Castilla y León
Castilla y León se encuentra en la mitad norte de la península ibérica. Es, en gran medida, la comunidad del Duero. Está rodeada por altas montañas: la cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico, el Sistema Central y los montes Galaico-Leoneses. Limita al norte con Asturias, Cantabria, el País Vasco y La Rioja; al oeste con Galicia y Portugal; al este con Aragón; y al sur con Castilla-La Mancha (Guadalajara y Toledo), Madrid y Extremadura. Tiene una superficie de 94,223 km2, lo que la convierte en la región más grande de Europa. Castilla y León comprende nueve provincias: León, Palencia, Burgos, Soria, Segovia, Ávila, Salamanca, Zamora y Valladolid.
Relieve
El territorio podemos resumirlo en tres conjuntos: el cíngulo montañoso, las penillanuras occidentales y la cuenca sedimentaria. Las mayores elevaciones se encuentran en la Cordillera Cantábrica, en Picos de Europa. El cíngulo montañoso rodea completamente la comunidad, salvo por la frontera con Portugal. Distinguimos cuatro conjuntos: los Montes Galaico-Leoneses, la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico y el Sistema Central.
- Montes Galaico-Leoneses: separan la comunidad de Galicia. Están formados por grandes bloques graníticos elevados y hundidos.
- Cordillera Cantábrica: encontramos dos sectores, uno caracterizado por la presencia de mantos de corrimiento y otro por pliegues.
- Sistema Ibérico: presenta pliegues en el mato de corrimiento de La Demanda. Encontramos aquí múltiples sierras (Moncayo y Urbión).
- Sistema Central: es de estructura fallada, con horst y graben.
Todo el conjunto montañoso ha sido retocado por la erosión glaciar; se encuentran arcillas y margas. La penillanura occidental se encuentra en tierras de Zamora y Salamanca, desde la sierra de La Cabrera hasta Peña de Francia. Se trata de las raíces graníticas de una antigua cordillera que hoy en día está totalmente erosionada, acumulando arcillas y arenas del terciario. La cuenca sedimentaria se corresponde con el centro de la cuenca del Duero. Se trata de un gran depósito de rocas sedimentarias en las que aparecen sucesivamente capas de margas, arcillas y capas de calizas.
Clima
El clima dominante en Castilla y León es el mediterráneo, con altos grados de continentalización, debido a la altitud y a la disposición de las montañas que impiden que lleguen las masas de aire húmedo marítimo. Los centros de acción principales son el frente polar, que descarga sus masas de aire húmedas, y el anticiclón de las Azores. El clima está condicionado por la topografía. Las precipitaciones presentan un notable gradiente desde el centro del valle del Duero, donde no se alcanzan los 400 mm/año, hacia las montañas, donde se pueden superar los 1,800 mm/año. Una de las características más notables, sobre todo en las regiones más secas, es la irregularidad. La época más lluviosa del año es la primavera, seguida del otoño. El anticiclón de las Azores predomina en verano. Encontramos tres, y hasta cuatro, meses de aridez en la mayor parte de la región. Las temperaturas medias anuales en el valle del Duero son de más de 10 ºC; parte de las precipitaciones en las montañas se producen en forma de nieve. El mes más frío es enero y el más caluroso, agosto.
Ríos
Castilla y León reparte sus aguas entre siete cuencas hidrográficas. La principal es la del Duero, pero también vierte sus aguas al Ebro, al Miño-Sil, al Tajo, al Sella, al Deva y al Nervión. Estas últimas son cuencas marginales. El Sil es el principal afluente del Miño. El Ebro atraviesa la región al norte de Burgos y extiende su cuenca por tierras sorianas gracias a sus afluentes. El Duero es el principal río de Castilla y León, con ríos mediterráneos que presentan un fuerte estiaje en verano, un máximo en primavera, un máximo secundario en otoño y un mínimo secundario en invierno. Sin embargo, son ríos de alimentación nivopluvial, ya que las cabeceras de la mayoría de los ríos se encuentran en las montañas que rodean la región, donde tienen en su cabecera embalses.
Agricultura
El tipo de propiedad de la tierra más común es la propiedad privada de mediano tamaño. El barbecho se mantiene en ciertas explotaciones, de secano y arrendadas, aunque lo normal es la rotación de cultivos. Los cereales predominan, como el trigo, maíz y cebada, así como lentejas, algarrobas, garbanzos y habas. El viñedo (Ribera de Duero) se da junto al almendro y el olivo. Otros cultivos importantes son el forraje, en las comarcas ganaderas, la remolacha azucarera, el girasol y la soja para aceite.
Ganadería
La cabaña de bovino es la más importante de la región (vacas de leche y carne). El ovino aparece en Soria, mientras que el porcino se concentra sobre todo en el centro de la región. La cabaña avícola es la que más ha crecido y se concentra en torno a las ciudades: Valladolid, Palencia, Burgos, Salamanca y León. Destaca la apicultura, que produce mieles.
Minería y energía
Se trata de carbón de alta calidad: antracita y hulla. Se explota gas natural. También existe mineral de hierro, estaño, caliza y pizarra. Las grandes centrales hidroeléctricas y la producción termoeléctrica son importantes. La provincia más productora de energía eléctrica es León.
Industria
La metalurgia de transformación es una de las actividades industriales más importantes, que se encuentra en Valladolid y Palencia (FASA-Renault). Los principales sectores son los del automóvil y las industrias asociadas a su producción: neumáticos y vidrios. La industria del textil, el cuero y el calzado también son relevantes, así como la industria de la madera y el papel. La industria química está muy diversificada, siendo los principales productos los abonos para la agricultura y la química ligera, para el consumo final. La industria farmacéutica también es importante.
Vegetación
Predomina el bosque mediterráneo de encina y alcornoques. El pino se distribuye por todas las montañas, mientras que el roble aparece en las montañas, en un piso más bajo que el pino. Por último, destacan los bosques de galería a lo largo del curso de todos los ríos, en los que predomina el chopo. En la penillanura, dominan la encina y los alcornoques, así como el prado. En el piso basal, la encina se asocia con el roble, rebollo o carrasco. En el piso subalpino, encontramos el roble y el haya; en zonas más altas, bosques de pino negro y abeto. El bosque de ribera es importantísimo en el centro de la región, donde encontramos olmos, chopos y fresnos.