La Evolución del Espacio Urbano: Casco Antiguo, Ensanches y Barrios

El casco antiguo: Es la parte de la ciudad urbanizada desde su origen hasta la industrialización del siglo XIX. El casco antiguo en la época preindustrial De forma genérica, casi todos los cascos antiguos de esta época tenían un plano irregular, aunque también los había lineales o en cuadrícula. Su trama urbana era cerrada y la edificación de casas unifamiliares. Los usos del suelo eran diversos (viviendas, talleres, comercios…). Socialmente, en los lugares centrales vivían las élites de la ciudad, mientras que los trabajadores se alojaban en la periferia. No obstante, cada civilización o período histórico trajo consigo diferenciaciones. Así, las ciudades romanas se organizaban en damero, con calles rectas (cardo y decumanus que confluyen en el foro). Las ciudades musulmanas estaban amuralladas, su plano era irregular, con una zona central, la medina, donde se hallaban los edificios principales. La ciudad cristiana, también estaba amurallada, pero sus planos eran más variados. El casco antiguo en la época industrial En esta etapa, el casco antiguo sufrió numerosas modificaciones. Por ejemplo, en cuanto al plano, en la primera mitad del siglo XIX, se ensancharon calles y plazas, con trazados más rectilíneos. En la segunda mitad del siglo XIX y primer tercio del siglo XX, las reformas buscaron el saneamiento del suelo mediante la construcción de grandes vías (Gran Vía de Madrid), calles amplias con edificios majestuosos, donde se instalaron funciones terciarias. La trama se densificó y la edificación se verticalizó, y se emplearon en ella nuevos materiales industriales (hierro y cristal). En la década de los 60, se sustituyeron edificios antiguos por otros de mayor altura, volumen y precio que no entonaban con la edificación tradicional. El uso del suelo experimentó una progresiva terciarización, como centro comercial y de negocios. Socialmente, en el siglo XIX, la burguesía se apropió de los espacios más valorados, hasta que más tarde se trasladaron a los ensanches urbanos, con lo que algunos barrios del casco antiguo quedaron ocupados por grupos sociales bajos y sufrieron gran deterioro a lo largo del siglo XX. En la época postindustrial (desde 1975) se inician políticas de rehabilitación integrada en el casco antiguo. En el plano, se peatonalizan las calles, se ensanchan y ajardinan plazas. También se conceden ayudas de rehabilitación de viviendas, la edificación se verticalizó (pisos), se incorporan nuevos materiales en los edificios que eran más altos. Los usos del suelo varían entre el uso residencial y el turístico, principalmente (también comercio).



 Entre mediados del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, la industria atrajo población rural a las ciudades industriales, ocasionando su expansión. Podemos distinguir varias zonas .El ensanche burgués Fue la parte de la ciudad que surgió de acuerdo con los intereses de la burguesía. Era un espacio nuevo, situado más allá de las murallas. Su plano era regular en cuadrícula, con calles rectilíneas y más anchas. La edificación era variada (villas, inmuebles medianos) y el uso predominante fue residencial burgués.  Los primeros ensanches fueron los de Barcelona (Cerdá) y el de Madrid (C. María de Castro). Con el paso del tiempo, en los ensanches, la trama se densificó y la edificación se verticalizó, sobre todo desde 1960. Los usos del suelo empezaron a ser más terciarios .Los barrios obreros En el siglo XIX, se crearon zonas industriales y barrios marginales para el proletariado. Las instalaciones industriales se establecieron en la periferia urbana, junto a los principales caminos que conducían a la ciudad o junto a las estaciones de ferrocarril. Además, los trabajadores que emigraron a las ciudades industriales encontraron acogida en barrios obreros marginales, surgidos en el extrarradio o junto a las industrias y estaciones de ferrocarril. Su plano era muy diverso, su trama densa y la edificación se componía de viviendas de escasa dimensión y calidad (unifamiliares o pisos). En los usos del suelo se entremezclaron las residencias obreras con industrias, talleres, etc.  Actualmente, tanto los barrios proletarios como los industriales, en muchos casos, han quedado incorporados a la ciudad. Los más próximos se han revalorizado y remodelado (las industrias han vendido su suelo), mientras que otros siguen siendo barrios marginales.Barrios ajardinados: Fueron creados a finales del siglo XIX y en el primer tercio del siglo XX, como resultado de las ideas del momento de acercamiento a la naturaleza. En España destacan dos modelos: a) Siguiendo el modelo de la ciudad jardín británica (barrios de viviendas unifamiliares con  dirigidas al proletariado o clases medias), en España al amparo de la legislación de Casas Baratas (1911 y 1922) surgieron barrios obreros de casas baratas, monótonas y con pequeños jardines, aunque posteriormente se orientaron hacia las clases medias (era más rentable). b) La Ciudad Lineal de Arturo Soria, en Madrid, que se concibió como una gran calle de 40 metros de anchura, con manzanas de casas unifamiliares con huerto y jardín. Por esa calle discurrían los servicios básicos (agua, alcantarillas, electricidad) y el transporte (tranvía). Sólo se llevó a la práctica en una pequeña parte.



En la evolución del movimiento natural de la población española se distinguen distintos regímenes demográficos a lo largo de los cuales la natalidad, la mortalidad y el CN presentan rasgos homogéneos. Se distinguen tres etapas. El paso de una a otras ha sido más tardío que en otros países europeos. El régimen demográfico antiguo: hasta principios del siglo XX: La natalidad presentaba valores elevados a principios de este siglo, aunque descendió ligeramente a partir del siglo XIX debido al predominio de una economía y una sociedad rurales (los hijos empezaban a trabajar pronto para ayudar), y la inexistencia de sistemas eficaces para controlar los nacimientos; la mortalidad general era alta y oscilante, debido a las malas condiciones médicas y sanitarias, causadas porque la dieta alimenticia era escasa, por la baja productividad agraria, y desequilibrada por la falta de proteínas, las enfermedades infecciosas transmitidas a través del aire (tuberculosis, bronquitis, pulmonía, gripe) o del agua. Además de la mortalidad general, había momentos de mortalidad catastrófica causada por epidemias, guerras y malas cosechas. La mortalidad infantil presentaba también valores elevados. Como resultado de las altas tasas de natalidad y de mortalidad, el CN era bajo, aunque las migraciones a América y la disminución progresiva de la mortalidad catastrófica ayudan al crecimiento .La transición demográfica: 1900-1975: El paso del ciclo demográfico antiguo al moderno tiene los mismos rasgos que en Europa pero con retraso, y su duración fue menor pero tuvo mayor intensidad. Esta etapa se caracteriza por la disminución suave de la natalidad, un brusco descenso de la mortalidad, y en consecuencia, un elevado CN. -La natalidad descendió de forma suave y discontinua, alternando periodos de mayor decrecimiento, con otros de recuperación. En los años 20 la prosperidad económica permitió una recuperación de la natalidad. / Entre 1930 y 1956 se reanudó el descenso debido a la crisis económica de 1929, la II República y la G.Civil, con ello se llegan a valores de subnatalidad, en los que tiene mucho que ver las dificultades económicas de la posguerra, la autarquía, y el bloqueo internacional. La política pronatalista de Franco no fue suficiente para compensar esta tendencia. Entre 1956 y 1965 se da una recuperación de la natalidad, lo que algunos interpretan como “baby boom” gracias al desbloqueo internacional y el fin de la autarquía.


Entre 1965 y 1975 se culmina el éxodo rural, y los graves problemas de vivienda trajeron consigo una reducción del tamaño de las familias. –La mortalidad general descendió notablemente y de forma constante, exceptuando mortalidades catastróficas como la gripe ’18 o la G.Civil. Las causas de este descenso las encontramos en: Los avances médicos y sanitarios como las vacunas y la comercialización de los antibióticos, la generalización de los nacimientos en hospitales (-m.i.), la extensión de la sanidad y las mejoras higiénicas. / El aumento del nivel de vida se manifestó en la mejora de la dieta: se superaron la malnutrición y la escasez de la posguerra. / El incremento del nivel educativo y cultural llevó a intensificar la prevención y a abandonar costumbres tradicionales nocivas para la salud. –La mortalidad infantil también disminuyó durante esta etapa, sobre todo la postneonatal causada por infecciones y desnutrición, gracias a los progresos de la pediatría, alimentación y cuidado materno. –Como consecuencia, el crecimiento natural de la transición fue alto. (Especialmente entre 1920-70)El régimen demográfico actual: a partir de 1975: Se caracteriza por bajas tasas de natalidad y mortalidad, y por un escaso crecimiento natural. –El hundimiento actual de la natalidad. La tasa de natalidad y fecundidad son muy bajas, desde entonces la natalidad ha visto una recuperación poco significativa debida a la inmigración, pues seguimos manteniendo un comportamiento malthusiano (de control de la natalidad). Sus causas han sido esencialmente los cambios económicos-sociales: La situación económica que siguió a la crisis de ’75 hizo reducir los nacimientos, el retraso de la edad de matrimonio ante la dificultad de encontrar trabajo y vivienda. / El cambio de la mentalidad se refleja en la disminución de la influencia religiosa, la despenalización y difusión de los anticonceptivos y el aborto, la creciente incorporación de la mujer al trabajo… / El aumento de nivel de vida y del nivel cultural ha cambiado la valoración de los hijos, se ha empezado a apreciar su formación y bienestar por lo que se prefiere tener menos hijos y atenderlos mejor. La mortalidad se mantiene en cifras bajas, aunque se experimenta un ligero ascenso debido al envejecimiento de la población. Se muere más por cáncer y accidentes de carretera). La mortalidad infantil también baja gracias a los avances médicos.

los avances médicos.

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