Materias Primas y Minería
La industria transforma las materias primas en productos semielaborados o elaborados. Las materias primas se clasifican en:
- Orgánicas: Proceden de la agricultura, ganadería y actividad forestal.
- Minerales: Se extraen de yacimientos y se dividen en:
- Metálicos: Destinados a la industria mecánica.
- No metálicos: Destinados a la construcción e industria química.
- Rocas de cantera: Empleadas en la construcción.
La minería enfrenta problemas económicos y sociales, como el agotamiento de filones, baja calidad y dificultad de extracción. La crisis se afronta con la reconversión (cierre de minas) y el aumento de la competitividad.
Fuentes de Energía
España tiene desequilibrio y dependencia energética. El consumo energético ha aumentado desde la industrialización. Las principales fuentes de energía son:
- Carbón: Formado por descomposición de restos vegetales. Su producción ha descendido por agotamiento de yacimientos, disminución de la demanda y costes de explotación.
- Petróleo: Mezcla de hidrocarburos. España no es autosuficiente y depende de importaciones.
- Gas natural: Producción insignificante, localizada en Huelva.
- Energía nuclear: Se utiliza la fisión nuclear con uranio importado.
- Energía hidráulica: El agua embalsada mueve turbinas para generar electricidad.
- Nuevas energías renovables: Proceden de recursos inagotables, como la biomasa, eólica, solar, geotérmica y mareomotriz.
Producción y Consumo de Electricidad
La producción de electricidad se realiza en centrales térmicas, nucleares, hidroeléctricas, eólicas y fotovoltaicas. El consumo se destina principalmente a mover motores. Los problemas son la dependencia externa, la reducción de la competitividad y el impacto ambiental. Se busca reducir el gasto energético y el impacto ambiental.
La Industria Española (1855-1975)
Hasta 1975, la industria española se caracterizó por:
- Escasa dotación de materias primas y energía.
- Inversión insuficiente.
- Demanda limitada.
- Atraso tecnológico.
- Situación exterior desfavorable.
- Política industrial inadecuada.
A pesar de las limitaciones, hubo periodos de crecimiento, como durante la segunda mitad del siglo XIX y la época franquista. La Revolución Industrial potenció sectores como el siderometalúrgico y el textil. Durante el franquismo, la industria se diversificó, con el impulso del Estado a sectores como los bienes de equipo y de consumo.
La industria española presentaba un atraso tecnológico, dependencia externa (tecnológica, financiera y energética) y un sistema de producción diverso, con fábricas tradicionales y grandes empresas con sistemas fordistas.
Crisis y Reestructuración Industrial
A partir de 1975, la industria española entró en crisis debido a factores externos e internos:
- Externos: Encarecimiento de la energía, Tercera Revolución Industrial, nuevas exigencias de la demanda y globalización de la economía.
- Internos: Debilidades de la industria española, coyuntura histórica (muerte de Franco y transición) y diferencias sectoriales.
La crisis provocó el cierre de empresas, la caída de la producción y el aumento del paro. La reestructuración industrial se abordó con la reconversión industrial (ajustes en sectores en crisis) y la reindustrialización (creación de nuevas industrias en zonas afectadas).
La Industria Española en la Actualidad
La industria española se ha recuperado gracias a la incorporación a la Unión Europea y la adopción de los cambios de la Tercera Revolución Industrial. La integración europea supuso nuevos retos (competitividad, normativa) y ventajas (mercado ampliado, eliminación de aranceles).
La Tercera Revolución Industrial trajo avances científicos y tecnológicos, favoreciendo la descentralización y flexibilización de la producción. La industria actual se caracteriza por:
- Peso de sectores industriales maduros (siderurgia, construcción naval).
- Reorganización de la producción (electrodomésticos).
- Dinamismo en el sector del automóvil.
- Importancia del sector químico (petroquímica y química de transformación).
- Localización en áreas metropolitanas y ciudades, con baja densidad edificatoria y centros de servicios.
Áreas Industriales Actuales
En España persisten desequilibrios territoriales en la distribución de la industria. Las principales áreas industriales son:
- Espacios centrales metropolitanos: Madrid y Barcelona, con reconversión de sectores.
- Zonas con implantaciones industriales: Impulsadas por tendencias difusoras o industrialización endógena.
- Coronas metropolitanas: Áreas en declive y reconversión, pero también receptoras de nuevas industrias.
- Franjas periurbanas: Atractivas para relocalizar industrias.
A nivel nacional, destacan los ejes del Valle del Ebro y del Mediterráneo. A nivel regional y comarcal, se han desarrollado ejes como la red en torno a Madrid.