Megalitismo: Construcciones Monumentales del Neolítico y Edad del Bronce

Megalitismo: Un Legado de Piedra en Europa

El megalitismo, derivado de las palabras griegas mega (μεγας), ‘grande’, y lithos (λιθος), ‘piedra’, se refiere a un fenómeno cultural que se desarrolló principalmente en el Mediterráneo occidental y la Europa atlántica. Este fenómeno se extendió desde finales del Neolítico hasta la Edad del Bronce, y se caracteriza por la construcción de monumentos con grandes bloques de piedra, conocidos como megalitos, que fueron escasamente trabajados.

Aunque existen construcciones megalíticas en diversas partes del mundo, como Japón y la Isla de Pascua, el término «megalitismo» se aplica, en un sentido estricto, a la tradición constructiva específica de Europa occidental. Por lo tanto, no se incluyen en esta definición las construcciones ciclópeas de otras culturas, como las del Bronce egeo, las baleáricas, las sardas, Egipto o Polinesia.

Los focos más importantes de monumentos megalíticos en Europa se encuentran en Bretaña (Francia), el sur de Inglaterra e Irlanda, y el sur de España y Portugal.

El Contexto Social y Económico del Megalitismo

El megalitismo está intrínsecamente ligado a los profundos cambios socioeconómicos que experimentó Europa occidental durante la transición del Neolítico. El paso de economías depredadoras (caza y recolección) a economías productoras (agricultura y ganadería) generó una nueva relación de las poblaciones con la tierra. La acumulación de excedentes y la necesidad de una mayor organización social condujeron a la aparición de sociedades segmentarias (tribus) y, posteriormente, a las primeras jefaturas.

Estas sociedades, más complejas que las bandas paleolíticas, fueron las responsables de la construcción de los monumentos megalíticos. Los chamanes, que detentaban el poder espiritual y simbólico, probablemente jugaron un papel crucial en la planificación y ejecución de estas obras. Una lectura sociológica de los enterramientos megalíticos sugiere una evolución social: los enterramientos colectivos indiferenciados se asocian a sociedades segmentarias más igualitarias, mientras que aquellos con agrupaciones y ajuares desiguales reflejan sociedades jerarquizadas.

Función y Significado de los Monumentos Megalíticos

Los monumentos megalíticos se interpretan como centros simbólicos y/o rituales para las poblaciones circundantes. Aunque los restos de asentamientos son escasos (cabañas dispersas, acumulaciones de sílex, fosas y hogares), la excepción notable es el poblado de Skara Brae en las Islas Orcadas (Escocia). Además, en el norte y noroeste de Europa se han encontrado recintos delimitados por fosos, terraplenes y empalizadas, conocidos como «campos atrincherados», que podrían haber funcionado como espacios rituales complementarios a los megalitos.

Es importante destacar que el megalitismo fue obra de pueblos que aún no conocían la escritura ni las técnicas arquitectónicas avanzadas de civilizaciones contemporáneas como Mesopotamia o Egipto. De hecho, muchos monumentos megalíticos son posteriores a las grandes construcciones de estas culturas.

Cronología y Expansión del Megalitismo

Inicialmente, se creía que los monumentos más simples eran los más antiguos y que la complejidad constructiva aumentaba con el tiempo. Sin embargo, la investigación actual ha demostrado que esto no siempre fue así. En Bretaña, por ejemplo, se construyeron grandes conjuntos megalíticos en el V milenio a.C., mientras que en el II milenio a.C. se erigieron monumentos de menor tamaño.

  • Irlanda: Los megalitos más antiguos, como los de Carrowmore, datan de alrededor del 5400 a.C. (anteriores a la agricultura en la región).
  • Bretaña y Francia occidental: Hacia el 3800 a.C.
  • Vertiente atlántica europea: Entre el 3500 y el 3000 a.C., el fenómeno se extendió ampliamente. Se ha sugerido que la pesca de altura, especialmente la del bacalao, pudo haber facilitado la transmisión cultural.
  • Suroeste ibérico: El período más extenso de construcciones megalíticas se sitúa entre el 4800 a.C. y el 1300 a.C., abarcando desde el Neolítico hasta la Edad del Bronce.
  • Innovaciones en Portugal y alrededores (a partir del 3100 a.C.): Cuevas artificiales y tholoi.
  • Sociedades complejas (3100-2200 a.C.): En el suroeste y sureste ibéricos (culturas de Vila Nova de São Pedro y Los Millares), con un notable incremento del comercio ultramarino (ámbar de Escandinavia, marfil y cáscara de huevo de avestruz de África). El fenómeno megalítico también se extendió a zonas de Europa central y el Mediterráneo occidental.
  • Gran Bretaña (a partir del 3000 a.C.): Los «campos atrincherados» fueron reemplazados por los henges (círculos de ortostatos).
  • Cultura campaniforme (a partir del 2900 a.C.): Originada en Vila Nova, confirma la importancia de las culturas del sur de la Península Ibérica como focos megalíticos en pleno apogeo.

Tipologías de Monumentos Megalíticos

Los tipos básicos de monumentos megalíticos son el menhir y el dolmen. Sin embargo, su combinación y evolución dieron lugar a una mayor variedad:

  • Menhir: Un único megalito (monolito) hincado verticalmente en el suelo. Su uso no siempre es funerario. Pueden aparecer agrupados en alineamientos (como en Carnac, Francia) o formando círculos (crómlech), como los henges de Inglaterra (Stonehenge).
  • Dolmen: Formado por dos o más ortostatos (piedras verticales) que sostienen una losa horizontal. El término proviene del bretón y significa «mesa de piedra». Son abundantes en España, como los de Dombate (Galicia), Sakulo (Navarra), y Pedra Gentil (Cataluña).
  • Dolmen de corredor y cámara: Una variante más compleja del dolmen, con un pasillo o galería que conduce a una o dos cámaras. Pueden ser de planta regular o irregular. Los de planta regular suelen tener una cámara circular o cuadrada bien definida (como El Romeral y Viera en Antequera, España). Algunos presentan una falsa bóveda en lugar de una cubierta megalítica (Los Millares, Almería). Los de planta irregular no tienen una separación clara entre el pasillo y la cámara (Menga, Antequera). Estas construcciones solían estar cubiertas por un túmulo de tierra, dándoles un aspecto de cueva.

Stonehenge Stonehenge, Wiltshire, Gran Bretaña, uno de los henges más conocidos del mundo.

Ejemplos destacados en Andalucía (España) incluyen los dólmenes de corredor y cámara de Valencina (Matarrubilla, La Pastora, Ontiveros, Montelirio), Trigueros (Soto) y Antequera (Menga, Viera y El Romeral).

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