PROYECTO OBSERVATORIO DE LA SALUD LA SALUD EN EL PERÚ
El presente documento constituye un diagnóstico panorámico de las condiciones sociales, el estado de la salud y el acceso de la población a servicios de atención y a la seguridad social en el Perú.
Según el informe del gobierno de transición del Ministerio de Salud, la sociedad peruana ha estado signada por la crisis de gobernabilidad y el marcado debilitamiento institucional, la que tiene a su vez expresiones diversas. Primero: la ausencia de una política de mediano y largo plazo coherente y capaz de promover el crecimiento de la economía, el desa-rrollo del país y el bienestar de los peruanos, lo que se ha expresado en las mezclas entre el aperturismo no regulado y medidas puntuales de carácter neta-mente político, y en la limitada eficiencia, impre-dictibilidad, deshonestidad, falta de transparencia y responsabilidad del sector económico del gobier-no. Segundo, el poco desarrollo de las condiciones necesarias para que el Estado pueda gobernar a la sociedad en su conjunto. Estas se refieren a aspectos relacionados con el mantenimiento del estado de derecho, la juridicidad de las acciones públicas,la elección del régimen político, la función legislati-va, la administración de justicia, la gestión de los intereses regionales y locales, etc. Y tercero, la falta de una relación transparente entre el Estado y la sociedad civil que permita contar con el consenso necesario para cumplir de forma legítima, estable y eficiente con el desarrollo de las políticas públicas.
El sector salud no estuvo al margen del contexto descrito. 2
ECONOMÍA Y POBLACIÓN
-El Perú sufre desde hace más de dos décadas serios problemas estructurales en su economía.
-La década del ochenta se caracterizó por hiperinflación y la pérdida progresiva de la capacidad pro-ductiva del país.
A inicios de la década del noventa se aplicó medidas económicas ortodoxas orientadas al control de la inflación y a la liberalización de los mercados, con las cuales se contuvo la inflación y se experimentó un transitorio crecimiento económico entre los años 1993 y 1997, luego de lo cual se entró a una persistente recesión,3 que ha comenzado a revertirse desde el 2002. 4
-El país ha desarrollado en el largo plazo un pa-trón de crecimiento de economía abierta, que mo-dificó las actividades económicas más rentables, pero que no ha generado capacidades suficientes que favorezcan un crecimiento sostenido de las in-versiones, del empleo y ha provocado una movili-dad ocupacional y geográfica muy intensa, que ha contribuido a la informalidad. La economía es aún frágil y vulnerable a las fluctuaciones del mercado internacional, a la inestabilidad política y jurídica, a los desastres naturales y a las epidemias.
-De esta forma, no se genera el crecimiento del empleo productivo a niveles similares al crecimien-to de la población, es decir, que es insuficiente para absorber a los nuevos contingentes de fuerza labo-ral5 que se incorporan cada año. 6 Esto produce alta precariedad en el empleo y pobreza extendida: el 5.4% de la PEA está desempleada y el 61.6% su-bempleada;7 la pobreza alcanza al 54% de la po-blación, con 15% de pobreza extrema.8 -El PBI per cápita es ligeramente superior al de 1985, pero 10% menor que el correspondiente a 1981.9 Además de ello, la economía peruana es extremadamente concentrada: Lima es el centro económico del país con el 54% del PBI y las princi-pales ciudades representan el 20%, existiendo una
débil articulación entre Lima con el resto del país y entre las principales ciudades con sus alrededo-res rurales. Como consecuencia, existe una marca-da desigualdad en el desarrollo económico y una pobreza marcada en las zonas rurales.10 En 1993, el 64% de la población extremadamente pobre se ubicaba en el área rural:
44.5% en la sierra rural, 12.9% en la selva rural y 6.4% en la costa rural.
Por todo ello, el rostro social del Perú de hoy es el de una población básicamente urbana, joven, su-bempleada y pobre. En las periferias de las ciudades y comunidades dispersas en las áreas rurales de la sierra y de la selva se concentran enormes bolsones de pobreza y postergación.
EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA
-Se estima que actualmente el Perú tiene una pobla-ción cercana a los 27 millones de habitantes. El país está en transición demográfica y la población está envejeciendo paulatinamente, aunque todavía es relativamente joven, con 34.7% de menores de 15 años y 18.8% entre 15 y 24 años. 11 La edad pro-medio de la población es de 27 años,12 siendo más joven en el área rural con una mediana de 19 años en comparación con los 25 años del área urbana. El 63.7% de la población habita en áreas urbanas y el 36.3% en las rurales; por otro lado, el 51.8% reside en la costa, el 36.1% en la sierra y el 12.1 en la selva. Por su parte, Lima concentra al 31% de la población total del país. 13
-La tasa anual de crecimiento poblacional en el Perú ha disminuido de 2.8% en 1972 a 1.7% en el año 2000, identificándose dos etapas: antes de 1985 fue de 2.7 a 2.8% anual y después de 1985 alrededor de 1.7%. Por ello, en las décadas pasadas se produjo un incremento significativo del núme-ro absoluto de adolescentes y jóvenes, generando nuevas demandas en aspectos económicos, de salud y seguridad social; sin embargo, este crecimiento se estabilizó en 1985, produciéndose más bien un incremento relativo de los grupos de mayor edad
-El Perú es un país multilingüe y pluricultural, con cerca de 70 grupos etno-lingüísticos agrupados en 16 zonas culturales, constituyendo un total de 8’793,295 personas, siendo 8’000,000 quechua-andinos, 603,000 aymaras y 190,295 indígenas amazónicos, distribuidos en todo el territorio na-cional. Las poblaciones indígenas están organizadas mayoritariamente en comunidades, reconocidas por la constitución como personas jurídicas autónomas protegidas (5,666 comunidades campesinas y 1,450 comunidades indígenas).14 Las poblacio-nes indígenas se encuentran principalmente en las zonas rurales (32% vs. 10% en el caso de quechua hablantes y 6.9% vs. 1.4% en el caso de las demás lenguas indígenas).15 A estos grupos hay que agre-gar los afro-peruanos y los descendientes orientales.