La insolación: es la cantidad de radiación solar recibida por la superficie terrestre. En España,por su latitud se superan las 2000 horas de sol al año. Existen marcados contrastes entre la cornisa cantábrica, que no alcanza los valores medios y las áreas de elevada insolación como el suroeste peninsular y Canarias.
La nubosidad: es el estado de la atmósfera en el que el cielo aparece cubierto de nubes, en mayor o menos grado. En España el área con mayor nubosidad es la cornisa cantábrica. El mayor numero de días despejados corresponde al valle de Guadalquivir, la costa suratlantica peninsular y partes de Canarias.
La precipitación es el agua que cae a la superficie terrestre procedente de las nubes, tanto de forma líquida como sólida. Se mide con el pluviómetro en milímetros (mm) o litros por metro cuadrado. En los mapas se representa mediante isoyetas o líneas que unen puntos de igual precipitación.
La causa de la precipitación es la elevación, enfriamiento y condensación del vapor de agua contenido en el aire.
Según el motivo de la elevación del aire, la precipitación puede ser orográfica (por el relieve)
; convectiva (por el calentamiento del suelo); o de frente (al entrar en contacto dos masas de aire de carácterísticas distintas, la fría se introduce por debajo de la cálida, obligándola a ascender).
Los factores que explican la variabilidad de las precipitaciones en España son tres: La latitud y la situación: predominio y sucesión anual de borrascas o anticiclones.
La apertura al mar: en las zonas aisladas de la influencia marina, frío de invierno favorece la formación de anticiclones; y el calor del verano dificulta la condensación del aire, aunque puede provocar precipitaciones de carácter tormentoso. El relieve: las precipitaciones aumentan con la altura y disminuyen en las zonas encerradas por montañas.
Zócalós: son llanuras o mesetas formadas en la era primaria o paleozoico como resultado del arrasamiento por la erosión de cordilleras surgidas en las orogénesis de esta misma era. Los materiales paleozoicos son rocas silíceas muy rígidas: granito, pizarra, cuarcita y esquistos. Si no se ven afectados por nuevas presiones, constituyen relieves predominantemente horizontales (penillanuras) como las de la mitad occidental de la Península. Pero si sufren nuevas presiones, sus materiales rígidos no se pliegan, sino que se fracturan, originando una estructura germánica de bloques levantados (Horst) y hundidos (graben o fosas tectónicas).
Los macizos antiguos (Horst) son montañas formadas en la era terciaria por el nuevo levantamiento (rejuvenecimiento) de un bloque de un zócalo a causa de las presiones de la orogénesis alpina. Por tanto, sus materiales también son paleozoicos. En la actualidad, estos macizos presentan formas redondeadas y cumbres aplanadas, al ser superficies de erosión elevadas. En la Península, son macizos antiguos el Sistema Central, lo Montes de Toledo, el macizo Galaico y la parte occidental de la Cordillera Cantábrica.
Cordilleras de plegamiento. Son grandes elevaciones surgidas en la orogénesis alpina de la era terciaria a partir de sedimentos depositados por el mar en la era secundaria o Mesozoico. Estos materiales, fundamentalmente calizos, son plásticos, por l oque ante los empujes orogénicos se pliegan. En la actualidad, estas cordilleras presentan fuertes pendientes y formas escarpadas, ya que, por su relativa juventud, la erosión todavía no las ha suavizado
Las terrazas fluviales: Son franjas planas y elevadas situadas en los márgenes de un río. Su origen se debe a las alternancias climáticas del Cuaternario. En los períodos glaciales, el caudal del río es escaso por encontrarse el agua helada en las montañas; su fuerza erosiva disminuye y deposita aluviones o materiales en su cauce (A). En los periodos posglaciales, el caudal del río aumenta al elevarse la temperatura y fundirse el hielo;
Su fuerza erosiva aumenta y ahonda su cauce (B), dejando suspendidos en sus márgenes los aluviones depositados, que constituyen las terrazas (C). La repetición de estos ciclos durante el Cuaternario creó terrazas escalonadas (D).
El glaciarismo. Afectó a las cordilleras más altas (Pirineos, Cordillera Cantábrica, Sistema Central, Sistema Ibérico y Sierra Nevada). Dio lugar a dos tipos de glaciares (de circo y de valle).
Los glaciares de circo son acumulaciones de hielo en la cabecera de los valles (circo). El hielo y el deshielo rompen las rocas de las paredes del circo, ampliándolo y escarpando sus formas. La mayoría de los glaciares fueron de circo en la Península (al fundirse originaron pequeños lagos).
Los glaciares de valle son ríos de hielo. Se forman cuando el hielo acumulado en el circo se desparrama valle abajo. Los fragmentos rocosos que contiene el hielo ensanchan el valle, dándole forma de U. También excavan cubetas en zonas menos resistentes que al fundirse el hielo se convierten en lagos. Ej: los lagos de los Pirineos.