La Industrialización en España: Del Intervencionismo al Desarrollismo

El Intervencionismo Estatal (1939-1959)

Tras la Guerra Civil, España adoptó una política económica fuertemente intervencionista. Algunas de las medidas más relevantes fueron:

  1. Control gubernamental de las inversiones: Cualquier proyecto de inversión requería la autorización previa del gobierno.
  2. Restricciones a la inversión extranjera: La inversión extranjera no podía poseer más del 25% de ninguna empresa.
  3. Creación del Instituto Nacional de Industria (INI): En 1941, se creó el INI, siguiendo el modelo fascista italiano. El INI actuaba como un holding estatal que controlaba sectores estratégicos como la producción de armamento (Bazán), electricidad (ENDESA), y transporte (Iberia, ENASA). El INI poseía 19 empresas, era accionista mayoritario de 21 y participaba minoritariamente en 15.

Este modelo, conocido como «la noche de la industrialización española», provocó un estancamiento económico. No fue hasta la década de 1950 que España recuperó los niveles de renta y producción previos a la guerra.

Apertura e Integración (1950-1959)

A partir de los años cincuenta, la economía española inició una fase expansiva. Se produjo una gradual integración en la economía internacional y una leve apertura política: acuerdos con Estados Unidos, entrada en la ONU, etc. Esto permitió la importación de maquinaria, bienes de consumo y materias primas, modernizando el aparato productivo e impulsando el comercio exterior.

La política económica comenzó a dar mayor protagonismo al sector privado, mientras que el INI se centró en sectores básicos, poco atractivos para la inversión privada o que requerían grandes inversiones: refino de petróleo, siderurgia, fabricación de automóviles (SEAT).

Sin embargo, este modelo provocó un fuerte aumento de las importaciones y un elevado déficit comercial, acercando a España a situaciones de suspensión de pagos. La necesidad de superar el modelo aislacionista se hizo evidente.

El Desarrollismo (1960-1975)

El año 1959 marcó el fin de la autarquía y el aislamiento. La industria experimentó un gran dinamismo, creciendo a un ritmo del 12% anual hasta 1975.

Causas del Desarrollismo

  1. Aumento de la inversión industrial: Las multinacionales se sintieron atraídas por la creciente demanda interna, los bajos costes de producción (mano de obra abundante, barata y poco conflictiva) y las ayudas estatales.
  2. Crecimiento de la demanda interna: El aumento del nivel de vida de la población impulsó la demanda de productos industriales.
  3. Bajo precio de la energía: El petróleo barato redujo los costes de producción.
  4. Planificación indicativa: El Estado impulsó la industria mediante incentivos fiscales, créditos a bajo interés, suelo barato y subvenciones. Estas acciones se organizaron a través de los Planes de Desarrollo (1964-1967, 1969-1971, 1972-1975).

Planes de Desarrollo

Los Planes de Desarrollo buscaban un reparto industrial más homogéneo, impulsando el crecimiento de núcleos industriales fuera de Madrid, País Vasco y Cataluña. Se crearon:

  • Polos de desarrollo industrial: Zaragoza, Vigo, La Coruña, Sevilla, Valladolid, Oviedo.
  • Polos de promoción: Burgos, Huelva.
  • Zonas de preferente localización industrial.
  • Polígonos de descongestión de Madrid: Toledo, Guadalajara, Miranda de Duero.

Aunque la política de polos no logró crear grandes centros industriales que dinamizaran sus regiones, sí impulsó el desarrollo de algunas ciudades.

Ejercicio:

1) ¿Qué hizo de España un país atractivo para el capital extranjero en los años 60?

España atrajo inversión extranjera gracias a la creciente demanda interna, los bajos costes de producción (mano de obra abundante, barata y poco conflictiva) y las ayudas estatales.

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