La Crisis Energética y su Impacto Económico Global
La crisis energética fue un factor determinante en el crecimiento económico de los años cincuenta y sesenta, debido a la favorable relación de intercambio para los países industrializados. Tras la subida de precios durante la guerra de Corea (1950-1951), los costes de energía, alimentos y materias primas se mantuvieron bajos en relación con los productos industriales hasta los años setenta.
Incluso a finales de los setenta, cuando la presión sobre alimentos, materias primas y energía era evidente, el precio promedio era menor que en los años cincuenta, mientras que los precios de las manufacturas habían subido ligeramente. Esto mejoró significativamente la relación de intercambio de la Europa industrial, beneficiando las rentas reales y el crecimiento.
Desarrollo de Sectores Intensivos en Energía
La oferta y el precio favorables de la energía y las materias primas impulsaron el desarrollo de sectores intensivos en energía, como la masiva adopción de automóviles, bienes de consumo duradero y productos químicos. También se intensificó el uso del petróleo como combustible y fuente de calor en industrias y hogares.
Esta tendencia, aunque lógica dada la baratura y abundancia de los suministros energéticos, hizo al mundo industrial vulnerable a distorsiones repentinas en los suministros y precios, como las ocurridas en 1973-1974.
La OPEP y el Aumento de los Precios del Petróleo
La concentración de la oferta de petróleo permitió a la OPEP tomar acuerdos de reducción de producción y aumento de precios a finales de 1973, como represalia por la guerra árabe-israelí del Yom Kippur. Esto provocó un rápido crecimiento de los precios: entre 1972 y 1974, el precio del petróleo aumentó un 300%.
En conjunto, entre 1973 y 1981, el petróleo multiplicó por doce su precio. Este aumento tuvo un efecto adverso en los países industriales, acostumbrados a precios estables o decrecientes.
Impacto en la Relación Real de Intercambio
Los precios de los bienes manufacturados reaccionaron más lentamente al aumento de los precios del petróleo, lo que empeoró la relación real de intercambio de los países industriales avanzados. La explosión general de los precios fue motivada por la prosperidad sincronizada de los países industriales y las deficiencias en la oferta de algunas mercancías, sobre un fondo de presiones inflacionistas acumuladas.
La crisis del petróleo de 1973 y la delicada naturaleza de las fuentes de suministro causaron estragos en el mundo industrial. Aunque no fue la causa inmediata del aumento inicial de los precios ni el único factor de la recesión económica, agravó ambas tendencias y tuvo consecuencias inflacionistas y deflacionistas.
Consecuencias Deflacionistas e Inflacionistas
El aumento de los precios del petróleo presionó directamente sobre los costes, intensificando la inflación y reduciendo los márgenes de beneficio industrial. Además, tuvo dos importantes consecuencias deflacionistas:
- Bloqueó el crecimiento de los sectores intensivos en energía.
- Transfirió poder adquisitivo a los países de la OPEP, que tardaron en reciclarlo debido a su baja capacidad para absorber importaciones industriales.
Déficit en la Balanza de Pagos
Los efectos en las rentas reales se reflejaron en grandes déficit de la balanza de pagos en los países importadores de petróleo, mientras que los productores acumulaban superávit por cuenta corriente. Estos superávit alcanzaron un máximo de sesenta mil millones de dólares en 1974, descendiendo a la mitad entre 1975 y 1977.
En la segunda mitad de 1978, una nueva ola de aumentos del precio del petróleo y dificultades de suministro amenazó con reiniciar el proceso. Sin embargo, las presiones eran menores que en 1973.
Impacto en los Países de la OCDE
Los países de la OCDE, en conjunto, pasaron del superávit al déficit en su contabilidad exterior entre 1973 y 1974, manteniéndose en déficit durante los tres años siguientes. El impacto varió mucho entre países.
- Gran Bretaña, Italia y Francia fueron muy afectados y tomaron medidas deflacionistas para reducir sus déficit exteriores y estabilizar sus tipos de cambio.
- Alemania, Estados Unidos y Japón absorbieron los déficits del petróleo gracias a un aumento de las exportaciones, particularmente a los países de la OPEP.
Estos tres países acumularon superávit en su cuenta corriente, aunque estos desaparecieron hacia finales de la década debido a los aumentos adicionales del precio del petróleo y al debilitamiento del dólar.
Costos de las Crisis del Petróleo
Se estima que la primera crisis de 1973 supuso para los países de la OCDE un incremento del coste del petróleo importado de 75.000 millones de dólares, un 2’5% de sus PIB de 1973. La segunda crisis de 1979 añadió un incremento de 160.000 millones, un 2’75% de los PIB de 1978.