Casco Antiguo
El casco antiguo de Valencia, urbanizado desde su origen hasta mediados del siglo XIX, tiene un origen romano y se ubica en el golfo de Valencia, sobre un altozano a salvo de inundaciones. Su situación favorable para las comunicaciones y la actividad económica lo convirtió en un centro importante.
En la Edad Media, el casco antiguo estuvo rodeado por murallas defensivas, fiscales y sanitarias. Su plano irregular, con calles estrechas y plazas sin formas definidas, se regularizó ligeramente tras la conquista cristiana. La parte sur sufrió transformaciones en el siglo XIX con la apertura de nuevas calles y plazas.
La trama del casco antiguo es compacta debido al crecimiento de la población dentro del recinto amurallado. La edificación, inicialmente de baja altura, se ha verticalizado progresivamente, dando lugar a procesos de renovación y sustitución por casas de mayor altura y calidad.
Ensanche
A mediados del siglo XIX, el crecimiento de la ciudad obligó a ampliar el recinto urbano. Las causas fueron la prosperidad agraria, la industrialización y la revolución de los transportes.
Las murallas del siglo XIV fueron derribadas y se creó una ronda exterior que se convirtió en la calle principal. El ensanche burgués se realizó rodeando por el sur al casco antiguo, en fases limitadas por grandes vías. El primero, inspirado en el plan Cerdá de Barcelona, tenía un plano en cuadrícula con manzanas amplias y casas grandes. El segundo ensanche amplió la ciudad hasta el antiguo Camino de Tránsito.
Las barriadas industriales se crearon en la zona portuaria y en la parte meridional, con casas pequeñas y materiales de mala calidad. El crecimiento urbano llevó a anexionar barrios y pueblos circundantes, ampliando el recinto urbano a costa de la huerta.
Periferia
En la segunda mitad del siglo XX, la industria y los servicios crecieron notablemente, dando lugar a una extensa periferia con áreas industriales, barriadas para inmigrantes y equipamientos.
Los principales ejes de crecimiento urbano fueron:
- El sur de la ciudad, con el trazado de un nuevo curso artificial para el río Turia y la creación de una ronda de tráfico de gran capacidad.
- El norte de la ciudad, con la conversión del viejo cauce del río en un espacio verde y la creación de equipamientos.
- Las carreteras de Madrid y Barcelona.
El puerto quedó integrado en la ciudad y la ciudad se desbordó sobre los municipios periféricos, formando una gran aglomeración urbana. Actualmente, las funciones de la ciudad son industriales y terciarias, destacando el turismo y las actividades político-administrativas.