Movimientos Espaciales: Migraciones Exteriores e Interiores
La población de un lugar depende no solo de su crecimiento natural, sino también de los movimientos migratorios. Las migraciones son desplazamientos de la población que implican un cambio del lugar de residencia. Sin embargo, las migraciones exteriores o internacionales se dan cuando las personas se establecen permanente o temporalmente en otro país, mientras que las migraciones interiores o nacionales se dan cuando las personas se establecen permanentemente en otra región distinta a la suya dentro del mismo país.
Evolución de las Migraciones Exteriores en España
Desde la Edad Moderna hasta finales del siglo XX, en España han predominado los movimientos de salida de población.
Causas de las Migraciones
Las causas principales son motivos económicos y conflictos políticos, como la expulsión de los judíos en 1492 y la de los moriscos decretada por Felipe III en 1609.
Migraciones Transcontinentales
Estas migraciones se dan sobre todo hacia América Latina, Filipinas y Australia.
Causas de las Migraciones Transcontinentales
Se deben al colonialismo, la independencia de los nuevos países americanos y la Primera Guerra Mundial, que dificultó la emigración. Las cifras más altas se registraron a comienzos del siglo XX, con 180,000 emigrantes españoles. Los emigrantes eran principalmente varones jóvenes procedentes del norte y de las Islas Canarias, dedicados a labores agrícolas que habían provocado un excedente de mano de obra en el campo. Los destinos principales fueron Cuba y Argentina, además de Brasil y México.
Migraciones Continentales (en Europa)
Los países de Europa occidental estaban inmersos en el proceso de reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial. La ayuda estadounidense a través del Plan Marshall propició una fuerte expansión económica. España acababa de poner fin al periodo de autarquía y comenzaba a abrirse al exterior y a modernizar su estructura económica, impulsando el desarrollo de la industria. Entre 1959 y 1973, más de un millón de españoles emigraron a países como Suiza, Francia, Bélgica y Alemania. En 1973 sobreviene la crisis económica y se disparan las tasas de paro en estos países europeos. Ante esta situación, se produce una importante migración de retorno, aunque se frenó la emigración legal, siguió la migración irregular.
Movimientos Migratorios Interiores: El Éxodo Rural
Los movimientos migratorios interiores comenzaron a ser importantes a partir del último tercio del siglo XIX. La superpoblación de las zonas rurales, la crisis agraria y la incipiente mecanización de ciertas tareas agrícolas empezaron a generar un sobrante de mano de obra en el campo. El éxodo rural, es decir, un abandono masivo del campo por parte de la población campesina, se dirigió a las ciudades españolas de reciente industrialización. Las principales regiones emisoras fueron Galicia, Navarra, Andalucía… La crisis del crack del 29 alcanzó su auge en los años 60 y principios de los 70 mediante las transformaciones agrarias y la modernización de la economía.
Efectos de las Migraciones
En las zonas emisoras
Efectos positivos:
- Alivia situaciones de superpoblación y tasas de paro elevadas.
- En el caso de emigraciones al exterior, entrada de divisas enviadas por los emigrantes a sus familiares que permanecen en el país.
Efectos negativos:
- Despoblación.
- Envejecimiento de la población (emigran fundamentalmente los jóvenes).
- Compromete su crecimiento demográfico.
- Se pierde mano de obra y actividad económica.
En las zonas receptoras
Efectos positivos:
- Rejuvenecimiento demográfico y crecimiento real de la población.
- Favorece el crecimiento natural a corto y medio plazo.
- Aumento de la población activa.
Efectos negativos:
- Ante una rápida inmigración masiva, pueden surgir problemas urbanísticos y dotacionales: escasez de viviendas, escuelas, hospitales…, y aparición de barriadas de infraviviendas.
- Pueden aumentar el desempleo y los gastos públicos.
- Posibles abusos laborales.
- Pueden surgir problemas de integración.
El Problema del Envejecimiento y sus Consecuencias
El envejecimiento de la población no solo afecta a la estructura demográfica del país, también tiene importantes consecuencias económicas y sociales.
Una de las mayores preocupaciones de los gobiernos es el gasto público. Puesto que cada vez hay más personas de 65 y más años de edad, están aumentando los gastos públicos en pensiones y en prestaciones de protección social, al tiempo que la tasa de dependencia se incrementa por la progresiva disminución de la población que trabaja y cotiza a la Seguridad Social. El envejecimiento modifica el mercado laboral.
Cada vez más se generan puestos de trabajo destinados a atender a los mayores, como enfermeros geriátricos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales o animadores para la tercera edad.