Actividad Industrial
El sector secundario engloba las actividades económicas que transforman materias primas en productos aptos para su consumo. Las industrias de bienes de consumo transforman las materias primas y los productos semielaborados en productos destinados al consumo o en productos semielaborados. Las industrias de base transforman las materias primas en productos semielaborados o en máquinas que se utilizan en los diferentes sectores económicos. En estas transformaciones se utilizan mano de obra o herramientas. El sector secundario acoge fundamentalmente tres ramas productivas: la industria, el sector energético y la construcción. La industria incluye todas las actividades que parten de una materia prima y elaboran un bien que es dirigido al mercado.
El Sector Industrial en la Economía Española
A partir de la década de 1970, se observa cómo la industria pierde importancia. Sin embargo, esto no lleva a un retroceso en su industria, todo lo contrario, está en continuo avance. Se producen continuas transformaciones en la estructura económica, se aportan medios de producción para los otros sectores y para sí misma. A la vez, se produce un avance constante de la renovación tecnológica, desarrollando nuevas formas empresariales. Se produce deslocalización y cierta terciarización. En la actualidad, la industria supone un 14% del PIB, con tendencia a la reducción debido a:
- El elevado precio que tiene el sector de la construcción y el turismo.
- El alto peso del sector agrario.
- El escaso desarrollo industrial español comparándolo con los otros países avanzados.
La Distribución de la Industria en España
La industria en España en sus inicios se caracterizaba por su retraso con respecto a los otros países, se confirmaba el carácter subsidiario. Entre 1900 y 1930, despegó el sector secundario. Más tarde, surgió la Guerra Civil, lo que acabó con el crecimiento y comenzó una fase de descenso. Esto se le conocerá como Autorquía. Se creó el INI y surgió el modelo de núcleos desconectados. Más tarde llegó la etapa del desarrollismo (1959-1975), donde se consolidaron las bases del plan de estabilización, estableciendo varias medidas. Después se llegó a una crisis económica (1975-1985) donde se produjo una reconversión industrial. A partir de esta reconversión y debido a algunos factores se llegó a la actual industria.
Actualmente, la industria española está dividida en diferentes ejes, hay zonas que concentran mucha actividad y otras que apenas las desarrollan. Cada eje tiene sus propias características:
- Madrid
- Eje litoral mediterráneo desde Girona a Murcia
- Litoral vasco y su deslocalización en Navarra, Álava, Rioja-Valle del Ebro
- Litoral atlántico gallego– Asturias
- Eje Sevilla-Cádiz-Huelva
Se puede observar cómo las actividades de demanda y contenido tecnológico se concentran en Madrid y Barcelona, y ya a más distancia están el País Vasco, Valencia, Zaragoza, etc. etc.
Las causas de esta deslocalización son la existencia de recursos naturales, la facilitación de acceso de mano de obra gracias al transporte y comunicaciones, dependencia de la mano de obra, las economías de aglomeración, la cercanía a los mercados, la proximidad a la innovación, los factores políticos y sociales como ayudas, estabilidad política, etc. y por último la calidad medioambiental.
La Especialización Industrial en España
La industria española se centra en la aportación al PIB industrial en las ramas de alimentación, bebidas y tabaco, metalurgia, y en menos medida productos químicos. Por el contrario, las que menos aportan son las de cuero, calzado, madera, etc. En consecuencia a todo esto, España presenta una fuerte especialización en DCTB (sectores tradicionales de contenido tecnológico bajo) y escasa en los que la tiene alto. Comparando nuestros datos con los de la UE, se nos presenta una mayor especialización en sectores DCTB por nuestra parte y una menor en DCTA y DCTM. Los tipos de empresas industriales se pueden clasificar según su tamaño:
- Microempresas (menos de 10 trabajadores)
- Pequeñas empresas (10 a 49)
- Medianas empresas (50 a 200)
- Grandes empresas (200 a 250)
Este tamaño de las empresas es muy importante para el acceso a los mercados internacionales y el desarrollo tecnológico.
La Industria Española y el Proceso de Globalización
Se quería avanzar en la liberación del mercado mundial y en especial en el comercio de mercancías y tecnología, esto llegó a manos de los acuerdos de la ronda de Uruguay y las negociaciones de Doha. Después de todo esto, la industria tuvo que hacer frente a las siguientes dificultades:
- Los procesos de deslocalización y externalización de actividades industriales al exterior.
- Los problemas de competitividad de la especialización de la propia industria.
Para solucionar estos problemas de la globalización se llevaron a cabo dos estrategias:
- Aumentar las inversiones en I+D+i, para avanzar tecnológicamente y ganar en productividad.
- Aumentar el tamaño de las empresas para aprovechar las ventajas de los mercados globales, para competir con las grandes empresas de los competidores y afrontar las inversiones en I+D+i. Estas empresas emprenden diversas estrategias (fusiones con otras, adquisición de otras empresas, acuerdos con otras empresas y ampliación de capitales).
Políticas Industriales Europeas y Españolas
Aquí predomina desde la estrategia de Lisboa al Plan Europa 2020. Hasta 2010, todo se guiaba por la estrategia de Lisboa, cuyo objetivo era convertir a la UE en la potencia más competitiva del mercado global. Para conseguirlo, se llevan a cabo tres líneas de actuación:
- Fomento de la innovación.
- Consecución de mayores niveles de cohesión social y territorial.
- Estabilidad financiera.
En 2007, apareció una gran crisis económica mundial, tal fue la situación que para hacerla frente, en 2010, la Comisión presentó un plan de 10 años (Plan Europa 2020) basado en un crecimiento inteligente y mayor coordinación entre políticas. Este plan fija tres prioridades:
- Luchas contra los problemas que plantea la globalización.
- Frenar las presiones sobre el medio natural.
- Hacer frente a los problemas derivados del envejecimiento demográfico.
En las políticas industriales españolas, para salir de la crisis económica del 2007, se diseñó el Plan de Estabilidad 2008/2011, sus objetivos eran:
- Aumentar el nivel tecnológico de las empresas.
- Mejorar la competencia.
- Cumplir los compromisos de España con el Protocolo de Kioto.
- Reducir las ineficiencias.
- Fomentar la cohesión social mediante políticas de fomento de empleo.
- Políticas para generar demanda.