El Relieve Calcáreo
El área calcárea está integrada por rocas de la era secundaria plegadas en la era terciaria. Su localización formaba una Z invertida que se extiende por los Prepirineos, los Montes Vascos, el sector oriental de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico, parte de la Cordillera Costero-Catalana y la Cordillera Subbética. La roca predominante es la caliza, una roca dura que se disuelve fácilmente con el agua. Da lugar a un relieve complejo, el relieve kárstico, cuyas formas características son las siguientes:
- Los lapiaces o lenares son surcos o cavidades separados por tabiques más o menos agudos. Los surcos se forman por las aguas de escorrentía sobre las vertientes o sobre superficies llanas con fisuras.
- Las gargantas son valles estrechos y profundos, enmarcados por vertientes abruptas, causados por los ríos.
- Los poljes son depresiones alargadas de fondo horizontal enmarcadas por vertientes abruptas. Los poljes pueden inundarse de forma temporal o permanente, transformándose en un lago.
- Las dolinas o torcas son grandes cavidades formadas en los lugares donde el agua se estanca. Pueden tener formas diversas y unirse a otras vecinas, formando cavidades de trazado complicado denominadas uvalas.
- Las cuevas se forman al infiltrarse el agua y circular subterráneamente por las fisuras del terreno calizo excavando galerías. El agua infiltrada puede volver a la superficie a través de manantiales.
- Las simas son aberturas estrechas que comunican la superficie con las galerías subterráneas.
El Relieve Arcilloso
El área arcillosa estaba integrada por rocas sedimentarias de las eras terciaria y cuaternaria. Se localizaba en las cuencas de las submesetas norte y sur, en las depresiones del Ebro y del Guadalquivir, en áreas hundidas y en las llanuras costeras mediterráneas. La roca predominante en esta área es la arcilla, caracterizada por su escasa resistencia, que da lugar a un relieve básicamente horizontal. Su rápida erosión, debido a la blandura de los materiales, genera dos tipos de relieve:
- En unos casos, los ríos abren valles que separan estructuras horizontales. Estas son pronto desgastadas, originando llanuras suavemente onduladas: las campiñas.
- En las zonas donde se alternan largos periodos secos y calurosos con otros de lluvias cortas y torrenciales, y no existe la protección vegetal, el agua de arroyada desgasta intensamente las vertientes. En ellas se forman cárcavas o surcos estrechos y profundos separados por aristas, que crean una topografía abrupta similar a una montaña en miniatura. Su amplio desarrollo sobre una zona origina un paisaje peculiar llamado badlands.
El Relieve Causado por Erosión Diferencial
La erosión actúa entonces de forma diferencial o selectiva, dando lugar a distintos relieves según la disposición de los estratos.
Estratos Horizontales
Cuando los estratos son horizontales y alternativamente duros y blandos, los ríos abren valles que separan amplias plataformas, llamadas páramos. Los páramos tienen una cima horizontal, formada por el estrato duro y flancos cóncavos. Los flancos se erosionan más rápidamente, de modo que los páramos se reducen y acaban convirtiéndose en cerros testigo o colinas de techo horizontal y en antecerros cuando desaparece el estrato duro superior. Paralelamente, se ensancha el espacio que separa los páramos, donde se forman campiñas sobre los materiales blandos. Este tipo de relieve puede observarse en las cuencas sedimentarias meseteñas y en las depresiones del Ebro y del Guadalquivir.
Estratos Inclinados
Cuando los estratos están suavemente inclinados y alternan materiales duros y blandos se forman cuestas. En ellas se distinguen un dorso o reverso, constituido por el estrato duro inclinado, y un frente con una cornisa de fuerte pendiente. El retroceso de las cuestas por la erosión da lugar también a cerros testigo y antecerros.
- Páramo: superficie estructural amplia, dura y elevada formada sobre un estrato duro horizontal.
- Flancos: borde de un páramo. Está formado por un escarpe o vertiente abrupta, que consta de una cornisa coincidente con el estrato duro y una parte cóncava inferior coincidente con el estrato blando, donde la erosión es más rápida.
- Cerro testigo: colina de techo horizontal resultante de la erosión de un páramo.
- Antecerro: colina formada cuando un cerro testigo pierde el estrato duro superior.
- Campiña: llanura suavemente ondulada formada en el espacio donde los páramos han sido erosionados y afloran los materiales más blandos de los estratos inferiores.
Estratos Plegados
Cuando los estratos están plegados y formados por materiales alternativamente duros y blandos, originan los relieves apalachense y jurásico.
- El relieve apalachense se forma sobre un relieve montañoso herciniano, arrasado y aplanado por la erosión, que experimenta un posterior levantamiento que reactiva la erosión. Ejemplos de este relieve se encuentran en la parte occidental de la Cordillera Cantábrica, en los Montes de Toledo y en Sierra Morena.
- El relieve jurásico se forma en las cordilleras jóvenes. Está constituido por una alternancia de pliegues convexos (anticlinales) y cóncavos (sinclinales). En los anticlinales la erosión del agua crea valles perpendiculares a la cumbre (cluses) y valles paralelos a la cumbre (valles anticlinales o combes). La erosión del valle anticlinal sacará a la superficie el anticlinal del estrato inferior (anticlinal exhumado) y el ciclo se reiniciará. Ejemplos en el Sistema Ibérico, en la parte oriental de la Cordillera Cantábrica, en los Pirineos y en las Cordilleras Béticas.