Los Paisajes Agrarios de España
El secano se encuentra fundamentalmente en los páramos y campiñas meseteñas, dedicados de forma extensiva a la trilogía mediterránea. El regadío permite practicar una agricultura más intensiva, que en los últimos años ha pasado de ser una producción hortícola de subsistencia, a otra diversificada de plantas industriales, frutas y hortalizas. La ganadería tiene importancia fundamentalmente en las dehesas occidentales, explotaciones agroganaderas surgidas del aclaramiento de bosques de encinas y alcornoques, que alimentan al ganado ovino y porcino. También se desarrollan otros tipos de ganadería alimentada con los rastrojos de secano y las plantas forrajeras. La explotación forestal es característica de algunas áreas, como la Tierra Pinariega soriana.
El paisaje agrario mediterráneo de litoral
Se extiende, como su propio nombre indica, por el litoral y prelitoral mediterráneo. Su relieve tiene una disposición accidentada, con un área llana junto a la costa y una formación montañosa en la zona prelitoral. Posee un clima mediterráneo marítimo con escasas precipitaciones en verano y temperaturas suaves. Su poblamiento disperso tiende a la concentración y alberga una población cada vez más reducida. La agricultura constituye el principal uso del suelo.
- Los cultivos de secano se extienden por las zonas más accidentadas y se basan en la trilogía mediterránea o los almendros.
- Los cultivos de regadío producen horticultura y productos tropicales debido a las favorables condiciones climáticas y edáficas.
La ganadería bovina y porcina predomina en Cataluña, mientras que la ovina se localiza en las zonas de secano. La explotación forestal tiene una escasa significación.
El paisaje agrario de montaña
Comprende los territorios montañosos por encima de los 1000 m de altitud. El relieve es desfavorable por su altitud y pendientes. Posee un clima frío y con precipitaciones abundantes. Su poblamiento tiende a concentrarse, aunque con una densidad muy baja y una fuerte tendencia migratoria. Las explotaciones son contrastadas. Los usos del suelo son diversos y complementarios, escalonándose en función de las variaciones climáticas.
- La agricultura en el norte peninsular se realiza en los valles en forma de huertos; mientras que en el sur asciende por las laderas en forma de terrazas.
- La ganadería extensiva se centra en las razas ovinas y bovinas en el norte peninsular, y la ovina de trashumancia en el sur, donde escasean los pastos.
La explotación forestal es mayor en las montañas del norte y emplea especies como el pino o el eucalipto.
El paisaje agrario de Canarias
Se localiza en el archipiélago canario, un conjunto de islas con un relieve volcánico accidentado. Posee un clima cálido todo el año con precipitaciones irregulares y escasas. Su poblamiento es disperso y laxo, y alberga una población en retroceso debido a la atracción del sector terciario. Las explotaciones son reducidas en las medianías y grandes en los regadíos costeros. La agricultura es muy contrastada:
- En las áreas litorales predomina el monocultivo de regadío orientado a la exportación.
- En las medianías del interior predomina el policultivo de secano, dirigido al consumo interior.
La ganadería se encuentra limitada por la escasez de pastos. La explotación forestal ha aprovechado la madera de los pinares, laurisilva y fayal-brezal para la construcción y el carboneo.
Problemas de los paisajes agrarios españoles
- Demográficos: se produce una despoblación, un envejecimiento y una masculinización. La experiencia se transmite a través de vía oral y por ello no se especializa.
- Económicos: la modernización y la competitividad agraria son insuficientes. Por ello se establecen una serie de medidas como:
- La reestructuración y la mejora de las explotaciones.
- Transferencia de tecnología, conocimiento e innovación.
- La disminución de los costes de producción mediante un aprovechamiento de los recursos.
La diversificación económica del espacio rural es escasa, por ello se produce una transformación artesanal, industrial o energética. Se suman las exigencias de seguridad alimentaria, sanidad y bienestar animal.
- Sociales: la calidad de vida es pésima y por ello se establecen medidas como mejorar las infraestructuras o las tecnologías. La exclusión social, la pobreza y el desempleo están más extendidas en el mundo rural.
- Problemas medioambientales: se encuentran la utilización poco eficiente de los recursos y de la energía, la contaminación por fertilizantes, las prácticas agrarias inadecuadas, las emisiones de la ganadería, el deterioro paisajístico y la presión urbana. Para combatirlos, se establecen medidas como la producción ecológica o integral.