Transformaciones Migratorias en España: Un Estudio Detallado

1. Introducción

Las migraciones interiores constituyen la corriente migratoria española más importante, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo. Casi la mitad de la población de España reside hoy en un municipio distinto al que nació. Estas migraciones presentan rasgos diferenciados antes y después de 1975. Antes de 1975, afectaban a un gran volumen de población que se desplazaba del campo a la ciudad.

2. Papel Determinante de las Migraciones Interiores

Fueron protagonizadas por campesinos, que se dirigieron por motivos laborales a zonas industriales. Se distinguen dos tipos:

  • Migraciones estacionales: Tuvieron su auge en la década de 1960. Eran desplazamientos a otras áreas para realizar labores agrarias (vendimia) o trabajos temporales en la ciudad (construcción).
  • Éxodo rural: Tuvo lugar entre 1900 y 1975. Es una migración definitiva entre áreas rurales y urbanas. Los emigrantes procedían de zonas menos desarrolladas (Andalucía, Galicia) hacia otras más desarrolladas (Madrid, periferia industrial).

2.1. Etapas del Éxodo Rural

  • 1950-1975: El éxodo rural alcanzó su máximo. Causas: crecimiento demográfico, crisis de la agricultura tradicional, auge de la industria y turismo en el Mediterráneo. Zonas migratorias: ejes del Mediterráneo y del Ebro, además de Madrid.
  • Después de 1975: El éxodo rural se redujo. Se frena la salida y se producen retornos del campo a la ciudad, por ser un medio más barato para subsistir con el seguro de desempleo.
  • Actualmente: Mayores saldos migratorios en Baleares, Canarias y el Mediterráneo, gracias al turismo, agricultura y pequeña industria.

2.2. Las Migraciones Interiores Actuales

Desde la crisis de 1975, la procedencia de los emigrantes es mayoritariamente urbana. El destino ha cambiado:

  • Las migraciones entre comunidades se han ralentizado, con destino principal en el Mediterráneo y el valle del Ebro.
  • Se intensifican las migraciones dentro de la provincia o comunidad autónoma.
  • Municipios urbanos grandes pierden atracción a favor de los medianos y pequeños.

Las causas y el perfil de los emigrantes son diversos:

  • Migraciones residenciales: Motivaciones residenciales. Entre la ciudad central y sus periferias. Parejas jóvenes buscan viviendas baratas o mejor calidad medioambiental.
  • Migraciones laborales: Motivaciones de trabajo. Protagonizadas por adultos jóvenes.
    • Trabajadores poco cualificados: Desde zonas rurales menos desarrolladas o ciudades industriales en declive, a centros con mayor desarrollo económico.
    • Trabajadores cualificados del sector servicios: Desde núcleos urbanos a grandes centros de actividad terciaria.
  • Migraciones de retorno rural: Regreso de población a municipios rurales. Antiguos emigrantes que se jubilan o trabajadores con jubilaciones anticipadas.
  • Movimientos habituales de la población: Desplazamientos periódicos por trabajo y ocio.
    • Trabajo: Movimientos pendulares entre residencia y trabajo.
    • Ocio: Movimientos de fin de semana y turismo.

2.3. Consecuencias de las Migraciones Interiores

  • Migraciones laborales: Aumentan desequilibrios demográficos y económicos.
  • Migraciones residenciales: Sobre-envejecimiento de áreas urbanas centrales e incremento de población en periferias.
  • Migraciones de retorno: Sobre-envejecimiento en zonas receptoras de jubilados.
  • Movimientos pendulares: Problemas de circulación en accesos a grandes ciudades.

3. Migraciones Exteriores

Son movimientos de población fuera de las fronteras del país. Desde mediados del siglo XIX hasta 1975, España fue un país de emigrantes (destino: ultramar y Europa occidental). A partir de entonces, se paralizó la emigración y España se convirtió en país de inmigración.

3.1. Emigración Transoceánica

Principalmente a América Latina y, secundariamente, a Estados Unidos. Fue permanente, pero también hubo salidas temporales.

  • Mediados del siglo XIX – Primera Guerra Mundial: Auge. Destino principal: Argentina.
  • Entre las dos guerras mundiales: Decaimiento.
  • 1945-1960: Recuperación (Venezuela, Argentina, Brasil).
  • Desde 1960: Descenso.

3.2. Emigración a Europa

  • a) Hasta mediados del siglo XX: Principalmente a Francia. Agricultores, obreros, servicio doméstico (campo levantino) y refugiados políticos de la Guerra Civil. La Segunda Guerra Mundial puso fin a esta etapa.
  • b) 1950-1973: Mayor auge.
    • Europa: Rápida reconstrucción económica tras la Segunda Guerra Mundial. Amplia oferta de empleo.
    • España: Fuerte crecimiento demográfico, excedente de población agraria, aumento del paro. Emigrantes de Andalucía y Galicia. Destino: Francia, Alemania, Suiza. Perfil: varones poco cualificados. 1964-1968: Descenso por el Plan de Desarrollo español y la crisis de 1965-1968.
  • c) A partir de 1973: Decaimiento de la emigración permanente. Crisis en Europa Occidental. Desde entonces, cifras bajas. Actualmente: emigración de temporada y temporal (varones andaluces y gallegos a Francia y Suiza: campo, industria, construcción).

Consecuencias:

  • Demográficas: Disminución de la población española.
  • Económicas: Alivio del crecimiento natural y el paro. Divisas enviadas financiaron el desarrollo.
  • Sociales: Desarraigo, penosas condiciones de vida.

3.3. Inmigración Extranjera

Desde mediados de la década de 1980 y desde 1995, España recibe un elevado número de inmigrantes: nacionalizados, legales e ilegales.

Causas:

  • España: Necesidad de mano de obra, regulaciones de ilegales, reagrupamiento familiar, proximidad a África, lazos con América Latina.
  • Inmigrantes: Motivos económicos y políticos.

Procedencia: Rumanía y Marruecos. Destino: Cataluña, Madrid, Andalucía, Comunidad Valenciana, Baleares, Canarias.

Perfil:

  • Inmigrantes comunitarios: Jubilados con nivel de vida medio-alto (litoral mediterráneo, Baleares, Canarias).
  • Inmigrantes extracomunitarios: Jóvenes por motivos económicos o políticos. Trabajos de baja cualificación.

Consecuencias:

  • Demográficas: Crecimiento de la población e incremento de la natalidad.
  • Económicas: Aportan población activa, crecimiento del PIB, aportan a las arcas públicas, servicios domésticos.
  • Sociales: Xenofobia, condiciones laborales precarias, dificultades de integración.

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