Región Noroeste: (Jujuy, Salta, Catamarca, Tucumán, Santiago del Estero) extracción de oro y plata, producción ganadera y agrícola, artesanías, petróleo, gas, agroindustrias (del maíz, algodón).
Región Noreste: (Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones) agricultura (tabaco, yerba mate, cítricos), turismo en las cataratas, explotación forestal, agroindustrias (maíz, algodón), artesanías.
Las anteriores conforman el Norte Grande.
Región Nuevo Cuyo: (La Rioja, Mendoza, San Juan y San Luis) petróleo, gas, turismo, agricultura (manzanas y otras frutas), metalurgia, petroquímica.
Región Centro: (Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos) ganadería bovina, agricultura (soja, trigo), agroindustrias (soja, trigo), siderurgia y metalurgia.
Región Patagónica: (La Pampa, Neuquén, Santa Cruz, Chubut y Tierra del Fuego) explotación de hidrocarburos (petróleo, gas, minerales), pesca, ganadería ovina y bovina, agricultura de secano, energía eléctrica, turismo, frutas, varias industrias.
En el territorio argentino se observan tres grandes áreas en las que predomina alguna de las formas de relieve: las montañas, al oeste; las grandes llanuras, en el centro y en el este; y las mesetas y sierras, al sur y al este.
Las formas del relieve son el resultado de un proceso que se desarrolla desde hace millones de años y aún continúa. Así, emergieron sistemas montañosos que sufrieron la erosión, lo que dio lugar a nuevas formas. Al mismo tiempo, el material de desgaste se fue acumulando en áreas más bajas y originó las llanuras.
La parte más superficial de la corteza terrestre (litósfera) está formada por una serie de placas tectónicas. Entre la placa Sudamericana y la de Nazca se extienden grandes fosas marinas alineadas contra la costa del océano Pacífico. Allí, por fuerzas opuestas, se produjeron los plegamientos y levantamientos que dieron origen a los relieves montañosos y estructuraron el resto del territorio.
Las rocas más antiguas de nuestro territorio formaron parte de los macizos de Brasilia y Patagónico. Se llama macizo o cratón a los restos de los primeros continentes, de los tiempos precámbricos. Desde fines de esta era, en el reborde occidental fueron acumulándose grandes masas de sedimentos. Estos fueron plegados y levantados a inicios del Paleozoico, por el plegamiento Caledónico. A fines del Paleozoico, el plegamiento Hercínico o Varíscico dio lugar a la cordillera Oriental y a la cordillera Frontal y afectó a los relieves que ya existían.
Durante la Mesozoica, se produjo una intensa erosión y sedimentación. El mar penetró en el Macizo de Brasilia y depositó sedimentos que formaron el sustrato de las llanuras. Sobre el reborde occidental se formó un nuevo geosinclinal, es decir, una profunda cuenca donde se acumulan enormes cantidades de sedimentos. Se plegaron el sistema de Ventania y el de Patagónides.
En la era Cenozoica, durante el período Terciario, se desarrolló el plegamiento Andino, proceso orogénico en el que ascendieron los Andes del límite, las sierras Subandinas y los Andes patagónico-fueguinos. Su extraordinaria fuerza produjo la elevación de la Puna, la cordillera Oriental, la cordillera Frontal y la Precordillera. Además, los macizos se fracturaron en bloques: los que se elevaron formaron las sierras pampeanas y de Tandilia; los que se hundieron constituyeron el basamento de las llanuras centrales. Allí, en el Cuaternario, se acumularon sedimentos de miles de metros de espesor, que dieron origen a la llanura platense. Además, hubo glaciares que originaron valles y lagos en los Andes patagónicos-fueguinos.
Las rocas que se ven en la superficie forman parte de la corteza terrestre, también llamada sial. Por debajo de ella se encuentra otra capa más pesada, el manto o sima, que por su profundidad sufre temperaturas y presiones suficientes para mantenerse en un estado viscoso. Este material viscoso se desplaza formando corrientes convectivas, por las que asciende hacia la corteza y vuelve a descender hacia el núcleo. Esto provoca la deriva de las placas de la corteza terrestre, que flotan sobre este medio viscoso como témpanos en el mar. Entre su parte emergida y su parte hundida se mantiene un equilibrio inestable, denominado isostasia.
A lo largo de millones de años, la Pangea se fue dividiendo en bloques que derivaron hasta sus posiciones y formas actuales, tal como lo explica la teoría de la deriva continental.
Los relieves formados son inmediatamente erosionados por agentes externos, como la temperatura, el agua y el viento.
Los materiales arrancados son transportados y depositados por el agua, el viento o por la fuerza de gravedad. De ese modo tienen lugar los procesos de sedimentación, por los cuales los sedimentos son transportados a las zonas más bajas, donde se depositan y se transforman en rocas. Si la zona baja es amplia, se llama cuenca. En las cuencas, los sedimentos se van depositando y forman una cuenca de sedimentación con relieve plano, es decir, una llanura. Cuando la erosión ha devorado totalmente las montañas y otras elevaciones, el relieve adquiere una forma aplanada que tiende a permanecer estable, denominada escudo o macizo. Sin embargo, el movimiento de las placas y la acumulación en sus bordes de los sedimentos provenientes del desgaste pondrán nuevamente en marcha este proceso.
Montañas del Noroeste: (formadas en la 1ª y rejuvenecidas en la 3ª)
-Puna: tiene una altura media de 3500 m sobre el nivel del mar. En ella hay volcanes con alturas superiores a los 6000 metros. Existe una gran sequedad representada, por ejemplo, en los salares. Hay pocas precipitaciones y la poca cantidad de agua sale de unos pobres ríos.
-Cordillera Oriental: se encuentra al este de la Puna. Altas sierras con nieve separadas por valles y quebradas. Quebradas: surcos con mucha pendiente. Valles: superficies más amplias que las quebradas y menos pendientes. Los valles y las quebradas son los lugares donde se encuentra la población. También hay sierras, rumbeando los 6000 m.
-Sierras Subandinas: al este de la cordillera Oriental. Alturas de 1500 a 2000 m. Se cortan por los valles de los ríos, por ejemplo, el Bermejo. Abundante vegetación gracias a bastantes precipitaciones. Existen valles más amplios que los de la cordillera Oriental. Húmedo (tabaco y azúcar).
Montañas del Centro:
-Sierras Pampeanas: bloques elevados, orientación norte-sur, alturas disminuyen de noroeste a sudeste. Estas sierras están separadas en diferentes grupos: el oriental, las cumbres calchaquíes, las sierras del Ambato y de Ancasti. Al sudoeste está el encadenamiento central y al oeste la sierra de Famatina. Todos estos rondan los 5000 m.
Más al sur están las sierras de Córdoba (tres grupos: Comechingones, Chicas y Sierras Grandes) y San Luis (ítem noroeste, rocas de aplicación).
-Precordillera: al oeste de las sierras pampeanas. Desde La Rioja hasta Mendoza. Cumbres de más de 4000 m, separadas por valles estrechos. Poca vegetación (ítem noroeste, petróleo y gas).
-Andes Centrales/Áridos: es el conjunto de la cordillera principal y la cordillera frontal. Al oeste de la precordillera. Más de 6000 m, nieve a partir de los 4500 m. La población se asienta en lugares donde hay agua y vegetación. Andes centrales = los macizos más elevados (Aconcagua 6959 m). Probabilidades de movimientos sísmicos en la zona (originados en la 3ª, energía, turismo y agroindustria).
Montañas en la Llanura Pampeana: (creadas en la 2ª)
-Sistema de Tandilia: bajas, máximo 524 m, formas redondeadas, en Buenos Aires.
-Sistema de Ventania: al sur de Bs. As., máxima altura 1243 m. Crestas agudas y laderas abruptas.
-Sierras Mahuidas: cerros aislados, redondeados y bajos, en la Pampa.
Montañas Patagónicas:
ZONA DE TRANSICIÓN: en el sur de Mendoza la cordillera empieza a descender en altura y a aumentar su humedad, además de la presencia de volcanes. En Neuquén es donde comienzan los Andes patagónico-fueguinos. Menor altura, menos de 2500 m (originados en la 3ª, turismo).
Las Mesetas:
Mesetas Patagónicas: descienden hacia el Atlántico. Recortadas por valles. Entre ellas se presentan rocas volcánicas o cerros de poca altura. Importantes valles rodeados por ríos (tiempos precámbricos).
Meseta Misionera: se extiende en las provincias de Corrientes y Misiones. Al sur es más bajo. Hacia el norte la meseta gana altura, hasta los 800 metros (tiempos precámbricos).
La Payunia: en Mendoza. Mesetas de unos 2200. Extensos terrenos cubiertos de lava y numerosos conos volcánicos.
Llanuras:
-Pampeana: por diferentes alturas y características se distinguen cuatro zonas diferentes:
Pampa ondulada: aproximadamente desde Santa Fe hasta Buenos Aires. Lomadas y ondulaciones (mejor económicamente, produce soja).
-Pampa deprimida: oeste de la Pampa. Terrenos bajos. Graves inundaciones. Varios canales para el escurrimiento del agua.
-Pampa alta: oeste de la Pampa deprimida. Aumento del terreno hacia el oeste. Poco agua. 400 m.
-Pampa interserrana: sudeste de Bs. As. Limita con Ventania y Tandilia. Altura promedio de 200 m.
-Chaqueña: al norte de la pampeana. Relieve plano. Algunas lagunas (agricultura, cítricos, algodón, explotación forestal).
-Mesopotámica: entre Corrientes y Entre Ríos. Dos formas:
-Esteros: en Corrientes.
-Cuchillas: lomadas suaves y anchas. No más de 120 metros. En Entre Ríos y sur de Corrientes.
El Delta del Paraná: se formó por depósitos del río Paraná.
Hidrografía:
Aguas continentales: ríos, lagos, hielos y aguas subterráneas. Su disponibilidad varía de acuerdo a las precipitaciones, los materiales de la corteza, la cubierta vegetal, la pendiente del terreno y la temperatura. Los avances tecnológicos permitieron un mejor manejo del agua (las represas, por ejemplo), pero también produjeron problemas con la escasez del agua potable. En la Argentina, mucho porcentaje del territorio tiene agua suficiente, aunque en la diagonal árida el recurso es entre suficiente y escaso y, por último, la zona de La Puna tiene déficit de agua, ya que recibe menos de 200 mm anuales de precipitaciones.
Cuenca hidrográfica: según el lugar donde vuelcan sus aguas los ríos, las cuencas pueden ser:
Exorreicas: desembocan en el mar o en el océano.
Endorreicas: desaguan en lagos interiores o se evaporan.
Arreicas: áreas donde no se llegan a armar cursos de aguas por el suelo o por la falta de agua.
Entre las exorreicas, La Cuenca del Plata representa el 85% de los caudales superficiales. Las cuencas endorreicas y arreicas definen la diagonal árida del país. La cuenca endorreica más importante es la del Desaguadero, que agarra las aguas de los deshielos y de los ríos que nacen en la Cordillera. La cuenca endorreica más caudalosa es la del río Salí-Dulce, que nace en las cumbres calchaquíes y desemboca en Mar Chiquita.
Todas las cuencas que desembocan en un mismo mar u océano forman una vertiente. En la Argentina, la mayor parte de los ríos pertenecen a la vertiente atlántica (los ríos de la Cuenca del Plata, los serranos bonaerenses, el Colorado y los Patagónicos). Unos pocos pertenecen a la vertiente del Pacífico (algunos de los ríos de los Andes patagónicos que representan un poco más del 3% de los caudales del país).
Los lagos y lagunas pueden formarse por el deshielo, por la acumulación de lluvia o de ríos en zonas deprimidas y de suelo impermeable. Las lagunas suelen tener mayor extensión y profundidad que los lagos.
Cuenca del Plata: es la mayor riqueza fluvial argentina. En ella vive el 70% de la población del país. Esta cuenca está integrada por las subcuencas de los ríos Paraná, Paraguay y de la Plata. Además, es una de las más importantes del planeta, y se extiende en los territorios de Paraguay, Brasil, Uruguay y Argentina.
La intensa instalación humana en la cuenca se enfrenta a diversos problemas como las inundaciones o a las aguas contaminadas con pesticidas, agroquímicos y desechos industriales, etc.
-Los principales ríos.
Paraná: aporta la mayor parte del caudal de la cuenca y nace en Brasil.
Iguazú: aporta, ya en territorio argentino, su caudal al río Paraná.
Paraguay: este también le aporta su caudal al Paraná; nace en el oeste de Brasil.
Uruguay: es el único gran río del sistema que no es afluente del Paraná.
Río de la Plata: tiene una gran extensión entre la orilla argentina y la uruguaya.
Los principales ríos de la Patagonia nacen en los Andes patagónicos y pertenecen a la vertiente atlántica. Sus caudales provienen de los deshielos en primavera y las lluvias invernales. Se los considera aloctonos ya que su caudal proviene de otras zonas diferentes a las que recorre. Entre los principales ríos se destacan el Negro (el de mayor caudal y más aprovechado económicamente y para la generación de energía), el Chubut, el Deseado, el Chico y el Santa Cruz.
Dentro de los ríos de la vertiente del Pacífico, cortos y torrentosos, el más importante por su caudal es el Futaleufú. Sus aguas están represadas y se aprovechan para la generación de energía.