Toledo: Emplazamiento, Morfología y Evolución Urbana

1. Emplazamiento, Situación y Morfología

Emplazamiento.- La antigua Toletum romana se sitúa sobre un poblado ibero en una elevada colina más o menos circular que domina las zonas circundantes. Está rodeada por un pronunciado barranco excavado por el río Tajo, construida con finalidad claramente defensiva. Sólo la parte norte queda sin rodear por el río que actúa como barrera.

Situación.- La situación de Toledo en un lugar central en la submeseta sur la convirtió en un lugar de paso en las rutas que comunican el norte y sur peninsular. La navegabilidad del Tajo contribuyó a la importancia de la ciudad, y se convirtió en la capital del reino visigodo teniendo más importancia como centro administrativo y turístico que residencial, comercial e industrial.

Morfología.- El plano de Toledo es de tipo compuesto, con un crecimiento orgánico que encontramos en el casco antiguo y en el barrio de la Covachuela; plano en damero o retícula que nos indica un crecimiento planificado en los ensanches del s. XX. Encontramos plano lineal en el polígono de Benquerencia.

2. Evolución: Localización y Características del Casco Antiguo

El casco antiguo se localiza al sur de la ciudad. En esa zona aparece la muralla, con funciones defensivas, fiscales o sanitarias. Se observa una pequeña ampliación del recinto amurallado que se hizo durante el reinado de Carlos I, aunque sin derribar la muralla de origen árabe. Toledo tiene uno de los cascos antiguos mejor conservados de España. El actual trazado del casco antiguo es de época musulmana, no quedando apenas restos de su origen romano. En él destacan monumentos tan importantes, testimonio de convivencia de musulmanes, judíos y cristianos.

La trama del plano es cerrada y compacta, y los usos del suelo eran, aparte del residencial, el comercial, industrial, militar y religioso.

3. Ensanche, Periferia y Expansión Urbana

Toledo no es una ciudad que haya notado en exceso el aumento de población durante el s. XIX. Por eso las murallas no se derriban, y en ese siglo no se construyen ensanches como los de Madrid o Barcelona. Simplemente crece al norte del casco antiguo con plano desordenado aunque con calles rectas, el barrio de las Covachuelas. En el s. XIX se empiezan a desarrollar pequeños núcleos alejados algunos kilómetros del centro, como Santa Bárbara y Azucaica.

Es después de la Guerra Civil cuando se empiezan a construir ensanches en damero, como Santa Teresa, los bloques de la avenida de la Reconquista, San Antón, y posteriormente, Palomarejos, entre la avenida de Barber y el parque de las Tres Culturas, que actúa como gran zona verde para la ciudad. Son zonas ocupadas por clases medias y medias bajas.

La periferia se desarrolla a partir de los años 60, quedándose vacía la zona del noreste debido a que la vía de ferrocarril se convierte en una barrera. Se construyen nuevas zonas residenciales. En ellas encontramos clases medias y medias altas. En estas zonas también existen equipamientos, el polideportivo Salto del Caballo al norte del ensanche, numerosos hospitales: las Tres Culturas, el de la Misericordia. De tipo industrial destaca el Polígono de Santa María de Benquerencia, a unos 4 km en la carretera de Aranjuez, construido como desahogo industrial de Madrid; cuenta con una importante zona residencial que es la segunda más importante de Toledo. También existe en El Beato otra zona residencial que tiene un pequeño polígono industrial.

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