Posición y Peso en el Mundo
España es un país perteneciente al mundo desarrollado con un nivel de bienestar social, riqueza económica, consumo de mercancías y deterioro ambiental muy superior a la media mundial. Tiene un peso demográfico medio, cercano a los 50 millones de personas, por lo que está cercano al puesto nº 30 de los países más poblados del mundo. Además, mantiene importantes contactos estrechos con numerosos países gracias al turismo (2ª receptora mundial) y a la elevada inmigración. Tras décadas de ser país de emigrantes, en los últimos 15 años ha recibido una de las mayores tasas de inmigración del mundo, aunque a partir de 2008, con el inicio de la crisis económica, muchos inmigrantes han retornado a sus países de origen. También tiene una notable difusión cultural hacia el exterior. Más de 400 millones de personas hablan español y desde organismos como el Instituto Cervantes, se difunde aún más su cultura. En el IDH, España ocupaba, a partir de datos de 2011, el puesto nº 23 del mundo. La esperanza de vida nos sitúa en el lugar 13 del mundo y en el 1º de Europa (81,4 años en 2011), según el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas.
Situación Económica de España
España se encuentra entre las 10 potencias con mayor PIB total y en el lugar 28 en PIB per cápita. Hay importantes empresas multinacionales y un esfuerzo de internacionalización de otras españolas. Hay un incremento del comercio exterior, aunque manteniéndose una crónica balanza deficitaria. Tanto por el nivel de inversiones extranjeras y hacia el extranjero como por su intenso comercio exterior está plenamente integrada en los flujos económicos mundiales.
Participación Institucional
España está presente en organizaciones económicas, como la FAO (agricultura y alimentación), el FMI, la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económico), en organizaciones de contenido social, la OIT, la OMS, de tipo cultural, como la UNESCO, militares, como la OTAN, y políticas, como la ONU y la UE. Es muy importante su incorporación a la UE en 1986.
Líneas Geopolíticas
El alineamiento de España junto a la UE y los Estados Unidos le ha obligado a pasar a un segundo plano las posiciones que por geografía y por historia podía jugar con América Latina, África y el llamado mundo árabe. La ayuda al desarrollo de los países empobrecidos, que fue importante entre 2004 y 2008, en la actualidad no se acerca al 0,7% del PIB, debido a los recortes para aminorar el déficit público. Iniciativas como la Alianza de las Civilizaciones, promovida por el ejecutivo español (Zapatero) y turco, y que en la actualidad parece estar muy infravalorada o inutilizada, y otras en temas internacionales sobre medio ambiente o de políticas de igualdad en la UE, tienen su contrapeso en el endurecimiento de las medidas europeas anti-inmigración o el hecho de ser el sexto país exportador de armas. Por último, las aventuras militares externas ligadas al liderato de los Estados Unidos han sufrido valoraciones y controversias muy diversas: Irak, Afganistán, Líbano, Haití, Libia, el envío de 60 militares especialistas a la República Centroafricana, misiones de vigilancia al Océano Índico, etc.
Globalización: Impacto en España
La globalización es el proceso por el cual hay cada vez mayor interdependencia entre las distintas regiones mundiales, afectando así a la economía, política, etc. Podemos diferenciar siete causas que favorecieron el proceso de globalización, que tiene un impacto muy directo en nuestro país, como uno de los países más abiertos del mundo:
- La mejora de los medios de transporte, ya sea autopistas, transporte aéreo, tren de alta velocidad (AVE), etc.
- La generalización del capitalismo, tras haber caído el bloque soviético, y mundialización de los factores productivos, sobre todo capital y trabajo.
- El progreso de las telecomunicaciones que ha facilitado una comunicación instantánea donde los habitantes del mundo son receptores pero también producen contenido. Podemos identificar el mundo como una aldea global.
- El avance de la ideología neoliberal. La mayoría de los estados, apoyados por ciertos organismos de cooperación promueven el libre comercio.
- El peso creciente de las empresas multinacionales, que son empresas que buscan maximizar sus beneficios siguiendo una estratégica global, y en algunas ocasiones promueven verdaderas situaciones de monopolio y oligopolio de determinadas actividades económicas.
- Las organizaciones internacionales, como OMC y FMI, favorecen la liberalización del comercio, la libre circulación de capitales, etc. La ampliación del G-8 al G-20 apunta en esa línea.
- En la globalización económica se tiene en cuenta la interdependencia en la producción, el intercambio y el consumo de bienes. La producción se organiza desde la división de fabricación a nivel mundial para aprovechar ventajas competitivas. Los países desarrollados sufren la deslocalización. Por otra parte, el intercambio de capitales, mercancías, servicios e información también es global y se ve favorecido por bajos aranceles y mejor transporte. El consumo se uniformiza gracias a gustos que se proyectan a través de la publicidad, los medios de comunicación, etc.
La globalización política se acelera desde el fin de la Guerra Fría (1990) al quedar EEUU como única superpotencia. Tanto Europa como Japón han perdido terreno ante la influencia de potencias emergentes como Brasil, India y China.
La globalización social, cultural y medioambiental ha creado una impresión de pertenencia común favorecida por Internet. Las migraciones son mundiales y se dirigen a los países desarrollados. La creación cultural se concreta y su influencia se extiende por el mundo.
Uno de los aspectos donde hay una conciencia mundial es la necesidad de proteger al planeta ante el impacto medioambiental de determinadas acciones. El Acuerdo de Kyoto, lucha contra el cambio climático, es un ejemplo de actuación concertada para solucionar el problema.
Las consecuencias de la globalización son positivas y negativas. En el terreno económico el comercio es más abierto y los consumidores disponen de mejores bienes aunque la competitividad ha perjudicado a empresas nacionales y PYMES. En el ámbito político se ha fortalecido la democracia, las libertades y los derechos sociales pero la globalización ha favorecido cierta inestabilidad política en los países menos desarrollados. En lo social podemos apreciar como ha mejorado el nivel de vida pero ha aumentado la precariedad laboral y no ha reducido las diferencias sociales y regionales. Las culturas minoritarias han sufrido un repliegue ante la posición dominante de la cultura occidental. En el terreno medioambiental podemos destacar que el reconocimiento de problemas no siempre ha traído decisiones globales para combatirlas y siguen primando muchas veces los intereses particulares y de cada uno de los países.
Los efectos negativos son el origen de movimientos antiglobalización. Los argumentos son la falta de control democrático, el beneficio casi exclusivo de ricos y poderosos, etc. La lucha es planteada por estos movimientos de forma diferente, desde la crítica sectorial de algunas ONGs a la global, incluso violenta, de otras organizaciones.
Al final, obtenemos que las desigualdades territoriales siguen siendo similares a las que había hace veinte años, cuando la independencia era menor. Los países desarrollados se sitúan en la zona templada, destacando por el alto nivel de vida (IDH) y renta per cápita, además de por estar en la vanguardia tecnológica y científica. Como aspecto desfavorable destacamos el envejecimiento de la población, que se debe a un crecimiento natural reducido, apenas mitigado por la inmigración. Son sociedades cultas y políticamente estables, con regímenes democráticos.
Los países subdesarrollados se sitúan en América Latina, Asia y África, coincidiendo ambas en la baja tasa de urbanización, la existencia de un fuerte crecimiento natural y gran desigualdad entre las clases sociales. Los servicios públicos no son accesibles a toda la población y sufren problemas de seguridad. Sus sistemas políticos se caracterizan por su inestabilidad.
La relación entre los países desarrollados y los subdesarrollados se basa en la desigualdad. En el caso de los desarrollados se concentra la producción de mayor rango tecnológico y desplaza a la periferia (subdesarrollados) las más intensivas en trabajo y que exigen mano de obra poco cualificada. Este modelo sufre hoy cambios. Los países periféricos ganan peso en el desarrollo tecnológico y exportan capital. En todo caso sigue siendo desigual la relación pues la periférica basa los intercambios en las manufacturas más básicas, materias primas y productos semielaborados.
Canarias: Autonomía y Organización Territorial
Canarias se divide en dos provincias: Las Palmas (provincia oriental), con tres islas: Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria, más un grupo de islote denominado Archipiélago Chinijo, más Lobo y la respectiva capitales de cada una de las islas: Arrecife, Puerto del Rosario y Las Palmas de Gran Canaria; y la provincia de Santa Cruz de Tenerife (provincia occidental) con cuatro islas: Tenerife, La Gomera, La Palma y el Hierro con sus respectivas capitales: Santa Cruz de Tenerife, San Sebastián de la Gomera, Santa Cruz de la Palma y Valverde.
Canarias accedió a la autonomía por la vía del artículo 143 que entra en vigor en 1982 y se modificó en 1996 para ampliar las competencias y asumir otras hasta entonces compartirlas con el Estado, adquiriendo el archipiélago un elevado nivel de autogobierno. Este Estatuto establece la capitalidad compartida que se alternan entre ambas capitales provinciales: Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria.
Asimismo el Estatuto recoge el funcionamiento de las instituciones, las competencias asumidas y organiza la organización territorial. La organización institucional está integrada en primer lugar, por el Parlamento autonómico que representa al pueblo Canario y está formado por diputados elegidos por Sufragio Universal cada cuatro años. Los diputados son 60, 30 por cada provincia y por isla son los siguientes: 15 por Gran Canaria y por Tenerife, 8 por Lanzarote y La Palma, 7 por Fuerteventura, 4 por la Gomera y 3 por el Hierro. Se encarga de elaborar las leyes de la Comunidad, aprueban el presupuesto autonómico, controlan al gobierno canario y nombran a sus presidentes.
El Gobierno de Canarias está constituido por el Presidente y sus Consejeros. El primero es la máxima representación de la Comunidad, y nombra y coordina a los consejeros. Estas dirigen consejerías encargadas de las distintas ramas de la administración de la autonomía.
Por último, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias es la más alta instancia judicial de la Comunidad.
Entre las competencias están las políticas (autogobierno); económicas (aguas y aprovechamiento hidráulico, agricultura, ganadería, etc.) organismos y ordenación del territorio.
Por otro lado, la administración territorial de Canarias se organiza entre las 7 islas, y cada una de ellas cuenta con un Cabildo Insular y con ayuntamientos: el Cabildo Insular es un organismo encargado del gobierno, la administración y la representación de cada isla y se compone de un Consejo de Gobierno y de un pleno. Del Consejo de Gobierno está integrado por el presidente, generalmente el primero de la lista más votada, cuya función es dirigir el gobierno y la administración de la isla correspondiente. El pleno, está formado por consejeros elegidos por la ciudadanía canaria de cada isla entre los diversos partidos y su función es aprobar su presupuesto y los planes insulares.
Los ayuntamientos, además de ser competencia propia, pueden ejercer otros delegados por la CCAA. En canarias hay 88 municipios: 21 en Gran Canaria, 7 en Lanzarote. 6 en Fuerteventura, 33 en Tenerife, 12 en la Palma, 3 en el Hierro y 6 en la Gomera.
En cuanto a la ordenación del territorio debe hacerse mención especial a la existencia de fuertes contrastes entre las dos islas capitalinas y el resto, puesto que las primeras se encuentran más avanzadas en la actividad económica y los servicios, y poseen una mayor población. Además hay contrastes entre los espacios dinámicos costeros basados en el turismo y espacios de regresión, de predominio rural (como del interior). Para solucionar estos problemas de ordenación del territorio, se adoptan medidas que se reflejan en las Directrices de Ordenación del Territorio.
ación del Territorio.