stos movimientos se redujeron en los años ’30 y ’40 debido a la crisis económica del ’29 y a la Guerra Civil.
Desde 1960 hasta 1975, se da un éxodo rural masivo y hay un desarrollo de las áreas metropolitanas. En 1964 se recoge la cifra más alta de emigrantes, casi medio millón, como consecuencia las provincias más afectadas por el éxodo rural fueron aquellas en las que predominaban las actividades agrarias y tenían un alto crecimiento vegetativo, como Extremadura, Andalucía Oriental la Sub-meseta Sur. Estas migraciones tenían un carácter definitivo y el lugar de destino podía ser la capital de provincia, pero en la mayoría de los casos se produjo un movimiento interprovincial como Barcelona, Madrid, Valencia, Zaragoza y las provincias del País Vasco. Más tarde el turismo se convirtió en otra actividad generadora de mano de obra por lo que el litoral catalán, valenciano, malagueño y balear atrajeron a gran cantidad de población.
Desde 1975 a 1985. A partir de las crisis económica de 1973, se produjeron cambios en las corrientes migratorias:
Disminución de la intensidad del éxodo rural.
Retorno de los emigrantes a sus lugares de origen.
Aumento de las migraciones interurbanas. País Vasco y Cataluña tuvieron un saldo negativo, mientras que Extremadura, Andalucía, Canarias y Valencia tuvieron un saldo positivo. Las causas de este hecho hay que buscarlas en la crisis económica:
Incremento del precio del petróleo.
Aumento del paro como consecuencia de la reconversión industrial.
Como consecuencia la poca atracción de los focos tradicionales.
Desde 1986 a 1993, se produce un desarrollo de las migraciones intra provinciales. Las causas radican en:
Movilidad de personas con categorías profesionales cualificadas entre áreas económicamente avanzadas y entre ciudades de cierta entidad.
Desplazamiento de jubilados afectados por el proceso de reconversión que emigran desde áreas industrializadas a las de origen.
Actualmente se está desarrollando un tipo de migración suburbana de carácter periódico, es decir, de dentro hacia la periferia, facilitando el desarrollo de las líneas de ferrocarriles y automóviles. Esta descentralización ha generado la aparición de las ciudades dormitorio.
Desde 1850 a 1960, la promulgación de las leyes de los obstáculos que dificultaban la salida al exterior permitíó que se iniciara una fuerte corriente migratoria.
La mayoría se dirigíó a Argentina, Cuba, Brasil y México y procedían de Galicia, Asturias y Canarias debido a la economía de esta regíón. Durante le época de los `20, pero con corta pisas, ya que la mayoría de los países latinoamericanos promulgaron leyes para restringir la llegada de población inmigrante.
Emigración al Norte de África, fue mucho más intensa durante el Siglo XIX aunque se mantuvo hasta 1936, sobre todo hacia Argelia. La corriente argelina procedía de las regiones mediterráneas y estaba compuesta por trabajadores agrícolas.
Emigración a Europa, durante este periodo la población emigrante se dirigíó casi por completo a Francia, sobre todo después de la I Guerra Mundial. Este éxodo se mantuvo hasta 1925 en que empezó a disminuir debido a la crisis económica del `29, y la II Guerra Mundial.
A partir de 1952 se reanudó la corriente migratoria no sólo a Francia sino también a otros países de Europa. La reconstrucción de los países afectados por la contienda bélica, apoyada por la ayuda americana del Plan Marshall favorecíó a una fuerte expansión económica y la necesidad de una abundante mano de obra que no se podía cubrir con los habitantes del país.
Los emigrantes procedían de las regiones españolas con mayor crecimiento demográfico (Extremadura y Andalucía).
Desde 1960 hasta nuestros días.
Emigración a América, esta corriente migratoria se ve reducida, en cuanto al origen de emigrantes se mantienen las regiones tradicionales aunque el tipo de emigrante va cambiando, ya que no suele ser un campesino sino trabajadores industriales, técnicos y profesionales.
Emigración a Europa, en 1960 confluyeron una serie de circunstancias que provocaron una intensificación y aceleración de la corriente migratoria:
Elevado crecimiento natural.
Excedente de mano de obra que la industria no podía emplear.
Facilidades para la emigración por parte del gobierno (divisas y tensión social).
Entre 1960 y 65, se calcula que salieron de España con carácter permanente más de un millón de trabajadores, la emigración fue de Andalucía, Galicia, Castilla-León, Comunidad Valenciana y Extremadura. Los países de destino fueron Alemania, Suiza y Francia. La actividad productiva a la que se dedicaban era la construcción, la industria siderúrgica, la agricultura y la hostelería. Actualmente el flujo migratorio hacia Europa ha cambiado de forma sustancial ya que la incorporación de España a la CEE (Comunidad Económica Europea) ha permitido el reconocimiento del derecho de todos los ciudadanos comunitarios a instalarse en cualquier país de la UE (Uníón Europea).