Los cambios derivados de la desamortización y reforma interior eran limitados a determinadas áreas de la ciudad heredada, por lo que no podían dar cabida a un crecimiento cada vez más intenso. Así, a mediados del XIX comienzan los planteamientos dirigidos a una expansión del plano. Estos se van a traducir en la aparición de un nuevo modelo de crecimiento del plano que son los ensanches. Sus antecedentes se encuentran en las nuevas poblaciones de la segunda mitad del Siglo XVIII ejecutadas en núcleos preexistentes (como Tarragona, Santander o la Barceloneta), si bien son más limitados. Hay que esperar a mediados del XIX para que aparezca este modelo. Los autores son ingenieros, sobre todo de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid que plantean un nuevo modelo concretado en los dos pioneros: el de Madrid y el de Barcelona, redactados respectivamente por CARLOS MARÍA DE CASTRO e ILDEFONSO CERDÁ. Pretende dar respuesta a los problemas de insalubridad y hacinamiento de la ciudad heredada y a las necesidades de nueva vivienda higiénica. Ildefonso Cerdá es el gran teórico del urbanismo español del Siglo XIX al haber escrito el primer tratado de urbanismo de España: Teoría general de la urbanización (1857) en el que, tras una breve historia del urbanismo, plantea una serie de propuestas que se concretan en su Proyecto de Ensanche de la ciudad de Barcelona. La formulación de este nuevo modelo de crecimiento del plano aparece vinculada a todo un movimiento social encaminado a demoler las cercas de origen medieval y moderno. La presión urbanística en los recintos heredados era intensísima y las murallas eran una barrera al crecimiento urbano y contribuían a hacinamiento e insalubridad; asimismo, la autoridad del ministerio de Guerra (a quien pertenecían las murallas), impedía construir en un perímetro de seguridad fuera de las murallas. Así, en el caso de Barcelona se autorizó mediante una Real Orden el derribo de su cerca. En este año el Ayuntamiento mandó confeccionar a Cerdá un plano de los alrededores de la ciudad y en 1859 convocó un concurso público para aprobar un plan de ensanche de la ciudad que fue fallado en 1860 a favor de Cerdá. Las carácterísticas de este proyecto: – Trama ortogonal de 9km de longitud por 3 de profundidad, por lo que la superficie es de 27km2 o 27.000has, lo que supone multiplicar varias veces la extensión de la ciudad de ese momento. – Se proyecta entre los cauces del Besós, al NE, y el Llobregat, al SO; entre el mar, al SE, y las poblaciones de GàCía y San Andrés del Palomar, núcleos preexistentes, al NO. – Se compone por una red o malla jerarquizada de calles con anchuras de 20, 30, 50 y 100m. Esta red está compuesta por más de 200km de calles de 20m (frente a la anchura media de las calles del casco histórico de 3m). Se buscaba una ciudad ventilada y con fachadas coleadas. – La manzana tipo es un cuadrado de 113m de lado y una extensión superior a la de 1ha, por lo que es algo superior a las manzanas del casco histórico. Se buscaba eliminar las elevadas densidades existentes. Son achaflanadas en sus ángulos para crear en las intersecciones plazoletas que faciliten la visibilidad y la movilidad. Estaba prevista la edificación de sólo dos frentes, destinando el resto a espacio verde, por lo que el porcentaje edificado de la superficie de la manzana era menor del 50%. Se creaban pasillos verdes o grandes bolsas ajardinadas cada cuatro manzanas. Este proyecto no se llevó a cabo, pues los constructores deseaban una edificabilidad mayor, cerrando por completo la manzana y posteriormente también se ocupan los patios interiores. Se incrementa la altura de los edificios. – Para favorecer la circulación interior de esta malla ortogonal se propone el trazado de vías de circulación rápida que atraviesan la malla ortogonal en diagonal, son la avenida Diagonal y la avenida Meridiana. Estas vías, las más anchas (100m) se cruzan en la Plaza de las Glorias Catalanas en la que también se cruza la avenida las Cortes Catalanas. Esto se debe a la preocupación de Cerdá por la movilidad urbana en un momento muy anterior a la llegada del automóvil. – Presenta una determinada asignación de usos del suelo o zonificación. Es principalmente un espacio de residencia igualitario, ya que no hay barrios por clases. Hay reservas de suelos para parques, como el gran parque metropolitano a la orilla del Besós. También hay 8 parques de barrio planificados. Se reservan manzanas para alojar servicios públicos como mercados, edificios de administración o iglesias. Se reserva en el exterior de la ciudad un espacio para el Cementerio General, ya que en el Siglo XIX se decide sacar los cementerios de las ciudades al ser un gran foco de infecciones. También fuera de la trama urbana se reserva suelo para tres hospitales, el de Montjuïc, GràCía y San Andrés de Palomares. Se reserva un espacio dentro de la ciudad para hipódromo. Bastantes de estas propuestas chocan con los intereses de los propietarios del suelo, por lo que nunca se llegan a construir manzanas sólo construidas por dos costados y se densifican los suelos. En muchas ocasiones tampoco se cumplen las reservas de suelo. La trama regular tan extensa caracteriza aún la ciudad y es el principal legado. El ensanche de Madrid fue proyectado por Carlos María de Castro, natural de Sevilla, también ingeniero de caminos (además de titulado en arquitectura) y conocido de Cerdá. El ensanche q proyectó es menor que el de Barcelona con un poco menos de 2.000 has. En este caso se debíó a que Madrid era la capital del estado liberal centralista y tenía muchos servicios y administraciones por lo que estaba en plena ebullición a mediados del Siglo XIX (en el caso de Barcelona fue su éxito industrial). Se proyecta como una trama que rodea la ciudad histórica al norte, sur y este, pues en el oeste existía la barrera física del talud de la ribera del Manzanares. Se trata de un heptágono que engloba los Jardines del Palacio del Buen Retiro (en este periodo todavía en manos reales) y la ciudad histórica. Se crean manzanas cuadradas y calles de trama regular, pero no hay vías de circulación rápida. También hay reservas para usos como parques