Política económica del franquismo: de la autarquía al desarrollismo
La Autarquía (1939-1959)
Tras la Guerra Civil, España adoptó una política económica de autarquía, buscando el autoabastecimiento debido a la ideología fascista, la escasez de divisas y la dificultad para obtener créditos internacionales. Esta política se caracterizó por:
- Intervencionismo estatal: El Estado controlaba el comercio y la producción.
- Limitación de importaciones: Se restringieron las compras al exterior, encareciendo los productos importados y provocando escasez.
- Servicio Nacional del Trigo: Este organismo compraba toda la cosecha para garantizar el abastecimiento, pero a precios bajos, lo que desincentivaba la producción.
- Instituto Nacional de Industria (INI): Creado para impulsar la industrialización a través de empresas públicas.
Consecuencias de la autarquía:
- Escasez y miseria: La falta de materias primas y bienes de consumo llevó al racionamiento.
- Mercado negro (estraperlo): Los precios bajos oficiales fomentaron la aparición de un mercado ilegal.
- Estancamiento económico e industrial: La economía española sufrió un grave retroceso.
- Inflación: Aumento generalizado de los precios.
- Éxodo urbano: Migración de la población del campo a la ciudad en busca de mejores oportunidades.
- Aislamiento internacional: España quedó al margen de la recuperación económica europea de posguerra.
El Desarrollismo (1959-1973)
El fracaso de la autarquía y el fin del aislamiento internacional (con la ayuda norteamericana) propiciaron un cambio en la política económica.
1959: Plan de Estabilización
Los tecnócratas del Opus Dei, a quienes Franco confió la dirección económica, implementaron este plan con las siguientes medidas:
- Liberalización económica: Se eliminaron barreras al comercio y a la inversión extranjera.
- Devaluación de la peseta: Para fomentar las exportaciones.
- Contención salarial y crediticia: Para controlar la inflación.
- Aumento de impuestos.
Planes de Desarrollo
Se implementaron para impulsar el crecimiento económico y reducir los desequilibrios regionales, estimulando la industria en zonas menos desarrolladas.
Características del desarrollismo:
- Acelerada industrialización: Crecimiento de sectores como el químico, siderúrgico y alimentario, especialmente en Cataluña, Madrid y País Vasco.
- Aumento de la productividad y las exportaciones.
- Crecimiento del turismo: Importante fuente de divisas.
- Éxodo rural: Se intensificó la migración del campo a la ciudad.
- Mecanización del campo: Mejora de la productividad agrícola.
- Urbanización y terciarización: Crecimiento de las ciudades y del sector servicios.
- Integración en la economía occidental: Aumento de las relaciones comerciales y financieras con otros países.
- Mejora del nivel de vida.
Problemas del desarrollismo:
- Deterioro medioambiental.
- Desequilibrios regionales: Persistieron las diferencias entre zonas industrializadas y rurales.
- Crisis del petróleo de 1973: Frenó bruscamente el crecimiento económico.
Transformaciones sociales
La sociedad de posguerra (1939-1959)
- Atraso, pobreza y miseria.
- Éxodo urbano.
- Retroceso técnico, científico y cultural.
- Sociedad tradicional y católica.
La sociedad del desarrollismo (1960-1973)
- Éxodo rural masivo: Problemas de vivienda en las ciudades y construcción de barrios sin planificación.
- «Baby boom»: Aumento de la natalidad y crecimiento demográfico.
- Ley General de Educación de 1970: Educación obligatoria hasta los 14 años.
- Generalización de la Seguridad Social: Ampliación de las prestaciones sociales.
- Crecimiento de las clases medias: Mayor dinamismo y apertura social.
- Incorporación de la mujer al mundo laboral y educativo.
- Nuevos gustos y modas: Influencia de la cultura europea a través del turismo y la emigración.
- Sociedad de consumo: Aumento del nivel de vida y del poder adquisitivo.
- Debilitamiento de la dictadura: Creciente oposición al régimen.