El Desarrollo Industrial en Gran Bretaña
Tradición Industrial Previa
Ya existían concentraciones industriales debido a recursos naturales minerales como carbón y hierro, y agua como fuente de energía y canal de transporte, por ejemplo, en Bristol y Liverpool. La industria se asentaba en zonas con poco potencial agrícola. La industria textil realizaba los acabados en grandes talleres, mientras que los procesos anteriores se llevaban a cabo en el campo. A mayor trabajo industrial, la gente tenía menos tiempo para la agricultura, lo que generó un aumento en la demanda de alimentos y, por ende, un impulso a la agricultura. Gran Bretaña, con su concentración industrial, jugó un papel importante en el transporte, el comercio y el crédito.
El Proceso de Cambio: La Industria Algodonera
El aumento de la demanda y los precios incentivó la innovación tecnológica. La producción de tejidos requería una serie de operaciones que antes de 1730 se hacían de forma manual. En 1733, John Kay inventó la lanzadera volante, que aumentó la productividad. James Hargreaves creó la *Spinning Jenny*, que permitía hilar a mayor velocidad. Richard Arkwright descubrió la *Water Frame* en 1769, y en 1779 Samuel Crompton inventó la *Mule Jenny*. La máquina de vapor de James Watt en 1769 impulsó las fábricas, la organización del trabajo, la reducción de costes y precios, y el aumento de la demanda. Muchos trabajadores encontraron empleo en las fábricas, mientras que otros quedaron en paro, subsistiendo gracias a las leyes de pobres. Esto dio lugar a la aparición del ludismo.
La Industria Siderúrgica, el Carbón y el Ferrocarril
La organización de la industria siderúrgica era fabril, en contraste con el sistema doméstico a domicilio. Dos obstáculos limitaban la producción: el uso de carbón vegetal, con una oferta limitada, y la dependencia de la energía hidráulica, afectada por el estiaje de los ríos. En 1767, Watson transformó la hulla en coque. En 1776, Wilkinson construyó fuelles movidos por vapor. En 1784, Cort ideó la pudelación para acelerar la descarburación. Esto elevó la productividad. El desafío era aumentar los rendimientos en la producción de barras y planchas, lo que se logró a finales del siglo XVIII al sustituir la energía hidráulica por vapor. Las innovaciones generaron un aumento de la producción, la demanda y la urbanización. La industria del algodón y la minería impulsaron las exportaciones. La construcción de ferrocarriles fue un proceso primordial para el desarrollo de la industria siderúrgica y la producción de carbón, que también facilitó el crecimiento de la industria siderúrgica.
El Comercio y la Política Comercial Británica
Crecimiento de la Actividad Comercial y los Medios de Transporte
El aumento de la producción agraria e industrial, junto con el crecimiento de la población y la renta, estimularon la actividad comercial. El transporte era escaso, lento y caro, por lo que el comercio estaba limitado. Se invirtió en medios de transporte, como la construcción de carreteras y peajes financiados por terratenientes, mercaderes e industriales. Se construyó una red de canales financiados por empresas privadas. Luego llegó el ferrocarril. Stephenson creó varios modelos de locomotoras, alcanzando velocidades de 47 km/h. La mayor velocidad del transporte redujo los costes y precios, y aumentó la productividad en un 22%.
Colonialismo y Expansión Comercial
Gran Bretaña poseía una fuerte industria exportadora de lana, con productos más baratos que sus vecinos europeos. La expansión colonialista británica en Asia, África y América amplió sus posibilidades. Especias y té del Lejano Oriente, y productos de la India, eran reexportados por Gran Bretaña. Se estableció una completa red de transacciones comerciales centrada en Londres. Armas y alcohol británico se enviaban a África a cambio de esclavos, marfil y oro. El mercado monetario de Londres era el centro del sistema de crédito, el mejor lugar para encontrar crédito e invertir capital con beneficios. Este desarrollo comercial y financiero facilitó la Revolución Industrial. Gran Bretaña consolidó su control marítimo en lugares como Gibraltar, Malta y El Cabo. Se enfrentó a Asia en las Guerras del Opio, obteniendo una serie de ganancias recogidas en el Tratado de Nankín. El comercio de esclavos fue abolido por el Parlamento, aunque la trata de negros siguió existiendo por su rentabilidad.
La Evolución de la Política Comercial
Durante la expansión económica de 1823-1825, el gobierno realizó reformas arancelarias para reducir los aranceles, propuesta por Huskisson. Se eliminaron las prohibiciones de importación, los derechos prohibitivos y las primas a las exportaciones. Se estableció una tarifa aduanera máxima del 30% y se liberalizaron las leyes de navegación. Las Leyes de Cereales (*Corn Laws*) fueron derogadas en 1846. Tras la guerra, hubo una crisis en el precio de los cereales, y cuando los negocios flojeaban se insistía en la derogación de estas leyes. En 1830, la agricultura había superado la crisis, con un aumento de la renta, los beneficios, la urbanización, la demanda de productos agrícolas y la producción agrícola. Cabe destacar a los defensores del librecambio, como Adam Smith y David Ricardo, quienes defendieron la necesidad de liberalizar el comercio. La teoría del librecambio ejerció una gran influencia sobre el pensamiento económico.
La Estructura del Comercio Exterior Británico
Gran Bretaña, Estados Unidos y la India eran los principales socios comerciales. Las importaciones incluían algodón, lana, madera, seda, trigo y té, provenientes de Estados Unidos, India, Francia, Rusia y China. Las exportaciones consistían en algodón, hierro, acero, textiles y maquinaria, con destino a Estados Unidos, India y Australia. Se seguían teniendo en cuenta las reexportaciones. El comercio internacional creó demanda para los productos británicos, dio acceso a materias primas y a una mayor gama de productos, lo que abarató los precios. Permitió a los países no desarrollados adquirir productos británicos y creó un excedente que financió la expansión industrial y el desarrollo de ciudades e industrias como Liverpool, Londres y Manchester.