1. Desarrollo Industrial en España
1.1. El Desarrollismo (1967-1973)
El desarrollo industrial en España durante el desarrollismo se caracterizó por una mayor cualificación y organización de los trabajadores, mayores impuestos y una mayor saturación del tránsito por carretera. Las localizaciones industriales tradicionales en Bilbao se concentraban en Baracaldo, Rekalde, Bolueta, Sestao y Lamiaco, donde el suelo era escaso y caro. Nuevas localizaciones industriales surgieron en Galdácano, Vitoria (polígono industrial de Gamarra), Mondragón y Oñate (zona tradicional del Alto Deba). En el sur de Madrid, la zona industrial tradicional (Parla, Pinto y Valdemoro) experimentó una relocalización a nuevos municipios para abaratar costes de transporte y producción. Burgos aplicó una política urbanizable e industrial similar a la de Vitoria. Este período supuso una modificación con respecto al desarrollismo de la España de los años 50. El triángulo de desarrollo industrial imaginario se conformaba por Barcelona, Bilbao y Madrid, mientras que un desarrollo imaginario incluía a Alicante, Barcelona, Bilbao, Madrid, Valencia y Zaragoza.
1.2. Crisis y Reestructuración (1975-1985)
La crisis industrial de los años 70 y 80, desencadenada en parte por la crisis del petróleo, afectó a sectores como la siderurgia, la construcción naval, el sector textil y el calzado. La especialización agudizó la crisis. La competencia de los nuevos países industriales del Sudeste Asiático (Hong Kong, Singapur y Taiwán), con su especialización tecnológica, fue un factor determinante. Bangladesh, China, India, Indonesia y Bangladés emergieron como nuevas potencias con mano de obra barata y productiva. El crecimiento de la renta familiar disponible fue desigual y limitado, debido principalmente al paro y la deslocalización industrial.
1.3. Crecimiento y Crisis (1985-1998)
El período 1985-1998 se caracterizó por la alternancia de crecimiento y crisis, inherentes al sistema capitalista. A pesar de una breve crisis industrial entre 1993 y 1994, compensada por el sector servicios, este período fue el más dinámico en el desarrollo socioeconómico de España. La entrada de España en la Comunidad Económica Europea (1986), y posteriormente en la Unión Europea, impulsó el desarrollo territorial y económico. El crecimiento económico en el mundo desarrollado entre 1985 y 1992 también tuvo un impacto positivo. Los fondos financieros de la Comunidad Económica Europea (1986) impulsaron el desarrollo económico de regiones más atrasadas como Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura.
2. Evolución de la Población en España
2.1. Definiciones
Principales nodos de concentración industrial: Barcelona, Madrid, País Vasco, Valencia y Zaragoza, consolidados durante el desarrollismo (1967-1973).
2.2. Evolución de la Población
La distribución de la población en España es irregular, con zonas urbanas densamente pobladas y zonas rurales con baja densidad. España pasó de ser un país emigrante en 1960 a un país inmigrante en la actualidad. El crecimiento de la población no ha sido uniforme, con períodos de estancamiento y crecimiento. Entre 1900 y 1940, el crecimiento intercensal fue alto debido a las altas tasas de natalidad y mortalidad. La década de 1940-1950 experimentó un descenso debido a la posguerra española. A finales de los 70, el descenso se debió a la crisis y reconversión industrial, especialmente en Asturias y el País Vasco. Tras dos décadas de escaso crecimiento, la población se recuperó. Actualmente, la población española es limitada en el contexto de la Unión Europea y la población mundial.
2.3. Movimientos Migratorios (1980-1985)
Este período se caracterizó por un escaso volumen de movimientos migratorios, mayoritariamente intraprovinciales, con un perfil de inmigrante variado y diversificación de origen y destino. Las zonas más atractivas fueron el archipiélago Balear y Canario, el eje del Ebro y el Mediterráneo. Se invirtieron las tendencias precedentes, con provincias receptoras convirtiéndose en emisoras (Barcelona, Guipúzcoa, Madrid y Vizcaya). Algunas provincias tuvieron saldo migratorio positivo (Badajoz, Córdoba, Granada) debido al retorno de jubilados. Otras provincias emisoras, a pesar del retorno de emigrantes, mantuvieron saldo negativo (Asturias, Ávila, Burgos, Ciudad Real, Jaén, Soria, Teruel y Zamora). La configuración de las Comunidades Autónomas tuvo efectos positivos en las capitales autonómicas. Aparecieron nuevas zonas receptoras: Almería, Málaga, Murcia, Santa Cruz de Tenerife y Sevilla.
2.4. Movimientos Migratorios (1996-2010)
La inmigración extranjera se convirtió en protagonista. Desde 1999, España participó en el proceso de globalización demográfica. Entre 1950 y 1970, España experimentó una expulsión de población. De 1996 a 2011, España fue receptora de población extranjera, principalmente del Magreb, Sudamérica y países del Este.
3. Sistema Urbano y Distribución Espacial
3.1. Sistema Urbano
El sistema urbano se basa en relaciones dinámicas (flujos materiales e inmateriales) y estáticas (localización, tamaño y función). Existe una jerarquía entre ciudades de mayor y menor tamaño, según su función económica, política y regional. Las ciudades más grandes desempeñan funciones más especializadas. Las regiones funcionales no coinciden con los límites administrativos. El sistema urbano español está integrado en el sistema urbano nacional y europeo. Un sistema urbano equilibrado presenta una coherencia entre el tamaño de las ciudades y las funciones desempeñadas.
3.2. Jerarquía Urbana e Interrelaciones Urbanas
El sistema urbano español presenta una estructura jerárquica. Las ciudades más grandes albergan las funciones más importantes. Sin embargo, la mejora de transportes, infraestructuras y recursos humanos ha permitido que ciudades intermedias desempeñen funciones antes exclusivas de las grandes ciudades. Se pueden diferenciar los siguientes tipos de ciudades:
- Metrópolis grandes o nacionales: Madrid y Barcelona.
- Metrópolis regionales de primer nivel: Valencia y Sevilla.
- Metrópolis regionales de segundo nivel: Málaga y Bilbao.
- Ciudades de tamaño mediano: Mayoría de capitales provinciales.
Existe una rivalidad entre Madrid y Barcelona por la atracción de inversiones e infraestructuras. Barcelona ejerce una influencia indiscutible en el ámbito mediterráneo (Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares). Madrid lidera la capitalidad económica, política y territorial.
3.3. Tipos de Subsistema Urbanos y Organización Regional
- Sistema monocéntrico primado: Una ciudad predomina. Cataluña, Madrid, Aragón, Baleares.
- Sistema monocéntrico jerarquizado: Una ciudad con primacía y ciudades en varios niveles jerárquicos. Comunidad Valenciana, Andalucía, País Vasco.
- Sistema policéntrico: Metrópolis en continua rivalidad. Asturiano-leonés, Galicia, Canarias.
4. Espacios Rural, Industrial y Terciario
4.1. Definiciones
Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER): Instrumento financiero de la Comisión Europea para el desarrollo económico de regiones deprimidas. Relocalización: Desplazamiento internacional de una estructura productiva, a veces vinculado a lo local. Deslocalización: Traslado de centros de trabajo a países con menores costes. Sector primario: Actividades relacionadas con la transformación de recursos naturales. Sector secundario: Transformación de materia prima en productos de consumo o bienes de equipo. Sector terciario o servicios: Actividades relacionadas con servicios materiales no productores de bienes. Terciarización: Transformación económica y social donde el sector terciario pasa a ser más numeroso que el secundario. Competitividad: Capacidad de obtener rentabilidad en el mercado. Profesiones liberales: Trabajadores que entablan relación mercantil directamente con el cliente.
4.2. Espacio Rural
La agricultura está sometida a las presiones del mercado y a factores naturales. Se distinguen cuatro zonas agrarias:
- Zona Atlántica: Ganadería y bosques.
- Zona Mediterránea fría o interior: Meseta y territorios aledaños.
- Zona Mediterránea cálida: Costa mediterránea y valles.
- Agricultura de montaña: Cordillera Cantábrica, Pirineos, etc.
Los regadíos generan gran riqueza económica. Se distinguen regadíos extensivos e intensivos, con diferentes tipos de cultivos.
4.3. Espacio Industrial
El proceso de industrialización en España se divide en varias etapas: ámbitos industriales pioneros (1875-1900), desarrollismo (1960-1975), crisis (1976-1984), crecimiento (1985-1990), crisis (1991-1994) y crecimiento (1995-2007). La estructura industrial actual mantiene estrechas relaciones con los servicios, la tecnología y la innovación. La producción estandarizada se ha relocalizado en países como China, Vietnam y Bangladesh. Los factores de localización industrial actuales incluyen mano de obra cualificada, infraestructuras, competitividad regional y calidad de vida.
4.4. Espacio Terciario
Los servicios se clasifican en: servicios para el consumidor final, servicios para la empresa y servicios públicos o de no mercado. Los servicios para la empresa son estratégicos para la competitividad. El proceso de terciarización económica, iniciado en los años 80, se aceleró en la década de los 90 con la globalización económica.
6. Relieve, Clima y Ríos
6.1. Definiciones
Noche tropical: Mínima no baja de 20°C. Régimen fluvial: Fluctuación estacional del caudal. Caudal absoluto: Cantidad de agua total. Caudal relativo: Relación entre caudal medio anual y kilómetros² de cuenca. Cuenca hidrográfica: Territorio regado por un río principal y sus afluentes. Divisoria de agua: Límite entre dos cuencas. Vertiente hidrográfica: Conjunto de cuencas que desembocan en un mismo mar. Trasvase: Obras hidráulicas para incrementar la disponibilidad de agua.
6.2. Relieve
La Península Ibérica se caracteriza por su forma compacta y maciza, altitud media alta y disposición periférica de varias cadenas montañosas. Las unidades morfoestructurales son: zócalo, cuencas sedimentarias y cordilleras de plegamiento. La litología influye en los tipos de relieve: silíceo, calizo y arcilloso.
6.3. Clima
España presenta diversos tipos de clima: oceánico, mediterráneo (costero, continental, de estepa y desértico), de montaña y de Canarias. El clima oceánico se caracteriza por precipitaciones abundantes y temperaturas suaves. El clima mediterráneo se caracteriza por precipitaciones escasas e irregulares, veranos secos e inviernos suaves. El clima de montaña se caracteriza por precipitaciones abundantes y temperaturas bajas. El clima de Canarias es subtropical, con temperaturas suaves y precipitaciones escasas.
6.4. Ríos
Los regímenes fluviales se clasifican en nivales (puro, nivopluvial y pluvionival) y pluviales (oceánico, mediterráneo y subtropical). Las vertientes hidrográficas son: Cantábrica, Atlántica y Mediterránea.