Paisajes Agrarios de España: Diversidad y Características

Paisajes Agrarios de España

Norte Peninsular Húmedo

El paisaje agrario del norte peninsular húmedo comprende el norte y el noroeste de la península Ibérica. El medio físico de esta zona muestra un relieve accidentado, con escasas superficies llanas y clima oceánico lluvioso todo el año.

La estructura agraria se caracteriza por los siguientes rasgos:

  • La población es tradicionalmente muy numerosa, hoy es escasa y envejecida, dado que se vio forzada a emigrar ante la incapacidad del campo de proporcionarle ingresos suficientes.
  • El poblamiento predominante es disperso a partir de aldeas, parroquias y pueblos.
  • Las explotaciones son minifundios, los campesinos poseen pequeñas parcelas cercadas por setos, lo que disminuye su rentabilidad y dificulta la mecanización.
  • Los usos del suelo son principalmente ganaderos, la agricultura ocupa una escasa superficie.
  • En el pasado se practicaba el policultivo porque los campesinos vivían muy aislados y necesitaban autoabastecerse.
  • En la actualidad la agricultura tiende a especializarse en cultivos de huerta y forrajes (prado, trébol) en consonancia con el desarrollo ganadero.
  • La ganadería es la actividad agraria más importante. Se ve favorecida por el clima, por la demanda urbana de leche y carne y por la escasa población rural.

Interior

El paisaje agrario del interior comprende ambas mesetas y la depresión del Ebro. El medio físico de esta zona presenta un relieve llano, de elevada altitud media en la meseta y un clima mediterráneo continentalizado, con escasez de precipitaciones estivales y acusados contrastes térmicos estacionales.

La estructura agraria se caracteriza por los siguientes rasgos:

  • La población agraria es muy escasa y envejecida, debido a la fuerte emigración sufrida entre 1950 y 1975.
  • El poblamiento se concentra en pueblos, pequeños y próximos en los valles del Ebro y Duero.
  • Las explotaciones son de diverso tamaño, el minifundio predomina en el valle del Duero, aunque reducido debido a la emigración y en los regadíos del Ebro.
  • Las grandes propiedades son características de muchos secanos castellanos, aragoneses y extremeños.
  • Los usos del suelo son agrícolas, ganaderos y forestales.
  • La agricultura presenta claras diferencias entre las áreas de secano y de regadío.
  • El secano domina en los páramos y campiñas de la meseta y áreas no regadas del valle del Ebro.
  • En la actualidad el trigo ha sido asociado en gran parte por la cebada y el barbecho completo por el medio barbecho, que utiliza el girasol como cultivo de descanso o ha desaparecido al uso de abonos químicos.
  • Los cereales predominan en Castilla-La Mancha, León, Aragón y Extremadura donde cobran más importancia el olivar y viñedo.
  • El regadío permite prácticas una agricultura más intensiva.
  • La ganadería tiene importancia en los secanos y en las dehesas.
  • Las dehesas occidentales de Extremadura, Salamanca, Zamora y Andalucía son explotaciones agroganaderas, la dehesa tradicional tiene una orientación principalmente ganadera, sus pastos alimentaban a los rebaños de ovino y de porcino, en la actualidad se han introducido cambios, entre ellos su mayor orientación hacia el ganado vacuno, dedicación a la agricultura de algunas dehesas y la explotación forestal es la típica de algunas áreas como la Tierra Pinariega Soriana.

Espacio Agrario Mediterráneo

El espacio agrario mediterráneo comprende el litoral y prelitoral mediterráneo, el valle del Guadalquivir y las islas Baleares. El medio físico de esta zona posee un relieve accidentado en el litoral mediterráneo, llano cerca de la costa y algo montañoso en el área prelitoral y un relieve de suaves campiñas en el valle del Guadalquivir.

El clima es mediterráneo de influencia marítima con precipitaciones muy escasas en verano.

La estructura agraria se caracteriza por los siguientes rasgos:

  • La población es tradicionalmente numerosa, hoy es reducida debido al éxodo rural.
  • El poblamiento disperso característico tiende a la concentración excepto en las huertas litorales.
  • Las explotaciones son de tamaño variable, en las zonas de regadío predomina el minifundio.
  • En secano las explotaciones pequeñas y medianas en Valencia y Murcia, medianas en Cataluña y grandes en Andalucía occidental.
  • Los usos del suelo son principalmente agrícolas.
  • La agricultura presenta claras diferencias entre las áreas de secano y la de regadío.
  • Los cultivos de secano se extienden por las campiñas del valle del Guadalquivir, las zonas prelitorales montañosas o accidentadas y el interior mallorquín.
  • Los cultivos de regadío se ven favorecidos por las temperaturas suaves, elevada insolación, protección del relieve, existencias de suelos apropiados y una importante demanda internacional.
  • La ganadería bovina y porcina predomina en Cataluña estimulada por la demanda urbana; la ovina, en los secanos y las reses bravas en las orillas del Guadalquivir.
  • La explotación forestal tiene escasa significación, excepto en Huelva, donde hay grandes extensiones de eucalipto.

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