4. El ajuste estructural (neoliberalismo)
Los cambios que se producen en el país y en el mundo desde mediados de los ‘70 abren una nueva etapa para las diferentes regiones que componen la República Argentina. Durante esta época hubo un proceso de desmonte de la red de regulaciones que garantizaban un lugar en la economía nacional para actores regionales de todo el país. Subyace a estas medidas un cambio en el modo de concebir el espacio geográfico. La configuración de las diferentes regiones fue a partir de un modelo global de territorio subsidiado, idea desplazada por el concepto de territorio eficiente. Bajo esta nueva Concepción las decisiones son tomadas en razón de la tasa de retorno, lo que obviamente produce modificaciones en el mapa productivo.
Todo parece indicar que aún se mantienen los elementos que llevaron a agrupar el territorio en tres grandes áreas pero existen algunos cambios de tipo secundario en la conformación de los diferentes agrupamientos de provincias.
En las provincias del Área Central, si bien mantienen su conformación histórica, distinguimos dos estamentos:
La ciudad de Buenos Aires, única componente de la categoría “economía urbana de servicios”, que se caracteriza por la competitividad y dinámica de su economía, por su característica urbana y esencialmente productora de servicios y por ser la única jurisdicción con nivel de Desarrollo Humano elevado.
-Las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, componentes de la categoría “estructuras económicas de gran tamaño y diversificadas”. En estas jurisdicciones se concentran el grueso de las exportaciones nacionales, las inversiones en sectores manufactureros, la banca y la dinámica financiera. Estas jurisdicciones tienen un nivel de desarrollo humano medio.
En cuanto a los efectos de las políticas de ajuste estructural en esta área, en el marco de una creciente polarización social y concentración de la producción y del ingreso, se observa un comportamiento dispar, con sectores económicos que presentan un crecimiento espectacular (sector de servicios, por ej. El financiero), mientas que otros ingresan en una acelerada decadencia (sector industrial).
Las provincias del Área Mixta las consideraremos conformadas por las provincias patagónicas con excepción de Río Negro, y conforman la categoría” estructuras productivas basadas en uso intensivo de recursos no renovables”. Chubut, Neuquén, Santa Cruz y Tierra del Fuego se distinguen por su alto producto per cápita, la importancia de la explotación de hidrocarburos y por concentrar las principales inversiones recientes en los sectores energéticos.
Aunque estas provincias siguen presentando una baja densidad poblacional relativa, en este registro se acercan cada vez más a la situación de las periféricas, por el doble efecto de ser las provincias del área mixta atractoras y las de la periferia emisoras de población.
El carácter “mixto” con el que se denomina a esta área refiere a la superposición de dos tipos de procesos socioeconómicos, los que pueden emparentarse, respectivamente, con los que ocurren en el Área Central y en el Área Periférica.
Después de que termino la dictadura de 1976, en la que los gobiernos de Argentina y Chile decían que iban a entrar en guerra, se le dejo de dar importancia a proteger de la Patagonia para que los chilenos forros no nos la roben. Esta situación, unida a la crisis fiscal, concluyó en una reducción notable de la vigencia de las políticas de defensa y poblamiento que tanta influencia tuvieran en el pasado.
Con la privatización de YPF se descarta toda orientación destinada a preservar el perfil poblador y social que previamente identificara el desempeño de las empresas estatales. De esta manera, los oasis mineros pasan a ser únicamente exportadores de recursos naturales.
Otro aspecto significativo está dado por la crisis de la explotación ovino-ganadera. Como fruto de esta crisis han desaparecido una gran cantidad de pequeños y medianos productores, al mismo tiempo que se observa una renovada concentración de tierras de la mejor calidad en grandes estancias a cargo de sociedades anónimas y capitales multinacionales.
Por último, emprendimiento turístico tuvo una importante expansión.
En cuanto a las Provincias del Área Periférica, las mismas no sólo mantienen su situación de rezago sino que en muchos casos sufren un deterioro socioeconómico mayor al que se observa en otras áreas. En cuanto al impacto del ajuste estructural sobre la situación de estas provincias, se destacan los siguientes fenómenos:
La desestructuración del sistema de regulaciones, la crisis de demanda por la reducción de ingresos de los asalariados (la gente gana menos, por lo que compra menos) y la apertura a la introducción de bienes competitivos desde el exterior induce una crisis sin precedente en las economías regionales.
los ejemplos exitosos de reconversión económica, como la incorporación de Áreas Periféricas a la producción de soja o el desarrollo de una minería metalífera no han teniendo un papel relevante en los circuitos económicos que involucran al grueso de la población. El terrateniente ha sido reemplazado por el productor internacionalizado que a veces ni conoce el campo donde ha invertido. Así, los agentes dinámicos del mundo rural pasaron a estar compuestos en casi todos los casos por población de origen urbano.
La estabilidad constitucional revalorizó las instituciones federales, lo que permitió a estas provincias recuperar un ámbito donde discutir las políticas nacionales. La situación de estas provincias hace que estas recobradas potestades sean utilizadas casi exclusivamente para conseguir transferencias de recursos por parte de la Nación. Como contrapartida, los representantes de cada una de estas provincias tienden a funcionar como aliados del gobierno nacional. Es la nueva versión del pacto regional implícito.
Con los recursos así obtenidos, se financia un importante incremento en el peso de la Administración Pública, que llega a sostener a casi la mitad del empleo asalariado. En suma, a través de un proceso denominado ajuste pasivo, el gasto público reemplaza a las economías regionales como principal elemento del aparato productivo.
Dentro de este grupo de provincias diferenciaremos dos subconjuntos:
Las Provincias Periféricas Intermedias:
a) Río Negro, Entre Ríos, Tucumán, Salta y La Pampa, donde a las producciones tradicionales e históricas se le han ido agregando nuevos rubros de base agraria.
b) Mendoza que ocupa un lugar de transición entre este grupo y el del área central.
c) San Luis, que se distingue por presentar un dinámico proceso de radicaciones industriales basadas originalmente en incentivos fiscales, a la vez que presenta un nivel de IDH medio.
Las Provincias Periféricas Rezagadas:
a) Misiones, San Juan y Jujuy, jurisdicciones en la categoría “Desarrollo intermedio con severas rigideces”. Se trata de provincias que se distinguen por un elevado grado de informalidad e inestabilidad laboral, por no registrar inversiones de grandes empresas y por un nivel bajo de Desarrollo Humano.
b) La Rioja, Santiago del Estero, Chaco, Corrientes y Formosa, caracterizadas por tener una “economía con un marcado retraso productivo y empresarial”. Estas jurisdicciones son las de menor desarrollo del país.
c) Catamarca, que si bien presenta un cambio en su estructura económica derivado de la puesta en marcha de actividades mineras de gran envergadura, esto no ha tenido impacto sobre el resto del aparato productivo, y su IDH sigue siendo de los más bajos del país.
Diferencias entre esta etapa y la anterior:
-En el área central es donde se observa con mayor nitidez la concentración económica y la polarización social. La representación más notoria de estos hechos se da en la provincia de Buenos Aires.
-En lo que era el Área Despoblada, el fin de las políticas de poblamiento ha generado una división entre aquellas provincias que pueden hacer uso intensivo de la explotación de hidrocarburos respecto de aquellas en donde tal emprendimiento tiene un peso marginal.
-En el caso de las Provincias Periféricas, las economías regionales han dejado de ser el elemento más determinante como línea divisoria entre los subconjuntos de jurisdicciones intermedias y rezagadas. Su posicionamiento en uno u otro grupo está relacionado con estrategias provinciales que permitieron una reconversión más o menos exitosa de sus economías regionales.
5. Conclusiones
Resulta evidente que la Argentina se caracteriza por ser un país con una notoria heterogeneidad y desigualdad territorial. Como hemos visto, esta asimetría ha sido común a todos los periodos de su historia
Las continuidades en el patrón de desarrollo regional han sido mayores que las rupturas. Ejemplo: La preeminencia del área central se ha mantenido intacta en el último siglo y medio, más allá de los cambios en la estructura política, económica y social del país. Las características que llevaron a describir el territorio nacional alrededor de tres áreas geográficas se mantienen, e incluso han tendido a acentuarse.
Las políticas y el patrón de desarrollo productivo que se implantan a partir de la desestructuración de la ISI tienden a generar una mayor desarticulación territorial. Es lógico que tal variación en las políticas tienda a provocar mayores impactos sobre las áreas Periférica y Despoblada, donde las acciones del Estado tenían un papel crucial en la asignación de una función específica en la división territorial del trabajo. En este sentido, de no mediar importantes y profundos cambios, sólo podrá esperarse que los efectos polarizadores que tan claramente se observan en la estructura social se extiendan a lo territorial, profundizando la asimetría de las regiones que componen la República Argentina.