Vocabulario
– Maquis: Formación arbustiva densa, tupida y casi impenetrable que alcanza en ocasiones casi dos metros de altura. Procede de la degradación del bosque mediterráneo sobre suelos silíceos e impermeables. Podemos encontrar enebros, lentiscos, retamas. Se trata de sotobosque muy denso.
– Matorral: Área dominada por una vegetación de arbustos y que a menudo incluye céspedes, plantas de porte herbáceo y xerófilas. El matorral madura en una determinada zona y se desarrolla a partir de una catástrofe, como un incendio.
– Perennifolio: Término que se refiere a los árboles o arbustos que mantienen sus hojas verdes durante todo el año.
– Pradera: Ecosistema donde hay gramíneas, juntos y céspedes. Es la formación vegetal típica de las zonas húmedas donde el arbolado ha desaparecido por la acción humana.
– Sotobosque: Vegetación que crece bajo los árboles de un bosque, ya sea leñoso o herbáceo. Es una mezcla de plántulas, árboles jóvenes, arbustos, etc.
– Suelo: Parte mineral y orgánica situada entre la superficie y la roca madre, formado por varios horizontes y la interacción de los seres vivos con los minerales y el agua.
– Xerófilo: Especie adaptada a la escasez de agua y altas temperaturas de los medios secos.
– Biogeografía: Rama de la Geografía que estudia el desarrollo del mundo viviente a partir de datos del clima, suelo, etc.
– Caducifolio: Árboles de hoja caduca. En las zonas templadas, la caída de las hojas se produce en otoño o invierno.
– Endemismo: Especie vegetal exclusiva de un área geográfica, no encontrándose de forma habitual en otro lugar.
– Estepa: Formación vegetal constituida por plantas xerófilas de tamaño pequeño y discontinuidad en el tapiz vegetal. Se da en las zonas más secas.
– Humus: Materia orgánica compuesta a partir de la descomposición de los seres vivos, tanto animales como vegetales.
– Garriga: Matorral perennifolio y poco crecido que se encuentra sobre terrenos calizos en las áreas más secas del clima mediterráneo.
Regiones Biogeográficas de España: Introducción
La biogeografía, rama de la Geografía que estudia la distribución de los seres vivos, se centra en la relación entre las plantas y factores como el clima, el relieve y el suelo. Para este estudio, se divide el planeta en zonas biogeográficas: reino Holártico, Paleotropical, Neotropical, Australiano, Antártico y Capense. Es importante distinguir entre flora, la variedad de especies en una zona, y vegetación, la forma en que se distribuye en el espacio.
Factores de Diversidad Biogeográfica en España
La posición geográfica de España influye en su diversidad biogeográfica a través de los siguientes factores:
- El clima: La temperatura y las precipitaciones determinan el tipo de vegetación.
- El relieve: La orientación (solana o umbría) y la exposición al viento (barlovento o sotavento) afectan la vegetación.
- La altitud: A mayor altitud, la temperatura disminuye, lo que influye en la vegetación.
- El suelo: La capa superficial de la Tierra, resultado de la interacción entre elementos orgánicos y minerales, es crucial para la vegetación. La edafología, ciencia que estudia el suelo, identifica tres horizontes:
- Horizonte A (humus): Capa superficial rica en materia orgánica en descomposición.
- Horizonte B (acumulación): Mezcla de materia orgánica y mineral de la roca madre en descomposición.
- Horizonte C (meteorización): Zona de descomposición de la roca madre.
- La pendiente: En pendientes pronunciadas, el suelo es escaso, dificultando el desarrollo de la vegetación.
- Acción humana: La actividad humana ha tenido un impacto significativo, a menudo negativo, en los bosques y la vegetación.
Formaciones Vegetales en España
Las formaciones vegetales son agrupaciones de plantas con aspecto similar. En España, encontramos:
Bosque Caducifolio
Se extiende por la España húmeda. Sus árboles, como robles y hayas, tienen copas altas y frondosas, adaptándose a diferentes suelos y climas. También encontramos especies secundarias como sauces, olmos, alisos y fresnos. La degradación de este bosque da lugar a la landa, formación arbustiva dominada por brezos, endrinos, tilos y majuelos. La degradación de la landa, a su vez, da lugar a la pradera.
Bosque Mediterráneo o Perennifolio
Presente en la mayor parte de la península, excepto en la franja norte y Baleares. Predominan encinas y alcornoques, junto con algarrobos, pinos y el endemismo pinsapo. La degradación de este bosque da lugar a maquis y garrigas. El maquis presenta arbustos como madroños, retamas y lentiscos. La garriga, con arbustos más bajos y menos densos, se encuentra en zonas más secas y alberga tomillo, romero, jaras y esparragueras. El bosque de ribera, típico de la vegetación mediterránea, se desarrolla en los márgenes de los ríos y está compuesto por especies que necesitan humedad constante, como fresnos, alisos y juncos.
Bosque de Coníferas
Caracterizado por árboles con frutos en forma de conos, como abetos y pinos. Se encuentran en zonas como los Pirineos y el Sistema Central, a altitudes entre 1500 y 2000 metros. Los abetos son más comunes en el norte, mientras que los pinos se encuentran más en el sur.
Vegetación Montañosa
Se adapta a la altitud, con cambios en la temperatura y la vegetación a medida que se asciende. En España, se distinguen los siguientes pisos de vegetación montañosa:
- Piso basal: De 0 a 1000 m, zona de cultivos y viviendas.
- Piso montano: De 1000 a 1500 m, bosque caducifolio con hayas y robles.
- Piso subalpino: De 1500 a 2000 m, bosque de coníferas.
- Piso alpino: De 2000 a 2500 m, praderas y hierbas.
- Piso de nieve perpetua: Por encima de los 2500 m, con escasa vegetación.
Vegetación Canaria
Única debido a su clima subtropical. Destaca el bosque de laurisilva, de tipo tropical con hojas perennes, similar al laurel, que alcanza alturas superiores a los 40 metros. Su existencia se debe a:
- Vientos alisios: Vientos constantes del noreste al suroeste que, al chocar con el relieve montañoso, forman el»mar de nube».
- Mar de nubes: Acumulación horizontal de nubes a unos 500 metros de altitud que proporciona humedad continua e inversión térmica.
En Canarias encontramos especies endémicas como el tajinaste, el cardonal, la tabaiba y el drago. La zona oriental, con un clima más seco, carece de laurisilva y pino canario.
Régimen de un Río
El régimen de un río describe el comportamiento de su caudal a lo largo de un periodo de tiempo, generalmente 30 años. Se utiliza el coeficiente de caudal, que relaciona el caudal mensual con el caudal medio. El régimen depende de la alimentación del río y se clasifica en tres tipos principales:
Régimen Nival
Característico de zonas de alta montaña, donde las precipitaciones caen en forma de nieve. El deshielo a principios de verano provoca las crecidas más importantes. En otoño se producen crecidas relativas, mientras que el estiaje ocurre en otoño-invierno.
Régimen Fluvial-Pluvial
La mayoría de los ríos españoles pertenecen a este régimen, donde la alimentación principal proviene de las lluvias. Se subdivide en:
- Pluvial oceánico: Ríos de las vertientes gallega y cantábrica, con caudal abundante, régimen regular, crecidas máximas en otoño-invierno y estiaje poco acusado en verano.
- Pluvial mediterráneo-levantino: Ríos de la vertiente mediterránea, con poco caudal, régimen irregular, tres periodos de crecidas y estiaje marcado.
- Pluvial mediterráneo subtropical: Ríos del sur de España (Almería, Málaga, sur de Granada), con poco caudal, crecidas elevadas en invierno-primavera y estiaje largo y acusado en verano.
- Pluvial mediterráneo continental: Ríos del interior de España, con crecidas en invierno-otoño y estiaje prolongado.
Régimen Mixto
Combina características de los regímenes nival y pluvial. Se distinguen dos tipos:
- Nivo-pluvial: La nieve es la principal fuente de alimentación, seguida del agua de lluvia (ejemplo: río Segre). Presenta dos crecidas, la mayor en primavera-principios de verano y la segunda en otoño, y dos estiajes, en invierno y verano (menos acusado).
- Pluvio-nival: El agua de lluvia es la principal fuente de alimentación, seguida de la nieve. Presenta dos crecidas, en otoño y primavera, y un estiaje prolongado e intenso.
Principales Ríos Españoles
Miño
Río gallego que nace en las montañas septentrionales de Galicia, en la provincia de Lugo. Recorre 343 kilómetros de norte a sur y desemboca en Tuy. A pesar de tener una cuenca de superficie moderada, es uno de los ríos más caudalosos de España. Su principal afluente es el Sil.
Duero
Con 913 kilómetros de longitud, es el río de la submeseta septentrional y posee la cuenca hidrográfica más grande de España (100.000 km2). Nace en los Picos de Urbión y desemboca en Oporto (Portugal). Su caudal medio es de 660 m3/s. Recorre ciudades como Soria, Aranda de Duero, Toro y Zamora. Su red de afluentes, que recogen aguas de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico y el Sistema Central, le confieren su elevado caudal. En su tramo final, que sirve de frontera con Portugal, se encaja profundamente en la zona conocida como los Arribes del Duero.
Tajo
Con 1.007 kilómetros de longitud, es el río más largo de la península ibérica. Nace en la Sierra de Albarracín (Teruel) y discurre entre el Sistema Central y los Montes de Toledo, pasando por Aranjuez, Toledo, Talavera de la Reina y Alcántara. Desemboca cerca de Lisboa, formando el estuario del mismo nombre. Sus principales afluentes son el Jarama, el Guadarrama, el Alberche, el Tiétar y el Alagón.
Guadiana
Con 818 kilómetros de longitud, es el menos caudaloso de los grandes ríos peninsulares, con un caudal medio de 79 m3/s. Nace en las Lagunas de Ruidera y desemboca en Ayamonte, después de pasar por Mérida y Badajoz. Sus principales afluentes por la derecha son el Záncara y el Cigüela.
Guadalquivir
Nace en la Sierra de Cazorla (Jaén) y desemboca en Sanlúcar de Barrameda tras recorrer 657 kilómetros por la depresión bética. Pasa por Andújar, Córdoba y Sevilla. Su nombre, de origen árabe, significa»río grand». Recibe aguas de Sierra Morena a través de sus afluentes de la margen derecha, cortos y regulados para su aprovechamiento.
Ebro
Con 910 kilómetros de longitud, es el más importante de los ríos exteriores a la Meseta. Su cuenca hidrográfica supera los 85.000 km2 y su caudal es elevado. Nace en Cantabria y desemboca en Tortosa, formando el delta del Ebro. A pesar de atravesar una zona seca, su caudal es abundante gracias a los afluentes que recibe de los Pirineos y el Sistema Ibérico. Su régimen es complejo, resultado de la alimentación pluvial de su cabecera y nivo-pluvial y pluvio-nival de sus afluentes montañosos.
Segura, Júcar y Turia
Estos ríos mediterráneos son ejemplos de cauces de moderada longitud y caudal reducido. Su régimen es pluvial, influenciado por el roquedo calizo de sus cabeceras. Son de gran importancia agrícola: el Segura riega las huertas murciano-alicantinas, mientras que el Júcar y el Turia irrigan la huerta valenciana.