Humedales: Extensiones de terreno cubiertas por aguas poco profundas de forma permanente o temporal, en verano baja su nivel o incluso llegan a secarse.
Laguna: Masa de agua dulce acumulada en zonas deprimidas de menor extensión y profundidad.
Charca: Pequeña acumulación de agua estancada.
Turbera: Área inundada donde la abundante vegetación muerta acumulada en el fondo, ante la falta de oxígeno, se va convirtiendo en carbón.
Marjal: Zona húmeda próxima al mar, baja y pantanosa, cubierta de vegetación casi en su totalidad.
Estuario: Desembocadura de un río que forma una amplia abertura, que resulta afectada por las corrientes de la marea, por lo que se mezclan el agua dulce y la salada.
Estero: Terreno pantanoso en el que abundan las plantas acuáticas, que suele llenarse de agua por la filtración de un río o laguna cercana.
Salinas: Terrenos encharcados salinos por la evaporación del agua salada.
Plantas halófilas: Un tipo de vegetación que crece de forma natural en suelos salinos y que guardan sorprendentes posibilidades gastronómicas.
Topografía: Ciencia que estudia el conjunto de principios y procedimientos que tienen por objeto la representación gráfica de la Tierra, con sus formas y detalles; tanto naturales como artificiales.
Textura: Tamaño de las partículas en la permeabilidad y en las retenciones de agua y de nutrientes.
Permeabilidad: Capacidad de permitir la filtración del agua.
Acidez o basicidad: Dada por el potencial de hidrógeno o concentración de iones de hidrógeno.
La roca madre: Sustrato mineral a partir del cual se forma el suelo.
Caudal: Cantidad de agua que pasa en un segundo por un punto del río.
Xerófila: Vegetación adaptada a la aridez en España, es propia del clima mediterráneo, sobre todo del semidesértico o estepario.
Escorrentía: Agua de lluvia que discurre por la superficie de un terreno.
Divisoria de aguas: Las líneas imaginarias que unen las crestas de las elevaciones de terreno por cuyas laderas escurre el agua hacia el cauce principal de salida de la propia cuenca.
Estiaje: Nivel más bajo o caudal mínimo que en ciertas épocas del año tienen las aguas de un río, estero, laguna, etcétera, por causa de la sequía.
Rambla: Avenida que bordea la costa de un lago, un río o el mar.
Suelo: La porción más superficial de la corteza terrestre.
Cuencas fluviales: Un territorio cuyas aguas fluyen todas hacia un mismo río, lago o mar.
Vertientes hidrográficas: Conjunto de cuencas hidrográficas cuyos ríos con sus afluentes desembocan en un mismo mar y, en ocasiones, en un mismo lago.
Crecida: Discurrir de los ríos o afluentes que supera lo habitual a consecuencia de lluvias o deshielos.
Irregularidad Interanual: Sirve para conocer la variabilidad del caudal a lo largo del año.
Torrentes: Corriente o avenida impetuosa de aguas que sobreviene en tiempos de muchas lluvias o de rápidos deshielos.
Lixiviación: Proceso de extraer una sustancia de un material sólido, después de haber estado en contacto con un líquido.
Perfil del Suelo: Sección o corte vertical que describen y analizan los edafólogos con vistas a describirlo y clasificarlo.
Los Lagos
Los lagos son masas naturales de agua acumuladas en zonas deprimidas que alcanzan cierta profundidad y extensión.
En España presentan una tipología muy diversa:
Lagos endógenos: originados por fuerzas del interior de la Tierra:
Lagos tectónicos: Se forman en terrenos hundidos por la acción de pliegues o de fallas.
Lagos volcánicos: Se alojan en el cráter de un volcán apagado.
Lagos exógenos: originados por las fuerzas externas, como la acción del hielo, agua o viento.
Lagos glaciares: Se forman en cubetas excavadas por el hielo en el circo del glaciar o en el valle del glaciar.
Lagos cársticos: Se alojan en las cubetas creadas por la disolución de la caliza o del yeso.
Lagos endorreicos: Tipo más extendido. Se forman en zonas áridas o semiáridas donde las escasas aguas no tienen fuerza para llegar al mar y se acumulan en zonas deprimidas o llanas.
Lagos eólicos: Ocupan depresiones excavadas por la acción del viento sobre materiales blandos.
Influencia del Agua en el Medio Natural
El agua es un componente esencial de los seres vivos y necesario para su existencia y ejerce una considerable influencia en los elementos naturales:
En el relieve: El agua origina variadas formas de modelado a través de la meteorización y de la erosión, transporte y sedimentación de materiales.
En el clima: El agua superficial es un componente básico del ciclo del agua que, al evaporarse y elevarse sobre los océanos, se lleva el calor de la superficie terrestre y regula la temperatura de la atmósfera.
En la vegetación: El agua es un elemento imprescindible para la vida de las plantas.
En el suelo: El agua forma parte de sus componentes, al almacenarse en sus poros; y contribuye a la formación y características del suelo.
Factores de la Diversidad Edáfica
Los factores que condicionan la formación y la evolución del suelo son:
La roca madre: Sustrato mineral a partir del cual se forma el suelo. Influye en: color, textura, estructura y acidez.
El clima: Es el factor más influyente en la formación del suelo. Las temperaturas y precipitaciones influyen en sus procesos químicos y biológicos.
La topografía: En las zonas llanas se acumulan suelos gruesos, mientras que en las pendientes fuertes favorece la erosión y el deslizamiento del suelo.
Seres vivos: Las plantas pueden acidificar el suelo o enriquecerlo. La Microflora formada por bacterias, descomponen la materia orgánica. Los animales: como las lombrices o insectos, lo remueven con sus movimientos. Y las personas lo destruyen y alteran, o lo mejoran con abonos y repoblaciones adecuadas.
El tiempo: Dependiendo de su evolución se pueden clasificar en suelos jóvenes o incipientes y suelos evolucionados.
Suelos Zonales
Suelos de clima oceánico: Son bastante evolucionados, ricos en materia orgánica y ácidos.
Sobre roquedo silíceo: La acidez del suelo se incrementa.
La tierra parda húmeda: Es el tipo dominante.
Ranker: Se sitúa en las zonas más altas o pendientes.
Sobre roquedo calizo: La acidez del suelo es menor.
La tierra parda caliza: Es el tipo dominante. Da excelentes rendimientos en cultivos.
La tierra fusca: Aparece sobre calizas duras y en zonas montañosas. Principal dedicación: forestal.
Suelos de clima mediterráneo: Se encuentran muy alterados por la erosión y la acción humana.
En las rocas silíceas: El tipo principal es la tierra parda meridional, un suelo pobre por su acidez.
En las rocas calizas dominantes en esta área climática, los suelos tienen un horizonte arcilloso resultante de la lenta disolución de la caliza.
El suelo rojo mediterráneo: Rico en nutrientes, es excelente para todo tipo de cultivos.
La terra rossa: Sobre calizas duras, tiene el horizonte arcilloso, reposando directamente sobre la roca madre.
En las arcillas y margas surge el vertisuelo o tierra negra, formado por arcillas expansivas, que se contraen cuando se secan y se hinchan cuando se humedecen.
En áreas mediterráneas de clima estepario: Como el valle medio del Ebro, predomina el suelo gris subdesértico.
Suelos Azonales e Intrazonales
Se encuentran en cualquier área climática, al depender de factores distintos del clima, como el roquedo, la topografía, el drenaje del terreno, o el tiempo.
Los suelos azonales no tienen un perfil bien definido, por ser demasiado jóvenes; por situarse sobre fuertes pendientes.
Los suelos intrazonales: Tienen un perfil bien definido. Sobre calizas próximas a la superficie con abundante contenido en carbonato cálcico.
Se dan los pardos calizos, estos permiten por ejemplo cultivos leñosos. Los suelos aluviales se crean en las orillas fluviales. Los suelos encharcados de las zonas endorreicas son pobres en nutrientes. Los suelos arenosos, son áridos porque las precipitaciones se infiltran. Los suelos salinos son propios de marismas y zonas áridas, donde la elevada evaporación hace precipitar las sales contenidas en el agua. Y los suelos volcánicos son sobre todo basálticos o se desarrollan sobre cenizas.