Las Costas Españolas
La costa es el espacio límite entre la tierra y el mar constantemente transformado por las corrientes marinas, oleaje, abrasión y fluctuaciones del nivel del mar. En general, las costas españolas tienen un contorno poco recortado, a excepción del litoral gallego (rías). La costa española se puede dividir en los siguientes tramos:
- Costa cantábrica: Es rectilínea, con acantilados y pocas playas pues la cordillera va paralela al mar. Destacan los cabos (Machichaco, Peñas) y las rías.
- Costa gallega: Recortada por la existencia de rías (valles de antiguos ríos hoy anegados por el mar). Destacan las Rías Altas (al Norte de Finisterre) y las Rías Bajas (al Sur de Finisterre).
- Costa atlántica andaluza: Es baja y arenosa. Va desde la desembocadura del Guadiana hasta el Cabo de Trafalgar.
- Costa mediterránea: En general son bajas y rectilíneas, formando amplios arcos separados por promontorios rocosos de los Cabos de Creus, Naos, Palos y Gata. Se extiende desde la Punta de Tarifa a Francia. En ella se distinguen varios sectores:
- Bético. Es rectilíneo desde Gibraltar al Cabo de Gata pues se corresponde con la Cordillera Penibética. Entre el Cabo de Palos y el Cabo de la Nao destaca el Golfo de Alicante. Al Norte destacan los Cabos de La Nao y San Antonio.
- Litoral valenciano. Desde La Nao al Delta del Ebro. Es una amplia llanura en la que destaca La Albufera de Valencia, una laguna de agua salada junto al mar.
- Litoral catalán. Presenta deltas, pequeñas llanuras litorales, costas acantiladas y abruptas. Destacan el Delta del Ebro y la Costa Brava gerundense.
Glosario de Términos Geográficos
Cerro Testigo: Resto de la plataforma en un relieve horizontal. Al aumentar la erosión producida por los ríos en las capas blandas se van formando colinas, y si la altiplanicie es atacada por la erosión por todos lados aparecen cerros testigos con cumbres planas. Son bastante comunes en las cuencas sedimentarias de las dos submesetas y en la depresión del Ebro.
Delta: Terreno localizado en la desembocadura de un río formado por la acumulación de materiales sedimentarios aluviales. Esos terrenos suelen tener forma de abanico adentrándose en el mar. En la Península Ibérica destaca el Delta del Ebro.
Erosión: Proceso de modelado y desgaste de la superficie terrestre provocado por agentes climáticos, químicos, mecánicos y antrópicos: glaciares, viento, temperatura y agua en sus distintos estados. Es la segunda causa en importancia de la formación del relieve, una vez que han actuado las fuerzas internas de la Tierra, la erosión modela continuamente las formas de relieve.
Estilo tectónico (jurásico, germánico, sajónico): Es la forma o estructura y mecanismo tectónico que producen las formaciones de los diferentes tipos de relieve, en función de si se produce fractura o pliegue de los materiales dependiendo de la dureza de los mismos y la intensidad del empuje tectónico. El estilo jurásico se caracteriza por la alternancia de pliegues formando anticlinales y sinclinales, regulares y suaves formados por materiales plásticos de la Era Secundaria y Terciaria como los Montes Vascos. El estilo germánico está formado por un sistema de bloques levantados (horst) y hundidos (graben) producto de la fractura de los viejos materiales rígidos del Paleozoico durante la orogenia alpina, como el Sistema Central. El estilo sajónico combina ambos procesos, fracturas y pliegues, como consecuencia de la alternancia en la deposición de materiales sedimentarios sobre los macizos paleozoicos, de manera que el zócalo paleozoico se fractura y la cobertura sedimentaria se pliega, adaptándose a la estructura subyacente. Es característico del Sistema Ibérico.
Falla: Línea de fractura o discontinuidad entre dos bloques rocosos, a través de la cual se desplazan de forma vertical u horizontal dichos bloques. Las fallas suelen coincidir con zonas de alta actividad sísmica y volcánica.
Fosa tectónica (graben): Bloque rocoso que ocupa una posición hundida en un sistema de fracturas, ya sea por el hundimiento propio o por la elevación de los bloques que lo rodean.
Glaciarismo: Conjunto de fenómenos relacionados con la formación y evolución de los glaciares. El término glaciar hace referencia a la masa de hielo acumulada en las zonas de las cordilleras por encima de las nieves perpetuas. La parte inferior de un glaciar se puede encontrar en movimiento (glaciar de valle), con un deslizamiento lento similar al de un río. El glaciarismo se produjo durante la Era Cuaternaria, contribuyendo al modelado del relieve originado por las orogenias anteriores. Hubo cuatro períodos de glaciarismo (Gunz, Mindel, Riss y Wurm), de éstos sólo dos afectaron a España (Riss y Wurm) en los Pirineos, el Sistema Ibérico, las Cordilleras Béticas, el Sistema Central, la Cordillera Cantábrica y el Macizo Galaico.
Meseta: Superficie llana o ligeramente inclinada en una dirección, cortada por valles y situada a cierta altitud respecto al nivel del mar. Es la unidad fundamental del relieve de la Península Ibérica, ya que ocupa casi la mitad de su superficie y proporciona una elevada altitud media. Se trata del resto de un antiguo macizo surgido en la orogenia herciniana arrasado por la erosión y deformado durante la orogenia alpina.
Movimiento orogénico u orogenia: Conjunto de procesos geológicos externos e internos, que originan la formación y el plegamiento de los sistemas montañosos. Este proceso está unido a la tectónica de placas. A escala global, por su importancia en la génesis de los macizos y cordilleras actuales destacan dos orogenias: la herciniana (Era Primaria) y la alpina (Era Terciaria).
Páramo: Superficie más o menos elevada y horizontal, de suelo poco desarrollado, rocoso o pedregoso y pobre en vegetación. Son característicos de la Submeseta Norte.
Penillanura: Forma de relieve que suele ocupar grandes extensiones y que, por efecto de la erosión, presenta una superficie suavemente ondulada. Está formada por materiales antiguos y erosionados. Un buen ejemplo es la penillanura extremeña que tiene entre 300 y 500 metros de altitud.
Pilar tectónico (horst): Bloque rocoso que ocupa una posición elevada en un sistema de fracturas, por elevación propia o por el hundimiento de los bloques que le rodean.
Pliegues: Deformación de las capas geológicas con forma ondulada. Surgen como consecuencia de la presión tectónica en rocas plásticas que, en lugar de fracturarse, se pliegan. Al plegarse los materiales originan anticlinales (zonas convexas hacia arriba) y sinclinales (zonas cóncavas hundidas). Si un conjunto de capas de pliegues al plegarse pasa por encima de otras capas se produce un cabalgamiento. Si el cabalgamiento es de gran amplitud y si un manto constituido por varias capas se desliza por encima de otras capas duras durante varios kilómetros se producen mantos de corrimiento.
Raña: Término utilizado en la Península Ibérica para designar los depósitos integrados fundamentalmente por capas de cuarcita, situados al pie de las cordilleras, concretamente en las sierras paleozoicas del centro y oeste peninsular. En Extremadura son característicos en la comarca de Las Villuercas.
Relieve cárstico: Designa el modelado de cualquier región calcárea que evoluciona por disolución, ya que la roca caliza es dura pero soluble en agua. Se caracteriza por la aparición de estrechas gargantas, dolinas y simas, poljes, lapiaces, estalactitas y estalagmitas. En España es un tipo de modelado bastante común (“Ciudad Encantada” de Cuenca, Torcal de Antequera).
Vulcanismo: Término que engloba tanto la salida y solidificación de magma en la superficie terrestre como la formación de volcanes. Éstos, según la frecuencia de su actividad eruptiva, pueden clasificarse en volcanes activos, durmientes o extintos. España cuenta con una zona volcánica activa en las Islas Canarias y con zonas volcánicas extintas en el Campo de Calatrava, el Cabo de Gata y Olot (Girona).
Zócalo: Grandes llanuras o plataformas de rocas silíceas: granitos, cuarcitas, pizarras, esquistos o gneis. Son llanuras o mesetas formadas en la Era Primaria como resultado del arrasamiento por la erosión de las cordilleras hercinianas. Son muy rígidos, por lo que ante los nuevos empujes no se pliegan sino que se fracturan. Son relieves horizontales generalmente. El zócalo meseteño es el mejor ejemplo.