Ríos de España: Características de las Vertientes Cantábrica, Atlántica y Mediterránea

En función del factor climático, se pueden distinguir tres tipos de ríos en España según su caudal y régimen. Esto origina tres dominios hidrográficos principales: el de la España Atlántica, el de la España Mediterránea Interior y el de la España Mediterránea Costera. Así, la red fluvial española se estructura en tres grandes vertientes:

Ríos de la Vertiente Cantábrica

a. Ríos predominantemente cortos

Nacen en las Montañas Galaico-Leonesas, el Macizo Asturiano, la Cordillera Cantábrica y los Montes Vascos, y están cercanos al mar. Son ríos muy numerosos y cortos. Presentan perfiles abruptos, que ejercen una gran fuerza erosiva y forman estrechos valles.

b. Ríos bien alimentados y régimen regular

Las características climáticas del dominio oceánico, con precipitaciones abundantes y regulares, permiten que estos ríos estén bien alimentados, a pesar de un cierto descenso apreciable en el semestre estival. Dada la escasa extensión de su cuenca, su caudal absoluto es reducido. En cambio, su caudal relativo se coloca a la cabeza de todos los dominios españoles. Su régimen fluvial es bastante regular, ofreciendo oscilaciones de caudal poco elevadas, tanto interanuales como estacionales. Su régimen se distribuye en dos periodos: uno de máximo correspondiente al semestre invernal y otro de mínimo correspondiente al semestre estival. Son de régimen pluvial oceánico.

Los ríos más importantes de este dominio son:

  • Bidasoa
  • Nervión
  • Nalón

Ríos de la Vertiente Atlántica

La España interior se articula en una red fluvial compleja, donde se localizan los ríos más largos de la Península. Los grandes ríos atlánticos cuentan con una extensa red de afluentes y subafluentes que les otorgan un trazado dendrítico, formando las mayores cuencas hidrográficas de la Península Ibérica. La divisoria de aguas se sitúa entre sistemas montañosos, y el curso fluvial principal suele ser paralelo a las cordilleras, desde donde descienden los afluentes. Por ello, estos ríos pueden tener un caudal absoluto considerable.

Al discurrir por extensas llanuras, su perfil es generalmente tendido, con poca fuerza erosiva, lo que resulta en tramos de lento discurrir. Sin embargo, en determinados sectores el perfil puede volverse más abrupto, como ocurre con el Duero en el Sistema Ibérico.

a. Alimentación y régimen complejos

La gran extensión de las cuencas de estos ríos contribuye a aumentar su caudal absoluto. Su caudal relativo presenta valores intermedios entre la España Atlántica y la España Mediterránea Costera. El caudal tiende a disminuir cuanto más al sur se sitúa el río. El caudal y el régimen reflejan la influencia de la España seca y de un clima mediterráneo continentalizado. Salvo el Miño, son ríos de régimen pluvial mediterráneo continentalizado.

El régimen fluvial de estos ríos es irregular, con crecidas a finales del invierno y comienzos de la primavera, y mínimos estivales pronunciados. No obstante, las aportaciones de sus afluentes dulcifican esta irregularidad. El carácter mediterráneo de su régimen se manifiesta también en una notable irregularidad interanual, solo superada por la de los ríos mediterráneos costeros (como el Tajo).

Los ríos más importantes de este dominio y algunos de sus afluentes son:

  • Duero (con afluentes como Pisuerga, Esla, Eresma, Tormes)
  • Tajo (con afluentes como Jarama, Tiétar)
  • Guadiana
  • Guadalquivir (con afluentes como Genil)

Ríos de la Vertiente Mediterránea

a. Ríos generalmente cortos

Las condiciones morfológicas de muchos ríos mediterráneos son similares a las de la vertiente cantábrica, debido a la proximidad de las montañas al mar. Su trazado fluvial es parecido: ríos cortos y de cuenca reducida, aunque existen excepciones de longitud media como el Segura. Suelen tener un perfil abrupto que puede crear profundos tajos, como el de Ronda.

b. Carácter espasmódico: ramblas y rieras

El caudal de estos ríos marca los mínimos españoles. Su régimen fluvial presenta fuertes oscilaciones interanuales y estacionales. Abundan los cauces habitualmente secos, por donde el agua circula de manera intermitente y torrencial tras las lluvias: son las ramblas o rieras, cuyo comportamiento puede provocar grandes catástrofes. A la irregularidad anual se suma una marcada irregularidad estacional. El régimen de estos ríos refleja fielmente el régimen de precipitaciones del clima mediterráneo.

c. La excepción del Ebro

El río Ebro presenta características diferenciadas respecto al resto de los ríos mediterráneos. Posee una cuenca muy extensa y un régimen fluvial más complejo, ya que recoge las aguas de importantes afluentes pirenaicos (como el Gállego y el Segre). A pesar de atravesar una zona muy árida (la Depresión del Ebro), el Ebro es el río más caudaloso de España.

Los ríos más importantes de este dominio son:

  • Ebro
  • Ter
  • Llobregat
  • Turia
  • Júcar
  • Segura

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