La Revolución Industrial: Un Cambio Estructural Profundo
La Revolución Industrial, un cambio trascendental en la estructura socioeconómica, se originó en Gran Bretaña y se extendió por Europa y el resto del mundo. Este proceso transformador se fundamentó en cuatro pilares principales:
- Modernización demográfica.
- Revolución agraria.
- Revolución de la industria (textil y siderúrgica).
- Revolución del transporte, comercio y sistema bancario.
Revolución Demográfica
Antes de la Revolución Industrial, las tasas de natalidad y mortalidad eran elevadas, especialmente la mortalidad infantil, lo que resultaba en un crecimiento vegetativo muy lento. Con la Revolución Industrial, la mortalidad disminuyó gradualmente, mientras que la alta tasa de natalidad se mantuvo. Este cambio condujo a un crecimiento vegetativo significativo, marcando el inicio de la Revolución Demográfica.
La disminución de la edad para contraer matrimonio y el aumento de la edad fértil de la mujer contribuyeron al crecimiento poblacional. La reducción de la mortalidad se debió a avances en la medicina, mejoras en el nivel de vida, la Revolución Agrícola, el aumento en la producción de carbón (que proporcionó hogares más cálidos), una mayor higiene personal (gracias a la producción de jabón) y el incremento en la producción de tejidos.
El aumento de la población generó una mayor demanda, que el proceso industrial se encargó de satisfacer. Se proporcionó mano de obra tanto al sector primario (agricultura) como al secundario (industria), creando un mercado nacional. El proceso de urbanización se intensificó, con un crecimiento notable de las ciudades y la migración del campo a la ciudad. Las capitales experimentaron un crecimiento poblacional significativo, multiplicando su población entre 3 y 8 veces.
Las migraciones, intensificadas por el desarrollo del transporte, se dividieron en:
- Migraciones dentro de Europa: desde países subdesarrollados hacia zonas poco pobladas o muy desarrolladas.
- Emigración hacia el Nuevo Mundo: millones de europeos emigraron a América, principalmente desde Gran Bretaña, Irlanda y Alemania (1841-1880), y posteriormente desde España, Portugal, Rusia y los Imperios Austríaco-Húngaro y Ruso (a partir de 1885).
La emigración europea representó el mayor trasvase de población en la historia de la humanidad, con consecuencias demográficas y económicas significativas, como la ralentización de la expansión demográfica en Europa y el aumento de los salarios.
Revolución Agrícola
La Revolución Agrícola fue impulsada por cambios en la estructura de la propiedad y las explotaciones, así como por innovaciones tecnológicas. A finales del siglo XVII, la productividad en Inglaterra aumentó, permitiendo alimentar a más personas, crear un mercado nacional y liberar mano de obra para la industria.
El sistema dual, que combinaba cultivos agrícolas con plantas forrajeras, mejoró la fertilidad del suelo y la ganadería. Los enclosures (cercamientos) permitieron la reordenación y concentración de la propiedad agraria, aumentando la productividad. Los campesinos y jornaleros fueron los más perjudicados, viéndose obligados a abandonar el campo, lo que liberó mano de obra para las ciudades. Los terratenientes ingleses, con capital y formación, lideraron este proceso, especializando la agricultura hacia el comercio.
El progreso técnico incluyó técnicas como el sistema Norfolk, el drenaje del suelo, el abonado, la supresión del barbecho y la creación de prados artificiales. Holkam perfeccionó el arado e introdujo el arrendamiento. Las consecuencias de la Revolución Agrícola fueron:
- Aumento de la productividad agrícola.
- Atracción de capitales por parte de los comerciantes.
- Aumento del 90% de la productividad del trabajo agrícola entre 1700 y 1800.
- Disminución progresiva de la población empleada en el campo.
- Formación de grandes centros urbanos gracias a la mayor producción de alimentos.
- Desarrollo de industrias como la textil, siderúrgica y de porcelana.
Revolución de los Transportes
Los transportes tradicionales eran lentos, caros y peligrosos, lo que limitaba el crecimiento económico. Los transportes fluviales eran el medio más barato y eficaz hasta la llegada del ferrocarril. Las carreteras eran caras, inseguras y limitadas en volumen y peso transportado.
El ferrocarril, impulsado por la aplicación de la máquina de vapor sobre raíles (inventada por Stephenson), se convirtió en el medio de transporte estrella por su rapidez, bajo coste, fiabilidad y capacidad para transportar grandes volúmenes de mercancías. Su desarrollo en la década de 1830, con la primera línea Liverpool-Manchester, impulsó el desarrollo económico y se convirtió en la espina dorsal del transporte interior. La construcción del ferrocarril también impulsó la siderurgia y la minería del carbón.
La navegación también se benefició de la máquina de vapor, lo que llevó al desarrollo de flotas mercantes y al acercamiento entre el Viejo y el Nuevo Mundo. Se desarrollaron grandes compañías marítimas y nuevas formas de organización capitalista.
Tecnologías e Innovaciones Industriales
Industria del Algodón
El uso de la energía del vapor en la industria del algodón revolucionó el proceso de producción, reduciendo costes y aumentando la producción. La primera fábrica de hilo mecanizada se estableció en Inglaterra en 1785. Inventos como la máquina de hilar y el telar mecánico permitieron la mecanización. El algodón se convirtió en la principal fibra textil por su fácil mecanización y bajo precio.
Industria Siderúrgica
El uso del carbón en altos hornos, transformado por Darby, impulsó esta industria. Cort desarrolló la técnica de pudelación, que descarbonizaba el hierro laminándolo.
Industria Minera
La minería se centró en la obtención selectiva de minerales y otros materiales de la corteza terrestre.
El Sistema Bancario
El desarrollo de la Revolución Industrial requería un sistema financiero sólido. En Inglaterra, se desarrolló el Banco de Inglaterra (Banco Central), junto con numerosos bancos locales y prestamistas empresarios. Esta abundancia de capitales, con intereses reducidos, fue fundamental para el proceso de la Revolución Industrial.