Geografía de Aragón: Relieve, Clima y Recursos Naturales

ARAGÓN Introducción

Aragón se encuentra en el centro del valle del Ebro, en la mitad norte de la península ibérica. Limita al norte con Francia, al oeste con la Comunidad Foral de Navarra, La Rioja y Castilla y León, al este con Cataluña y la Comunidad Valenciana, y al sur con Castilla-La Mancha. Aragón tiene una superficie de 47.720 km2. Aragón comprende tres provincias: Huesca, Zaragoza y Teruel.

Relieve

Aragón reparte su territorio de norte a sur entre las montañas del Pirineo, la depresión del valle del Ebro y las montañas del sistema Ibérico. Las mayores elevaciones se encuentran en los Pirineos: Aneto y La Maladeta. En el sistema Ibérico destacan el Moncayo y Javalambre.

El Pirineo

Se levantó durante la orogenia alpina y presenta grandes mantos de corrimiento y pliegues. En el conjunto se distingue: el Pirineo axial, las sierras interiores, la depresión intrapirenaica y las sierras exteriores. El Pirineo axial es la parte central, más elevada y más antigua. Aquí aflora el zócalo Paleozoico, y tiene un relieve fallado de grandes bloques elevados y hundidos en los que se encuentran huellas de erosión glaciar. Al sur de la depresión se sitúan las sierras exteriores, donde encontramos suaves pliegues elaborados sobre calizas.

La depresión del Ebro forma la parte central de la comunidad. Está ocupada por depósitos sedimentarios, arcillas y margas, y aparecen yesos y sales. Hay sectores de areniscas y conglomerados que dan un carácter montañoso.

Sistema Ibérico

En el sistema Ibérico encontramos la elevación más importante, el Moncayo. Hay una zona plegada y otra, más antigua, fracturada. Distinguimos dos sectores: Zaragoza, donde aflora el Paleozoico, y Teruel, donde aflora el Mesozoico, que presenta una mayor homogeneidad topográfica. Rodeando al sector Paleozoico se encuentran las sierras y depresiones mesozoicas. Se pueden distinguir dos tipos de relieves: las sierras (Albarracín, Javalambre, Gúdar) y las depresiones (Jiloca, Teruel y Mijares).

Ríos

Los principales ríos de Aragón son el Ebro, el Turia y el Mijares. El principal río de Aragón es el Ebro, que nace en Fontibre y desemboca cerca de Tortosa. Tiene un estiaje pronunciado en verano y un máximo en primavera, tras el deshielo de las nieves de las cabeceras de sus principales afluentes, y otro, secundario, en otoño. Hay una proliferación de embalses en su curso medio y bajo.

En Aragón, el Ebro recibe algunos de sus principales afluentes tanto por la derecha como por la izquierda, además de numerosos barrancos de régimen pluvial. Algunos afluentes importantes son: El Gállego, El Cinca, Noguera Ribagorzana y El Jalón. Tanto el Ebro como los afluentes procedentes del sistema Ibérico son ríos de alimentación pluvionival. Los afluentes del Ebro son de alimentación nivopluvial, y en sus cabeceras tienen un régimen nival. Todos los ríos aragoneses están plagados de embalses, tanto en su cabecera como en su curso medio. Existen dos tipos de lagos: los que se encuentran en la montaña, que son de origen glaciar, y los que se encuentran en la cuenca del Ebro, de origen endorreico.

Minería y Energía

La producción minera en Aragón es escasa, con yacimientos de carbón en Teruel. La producción de energía eléctrica es una de las más importantes de España. Las grandes centrales hidroeléctricas se encuentran en el Pirineo y las centrales termoeléctricas se encuentran en Teruel.

Clima

El clima dominante en Aragón es el mediterráneo, con altos grados de continentalización; pero en las altas montañas orientadas al Atlántico encontramos el clima marítimo. Los centros de acción principales son el frente polar, que descarga sus masas de aire húmedas, y el anticiclón de las Azores. El clima aragonés está condicionado por la topografía. El efecto barrera de la cordillera Cantábrica y los Pirineos impide el paso frecuente de las masas de aire húmedo, mientras que el efecto foehn proporciona a la región vientos secos y cálidos. Hay un fuerte gradiente pluviométrico y térmico desde el valle del Ebro hacia el norte y al sur. La época más lluviosa del año es la primavera, seguida del otoño. El anticiclón de las Azores predomina en verano. Las temperaturas medias anuales en el valle del Ebro son de más de 15 ºC, lo que implica que buena parte de las precipitaciones en las montañas se producen en forma de nieve. El mes más frío es enero y el más caluroso, agosto. El centro de la cuenca del valle del Ebro es semiárido, ya que se evapora mucha más agua de la que llueve, y seco hasta las regiones montañosas.

Vegetación

Podemos distinguir tres áreas: el valle del Ebro (estepa), las sierras del sistema Ibérico (pino carrasco y encinar) y los Pirineos (bosques caducifolios). En el piso basal se encuentra la estepa, pino carrasco, la sabina y el roble quejigo. En el piso montano, el roble, la encina, el haya, el pino negral y el silvestre. En el piso subalpino, el pino negro y el abeto. En el bosque de ribera encontramos olmos, chopos y fresnos.

Agricultura

La mayoría de la superficie está censada como agrícola, pero parte de esa superficie está sin explotar debido al intenso éxodo rural. Existen tres tipos de propiedad: la gran propiedad comunal o eclesiástica, la gran propiedad privada y la pequeña y mediana propiedad particular.

Los cereales predominan, como el trigo, maíz y la cebada, que se cultivan en régimen de secano. El viñedo es un cultivo tradicional (Cariñena, Campo de Borja). El olivar en Aragón es un cultivo de regadío. Otros cultivos importantes son el forraje, en las comarcas ganaderas, la remolacha azucarera, el girasol y la soja para aceite.

Ganadería

La cabaña de ovino es la más importante de la región, concentrada en torno a Zaragoza, mientras que la de caprino está en retroceso. La cabaña de porcino ha pasado de la producción doméstica a las grandes explotaciones. La cabaña avícola se concentra en torno a Zaragoza, destacando en Teruel la apicultura, que produce mieles de gran calidad.

Industria

La metalurgia de transformación es la actividad industrial más importante. Los principales sectores son el del automóvil, con la General Motors. La industria agroalimentaria está dominada por las pequeñas y medianas empresas dedicadas a la transformación del trigo para harinas, aceite (tanto de oliva como de girasol y soja) y vino de calidad. También destacan las industrias de conservas de frutas y verduras y las lecheras. Otras industrias importantes son la del textil, el cuero y el calzado, así como la de la madera y el papel. La industria química produce principalmente abonos para la agricultura y productos de química ligera.

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