La Singularidad Geográfica de España: Relieve, Dominios Litologicos y Formas de Modelado

LA SINGULARIDAD GEOGRÁFICA DE ESPAÑA

La Singularidad Geográfica de España

España tiene una superficie que supera los 500.000 km2. Comprende la mayor parte de la Península Ibérica, los archipiélagos de Baleares y Canarias, y dos enclaves en el norte de África: Ceuta y Melilla. Las características geográficas de la mayor parte de España vienen determinadas por:

  1. Su situación en el conjunto de la superficie terrestre.
  2. Su carácter peninsular.
  3. La configuración de su relieve.

a) Situación: La Península Ibérica se localiza en la zona templada cálida del planeta; se sitúa entre dos masas marítimas, el Mediterráneo y el Atlántico. Esta ubicación ejerce una gran influencia sobre el clima y la vegetación. La fachada noroccidental genera un clima húmedo, mientras que el resto de la Península presenta un clima más seco; además, al territorio peninsular llegan las masas de aire frías procedentes del norte de Europa y cálidas de África, contribuyendo al incremento de la diversidad climática del país. En cuanto a la vegetación, España se caracteriza por la existencia de una notable biodiversidad. En la Península Ibérica recalaron desde la antigüedad diversos pueblos (fenicios, griegos, romanos…), que fueron contribuyendo a nuestro acervo cultural y material.

b) Carácter peninsular: El carácter peninsular de España es muy marcado: un territorio extenso unido al continente por un istmo pequeño y accidentado (los Pirineos). Esto ha dado lugar a cierto aislamiento. Además, la España peninsular posee casi 4.000 km de costas, por lo que el mar ha jugado un importante papel en la historia de nuestro país.

c) Configuración del relieve: La singularidad geográfica de España está determinada también por las especiales características de su relieve, que se pueden concretar en tres:

  • La forma maciza: la Península Ibérica se caracteriza por su gran extensión y sus costas poco recortadas, lo que provoca que el interior se sitúe a una distancia relativamente considerable del mar, repercutiendo en sus características climáticas, su vegetación y las actividades humanas, como la agricultura.
  • La elevada altitud media: España presenta una altitud media de 660 metros. Esta elevada altitud no es el resultado de la presencia de altas cumbres, sino de la existencia de una extensa meseta en las tierras interiores. El carácter montañoso de la Península impone condiciones poco favorables para las actividades humanas, como la agricultura, el transporte, etc.
  • La disposición periférica de los sistemas montañosos: el interior de la Península está constituido por una extensa meseta, la cual se halla rodeada por algunos de los principales sistemas montañosos del país, lo que tiene como consecuencia la continentalización del clima del interior y el carácter torrencial de la mayor parte de los ríos de las vertientes cantábrica y mediterránea.

DOMINIOS LITOLÓGICOS Y FORMAS DE MODELADO

El Dominio Silíceo

A las rocas silíceas pertenecen algunas rocas ígneas, como el granito, y algunas rocas metamórficas, como las pizarras, esquistos y gneis. Son rocas de edad precámbrica y paleozoica. Son rocas duras, rígidas, resistentes a la erosión y que, ante las presiones tectónicas, pueden llegar a fracturarse. Se extiende hacia el este por el Macizo Asturiano, el Sistema Central, Montes de Toledo y Sierra Morena; y aparece también, formando manchas aisladas, en el eje de los Pirineos, Penibéticas, algunas sierras del Sistema Ibérico y la Cordillera Costero-Catalana. De las rocas silíceas, el granito es la más abundante. Las formas de modelado dominantes son las que resultan de la alteración por la acción del agua, del hielo y del deshielo, que actúa a través de las diaclasas. Las formas resultantes son variadas:

  • Si el agua actúa sobre las diaclasas más superficiales se produce una»descamació», modelando un paisaje de formas redondeadas y suaves, los domos.
  • Si el agua se filtra a través de la red ortogonal de diaclasas, el granito puede modelar un tor. Cuando la erosión llega a individualizar alguno de estos bloques se forman bolos. Si un bloque queda en equilibrio inestable lo llamamos roca o piedra caballera. Y cuando los bolos se amontonan en las vertientes forman los berrocales o pedrizas.
  • En las zonas frías de alta montaña la acción del hielo da lugar a un paisaje de crestas en las cumbres y de canchales al pie de la montaña.

El Dominio Calizo

Se extiende formando una gran Z invertida, desde las costas catalanas hasta el estrecho de Gibraltar: zona meridional de la Cordillera Costero-Catalana, parte de los Pirineos, Montes Vascos y mitad de la Cordillera Cantábrica, flexionándose hacia el sureste, a lo largo del Sistema Ibérico para enlazar con la unidad de las Subbéticas. La caliza es una roca dura y permeable, en la que se forma el modelado cárstico. Las formas cársticas más características son:

  • Cañón, garganta u hoz: valle estrecho de flancos verticales y profundos labrado por un río.
  • Lapiaz o lenar: superficie formada por surcos o acanaladuras de distinto tamaño, creadas por el agua de arroyada.
  • Simas: embudos, aberturas estrechas, que comunican la superficie con galerías subterráneas. Las simas pueden dar lugar a cuevas con estalactitas y estalagmitas.
  • Dolinas o torcas: depresiones cerradas, formadas en superficie, de silueta ovalada y contornos sinuosos. Sus dimensiones varían desde algunas decenas de metros hasta algunos kilómetros de diámetro. Al unirse varias dolinas forman una uvala.
  • Poljé: valle cerrado de fondo plano, generalmente recorrido por un riachuelo que se pierde por un sumidero o pónor. Las tierras del poljé son ricas, ideales para el cultivo.

El Dominio Arcilloso

Las rocas predominantes son arcillas, margas y yesos, y son rocas poco consistentes e impermeables. Se extiende por las cuencas sedimentarias castellanas, las depresiones del Ebro y Béticas y las llanuras costeras mediterráneas.

  • En las zonas semiáridas, el agua de arroyada genera cárcavas, que son barrancos o hendiduras de paredes verticales, que pueden llegar a formar un paisaje de badlands cuando las cárcavas ocupan una extensa zona.
  • La alternancia de materiales sedimentarios duros y blandos da lugar a formas de modelado que son resultado de la erosión diferencial:
    • Se forman relieves horizontales en los que alternan dos niveles:
      • El nivel de páramos corresponde a llanuras en las que la erosión ha desmantelado las capas superiores más blandas, y ha dejado al descubierto una capa de rocas calizas duras.
      • El nivel de campiñas o vegas, a menor altitud, está formado por llanuras de origen erosivo. Cuando la erosión ha sido muy intensa, los páramos quedan reducidos a relieves residuales, los cerros testigo.
    • Si los relieves están inclinados, la alternancia de materiales da lugar a los relieves en cuesta.

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