El siguiente gráfico de barras nos muestra la superficie de espacios naturales protegidos en España por comunidades autónomas en porcentajes con respecto al total de cada comunidad y de España y su evolución entre 1990 y 2005. La fuente que proporciona los datos del perfil es el MARM. En el gráfico podemos observar como la superficie protegida se ha incrementado en España de forma muy significativa en la última década, tanto en el conjunto del Estado como en cada una de las Comunidades Autónomas.La red española de espacios protegidos es hoy una de las más amplias y completas de Europa. Todo ello muestra que existe una mayor sensibilización sobre el valor de estos espacios por parte de los ciudadanos y de las diferentes administraciones.
Las estrategias de conservación han seguido una evolución diferente en cada Comunidad Autónoma, hecho que se refleja en la superficie protegida con respecto al total. Canarias, Asturias y Andalucía encabezan el listado, mientras que los incrementos relativos más significativos se han producido durante la última década en La Rioja, Castilla y León, Extremadura, Galicia, Asturias, Aragón y Navarra.
Las políticas de la UE también han ejercido un importante papel dinamizador al tiempo que han favorecido la creación de redes para conservar el patrimonio natural y la biodiversidad. Estas redes benefician los intercambios para gestionar mejor los espacios protegidos y fomentan la sensibilización de la sociedad hacia la protección y conservación. Los espacios protegidos hay que gestionarlos y en este aspecto todavía nuestro territorio presenta problemas en dicha gestión, salvo en la de los Parques Nacionales.
En los últimos años se han producido numerosos conflictos en las áreas protegidas. Algunas de las razones que los han motivado se deben a la convergencia de intereses contrapuestos sobre una misma zona, la percepción, por parte de algunos de que la protección es una limitación para el desarrollo económico o la falta de sensibilización sobre la importancia de la conservación. Ello es especialmente significativo en los litorales turísticos, donde el desarrollo urbano ha alterado ecosistemas costeros protegidos o en zonas de montañas, cuyas condiciones ecológicas se han modificado tras implantar estaciones de esquí y residencias secundarias. Algunos de estos conflictos se han acentuado en áreas rurales cuando se han limitado actividades como la caza o el pastoreo o se han instalado grandes infraestructuras. Necesitamos aprender a convivir con los espacios protegidos, porque además de su valor son una oportunidad para el desarrollo y un componente esencial de nuestra calidad de vida.
En la actualidad la Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad regula y establece las normas de conservación, uso sostenible, mejora y restauración de nuestros ecosistemas naturales y establece que tendrán consideración de espacios naturales protegidos todos aquellos espacios, incluidas las aguas continentales y marítimas de jurisdicción nacional, que contengan sistemas o elementos naturales dignos de conservar (por ser singulares, estar amenazados o ser de especial interés ecológico , científico, paisajístico o educativo); también se declaran como tales aquellos que estén dedicados al mantenimiento y protección de la diversidad natural.
Los Parques son áreas naturales poco transformadas por la ocupación o actividad humana, que, en función de la belleza de sus paisajes, la representación de sus ecosistemas o la singularidad de su fauna, flora o formaciones geológicas ofrecen unos valores que hay que conservar. Se distinguen dos tipos:
Los Parques Nacionales son espacios naturales de alto valor ecológico y cultural, cuya conservación es de interés general para la nación.
Los Parques Naturales suelen ser de dimensiones más reducidas y relacionados con el mundo rural, ya que se mantiene una explotación de los recursos primarios, culturales y de ocio. La gestión corresponde a la Comunidad Autónoma donde se encuentra.
Las Áreas Marinas Protegidas son espacios naturales del medio marino que por su rareza, fragilidad, importancia o singularidad de sus ecosistemas, comunidad biológica o geológica, hay que proteger. En ellas se limita la explotación de los recursos naturales.
Las Reservas Naturales son espacios naturales valorados por su rareza, fragilidad, singularidad o importancia de sus ecosistemas o comunidades biológicas. La explotación de recursos queda limitada a aquellas actividades que sean compatibles con la conservación de los valores a proteger.
Los Monumentos Naturales son espacios o elementos de la naturaleza que contienen formaciones singulares que merecen una especial protección.
Los Paisajes Protegidos son lugares concretos con un alto valor estético y cultural.
La Ley incluye también otras figuras de protección de espacios, áreas protegidas por instrumentos internacionales, entre los que se encuentran las ZEPIM,los Geoparques y las Reservas de la Biosfera, ambos declarados por la UNESCO, y los Humedales de Importancia Internacional del Convenio Ramsar.
El conjunto de todos los espacios protegidos ocupa unos seis millones de hectáreas, más del 11,8 % de la superficie española, y 250.000 hectáreas marinas. Por Comunidades, Andalucía es la que cuenta con una mayor superficie protegida, seguida de Cataluña y de Castilla y León. Canarias es la Comunidad que proporcionalmente cuenta con más superficie protegida, un 42,6 % de su territorio.