un mapa/póster informativo extraído de la página web de la compañía Binter. En él, se muestran las distintas rutas y destinos, tanto de carácter nacional, como entre las Islas Canarias y otros destinos del África noroccidental, los archipiélagos de la Macaronesia y Lisboa, como único destino europeo (indicar leyenda).
El póster refleja claramente alguna de las carácterísticas del transporte aéreo de las islas. Las rutas interinsulares ponen de manifiesto la existencia de al menos un aeropuerto por isla.
En verdad, en las islas hay ocho aeropuertos públicos; uno en cada isla menos en Tenerife que hay dos (Gran Canaria aloja un aeródromo privado). El póster también refleja cómo la dinámica del transporte aéreo se organiza partiendo de las dos islas capitalinas como ejes centrales, del que salen las rutas hacia las islas no capitalinas y el resto de los destinos.
B) Análisis del material:En este sentido, queda claro que una de las carácterísticas del transporte aéreo en Canarias es el gran número de aeropuertos, lo cual se explica por el carácter insular del territorio y también por el modelo económico, basado en el turismo de masas. Otra carácterística es la preeminencia de las islas capitalinas sobre las no capitalinas, que están mejor conectadas y acumulan un mayor número de usuarios(residentes y turistas). En el año 2018, el Aeropuerto de Gando en Gran Canaria se situaba en 6o lugar de aeropuertos españoles con casi 14 millones de pasajeros, mientras que Tenerife-Sur y Tenerife-Norte juntos recibieron algo menos de 16 millones de pasajeros. El volumen de pasajeros es mucho menor en las islas no capitalinas, aunque el desarrollo del turismo hace que Fuerteventura y Lanzarote reciban muchos más pasajeros que La Gomera, el Hierro y La Palma.
Por último, es interesante mencionar, que el póster pertenece a una compañía de capital canario, que solo cubre las rutas interinsulares y la conexión de Canarias con destinos geográficamente próximos. Sin embargo, la conectividad de las islas con el resto del territorio nacional y otros destinos europeos de importancia sólo se cubre por compañías que operan en el mercado internacional, por lo que en última instancia deja a los residentes canarios en una posición de dependencia con respecto a la demanda y la oferta de esos mercados. El transporte aéreo en Canarias no es público y simplemente recibe una bonificación para personas y mercancías a cargo de los Presupuestos Generales del Estado. El número y el destino de las rutas que nos unen con el resto del territorio nacional son cuestiones que se dirimen bajo la ley de la oferta, la demanda y la búsqueda de rentabilidad por parte de las compañías que deciden operar en Canarias.
De todo lo anterior podemos entender con claridad la importancia que para la vida y la economía de los canarios tiene el transporte aéreo. Sin embargo, otro tipo de transportes como el terrestre y el marítimo fundamentalmente, juegan también un papel clave para el desarrollo económico y social. En lo que se refiere al transporte marítimo, los puertos más importantes son el de La Luz, en Las Palmas y el Puerto de Santa Cruz de Tenerife. Estos acogen gran volumen de pasajeros, pero sin embargo son ante todo puertos mercantes. Por ellos entra todo lo que Canarias importa para consumo interno. Por lo que su buen funcionamiento es de vital importancia para las islas, además de procurar riqueza económica, gracias a nuestra posición geoestratégica en las líneas marítimas de comercio mundial. Además de los dos puertos mencionados existen puertos menores en todas las islas que reciben contingentes menores de pasajeros y mercancías, además de los puertos de carácter deportivo o militar.
En lo que se refiere al transporte terrestre debemos mencionar que sólo Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura poseen autopistas. Estas no rodean plenamente la isla, si lo hacen carreteras de carácter insular y local. Por lo general las carreteras se adaptan a la orografía montañosa de las islas, aunque en las últimas décadas se ha producido un importante avance en la construcción de puentes y viaductos que han reducido considerablemente el tiempo de viaje entre núcleos poblacionales, además de mejorar la conectividad, como es el caso de la circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria.
Los problemas actuales y retos para el futuro del transporte en Canarias son diversos. Aunque sin duda lo más grave es la clara dependencia de los canarios con respecto al transporte privado. Según datos del Banco Mundial para 2018, si Canarias fuera un país independiente ocuparía el sexto lugar a nivel mundial en ratio de coches por habitante; 821 por cada mil. En los últimos años se han puesto en marcha planes para intentar atajar este problema, algunos exitosos y otros fallidos. Valga de ejemplo el desarrollo del tranvía en Santa Cruz de Tenerife y el desarrollo del tren en Gran Canaria, respectivamente. Los proyectos de MetroGuagua y carril bici para las Palmas de Gran Canaria se encuentran en este momento en desarrollo.
A modo de conclusión es interesante hacer notar la gran repercusión medíática y social que suele acompañar al desarrollo de infraestructuras de transporte en Canarias. La MetroGuagua, la segunda pista del Aeropuerto de Gando, la ampliación del Puerto de Agaete, la construcción del Puerto de Granadilla, etc. Los canarios parecen debatirse siempre entre el desarrollo de medios para mejorar su economía, superando las dificultades y limitaciones de la insularidad y el frágil equilibrio con su riqueza paisajística y medioambiental. Sostenibilidad y transporte están condenados a entenderse en Canarias, aunque a veces parece que ese momento todavía no ha llegado.
PISOS DE VEGETACIÓN EN Canarias
Esta gráfica en forma de triángulo o montaña nos muestra de forma visual la organización de la vegetación canaria en cinco pisos bioclimáticos atendiendo a la altitud y a las variaciones de temperatura y humedad que se modifican a medida que ascendemos hacia la cumbre. La distribución de los pisos también varía según la vertiente: vertiente norte o de barlovento, representada en la imagen con una nube. Es más humera por la influencia de los vientos alisios y la vegetación es más abundante; o vertiente sur o de sotavento, donde crecen plantas adaptadas a un ambiente más seco.
El primer piso va desde el nivel del mar hasta los 300 metros en la vertiente de barlovento y hasta 500 en la cara de sotavento, y las especies dominantes son el Cardonal Tabaibal. Le sigue el piso del Bosque, que se sitúa entre los 300 y los 700 metros en la cara de barlovento, ascendiendo hasta los 1000 metros en la de sotavento. El Monteverde se da exclusivamente en la fachada de barlovento, situándose entre los 800 y los 1200 metros, mientras que en la de sotavento ya comienza el pinar, que en la cara de barlovento se sitúa por encima del Monteverde, hasta los 2200 metros de altitud. Por último encontramos el matorral de cumbre.
Las Islas Canarias pertenecen a la regíón biogeográfica macaronésica junto con los archipiélagos atlánticos situados en la costa noroccidental de África: Madeira, Azores y Cabo Verde, con los que comparte una fauna y flora con numerosas afinidades.
El archipiélago canario, debido a su posición geográfica, tiene un clima subtropical diferente al del resto de España. Asimismo, el carácter insular y el vulcanismo proporcionan unas particularidades especiales a su vegetación, que se caracteriza por su gran riqueza y originalidad, la presencia de muchos endemismos y reliquias o formaciones vegetales propias de la Europa del Plioceno, como es la laurisilva. Todo ello convierte a las Islas en una regíón con una gran riqueza botánica con más de 500 especies endémicas, desde helechos, hongos y líquenes, hasta el drago, el pino canario o la violeta del Teide.
1.-Piso basal o cardonal tabaibal. Abarca desde el nivel del mar hasta los 300 o 500 metros. Está marcado por la aridez y las altas temperaturas, y las especies vegetales que predominan son las tabaibas y cardones, intercalados con balos, berodes, bejeques y magarzas
2.-Piso intermedio, de transición o bosque termófilo. Se extiende entre los 300 y 800 metros. El descenso moderado de la temperatura y el aumento de la humedad permiten el crecimiento de dragos, palmeras y sabinas. Estas especies han sufrido la acción antrópica (del hombre), llegando en algunos casos a casi desaparecer, como consecuencia de los asentamientos humanos y el intenso aprovechamiento de esta franja de bosque termófilo para la explotación ganadera y la roturación de tierras para el cultivo.
3.-Piso termocanario o Monteverde. Se sitúa entre los 800 y los 1 200 metros. La vegetación se adapta a las nieblas causadas por el alisio, al mayor refrescamiento y a la menor insolación. Está constituida por dos originales formaciones boscosas: el bosque de laurisilva, muy denso y compuesto por más de 20 especies y el fayal-brezal, que es el resultado de la degradación de la laurisilva por la acción humana.
4.-Piso canario o pinar. Se extiende entre los 1200 y 2200 metros y se distribuye en la vertiente de sotavento en la franja correspondiente al Monteverde y por encima de este hasta los 2300 metros en barlovento. Su especie principal es el pino canario que, al quedar fuera del mar de nubes, debe adaptarse a unas especiales condiciones de aridez y de frío. En las zonas más altas de este piso pueden hallarse otras especies, como el cedro canario.
5.- Piso supracanario o matorral de cumbre.Se sitúa por encima de los 2200 metros , solo está presente en Tenerife y La Palma. Se caracteriza por una acusada desnudez, con maúllas dispersas, pero de gran riqueza florística (violetas del Teide).
TERCIARIZACIÓN DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA
La terciarización de la economía es un proceso que comienza en España en el año 1959 y que refleja el aumento del sector terciario en la composición y estructura de la producción y del empleo. La expansión del sector terciario ha ido paralela al proceso de urbanización y está en relación con la elevación del nivel de bienestar de la población y con la complejidad de las estructuras económicas. En este proceso se manifiesta el hecho de que la economía española ha dejado de ser agraria para pasar a ser industrial primero y de servicios fundamentalmente después, y este fenómeno se ha visto reflejado sobre todo en las ciudades.
La tendencia del crecimiento del sector terciario se observa tanto en la composición del PIB (Producto Interior Bruto) como en la composición de la población activa.
El proceso de terciarización se ha realizado en tres etapas. En la primera de ellas (1959-1975) se produce un crecimiento económico, sobre todo en el sector secundario seguido del terciario; en esta etapa el sector primario comienza su recesión. En la segunda fase (1975-1985) España se ve afectada por la crisis económica originada por la subida de los precios del crudo (1973), las consecuencias fueron el descenso del sector secundario, la continuación de la crisis del primario y el notable aumento del sector servicios o terciario. Las actividades que se incrementaron más fueron la sanidad, la educación, los servicios a empresas y la administración pública. La última fase (a partir de 1985) vuelve a ser de expansión de la economía y los sectores económicos siguen la misma tendencia, es decir el sector terciario continúa aumentando mientras que el secundario se reduce al igual que el primario.
Las causas que han condicionado este proceso de constante aumento del sector servicios han sido los siguientes:
– La progresiva industrialización, que fomenta el aumento de la demanda de servicios como los transportes, las actividades bancarias y financieras. Otra de las consecuencias del desarrollo industrial fue el crecimiento de las ciudades y, por ello, de la oferta de servicios como sanidad, educación, comercio, etc.
– El aumento del turismo que, desde los años 80 sobre todo, impulsó el desarrollo de servicios como hoteles, restaurantes, servicios relacionados con el ocio, transportes, bancos, etc. El turismo sigue siendo hoy no sólo uno de los pilares más importantes del sector terciario, sino también de la economía española.
– De forma paralela al desarrollo de la industria y del turismo, se elevó el nivel de vida de la sociedad española. La consecuencia fue el cambio de las pautas de consumo y el aumento de la demanda de ciertos servicios relacionados con el ocio, el deporte, la hostelería, cultura, servicio doméstico, guardería, bancos, etc.
– En los años 80 también aumentó el gasto público dirigido a la prestación de ciertos servicios como enseñanza, investigación, comunicaciones, sanidad… Al mismo tiempo, con la instauración del Estado de las Autonomías, se duplicaron las administraciones (central y autonómica) lo que supuso un aumento importante del número de funcionarios. La modernización del sistema impositivo con la implantación de nuevos impuestos supone la necesidad de más funcionarios, gestorías, asesorías financieras y económicas, etc.
– La incorporación de la mujer al mercado laboral y los cambios en el mercado de trabajo se tradujeron, entre otras cosas, en un aumento de la oferta de guarderías o de servicio doméstico.
El resultado de todo ello ha sido un crecimiento espectacular del sector terciario en detrimento del secundario y, por ello, también un desequilibrio en el crecimiento económico de las diferentes comunidades autónomas, ya que en algunas el terciario representa más del 70% de la población activa ocupada, mientras que en otras no llega al 50%. Las comunidades donde se concentra el sector servicios son en primer lugar las de Madrid, Baleares y Canarias (turismo); y, en segundo lugar, las de Cataluña, el País Vasco, la Regíón de Murcia y Andalucía.
Repercusiones positivas y negativas de la actividad turística en Canarias:
La llegada de visitantes a Canarias que quieren disfrutar de nuestro clima y de nuestro patrimonio medioambiental y cultural se remonta al Siglo XIX. En este momento surgen los primeros hoteles, tanto en Gran Canaria como en Tenerife.
Sin embargo, el turismo adquiere una importancia fundamental en la economía canaria a partir de la década de los 60 del Siglo XX. En este momento, se impone un modelo turístico tradicional de sol y playa, que se caracteriza por una abundante oferta, clientela masiva, de poder adquisitivo medio-bajo, alojada en hoteles y apartamentos intermedios y en zonas costeras. También es carácterística de este modelo turístico la omnipresencia de las empresas tour-operadoras internacionales, que actúan como intermediarios entre los consumidores y los oferentes alojativos y de ocio. Su localización fundamental, como ya hemos dicho, es la costa, predominando los hoteles y apartamentos de gran capacidad, servicios de restauración, cafeterías y bares de tres tenedores o menos. En lo que se refiere a la oferta de ocio destacan las instalaciones deportivas, parques acuáticos, instalaciones náuticas y parques recreativos. La demanda de este modelo turístico en las islas es fundamentalmente extranjera.
Las repercusiones que para las Islas Canarias y su población ha tenido el desarrollo de este modelo turístico en los últimos cincuenta años es notable, tanto desde el punto de vista positivo como negativo.
Desde el punto de vista positivo, el turismo ha supuesto para Canarias un desarrollo económico y social sin precedente. Según datos del Gobierno de Canarias, el PIB canario no llegaba a los tres mil millones de euros en el año 1957. En el año 2006, justo antes de la crisis, esta cifra se había multiplicado a treinta mil millones de euros. El turismo supuso el abandono del sector primario como fuente fundamental de riqueza, y el desarrollo de los sectores secundario y terciario, especialmente (y gracias al turismo) la construcción, el comercio y los transportes. En este sentido, es importante apuntar que, a día de hoy, alrededor del 35% del PIB canario depende del turismo y más del 40% de la población activa trabaja en este sector. El turismo es sin duda el motor de la economía canaria. La población canaria ha visto aumentar su nivel de vida considerablemente en las últimas décadas. Sólo desde el año 1995 hasta hoy, el PIB per cápita casi se ha doblado en Canarias, pasando de 11.200 euros a más de 20.000 euros.
El turismo nace a partir de la inversión de conglomerados extranjeros en infraestructuras turísticas, pero gracias a él también se han producido inversiones públicas que han modernizado las Islas. Sirva de ejemplo, la temprana construcción de la GC-1 o las sucesivas ampliaciones del Aeropuerto de Gando y la construcción del Aeropuerto Reina Sofía. Estas infraestructuras mejoran tanto las conexiones dentro de cada isla como la conectividad de los canarios con el exterior.
Desde el punto de vista cultural, el impacto del fenómeno turístico puede ser visto también como algo positivo. La llegada de visitantes con ideas y pautas culturales más “modernas” han permitido a Canarias situarse en muchas ocasiones en la vanguardia cultural española. La irrupción transgresora del grupo Los Canarios en el panorama musical español en los años 60 del Siglo XX solo se puede entender desde la perspectiva de una ciudad, Las Palmas de GC, vibrante y abierta al mundo, en una España gris y folclórica.
Sin embargo, el desarrollo del turismo en Canarias también tiene un lado negativo
En primer lugar, es necesario hacer hincapié en que el desarrollo de este modelo turístico se basó en la incorporación al mercado del trabajo de grandes masas de población sin ninguna o poca formación. En este sentido, la aparición de los hoteles escuela a principios de los años noventa del Siglo XX, treinta años después del inicio del boom turístico, no hacer más que poner de manifiesto la poca o nula planificación, que por parte de las administraciones públicas existíó a la hora de dotar al motor de nuestra economía de un cuerpo de profesionales competentes. El modelo turístico de sol y playa fomentó, y sigue fomentando hasta cierto punto, empleos de baja cualificación, mal pagados y en precario. Sirva como ejemplo la lucha de las conocidas como kellys, camareras de pisos que en los últimos años han venido denunciando una situación laboral que ralla niveles impropios de un país desarrollado.
Por último, quizá la consecuencia más negativa del turismo sobre las islas ha sido su impacto destructor sobre el medio ambiente. A la presión demográfica que suponen dos millones de habitantes sobre un territorio de las carácterísticas de las Islas Canarias, se unen la llegada de más de diez millones de turistas anuales en los últimos años. El turismo no solo ha supuesto una destrucción casi total del litoral isleño, especialmente en zonas de gran valor paisajístico, sino también el agravamiento de problemas ya seculares en las islas, como son la falta de agua, la contaminación o la gestión de residuos.
A modo de conclusión, es necesario resaltar que en los últimos años se han producido cambios en el modelo (acceso de operadores canarios al mercado internacional, alquiler vacacional, turismo rural y deportivo, etc.), pero parece que todavía esta lejos el lograr un turismo más sostenible con el medio ambiente y que reparta de forma más equitativa entre la población canaria toda la riqueza que genera.
LAS MIGRACIONES EXTERIORES EN ESPAÑA A PARTIR DE 2008 MIGRACIONES
Los movimientos migratorios han existido durante toda la historia de la humanidad. Sin embargo, España ha sido uno de los países con más movimiento migratorio, debido a su localización «costera» con respecto al resto de Europa y sus relaciones con el exterior. En el año 2008, la crisis económica provocó, a su vez, una crisis migratoria en nuestro país.
Desde mediados de la década de 1980, las migraciones interiores alcanzaron cifras muy elevadas, promovidas por motivaciones laborales, residenciales, estudiantiles, protagonizadas por personas muy de ocio, etc., diversas.
Desde finales de los años 90 hasta la crisis de 2008 la emigración exterior tiene un volumen reducido por la mejora del nivel de vida. Sin embargo, la considerablemente, pasando de 500. 000 inmigrantes a 5.3 millones en 2008, la migración aumentó impulsada por la necesidad de mano de obra, el reagrupamiento familiar, los lazos histórico-culturales con Latinoamérica y el clima suave.
El perfil de los inmigrantes varían según su procedencia: los inmigrantes europeos, son mayormente jubilados o adultos de otros países en busca de trabajo; y los inmigrantes de África (Marruecos), Iberoamérica (Ecuador y Colombia) y Asía (China), son jóvenes en busca de trabajos de baja cualificación.
El destino principal de los inmigrantes son los grandes centros urbanos y de servicios: Madrid, Cataluña, Andalucía, Canarias, Baleares …
La inmigración ha tenido una serie de consecuencias en España, como el crecimiento poblacional, que aportó población activa y contribuyó al crecimiento del PIB. Pero también aumentó el déficit anterior, aumentaron las actitudes xenófobas y racistas y las malas condiciones laborales.
La crisis de 2008, en concreto, el paro, produjo una salida masiva de extranjeros residentes, debido a que el nivel de paro es mayor entre ellos que entre los españoles. También la cifra de residentes españoles en el extranjero no ha parado de crecer, hasta situarse en 2,4 millones. El destino favorito es la Uníón Europea, y se cree (ya que no hay registros) que es población cualificada de las áreas de la sanidad, arquitectura e ingeniería.
Las consecuencias de los saldos migratorios negativos son varias: la reducción de la demanda de empleo, la formación con esas experiencias de aprendizaje, pérdida en desarrollo, con la salida de personas cualificadas, la reducción de la natalidad, el cambio de pirámide envejecimiento generalizado de la población y el misma.
La emigración canaria hacia Europa (especialmente la grancanaria) es toda una paradoja. Una isla que no contaba con universidad hace 30 años, es ahora exportadora de universitarios
El trauma de la emigración, sin embargo, hunde sus raíces en las mismas causas, en Canarias y en el resto de España. El modelo económico español (y sobre todo el canario) sigue siendo el mismo. Los distintos gobiernos se resisten a cambiar ese modelo turístico de sol, playa y construcción de hoteles. Es necesario diversificar nuestro tejido productivo: invertir en I+D+I, energías renovables, nuevas tecnologías, servicios financieros y otros de alto valor añadido.
Si no será complicado que nuestros jóvenes vuelvan..
Evolución de los índices de natalidad y mortalidad en España (1940-2019)
1) El material propuesto es un diagrama lineal que representa la evolución de los índices de natalidad y de mortalidad en España entre los años 1940 y 2019. Podemos dividir la evolución de la mortalidad en dos periodos: el primero de 1940 a 1955 donde los valores decrecen de forma más o menos constante; el segundo iría desde 1960 hasta 2019 donde los valores se mantienen estables. La evolución de la natalidad es algo más compleja y podría dividirse en cinco periodos: el primero de 1940 a 1950, el segundo de 1950 a 1975, el tercero de 1975 a 1995, el cuarto desde 1995 hasta 2010 y por último desde 2010 hasta 2019 con un decrecimiento constante de las tasas de natalidad.
2) Si nos fijamos en los valores iniciales, queda claro que para el año 1940, ya España ha abandonado el Régimen demográfico antiguo y se encuentra en algún momento de la segunda fase del modelo de transición demográfica Para esta fecha, España hace años que ha sufrido su última gran epidemia (1918) y aunque la situación de posguerra era dura, ya para el año 1955 los valores de las tasas de mortalidad se asemejaban al de cualquier país desarrollado (introducción de sistema público de vacunación y salud, hábitos de higiene modernos , etc.). Estos valores de mortalidad se van a mantener más o menos estables hasta la actualidad.
Respecto a la natalidad el que los valores iniciales de la gráfica se sitúen por debajo de 25% o nos indica una urbanización cada vez más progresiva de la población, que abandona las actividades del sector primario en el campo, por las del sector secundario y terciario en las ciudades. Esto no impide que en los años 50 del Siglo XX haya un repunte de la natalidad relacionado con el Baby Boom, que podemos extender hasta el año 1975. La consecuencia de esto será un incremento significativo de la población española en términos absolutos.
Sin embargo, no es coincidencia que este año suponga el comienzo de una caída en picado de la natalidad. Al esfuerzo industrializador de los últimos años del franquismo se le une a partir de 1975 la llegada de la democracia. Este cambio supone una transformación definitiva en las pautas de comportamiento en torno a la familia y el papel de la mujer en la sociedad (introducción de métodos anticonceptivos artificiales y retraso de la edad a la hora de tener el primer hijo). Los hijos nacidos por mujer se reducen de forma drástica en este periodo que para el año 1995 España es un país desarrollado que entra definitivamente dentro del Régimen demográfico moderno. y podemos decir sin ningún género de dudas.
La evolución de la natalidad desde ese año hasta la actualidad puede dividirse en dos periodos. El primero supone un repunte positivo hasta el año 2010, debido sobre todo a la llegada de 5 millones de inmigrantes al calor del desarrollo económico, necesitado de mano de obra. Con la llegada de la Crisis de 2008, la natalidad no ha parado de descender hasta situarse en valores críticos.Este descenso se debe sin duda al retorno de muchos inmigrantes a sus países de origen, aunque también a la salida al extranjero de muchos españoles jóvenes en busca de oportunidades laborales.
Esta tendencia se ve acentuada por la falta de políticas públicas encaminadas a fomentar la natalidad y hacer posible que los jóvenes españoles puedan compaginar proyecto familiar y profesional. La creación de un ministerio de Reto Demográfico por parte del nuevo gobierno hace un año deja claro que existe una consciencia del problema al que nos enfrentamos, aunque todavía estemos esperando alguna iniciativa de calado.
LA INFLUENCIA DE LA ACTIVIDAD HUMANA EN EL MEDIO NATURAL
La influencia de la actividad humana en el medio natural es un hecho innegable que se constata de forma empírica con solo atender al mundo que nos rodea. Además, se trata de un hecho histórico, que comienza de una forma más acentuada con la incorporación de la agricultura como modelo de subsistencia. Como apunta el profesor Y.N. Harari la llegada del ser humano a Australia supuso, por ejemplo,la desaparición de varias especies de animales o el desarrollo del comercio marítimo en la antigua Fenicia, la desaparición de sus extensos bosques de cedros.
A continuación, centraré mi respuesta en los efectos más importantes que la actividad humana tiene sobre el medio ambiente.
La alteración del relieve: El relieve continental, especialmente en España, se ha visto fuertemente afectado por el desarrollo económico de las últimas décadas. La construcción de infraestructuras (carreteras,puentes, etc.), así como las actividades mineras suponen la destrucción del paisaje natural y ocasiona grandes pérdidas en su valor ecológico y hasta económico. El impacto visual de estas actividades afecta el paisaje.
Por otro lado, el relieve costero ha sufrido, si cabe, una destrucción mayor en nuestro país, debido sin duda a que el turismo de sol y playa ha sido de el motor económico en los últimos 50 años
Reducción de la biodiversidad: la actividad humana también pone en peligro la fauna salvaje, ya que la actividad agrícola, industrial y de servicios en algunas zonas supone un contacto directo y nocivo entre las comunidades humanas y los animales que forman parte de esos hábitats naturales.
Daños, alteración y destrucción de la vegetación: La contaminación atmosférica y del agua producen un daño directo sobre la capa vegetal (defoliación y decoloración de los árboles); que la actividad humana se encarga de alterar también de forma directa, a través de los incendios provocados (98% del total de incendios en España), de la introducción de especies invasivas en hábitats frágiles y la urbanización descontrolada. Las consecuencias directas de la alteración y destrucción de la capa forestal son inmediatas: erosión del suelo, pérdida de la biodiversidad, incremento de los niveles de CO2 atmosférico y pérdida de valor ecológico y económico de los paisajes.
Una vez expuestos los distintos factores de la actividad humana que influyen en el medio ambiente, paso a comentar brevemente el estado actual de las políticas destinadas solucionar este problema tan acuciante.
Desde un punto de vista global, el Acuerdo de París de 2016 supone el último intento de poner freno al cambio climático, a través de la limitación de emisiones de gases de efecto invernadero. En lo que se refiere a España, suspende en el Índice de Actuación Climática (implantación del Acuerdo de París en la legislación), elaborado por varias ONGs internacionales, colocándonos en el puesto 35 de 57 países analizados .
A nivel regional, la UE es sin duda una de las áreas del planeta donde el desarrollo de políticas de protección del medio ambiente ha tenido mayor recorrido. Como ya dijimos, España es un país con mucho por hacer para frenar los efectos negativos de la actividad humana sobre el medio ambiente. Y el Ministerio de Transición Ecológica recientemente creado con el nuevo gobierno de Pedro Sánchez deberá jugar un papel fundamental para que esto cambie.
Me limitaré, por último, a mencionar algunos de los avances que se han producido en los últimos años
La Ley 30/2014, de 3 de Diciembre, de Parques Nacionales recoge medidas como el refuerzo en situaciones de emergencia por catástrofe ambiental, la intervención en casos de estado de conservación desfavorable, o la prohibición de actividades incompatibles como la pesca y caza deportivas, la tala con fines comerciales o la gestión de otros de sus recursos, por ejemplo.
La Ley 41/2010 de Protección del Medio Marino, las aguas, el lecho marino y el subsuelo situados más allá de la línea de base que sirve para medir la anchura de las aguas territoriales.
La Ley de envases y residuos de envases de Noviembre de 1997 es imprescindible a la hora de elaborar planes empresariales de prevención de residuos de envases. Incorpora el principio de jerarquía mencionado más arriba y establece las obligaciones de fabricantes, envasadores y comerciantes.