La Reestructuración Industrial en España: Reconversión, Reindustrialización y Desequilibrios Territoriales

La Reestructuración Industrial en España

Introducción

España tuvo que adoptar políticas de reestructuración industrial para hacer frente a la crisis. La coincidencia de la crisis con la transición política española hizo que se aplazarán medidas impopulares por temor a la conflictividad social.

La Reconversión Industrial

Iniciada a partir de 1983, pretendía ser un “tratamiento de choque” para asegurar la viabilidad de las industrias en crisis mediante las reformas que les permitiesen adaptarse a las novedades tecnológicas y aumentar su competitividad, ahorrando costes y aumentando la productividad.

Las actuaciones consistieron en ajustar la producción, renovar la tecnología, reducir la plantilla laboral, sanear financieramente las empresas y mejorar los sistemas de organización y gestión empresarial. La prioridad era el saneamiento financiero y a la mejora de la productividad, ajustes de empleo, con elevados costes sociales.

La reconversión afectó a los “sectores “maduros”: siderurgia, construcción naval… Significó el desmantelamiento de buena parte de la industria más obsoleta. Tras la primera reconversión industrial, la integración en la CEE y las condiciones de ingreso en el mercado único agravaron la presión para muchas empresas españolas que no podían competir con las europeas. Esto obligó a replantear una segunda reconversión industrial en 1991.

La Reindustrialización

La consecuencia inmediata de esa reconversión fue una «desindustrialización» que tuvo un marcado carácter geográfico, porque las empresas especializadas en los sectores maduros estaban concentradas territorialmente. Además de a determinados núcleos dispersos (Ponferrada, Cádiz) o áreas metropolitanas (Bajo Llobregat), la crisis afectó en gran medida a la cornisa cantábrica. Todas estas zonas se convirtieron en áreas industriales en declive, con graves problemas económicos, sociales y ambientales.

Para recomponer el tejido industrial desarrollaron una política de «reindustrialización». Se establecieron figuras legales, como las Zonas de Urgente Reindustrialización (ZUR), que en 1985 se transformaron en las ZID (Zonas Industrializadas en Declive). Tenían un objetivo muy concreto: promover con ayudas y subvenciones públicas las inversiones para reactivar el tejido industrial y crear puestos de trabajo en aquellas ciudades afectadas por las pérdidas de empleo. En total fueron siete las áreas declaradas en 1983 como ZUR: Asturias, la zona del Nervión (Bilbao), los cinturones industriales de Madrid y de Barcelona, El Ferrol, Vigo y la bahía de Cádiz. Las empresas que se instalasen a estas zonas recibían incentivos fiscales y financieros y subvenciones. Los resultados no respondieron a las expectativas, puesto que, aunque la inversión realizada fue muy alta, la creación de empleo no llegó a una cuarta parte de lo esperado.

Desequilibrios Territoriales en la Localización Industrial

La localización industrial en España presenta fuertes desequilibrios territo­riales. Existen claros contrastes entre áreas industrializadas con distintas tendencias (desarrolladas, en expansión, y en declive) y áreas de industria­lización escasa. Los desequilibrios se ven agravados por la tendencia de los sectores más dinámicos a localizarse en las regiones más avanzadas.

Las desigualdades en el reparto espacial de la industria son, a su vez, fuente de otros desequilibrios territoriales en el reparto de la población; en la riqueza; en la dotación de infraestructuras, equipamientos y servi­cios sociales, y en el peso político, que ha afectado negativamente a las regiones españolas menos industrializadas. Por eso, el fomento de la industria ha sido uno de los objetivos básicos en las políticas para el desarrollo regional.

Áreas Industriales

La localización industrial permite diferenciar las áreas siguientes:

1. Áreas industriales desarrolladas

Son los espacios centrales de las áreas metropolitanas, sobre todo de las de Madrid y Barcelona, que se han consolidado como los centros principales de la industria española. Su evolución reciente está marcada por tendencias contradictorias:

  • Por una parte asistimos al hundimiento o reconversión de impor­tantes sectores maduros
  • Por otra parte, se da una revitalización industrial

2. Áreas y ejes industriales en expansión

a) Las coronas metropolitanas cuentan con áreas industriales en de­clive y en proceso de reconversión (Bajo Llobregat, orilla izquierda de la ría del Nervión en Bilbao, sur madrileño). Estas industrias se lo­calizan en polígonos industriales a lo largo de las principales vías de comunicación con la ciudad.

 b) Las franjas periurbanas, en la zona de transición entre la ciudad y el mundo rural circundante, han adquirido también gran atractivo para relocalizar industrias de las ciudades próximas. También localizan pequeñas empresas, de capitalización escasa, dedica­das a producciones intensivas en trabajo poco cualificado, y a la subcontratación de tareas o al aprovechamiento de los recursos circundantes;

c) LOS EJES DE DESARROLLO INDUSTRIAL: Los ejes nacionales principales son los del valle del Ebro y el Medi­terráneo (Girona-Cartagena). Cuentan con una red de autopistas que los conecta con los principales centros nacionales y del sur de Europa, por lo que han atraído a industrias nacionales y multinacionales;

3. Áreas y ejes industriales en declive

son Asturias, cantabria y algunos nucleos aislados (Ferrol, bahia de Cadiz, Puertollano y ponferrada)- Son zonas especializadas en sectores industriales maduros en crisis, sin diversificación industrial que permita generar empleos alternativos. Predomina la gran empresa y la gran fábrica.

La incorporación a la UE ha agravado la situación con nuevas res­tricciones a la producción y al empleo.

Las consecuencias de la desindustrialización de estas zonas son el declive demográfico por emigración y una creciente posición periférica respecto a los centros decisorios y a las nuevas áreas industriales, a lo que colabora su deficiente accesibilidad respecto al resto de España y la Unión Europea;

4. Áreas de industrialización inducida y escasa

a) Las áreas de industrialización inducida son Aragón, Castilla y León y Andalucía. Poseen algunos enclaves industria­les más desarrollados (por las ventajas de su situación en la costa o en el sistema nacional de comunicaciones), que concentran las inversiones, la producción y el empleo; pero son incapaces de relacionarse con otros enclaves o de difundir la industria hacia áreas próximas, por lo que ge­neran claros desequilibrios territoriales.

Es el caso de Zaragoza en Ara­gón, de Valladolid y Burgos en Castilla y León, y del triángulo Sevilla-Cádiz-Huelva en Andalucía.

b) Las áreas de industrialización escasa son Castilla-La Mancha, Ex­tremadura, Baleares y Canarias, debido a su localización poco com­petitiva. En ellas las grandes industrias son escasas y predominan los sectores tradicionales de escaso valor añadido, en empresas medianas y pequeñas, de baja competitividad

valor de produccion y en el empleo (practica2): nos encontramos ante un mapa de diagramas que representa la participacion de las comunidades autonomas en el valor de la produccion y en el empleo industrial nacional del año 2008. El porcentaje en la produccion industrial se representa con una linea de puntos y el porcentaje en el empleo industrial nacional con linea continua. El grafico proviene de un estudio estadistico del INE; El porcentaje que destaca de produccion y empleo en la industria nacional es Cataluña, con un 22,5% de produccion industrial y un 22,1% de empleo. Le siguen a esta ccaa Valencia con un 10,1 de produccion y un 12,5 en empleo, andalucia con un 11,2 de produccion y un 10,1 de empleo, el Pais Vasco con un 10,8 de produccion y un 8,5 de empleo y Madrid con un 7,5 de produccion y un 9,5 de empleo. Cabe destacar el poco porcentaje de produccion en Extremadura, La Rioja y en las islas; Como hemos mencionado anteriormente, Cataluña tiene el mayor porcentaje de produccion y empleo en la industria nacional.Esto se debe a que cuenta con ventajas como su amplio mercado de trabajo, la buena red de abastecimiento de materias primas y unas excelentes infraestructuras. Ademas su tejido industrial supera la especializacion textil y alcanza una amplia diversificacion: Es tambien importante la presencia de la industria con un elevado componete tecnologico y alto valor añadido. La mayor concentracion industrial se da en torno a Barcelona; Despues de Cataluña, destacan ccaa del eje mediterraneo como valencia y andalucia. Esto se debe a que poseen una buena red de autopistas que los conectan a los centros mas importantes con las zonas mas industrializadas; Extremadura, baleares y canarias son las zonas con menos proporcion de produccion y empleo. Esto es debido a que predominan los sectores tradicionales de escaso valor añadido. Castilla y la Mancha comienza a constituirse como una excepcion en este grupo por la difusion de la industria madrileña hacia las provincias mejor conectadas con la capital.

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