1. Rasgos e Importancia del Espacio Industrial
El sector secundario o industrial comprende las actividades que transforman los elementos de la naturaleza (materias primas) en productos semielaborados o elaborados utilizando para ello maquinaria impulsada por diversas energías. El espacio industrial, estudiado por la geografía industrial, es el territorio ocupado por la industria.
El territorio influye en la localización y características de la industria por los recursos naturales (materias primas, energía) y humanos (mano de obra, mercado, política, transportes…).
La industria influye en el territorio. En el plano económico-social, aunque su contribución a la ocupación y al PIB de España es modesta (un 14 % y un 16 % respectivamente en 2019), impulsa el desarrollo tecnológico y las exportaciones, por lo que habitualmente los territorios industrializados son espacios dinámicos.
Además, la industria influye en el medio ambiente por los recursos naturales que consume y la contaminación y alteraciones que genera.
El espacio industrial es dinámico (la industria ha variado a lo largo del tiempo) y heterogéneo (coexisten en España situaciones industriales diversas).
2. Las Materias Primas
Las materias primas son los recursos o elementos naturales que la industria transforma en productos semielaborados o elaborados. Pueden ser orgánicas (seres vivos) o inorgánicas (de origen geológico).
Las materias primas orgánicas provienen del sector primario (agricultura, ganadería, explotación forestal, pesca) y se destinan a la industria agroalimentaria, textil, del mueble… España es deficitaria en este tipo de materias primas.
Las materias primas inorgánicas (minerales, rocas, productos energéticos) se extraen de yacimientos con la actividad minera. Los minerales se clasifican en metálicos al proporcionar metales (hierro, plomo, cobre, cinc, níquel, wolframio, oro,…) e industriales (sal, cloruro potásico, glauberita, sepiolita,…). España destaca en la producción de algunos minerales industriales, que exporta, siendo deficitaria en metálicos, que se encuentran en la zona del zócalo herciniano.
Entre las rocas, se diferencian las de cantera, para la construcción (caliza, granito, arcilla, yeso, arena, grava…) y las ornamentales, con fines decorativos (como el mármol). La producción de las primeras tuvo un gran auge entre 1995 y 2008 a la par que la construcción.
De los productos energéticos, usados para generar energía, España sólo ha destacado en la producción de carbón, actualmente prácticamente desaparecida.
Los problemas de la minería en España son numerosos, destacando los económicos y sociales (agotamiento de yacimientos, dificultad de extracción, baja calidad, competencia exterior,…). Como consecuencia, se ha generado una crisis de la minería que se afronta mediante reconversión del sector (cierre de minas a cambio de ayudas) o incremento de su competitividad, y dependencia externa. También la minería presenta numerosos problemas medioambientales (sobreexplotación de recursos, contaminación y alteraciones del paisaje), que se trata de paliar fomentando la eficiencia, el uso de tecnologías limpias y la rehabilitación.
La degradación del patrimonio minero es otro problema surgido por el abandono y poca valoración. Se intenta paliar mediante su aprovechamiento turístico, creando museos, parques culturales,…
3. Las Fuentes de Energía
Las fuentes de energía son los recursos o elementos naturales que proporcionan fuerza para activar máquinas, siendo imprescindibles en todos los sectores económicos, pero especialmente en la industria. Respecto a los tipos de energía existentes, diferenciamos entre la energía primaria y la energía secundaria o final.
Las energías no renovables (carbón, petróleo, gas natural, energía nuclear) se caracterizan porque son recursos que se agotan al consumirse, provocan contaminación, son centralizadas y suponen una elevada dependencia externa. Como ventajas, generan mucha energía de forma continua.
3.1 El Carbón
El carbón es una roca combustible negra formada por descomposición de vegetales (antracita y hulla de la era primaria y lignito de la secundaria). El carbón se usa en las industrias siderúrgica y cementera, en las calefacciones domésticas y, sobre todo, en la producción de electricidad en las centrales térmicas (sólo quedan 6).
Fue la energía principal de la Primera Revolución Industrial, siendo sustituida a partir de 1960 por el petróleo. Su producción y consumo volvió a crecer entre 1975 y 1985 (crisis del petróleo), pero desde entonces ha descendido. La política de descarbonización conlleva el cierre de minas y centrales térmicas de carbón.
Desde 1990 el carbón sufre un proceso de reconversión, con el cierre de numerosas minas y ayudas para tal fin. No obstante, se considera un recurso estratégico al ser el único combustible autóctono no renovable.
En España se localizó en trece cuencas, destacando Asturias, León y Teruel. No obstante, hoy la mayoría del carbón se importa desde Indonesia, Rusia y Colombia.
3.2 El Petróleo
El petróleo es un aceite mineral oscuro creado a partir de animales y algas en descomposición en un medio marino. Se ha usado para producir electricidad en las centrales térmicas insulares, pero su uso fundamental ahora es el transporte y la industria, para lo que debe ser procesado para la obtención de derivados en refinerías (situadas en la costa peninsular, Puertollano y Tenerife) y en industrias petroquímicas.
En España el petróleo se empezó a consumir especialmente en la década de 1960, pero la crisis de 1973 hasta 1985 bajó su consumo. El creciente transporte disparó su consumo, moderándose en los últimos años.
La producción de petróleo en España, ubicada en Tarragona y Burgos, es insignificante. Por ello, es necesario importar petróleo de Oriente Medio, Nigeria, México, Venezuela, Reino Unido, Rusia,…
3.3 El Gas Natural
El gas natural es una mezcla de hidrocarburos gaseosos, principalmente metano. Suele aparecer asociado al petróleo. Respecto al uso del gas natural, destaca la producción de electricidad en centrales térmicas (convencionales, de ciclo combinado o de cogeneración), el uso de su potencial calorífico en la industria y los hogares y la obtención de productos químicos derivados (propileno, etileno, naftas) en industrias petroquímicas.
El consumo de gas se inició en España a partir de 1969, con un gran crecimiento, aunque decreció con la crisis de 2008.
Se produce en España en el golfo de Cádiz, pero en su inmensa mayoría se importa por barcos (Catar, Egipto,…) o gaseoductos con Argelia, Portugal o Noruega.
3.4 El Uranio
El uranio es un elemento químico que se extrae de minerales como la uraninita. La fisión o separación de sus átomos genera la energía nuclear. La fusión nuclear o unión de isótopos de hidrógeno se mantiene como una energía en experimentación. La energía nuclear se usa para producir electricidad y en medicina. Su primer uso fueron las bombas atómicas.
El consumo y producción de energía nuclear en España se inició en 1968 con la construcción de las centrales nucleares de Zorita y Santa María de Garoña. Su expansión se paralizó (moratoria) desde 1987 por el temor a accidentes (Chernobil 1986, Vandellós I 1989, Fukushima 2011), la dependencia externa de abastecimiento y el problema de los residuos radiactivos. Existen 7 reactores en activo (5 centrales).
En la actualidad, existe un debate sobre el uso de esta energía, habiéndose cerrado las centrales de Zorita (2006) y Garoña (2012). En 2011 se suspendió la moratoria, existiendo un proyecto de cementerio nuclear en Villar de Cañas (Cuenca). En 2019 se estableció un calendario de cierre definitivo de centrales nucleares. Existen 7 reactores en activo (5 centrales).
Tras el cierre de las minas de Saelices (Salamanca), el 100 % del uranio usado en España es importado (en la actualidad de Rusia, Uzbekistán y Níger).
3.5 Energías Renovables
(hidráulica, eólica, solar, biomasa, geotérmica, marina) se caracterizan por proceder de recursos inagotables, ser limpias (causan menor alteración ambiental), poder desarrollarse en España y ser descentralizadas, permitiendo el autoabastecimiento. Como desventaja, son menos potentes y más variables.
- Hidráulica: se origina en grandes centrales hidroeléctricas a partir del salto de agua embalsada en presas o saltos de agua menores (minihidráulica). Su destino es generar electricidad, aunque a su vez sirve para regadío y abastecimiento.
- La producción y consumo de esta energía comenzó a finales del siglo XIX. Entre 1950 y 1970 tuvo un gran desarrollo, luego perdió importancia. Su producción se centra en los ríos Duero y Tajo en su frontera con Portugal, el norte peninsular y el Pirineo.
- Las nuevas energías renovables se empezaron a impulsar tras la crisis del petróleo en la década de 1970. La diversidad del medio natural español favorece su producción, usándose para generar electricidad, calor y movimiento.
- Eólica: produce electricidad (parques eólicos) o energía mecánica a partir del viento. España se ha convertido en una de las mayores productoras de energía eólica terrestre (destacando Galicia, Navarra, ambas Castillas, Aragón, Andalucía y Canarias).
- Solar: usa el calor y la luz del sol generando energía térmica o eléctrica. En España se ha desarrollado especialmente en la costa mediterránea, Andalucía, La Mancha y Extremadura.
- De biomasa: se obtiene de residuos agrarios y de materias primas orgánicas. Produce electricidad (centrales térmicas), biocombustible (biotenanol o biodiésel) y calor (pellets). Las dos Castillas, Galicia y Andalucía son las máximas productoras de biomasa.
- Geotérmica: usa el agua caliente subterránea y su vapor, siendo muy escasa en España. Puede generar electricidad en yacimientos a más de 150 grados (Canarias) o energía térmica en yacimientos de baja temperatura (Orense), empleándose en este caso en balnearios, invernaderos y viviendas.
- Marina: utiliza la fuerza de las olas (centrales undimotrices) y mareas (centrales mareomotrices) para generar electricidad. España tiene un gran potencial de uso de esta energía en la costa cantábrica, donde en 2011 se abrió una planta experimental en Mutriku (Guipúzcoa). También existe otra en Santoña (Cantabria), abierta en 2008.
Junto a estas fuentes de energía primaria, la energía final, directamente usada por el ser humano, se centra en derivados petrolíferos obtenidos en refinerías y petroquímicas y la electricidad. Esta turbina se puede mover por vapor de agua obtenido a partir de la quema de minerales, por agua, por viento. Las centrales fotovoltaicas transforman la luz solar directamente en electricidad.
Actualmente, la electricidad que se produce en España proviene principalmente de centrales térmicas, seguida de las energías renovables y la energía nuclear.
Su uso inicial fue para la iluminación urbana en 1875, pero la industrialización disparó su uso, por lo que en 2005 la producción eléctrica decrece por descenso del consumo.
El consumo de energía final crece hasta 2005, pero decrece luego. Por fuentes, descienden los productos petrolíferos, se mantiene bajo el carbón y aumenta la electricidad y gas. Por sectores, el aumento del consumo de transporte hasta 2008 y la reducción del consumo industrial desde 2005 y el aumento del consumo doméstico y los servicios.
El consumo energético final por comunidades, destacando Madrid y Cataluña, por ejemplo.
España tiene graves problemas energéticos porque tiene mucha dependencia que se debe al aumento del consumo energético, escasa producción de energía, entre otras.
Otros problemas energéticos de España, además de la dependencia externa, son el elevado gasto energético y los problemas medioambientales. Para disminuir la dependencia, se fomenta la seguridad del abastecimiento.
Para disminuir la dependencia, se fomenta la seguridad del abastecimiento, reducir los problemas medioambientales se fomenta un menor consumo y una mayor eficiencia energética a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía. Además, se cierran instalaciones contaminantes, se depuran aguas, se reutilizan residuos, se fomentan energías limpias.
4. La Industria Española entre 1855 y 1975
4.1 Evolución Industrial: 1855-1975
Entre 1855 y 1975 podemos diferenciar cuatro etapas en el desarrollo industrial de España.
- Inicio de la industrialización (1855-1900): Fue más tarde y lento que en otros países occidentales ante la ausencia de revolución agrícola, la falta de materias primas y energías, la insuficiente inversión industrial, la demanda limitada, el atraso tecnológico y los problemas políticos (guerras civiles y pérdida de colonias) y la política proteccionista.
- Crecimiento industrial (1900-1936): Impulsado por las repatriaciones de capital de las colonias y las exportaciones de la Primera Guerra Mundial, las obras públicas, la introducción de las nuevas fuentes de energía propias de la Segunda Revolución Industrial (hidrocarburos y electricidad).
- Retroceso y estancamiento (1936-1959): Durante la guerra civil (1936-1939) y el inicio de la dictadura de Francisco Franco (1939-1959) se produjo un retroceso y estancamiento industrial por la destrucción bélica y la política autárquica (restricción de importaciones).
- Gran desarrollo industrial (1960-1975): Se produjo en la etapa final de la dictadura de Francisco Franco al abandonarse la autarquía (liberalización de importaciones), impulsarse planes de desarrollo, aumentar la inversión privada, importarse energía a bajo precio, crecer la demanda e introducir nuevas tecnologías.
4.2 Producción Industrial: 1855-1975
- Primera Revolución Industrial (segunda mitad del siglo XIX): Uso de máquinas hidráulicas y de vapor. Se centró en la siderometalurgia (norte peninsular) y el sector textil del algodón (Cataluña).
- Segunda Revolución Industrial (siglo XX): Diversificación de la producción industrial gracias a los motores de explosión y eléctricos y el sistema fordista (economías de escala). Las industrias de base fueron potenciadas por el Instituto Nacional de Industria.
Las industrias de bienes de consumo crecieron a la par que el nivel de vida. A las industrias textil, de calzado y alimentaria se unieron las de los automóviles y electrodomésticos.
Las industrias de bienes de equipo se desarrollaron tarde y sólo por impulso de empresas multinacionales.
4.3 Estructura Industrial: 1855-1975
La estructura industrial, cuyo peso en el PIB y la ocupación creció, mostró las limitaciones de la industria española: mano de obra barata poco cualificada, tamaño de las empresas contrastado, atraso tecnológico, dependencia externa e industria centrada en el mercado interno.
En las mayoritarias pequeñas fábricas se usaron sistemas tradicionales con un bajo nivel de inversión, tecnología limitada y escasa competitividad.
Las pocas grandes fábricas, filiales de multinacionales o empresas impulsadas por el INI, adoptaron el sistema fordista de trabajo en cadena.
El atraso tecnológico fue favorecido por las políticas proteccionistas y contribuyó a la dependencia exterior de la industria española, que además de tecnológica, fue financiera y energética.
4.4 Localización Industrial: 1855-1975
Las industrias se localizaron en función de factores clásicos: proximidad a recursos naturales, demanda amplia, abundante mano de obra y capital; además de buscar eficaces transportes, sectores de apoyo y políticas industriales favorables.
Los anteriores factores de localización provocaron que las industrias se instalaran en grandes aglomeraciones urbano-industriales, buscando las ventajas de la concentración y agrupando a empresas interdependientes.
Los emplazamientos industriales se centraron en la periferia peninsular y Madrid, existiendo áreas de base extractiva y portuaria con predominio de industrias básicas, y áreas urbano-industriales, especialmente en polígonos industriales periféricos, con predominio de industrias de consumo.
Las tres áreas industrializadas, que aparecieron en la Primera Revolución Industrial, acabaron consolidándose e incrementaron los desequilibrios territoriales.
Fueron la franja cantábrica (especializada en industrias básicas en torno a minas y puertos), la región mediterránea (a partir de la industria textil catalana, después diversificada) y Madrid (centro administrativo financiero y nudo de transporte).
No obstante, desde 1960 aparecen áreas de difusión industrial como las periferias de las grandes ciudades, ejes industriales nacionales (Ebro y Mediterráneo) y regionales (gallego y andaluz) en torno a vías de comunicación, y enclaves industriales aislados favorecidos por industrias básicas (Ponferrada y Puertollano) o al ser declarados polos de desarrollo industrial (Zaragoza y Valladolid).
4.5 Política Industrial: 1855-1975
La base de la política industrial de esta época se basó en el proteccionismo (que libró a la industria de la competencia exterior mediante aranceles que limitaron las importaciones) y en la intervención estatal (creando el estado empresas públicas en sectores estratégicos y diseñando el desarrollo industrial).
Los objetivos de la política industrial buscaron impulsar la industria y corregir su desigual distribución. Para promover la industria en nuevas zonas se crearon los polos de desarrollo (en ciudades que tenían alguna industria) y los polos de promoción (en áreas deprimidas).
También se promocionó la industria mediante la creación de polígonos industriales y polígonos de descongestión industrial (en las periferias de las grandes ciudades).
5. El Comercio
5.1 El Comercio Interior
El comercio interior es la venta de productos y servicios que se desarrolla dentro de las fronteras de un Estado. En España da empleo a más de tres millones de personas que trabajan en más de 800.000 locales y aporta en torno al 22 % del PIB.
El comercio interior ha cambiado desde 1980 al cambiar la oferta y la demanda. La oferta se ha diversificado (nuevas formas de venta: autoservicio y gran superficie) y ha incorporado nuevas tecnologías (datáfono, Internet, tarjetas,…). La demanda ha incrementado su poder adquisitivo, se ha diversificado (edad, sexo, procedencia,…), ha cambiado los hábitos de compra (al asociarse al ocio o disminuir la frecuencia), está muy influenciada por la publicidad y tiene mayor información.
Tipos de comercio interior: Se distingue entre el comercio mayorista (al por mayor) y el minorista (al por menor). El mayorista vende a otro mayorista o a un minorista cumpliendo un papel de intermediario. Este comercio se instala en las periferias de las ciudades, entre áreas productoras y consumidoras. En España destaca la red de Mercas, especialmente en Andalucía, Cataluña y Madrid.
El comercio minorista adquiere los productos a un mayorista o fabricante y los vende directamente al consumidor. Engloba el comercio tradicional y nuevas formas de venta minorista.
En el comercio tradicional destaca el comercio tradicional clásico (tiendas habitualmente familiares con venta asistida, mostrador, gran almacén, precio más caro y tecnología anticuada). Otras formas tradicionales son los mercados semanales, las ferias de muestras y el comercio ambulante.
En el comercio tradicional moderno se modernizan los establecimientos (exposición de productos, inversión en equipamientos,…), se especializan en un producto, se establecen franquicias (explotan una marca a través de un canon), se asocian en cadenas y cooperativas y mejora la localización (en grandes superficies o en centros históricos).
Dentro de las nuevas formas comerciales destaca el autoservicio, con venta en la que el consumidor se sirve a sí mismo, con una gran sala de ventas, con precios bajos, gran variedad, compra rápida y tecnología avanzada. Incluye establecimientos de alimentación de menos de 2.500 m2 como autoservicios y supermercados.
Las grandes superficies comerciales tienen un local superior a 2.500 m2. Entre estas se incluyen hipermercados (con más variedad que los supermercados), tiendas de descuento (con productos a bajo precio), grandes almacenes (con sistemas de venta mixtos –libre servicio y venta asistida– organizados por secciones), almacenes populares (con productos populares y baratos).
Entre las grandes superficies comerciales situadas a las afueras de la ciudad destacan los centros comerciales regionales integrados (con hipermercado y comercios independientes), las grandes superficies especializadas o category killers (con surtidos muy grandes de un tipo de producto) y los parques de fabricantes o factory outlets (donde los fabricantes venden al público sus excedentes).
Además, también han aparecido nuevas fórmulas de venta sin establecimiento (por catálogo, televenta, por máquina automática y on line por Internet).
Las funciones o utilidades de los espacios comerciales son económicas (venta de productos y servicios), sociales (ocio) y de ordenación espacial (revalorizando áreas).
Los factores que influyen en la localización de los espacios comerciales se reducen al sistema de transporte y a la existencia de un mercado de consumo amplio y con poder adquisitivo.
Existen desequilibrios territoriales en la localización comercial a favor de las regiones con mejores transportes, alta densidad de población y mayor poder adquisitivo (Madrid, Cataluña, Navarra, País Vasco) y a favor de las ciudades.
Los emplazamientos comerciales en las ciudades se diferencian entre los centros históricos con comercios tradicionales y las periferias con grandes superficies, mientras que en el área rural predominan los comercios tradicionales situados en los bajos de las casas.
La política comercial interior es regulada por la Unión Europea, el gobierno central (Ley de Comercio) y las Comunidades Autónomas. Regula el comercio reconociendo la libertad comercial, pero interviniendo en horarios, rebajas,… Busca mejorar la actividad comercial con medidas para asegurar la continuidad de los comercios e incrementar su número, para incrementar la competitividad, para revitalizar el comercio urbano y para mantener el comercio rural.
5.2 El Comercio Exterior
El comercio exterior es el intercambio de productos y servicios de un país con el resto del mundo. En España, desde 1960, han aumentado tanto las exportaciones (venta de productos nacionales al extranjero) como las importaciones (compra de productos extranjeros).
El incremento del comercio exterior español se debe a la apertura internacional de España desde 1959, a su ingreso en la Comunidad Económica Europea (1986), a su incorporación a la globalización económica y al crecimiento de la demanda interna hasta 2008.
En las exportaciones destacan como productos los bienes de equipo, los automóviles y los alimentos, siendo Cataluña, Madrid y Valencia las principales comunidades exportadoras.
En las importaciones destacan como productos los productos energéticos, los bienes de equipo y los productos químicos, siendo Cataluña, Madrid y Andalucía las principales comunidades importadoras.
La diferencia entre las exportaciones e importaciones, esto es, la balanza comercial española, ha sido tradicionalmente deficitaria, salvo en alimentación y automóvil.
Ha disminuido este déficit al descender el consumo interno, descender el déficit energético, aumentar las exportaciones y al depreciarse el euro.
Dentro de las áreas con las que se desarrolla el comercio exterior destaca Europa, especialmente los países de la Unión Europea. También destacan las importaciones de Asia (China, países de la OPEP), África (petróleo), América, siendo insignificante con Oceanía.
La política comercial exterior es promovida por la Unión Europea a través del mercado común europeo. A nivel mundial, la Organización Mundial del Comercio promueve los intercambios comerciales y la liberalización de los servicios, incrementando el mercado.
El gobierno central de España busca defender el comercio frente a prácticas internacionales irregulares y fortalecer las exportaciones a través del Instituto de Comercio Exterior, para lo que se promocionan en el exterior las empresas y productos españoles, el comercio con países estratégicos (EEUU, China,…) y el apoyo a asociaciones de exportadores e internacionalización de pymes.
6. Los Transportes y las Telecomunicaciones
6.1 El Sistema de Transportes y su Importancia
El transporte es la actividad que traslada mercancías y personas de un lugar a otro, a través del medio terrestre, marítimo o aéreo.
El sistema de transporte engloba los medios (automóviles, ferrocarriles, barcos, aviones,…) e infraestructuras (carreteras, vías ferroviarias, puertos, aeropuertos,…) que lo hacen posible.
Los transportes desempeñan múltiples funciones, condicionando la organización de los territorios. Tienen funciones políticas (defensa de los países), demográficas (facilitan el asentamiento de población), económicas (permiten el comercio y el movimiento de trabajadores), sociales (posibilitan la movilidad de las personas), culturales (difunden cultura) e internacionales (favorecen las relaciones entre países).
Los transportes y el territorio interactúan reflejando desequilibrios económicos y demográficos o fomentando la accesibilidad. En todo caso, las redes de transporte vertebran el territorio a través de rutas, flujos y nodos.
6.2 Características y Problemas del Sistema de Transporte
Las características técnicas de los sistemas de transporte en España han mejorado mucho desde 1985, introduciéndose Sistemas Inteligentes de Transporte (control telemático de la circulación). A pesar de ello, el medio físico desfavorable en cuanto a relieve y clima ha incrementado los costes del transporte.
La organización espacial del transporte (redes de transporte) es de carácter radial, con centro en Madrid. Esto ha facilitado las relaciones entre el centro y la periferia, pero no la conexión entre áreas periféricas. Se refleja en la red de carreteras (siglo XVIII), en la ferroviaria (siglo XIX) y en el tráfico aéreo internacional. Las redes de las islas se encuentran fragmentadas.
El transporte interior de mercancías y pasajeros se desarrolla principalmente por carretera (debido al bajo precio y al servicio de puerta a puerta). En el transporte exterior cobra importancia el transporte marítimo (mercancías) y el aéreo (pasajeros).
Existen importantes desequilibrios territoriales en el grado de dificultad para llegar de un lugar a otro (accesibilidad) y en la intensidad del tráfico. Esto depende de las áreas económicas y demográficas y de la densidad y calidad de la red.
El sistema de transporte español es periférico respecto a Europa y ejerce de puente entre continentes.
El sistema de transporte impacta sobre el medio ambiente ocupando suelo, alterando paisajes, generando ruido y contaminación del aire, fragmentando el territorio y consumiendo recursos finitos.
6.3 La Política de Transporte
El Estado central tiene competencias sobre el transporte internacional, sobre el nacional que discurre por más de una comunidad, sobre puertos y aeropuertos comerciales, sobre la marina y el espacio aéreo, así como sobre correos y telecomunicaciones.
Las Comunidades Autónomas tienen competencias sobre el transporte terrestre que se desarrolla en su totalidad en su territorio, así como sobre puertos y aeropuertos no comerciales y comunicaciones por cable.
La Unión Europea busca la seguridad, innovación, sostenibilidad e integración del transporte a través de la Red Transeuropea de Transporte, que fomenta corredores multimodales.
España busca la eficacia, el reequilibrio modal, la colaboración del transporte al desarrollo económico, el fomento de la cohesión territorial y social y el impulso de una movilidad sostenible.
Para conseguir estas medidas, España aprobó el Plan Estratégico de Infraestructuras de Transporte (PEIT) (2005-2020) y el Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda (PITVI) (2012-2024).
6.4 Modos de Transporte
Transporte por Carretera
Las competencias políticas sobre la red de carreteras se distribuyen entre el gobierno central, las Comunidades Autónomas, las diputaciones y los cabildos insulares.
La red de carreteras radial se desarrolló en el siglo XVIII y se consolidó en 1960, existiendo hoy ejes transversales (Ebro).
El transporte por carretera concentra el tráfico interior, tanto de viajeros como mercancías, al permitir un servicio de puerta a puerta y tener un coste limitado.
Las características técnicas de las carreteras van desde una amplia red estatal de autopistas y autovías de gran anchura y buen pavimento (la más extensa de Europa) a una red local, en ocasiones, con deficiencias en anchura y pavimentación.
Los desequilibrios territoriales en la densidad de la red, intensidad de tráfico y accesibilidad. Las áreas dinámicas y densamente pobladas y aquellas con poblamiento disperso tienen una mayor densidad, intensidad y accesibilidad de transportes. Las menos dinámicas muestran una densidad, intensidad y accesibilidad menores.
La integración con la Unión Europea por carretera se potencia a través de corredores de gran capacidad transfronterizos (con Francia y Portugal).
En el ámbito medioambiental, se fomenta el transporte colectivo y ferroviario para reducir la contaminación de los automóviles, además de potenciar motores eficientes, biocombustibles y automóviles eléctricos.
Transporte Ferroviario
El ferrocarril fue el principal medio de transporte hasta la era del petróleo, entre mediados del siglo XIX y principios del siglo XX. El gobierno central ha controlado el desarrollo ferroviario a través de la RENFE, que se divide en ADIF y FEVE. Hay líneas metropolitanas y regionales (Euskotren) controladas por las comunidades autónomas.
La red ferroviaria española se compone de una red convencional radial, otra de alta velocidad y otra de vía estrecha. El tráfico ferroviario actual es inferior a la media europea. El de viajeros es rentable en dos líneas y el de mercancías es escaso.
Las características técnicas ferroviarias son muy contrastadas y hay desequilibrios territoriales en cuanto a equipamientos y accesibilidad en ferrocarril.
La integración con la Unión Europea por ferrocarril se basa en la conexión con redes transeuropeas de alta velocidad y la adopción del ancho de vía europeo.
En el ámbito medioambiental, se busca electrificar la red, controlar el ruido, disminuir el efecto barrera, entre otros. Destaca la conversión de vías en desuso en Vías Verdes.
Transporte Marítimo
Los puertos comerciales son gestionados por el gobierno central, mientras que los puertos pesqueros y deportivos dependen de las Comunidades Autónomas.
Es importante en España debido a su extenso litoral y a su posición intercontinental. El tráfico de pasajeros es escaso, salvo los cruceros, el Estrecho de Gibraltar y las islas. Destaca el tráfico de mercancías.
Los puertos españoles tienen unas características técnicas dispares, pero, en general, necesitan mejoras en sus instalaciones y accesos. Respecto a los desequilibrios territoriales, el tráfico de mercancías se concentra en puertos con área de influencia dinámica: Algeciras, Valencia, Barcelona…
Las autopistas del mar facilitan la integración del transporte marítimo español en las redes transeuropeas de la Unión Europea. España potencia su posición central entre las rutas marítimas norte-sur y este-oeste.
El desarrollo de auditorías en los puertos busca paliar los mayores problemas medioambientales.
Transporte Fluvial
Se reduce en España al puerto de Sevilla, en el río Guadalquivir, ya que es una vía comercial en el valle del Guadalquivir y Extremadura. Para reducir el problema de su escaso calado, se abrió una nueva esclusa.
Transporte Aéreo
Se ha desarrollado rápidamente al crecer la renta, el turismo, la aparición de compañías de bajo coste, etc.
El gobierno central controla los aeropuertos comerciales a través de la AENA y las comunidades autónomas controlan el resto de los aeropuertos.
La red aeroportuaria de España es extensa (48 aeropuertos de interés general) y tiene un carácter radial y jerárquico en torno al aeropuerto de Madrid-Barajas, que es la conexión principal nacional y con el extranjero.
El tráfico aéreo de pasajeros es muy competitivo por su rapidez y comodidad, mientras que el tráfico de mercancías es escaso por su coste y limitada capacidad, centrándose en productos perecederos y valiosos.
Los desequilibrios territoriales son evidentes al existir dos nudos de comunicaciones, que se favorecen por el turismo, y el resto de poca importancia, salvo el de Bilbao.
El cielo único europeo busca evitar la congestión aérea, integrándose España a la Unión Europea. Además, contribuye a proyectos de innovación tecnológica.
Para evitar los problemas ambientales, se retiran los aviones más contaminantes y ruidosos.
Transporte Multimodal
Consiste en el uso de varios modos de transporte a lo largo de un trayecto. Es promocionado por Europa y España para promover el transporte por carretera y colaborar con el medio ambiente.
El transporte multimodal de viajeros se basa en billetes combinados e intercambiadores que posibilitan el cambio de modo de transporte en las ciudades.
El transporte multimodal de mercancías usa contenedores o unidades de carga (Unidad de Transporte Intermodal) que permiten trasladar la mercancía en la misma unidad de transporte.
Se desarrolla a través de plataformas logísticas. Estas pueden ser centros de transporte por carretera, plataformas ferroviarias, puertos secos, etc.
6.5 Las Telecomunicaciones
Estas permiten transmitir información a distancia entre un emisor y un receptor. Un ejemplo de comunicación tradicional es el correo postal.
Desde el siglo XIX han aparecido nuevos medios de comunicación como el telégrafo, el teléfono, la radio, etc.
Las telecomunicaciones permiten acceder, procesar y almacenar grandes cantidades de información y transmitirla instantáneamente . Han cambiado la economía, la sociedad, la ciencia y cultura ,… Además, ha sido esencial para la globalización económica , eliminando la importancia del espacio físico y el transporte
En España las competencias de las telecomunicaciones son exclusivas del Estado y la red de telecomunicaciones ha crecido mucho en los últimos años, aunque menos que en otros países del entorno. El tráfico por la red se ha incrementado (banda ancha) y diversificado , siendo cada vez mayor el uso de dispositivos portátiles.
Hay desequilibrios territoriales y sociales : Madrid se ha convertido en el nodo principal de la red, existiendo nodos secundarios. Los discapacitados y ancianos se conectan menos. La integración en la UE ha supuesto la liberalización del mercado de las telecomunicaciones.
A nivel medioambiental , las telecomunicaciones lejos de desmaterializar la economía exigen crecientes recursos energéticos y de producción de equipos que usan “minerales raros”, generando contaminación electromagnética.
5. La crisis y reestructuración industrial: 1975-1990.
5.1 La crisis industrial
La crisis industrial que afectó España entre finales de los años setenta e inicio de los ochenta tuvo causas externas (cambios económicos mundiales) e internas.
–causas externas: crisis del petróleo de 1973, la incidencia de la Tercera Revolución Industrial, las exigencias de calidad por parte de la demanda y la división internacional del trabajo generada por la globalización.
–causas internas: de la crisis están las deficiencias de la industria española (basada en sectores y la coyuntura histórica política.
–consecuencias: de la crisis se cerraron muchas empresas, descendió la producción y aumentó el endeudamiento empresarial y el desempleo.
5.2 La reestructuración industrial.
Para combatir la crisis, los países industrializados desarrollaron la reestructuración industrial a través de la reconversión industrial y la reindustrialización con ayudas estatales financieras, fiscales y laborales.
~La reconversión industrial buscó ajustar los sectores en crisis, promoviendo el cierre de empresas, las reducciones de plantilla, la modernización y la especialización de la producción. Los sectores industriales maduros sufrieron la reconversión, que afectó a grandes empresas y disparó el desempleo.
~buscó impulsar un nuevo desarrollo industrial creándose para ello Zonas de Urgente Reindustrialización (ZUR) y Zonas Industrializadas en Declive (ZID) a través de ayudas estatales. Su resultado fue insuficiente (aunque diversificaron la industria e inversiones no se generó mucho empleo, se beneficiaron casi solo las grandes empresas y se incrementaron los desequilibrios).
6. La industria en la actualidad.
6.1 La evolución de la industria desde 1990
Desde 1990 hasta 2008 la industria española vivió una etapa de expansión industrial, salvo un
paréntesis entre 1991 y 1994 por los ajustes para entrar en el euro.
Desde 2008 la industria entró en ante la crisis financiera mundial que disminuyó demanda y
financiación. Como consecuencia se redujeron la producción y los beneficios empresariales y
aumentó el paro industrial. El aumento de las exportaciones compensó en parte la caída de la
demanda interna.
Desde 1990 la industria española ha experimentado cambios por la integración de España en el mercado europeo y mundial y por la adopción de los cambios de la Tercera Revolución Industrial.
La integración de España en la Comunidad Económica Europea (1986) supuso la entrada en un mercado muy competitivo, que acabó con monopolios y ayudas estatales y adoptó las leyes
europeas.
La incorporación tardíade España a la Tercera Revolución Industrial llevó a aplicar los avances
en la microelectrónica a la obtención de nuevos productos, al proceso y organización industrial
y a su comercialización, cambiando la producción, estructura y localización industrial.
6.2 La producción industrial actual.
Destacan las innovaciones técnicas derivadas de la microelectrónica: desarrollo de las
Tecnologías de la Información y Comunicación y automatización industrial mediante robots.
Aparecen nuevas materias primas (fibra óptica) y fuentes de energía (nuclear y renovables).
El sistema de producción actual se caracteriza por la descentralización de las distintas fases de
la producció y la flexibilización a través de las economías de gama con pequeñas series de
productos.
Dentro de la producción industrial actual podemos diferenciar entre sectores industriales
maduros, dinámicos y punta (de alta tecnología).
Los sectores industriales maduros afectados engloban a la metalurgia que incluye la siderurgia
(integral y no integral), la construcción naval, el textil, el calzado, el mueble y el juguete.
sectores industriales dinámicos con alta productividad y demanda y destacada presencia de
capital extranjero incluyen a lo sectores del transporte, químico, agroalimentario, de equipo
eléctrico y mecánico y de materiales de construcción.
Los sectores industriales punta se han implantado con retraso y tienen un menor desarrollo
que en otros países de Europa. Destacan los productos farmacéuticos, la construcción
aeronáutica, biotecnología, etc.
6.3 La estructura actual de la industria
Esta sigue presentando problemas que dificultan su competitividad y la exportación de sus
productos. El peso del sector industrial es reducido, tanto en el PIB como en la población
ocupada. En cuanto a la mano de obra, el empleo industrial desciende.
El tamaño de las empresas es reducido, lo que impide el desarrollo de economías de escala,
aunque las hace más flexibles.
La investigación e innovación son insuficientes y desarrollo de la tecnología también es
insuficiente, además de dependiente de los avances exteriores. Se mantiene una excesiva orientación de la industria al mercado interior.
6.4 La localización industrial.
Los factores clásicos de localización industrial han perdido importancia con la Tercera
Revolución Industrial. Se mantiene la importancia de la disponibilidad de sistemas de
transporte y comunicación, la cercanía de mano de obra y capital, y la política industrial.
Los nuevos factores de localización se centran en la tecnología, el acceso a la innovación e información y las ventajas competitivas que puede ofrecer un territorio.
Los factores de localización generan tendencias ambivalentes complejas, la difundisión de la industria madura hacia las periferias y concentración de la industria tecnológica y de las sedes sociales de las empresas en espacios neutrales.
Dentro de los emplazamientos industriales actuales encontramos: espacios tradicionales heredados, polígonos o parques industriales, clusters o distritos industriales y espacios innovadores espontáneos o planificados.
Tiene 5 áreas industriales: desarrolladas, en expansión, en declive, con industrialización inducida y con industrialización escasa.
Las áreas desarrolladas (Madrid y Barcelona) sufrieron la reconversión industrial, dando paso a industrias de alta tecnología y sedes sociales de las grandes empresas. Pierden empleo, pero este es más cualificado y concentran las mayores inversiones en I+D+i.
áreas en expansión (coronas metropolitanas periurbanas, ejes de desarrollo industrial nacional y regional y áreas rurales comunicadas) reciben instalaciones industriales, en general, tradicionales, fruto de la difusión de las mismas.
Las áreas en declive (cornisa cantábrica, Ferrol, Sagunto, Cádiz, Puertollano, Ponferrada) han perdido capacidad industrial al sufrir la reconversión industrial y no lograr la reindustrialización ante la escasa diversificación industrial.
Las áreas de industrialización inducida (Zaragoza, Valladolid, Burgos, Sevilla, Cádiz y Huelva) son fruto de las políticas de promoción industrial del desarrollismo.
Las áreas de industrialización escasa (Extremadura, Castilla La Mancha, islas Baleares y Canarias) presentan empresas tradicionales pequeñas. Castilla La Mancha ha recibido la difusión de la industria madrileña.
Los fuertes desequilibrios territoriales se dan principalmente en cuanto a la tecnología e innovación, centrada en Madrid y Barcelona. Se reflejan en el desigual reparto de población, riqueza, infraestructuras y peso político.
6.5 La política industrial actual
Su marco o contexto se caracteriza por la apertura al exterior , la disminución de la intervención del Estado y el ingreso en la Unión Europea y las políticas de las Comunidades Autónomas.
Sus objetivos son: recuperar el protagonismo de la industria , lograr una industria segura, inteligente, sostenible y colaboradora del equilibrio territorial y bienestar social.
La política sectorial busca favorecer la reindustrialización y aumentar la competitividad de la industria mediante ayudas a la inversión y y creando observatorios industriales que analizan sectores.
La política estructural mejora la competitividad de las industrias y su internacionalización aumentando el peso del sector industrial, impulsando una mano de obra cualificada y flexible, entre otras.
Se promocionan en el exterior los productos españoles para favorecer sus exportaciones, lo que favorece la internacionalización empresarial.
La política territorial promueve la instalación de industrias mediante la Ley de Incentivos Regionales , las Agencias de Desarrollo Regional y Local, y los distritos industriales. En todo caso se busca un desarrollo endógeno basándose en la riqueza de cada territorio.
La política medioambiental se centra en solucionar la sobreexplotación de recursos , la contaminación y la degradación del paisaje . Para esto, busca un desarrollo sostenible , la prevención y corrección de daños , y el uso de tecnologías limpias . Además, se promueve la rehabilitación de zonas industriales.
Por otra parte, el paisaje industrial se protege a través de un Plan de Patrimonio Industrial.
4. Los espacios turísticos.
4.1 El turismo y su importancia.
Es el conjunto de actividades desarrolladas por las personas en viajes y estancias fuera del domicilio habitual por motivos de ocio y negocio durante más de 24 horas y menos de un año. Las personas que realizan esto se les llama turistas y a los que duran menos de 24 horas, excursionistas.
Tipos de turismo según el origen de los pasajeros:
-el turismo receptor (turistas extranjeros que llegan a un país). -turismo emisor ( turistas que viajan al extranjero ). -turismo interno (turistas del mismo país ).
Importancia del turismo en España: España fue la segunda potencia turística mundial en 2019 por número de visitantes (83,7 millones) y por ingresos percibidos (unos 92.000 millones de euros).
La reducción de la movilidad provocada por la pandemia de coronavirus desde el año pasado (2020) ha ocasionado un reducción del turismo mundial , que en el caso de España ha supuesto perder tres cuartos de los turistas extranjeros y de los ingresos y se ha convertido en el 6º destino turístico mundial.
4.2 Evolución del turismo y factores.
Empezó a desarrollarse en el siglo XVIII como una actividad elitista y continuó hasta el mediados del siglo xx, cuando empezó a expandirse el turismo de masas.
El modelo turístico tradicional, se desarrolló rápidamente entre 1960 y 1975, centrado en un turismo de «sol y playa» ya que tenía ofertas abundantes y era relativamente barato.
Este gran desarrollo turístico se explica por factores externos (desarrollo económico) e internos (climas).
La crisis del modelo turístico tradicional. Tuvo lugar entre 1975 y 1985, donde el número de turistas crece, pero a un ritmo más lento. Se debe a factores coyunturales y estructurales.
Hacia un nuevo modelo turístico. Desde 1985 se ha recuperado el ascenso del número de turistas e ingresos debidos al turismo salvo algunos momentos de crisis (1990 y 2008).
El nuevo modelo turístico. se basa en una oferta de calidad, la promoción política del turismo y la búsqueda de un desarrollo turístico sostenible, donde todavía predomina el turismo de “sol y playa”.
factores del nuevo auge: ingreso de España en la Europa comunitaria (1986), la inestabilidad en zonas competidoras (guerras en Balcanes y primavera árabe), el aumento de la esperanza de vida y la búsqueda de salir de la rutina, entre otros.
4.3 Características del turismo español.
La oferta turística es desarrollada por los vendedores del producto. Se basa en las instalaciones turísticas.
La demanda turística ha estado dominada por el turismo extranjero, principalmente de Europa occidental y septentrional, concentrando sus visitas en verano en las costas mediterráneas.
La demanda nacional procede de Madrid, Cataluña, Andalucía y Comunidad Valenciana, siendo más diversificada tanto en el tiempo como en el espacio.Los turistas nacionales contratan en general directamente los servicios turísticos y usan más establecimientos extrahoteleros.
4.4 Los tipos de turismo
El turismo de borde de agua está dominado por el turismo de sol y playa. Además, también hay turismo junto a ríos, lagos y embalses. El turismo termal o de balneario se desarrolla en zonas con aguas mineromedicinales.
El turismo de montaña está ligado al deporte del esquí y a otras actividades deportivas (alpinismo).
El turismo ecológico (ecoturismo) se centra en la visita a espacios naturales protegidos, como los parques nacionales o naturales.
El turismo rural se basa en el alojamiento en una casa rural buscando el descanso.
El turismo urbano desarrollado en las ciudades, engloba al turismo cultural y al turismo de negocios.
Otras modalidades turísticas son la visita de áreas de interés geológico o paleontológico, la visita del patrimonio minero o industrial, el turismo de cruceros y el turismo de compras.
4.5 Áreas turísticas de España
Los espacios turísticos según su dimensión incluyen áreas turísticas y puntos turísticos.
Según su uso, se diferencian entre espacios de temporada o espacios especialmente turísticos.
En España, las áreas de alta densidad turística son las áreas de sol y playa ( islas y costa mediterránea , que comparten como atractivo el clima y las playas, pero se diferencian en accesibilidad, ocupación del espacio y alojamiento) y la capital de España ( Madrid ) que atrae un turismo cultural y de negocios.
Las áreas con densidades turísticas medias y bajas se basan en nuevas zonas de turismo de sol y playa (prelitoral mediterráneo y costa atlántica sur y norte) y en el desarrollo de nuevos tipos de turismo en puntos turísticos (turismo de nieve, rural y cultural).
4.6 Las repercusiones del turismo en España.
La actividad turística repercute en la demografía, el poblamiento, la economía, la política, la cultura, la sociedad, la ordenación del territorio y el medio ambiente, lo que modifica el espacio donde se desarrolla.
En demografía, este aumenta la población en las áreas litorales, frena el despoblamiento en los puntos turísticos del interior, e incrementa la terciarización de la población activa.
En el poblamiento, el turismo extiende el poblamiento urbano y las conurbaciones en la costa y contribuye a la rehabilitación del patrimonio en el interior.
En economía, genera el 15 % del empleo en España y aporta un 15 % al PIB, también compensa la deficitaria balanza comercial y estimula otras actividades económicas e impulsa el transporte.
En el ámbito político, cultural y sociológico , el turismo fomenta el intercambio cultural, impulsa el cambio y la modernización, potenciando la visibilidad internacional de España. En el lado negativo, el turismo provoca la pérdida de costumbres e identidad propia.
En la ordenación del territorio, este rdena los espacios litorales.
En las áreas rurales y de montaña, puede entrar en competencia con actividades agrarias.
En las ciudades históricas el turismo especializa los centros en servicios turísticos, instalándose en sus periferias alojamientos.
En el medio ambiente, ha generado destrucción de costas, urbanización de espacios naturales, alteración de paisajes , aumento de la contaminación , exceso de ruido , e incremento de residuos.
4.6 Los problemas y la política turística española
Estos derivan del predominio del turismo tradicional de sol y playa.
La competencia internacional y la demanda actual , que plantea mayor calidad y variedad en la oferta, ponen en crisis el turismo tradicional. Por ello la política turística desarrollada por la Unión Europea, España y las Comunidades Autónomas ha elaborado el Plan de Turismo Español Horizonte 2020 que busca renovarlo, fidelizando la clientela, atrayendo mercados emergentes y fomentando el asociacionismo de empresas turísticas.
El plan de turismo busca incrementar la calidad de la oferta y mejorar el reparto espacial y temporal , buscando una clientela con más poder adquisitivo , menos numerosa y más diversificada. Por otra parte, el plan se basa en mejorar la comercialización del turismo fomentando turoperadores nacionales y nuevas tecnologías , promocionando el turismo en ferias internacionales.