Los Paisajes Vegetales Españoles

La Vegetación en Castilla y León

La vegetación española presenta una gran riqueza y variedad en la flora; sin embargo, hay una gran escasez de superficie arbolada dentro de nuestro territorio.

1. Factores Condicionantes de los Paisajes Vegetales Españoles

La diversidad de la vegetación obedece a la variedad de factores físicos que la condicionan, pero su gran pobreza desde el punto de vista de su extensión y de su desarrollo biológico es consecuencia de la acción humana a lo largo de la historia.

1.1 Los Factores Físicos, Responsables de la Riqueza Florística

• La situación de puente de la península entre distintas zonas biogeográficas (eurosiberiana y mediterránea) ha favorecido en España la presencia de especies muy diversas. Al mismo tiempo, las barreras físicas peninsulares y el aislamiento del archipiélago canario han favorecido el desarrollo de numerosos endemismos.
• La diversidad climática es decisiva en las características de la vegetación. El factor climático decisivo es la abundancia o escasez de precipitaciones, aunque también lo es la temperatura. El clima es, por tanto, el factor básico para clasificar los paisajes vegetales, estableciendo una división entre la zona atlántica y la zona mediterránea.
• El relieve introduce condiciones ecológicas derivadas de la altitud y de la orientación. Con la altitud aumentan las precipitaciones y disminuyen las temperaturas, lo que se traduce en una estratificación vertical de la vegetación de montaña. La orientación establece diferencias entre la vertiente de solana (más cálida) y la de umbría, y entre las vertientes de barlovento (más humedad) y sotavento.
• Los distintos tipos de suelos posibilitan la presencia o ausencia de determinadas especies vegetales. Hay una vegetación acidófila que predomina en la España silícea, y una vegetación basófila adaptada a los suelos calizos.

1.2 Los Factores Humanos, Responsables de su Pobreza Vegetal

Al margen de lo natural, la vegetación debe sus caracteres actuales a la acción del hombre a lo largo de los siglos: la deforestación y la reforestación han ido alterando de forma decisiva el paisaje vegetal originario. Los paisajes de la España atlántica y de montaña están escasamente intervenidos, mientras que los de la España mediterránea están ampliamente transformados. En los últimos años, la deforestación ha venido acompañada de una intervención positiva con el fin de preservar el medio natural y conseguir un desarrollo sostenible.

2. Los Dominios Vegetales Españoles

La interacción de todos estos factores hace posible la existencia de variados tipos de paisajes vegetales, que se manifiesta en una división zonal.

2.1 El Dominio Vegetal de la España Atlántica (La Región Eurosiberiana)

El paisaje vegetal atlántico se extiende por el dominio climático atlántico (cornisas cantábrica y atlántica). Tiene como formaciones vegetales características el bosque caducifolio, la landa y el prado.

La formación vegetal predominante de esta región es el bosque templado de hoja caduca, constituido por formaciones arbóreas de frondosas, de gran densidad y altura. En estos bosques se da la tendencia del dominio de una especie. Las más representativas son los robles, que ocupan los suelos silíceos de las zonas más bajas (toleran mal los fríos y las nieves) y las hayas, que se sitúan preferentemente en los suelos calizos o elevados, por encima de los 1000 m (no soportan el calor y exigen mucha humedad). Otras especies (castaños, fresnos, olmos, tilos) tienen un carácter secundario, pero se han visto favorecidas por la actuación humana (repoblación).

En el sotobosque predominan los helechos, musgo, espinos… en un ambiente sombrío creado por las copas de los árboles que impiden el paso de la luz. Donde no existe sotobosque pueden aparecer landas, un matorral muy denso formado por brezos, enebros, tojos y retama. Cuando la landa desaparece, en su lugar encontramos prados naturales, que ocupan laderas y el fondo de los valles. En el sector meridional de la España atlántica (transición al clima mediterráneo) aparece el bosque marcescente de rebollo y quejigo, con árboles de menor porte, más adaptados a la aridez y más resistentes al frío.

La Explotación y los Problemas Actuales del Bosque Atlántico

A lo largo del tiempo han ido desapareciendo extensas áreas del bosque caducifolio. La uniformidad de especies que se da en los bosques atlánticos favorece la explotación industrial de cada especie. Las roturaciones para ganar terreno para pastos o para la agricultura y los incendios son otros enemigos del bosque caducifolio. Hoy, uno de los principales atractivos y fuente de recursos económicos del bosque atlántico es su conversión en espacio de ocio.