En cuanto a los condicionantes de tipo humano podemos destacar los siguientes:
-Históricos: La primera delimitación territorial realizada en la Península Ibérica la realizan los romanos (Hispania Citerior e Hispania Ulterior). A medida que consolidan su poder la organización será más racional, aumentando el número de provincias o demarcaciones territoriales. Más adelante, tras la llegada de los árabes en el siglo VIII la agricultura sufríó un proceso de expansión considerable. El desarrollo de los sistemas de riego y la introducción de nuevos cultivos provocó un fuerte crecimiento. Durante el período de la reconquista cristiana el feudo será el modelo de organización territorial. Finalmente, no será hasta 1833 cuando aparezca la última ordenación territorial, actualmente vigente en nuestro país. Es un modelo afrancesado aunque matizado pues el proceso desamortizador generó diferencias visuales entre las provincias del norte y las del sur, además también se intentó respetar el principio de propiedad a los grandes terratenientes y propietarios.
-Socioeconómicos:
Población agraria:
La población tuvo un carácter agrario durante todo el Siglo XIX y gran parte del XX. En el año 1900 el 70% de la población activa estaba dedicada a la agricultura. Esta era arcaizante y poco mecanizada ya que requería mucha mano de obra. Entre 1940 y 1950 se desarrolla un proceso de reagrarización. A partir de 1960 el éxodo rural genera un desplazamiento del sector agrario hacia el industrial, tendencia que se puede seguir observando en la actualidad. Por comunidades, Extremadura, Murcia y Andalucía superan la media nacional en cuanto a población agraria.
Estructura de la propiedad: La propiedad es el derecho del propietario a decidir de forma libre el uso de la tierra. En España predomina la propiedad privada aunque con la peculiaridad de que hay muy poca población que posee una gran cantidad de tierras, y por el contrario, una gran cantidad de propietarios con extensiones pequeñas de tierra. En nuestro país la gran propiedad (Castilla, Extremadura y Andalucía) se estructura a partir de las 100 hectáreas.
Transformaciones técnicas y sistemas agrarios: El aumento de la productividad del campo en España está provocado por el uso de la tecnificación (regadío, semillas…), la ampliación del mercado de consumo, la preparación del agricultor y la introducción de nuevos cultivos.
-Políticos: Las medidas políticas tomadas por las entidades públicas se basan en el desarrollo de la PAC. Durante el franquismo las cuestiones políticas intentaban resolver todos los problemas relacionados con los latifundios, los minifundios y el abastecimiento de agua.
El sector agrario español participa de la PAC. Este ha cambiado mucho desde su ingreso en la Uníón Europea. Ha recibido importantes ayudas y subvenciones para mantener las producciones y rentas de agricultores y ganaderos, las cuales ascienden a 6500 millones de euros.
La PAC es una de las políticas más importantes de la UE, ya que su financiación supone algo más del 40% del presupuesto comunitario total, a pesar de que las actividades agrarias solo aportan al PIB el 2%
La crisis económica ha hecho necesario luchar contra el paro, mejorar la competitividad y garantizar la viabilidad del euro. Para ello se ha diseñado la estrategia Europa 2020 que tiene entre sus objetivos recortar los gastos de la PAC, aumentar la competitividad agraria europea y asegurar el empleo rural.
Los objetivos prioritarios de la PAC, establecidos para el período 2014-2020, son: -Preservar el potencial de producción de alimentos de la UE
-Apoyar la producción de alimentos diversos y de calidad, producidos de forma sostenible -Reducir las subvenciones y mejorar su eficacia
-Reconocer el papel medioambiental de la agricultura y su contribución a mitigar el cambio climático-
-Mantener las comunidades rurales con una actividad agrícola importante, asegurándoles un nivel adecuado de rentas y de servicios.
Con vistas al futuro, las reformas de la PAC toman en consideración las nuevas pautas para el desarrollo rural, conscientes de que la evolución del sector agrario comunitario y nacional está relacionado con el desarrollo equilibrado y sostenible de los espacios rurales. Esta es la razón por la que se han concretado tres objetivos:
1- Fomento de la competitividad agraria
2- Preservación ambiental, con especial atención a la biodiversidad, al fomento de los
sistemas con grandes valores ambientales, al agua y al cambio climático.
3- Diversificación y mejora de las condiciones del medio rural.
España ha sido tradicionalmente agrícola pero a mitad del Siglo XX reproduce la transformación agrícola y pesquera.
La población agraria activa se ha reducido mucho. Actualmente está en torno al 8%. El principal retroceso se produjo entre 1960-1970, siendo diferente en cada regíón; muy acusado en Madrid, País Vasco o Cataluña y menos en Extremadura y Galicia.
En su dimensión económica, el sector primario ha alcanzado un PIB de 20000 millones de euros, consecuencia de una gran producción agraria. Sin embargo, en el conjunto de la economía española su significado ha ido disminuyendo (hoy es inferior al 4%). También ha variado el significado económico de cada subsector. Se ha llegado a un escenario en el que la situación del valor de la ganadería es superior al de la agricultura, lo que es indicativo de una sociedad que demanda más productos ganaderos (carne y leche) que agrícolas (cereales).
A partir de los años sesenta el campo sufre fuertes transformaciones agrícolas debido a varios factores: éxodo migratorio, mecanización, ampliación del regadío y aparición de una nueva sociedad rural.
El éxodo rural supone el traslado de población del interior de España hacia las áreas urbanas. Esto acaba con unas relaciones sociales basadas en la existencia de una mano de obra abundante y barata, así como de una ordenación y usos del espacio agrario sustentados en las prácticas extensivas.
El éxodo migratorio, la evolución de la sociedad y la necesidad de incrementar la producción agraria son causa y consecuencia de las innovaciones en el campo; semillas, abonos…Además de la difusión de cultivos industriales, reducción del barbecho e incremento de la productividad.
La mecanización del campo fue clave en el desarrollo del sector. Paralela a esta fue la motorización del medio rural, que supone abandonar el campo como lugar de residencia y de la explotación agraria, quedando reducida a lugar de trabajo donde se acude a diario.
La ampliación de los regadíos también ha sido importante. Al comenzar el Siglo XX había en España 1.250.000 hectáreas de regadío. En 1902 se aprueba el plan de obras públicas, Plan Gasset, que obtuvo modestos resultados. En 1933 se aprueba el Plan Nacional de Obras Hidráulicas, de Manuel Lorenzo Pardo, que pretende crear las infraestructuras necesarias para ampliar los regadíos aprovechando los recursos hídricos, la construcción de embalses, trasvases entre cuencas etc.
Los conflictos producidos en el campo durante la II República y la Guerra Civil paralizan el plan, que se retomará en época de Franco. Es entonces cuando se construye una red de embalses que permite elevar la superficie de regadío hasta los 3.602.5000 de hectáreas, el 6,6% de la superficie geográfica y casi el 20% de las tierras de cultivo. La producción agro ganadera recae sobre esta vasta extensión a costa de un desmesurado consumo de agua.