Formación y Relieve de América: Un Recorrido Geológico

Los Procesos de Formación de América

La corteza terrestre es la capa superficial de la litosfera. Esta capa se encuentra en estado sólido y su grosor es variable. Debido a las presiones que sufrió desde el interior, esta capa se quebró en fragmentos denominados placas tectónicas.

Las placas tectónicas son rígidas, extensas y de diferente espesor. Estas placas se deslizan a distintas velocidades y direcciones, acercándose o alejándose entre ellas, porque se hallan sobre la astenósfera, capa de la Tierra que está en estado semiplástico por la alta temperatura de sus materiales.

Alrededor de 250 millones de años atrás, las tierras formaban un solo bloque denominado Pangea y estaban rodeadas por un gran océano llamado Panthalassa. A partir de allí, la Pangea se fracturó a lo largo de millones de años hasta llegar a la conformación actual.

División de Pangea y Formación de los Continentes

Durante la era Paleozoica, la Pangea se dividió en dos bloques: Laurasia y Gondwana.

Posteriormente, se sucedieron grandes cambios:

  • En el norte, en Laurasia, la actual América del Norte se separó de Eurasia.
  • En el sur, Gondwana también se fragmentó: América del Sur se distanció de África y se abrió la gran grieta que originó el océano Atlántico.

Durante la era Mesozoica, la separación entre el actual continente americano y Eurasia y África continuó ensanchándose.

A fines de la era Mesozoica y principios de la Cenozoica, las placas Norteamericana y Sudamericana se desplazaron hacia el oeste, y las placas Pacífica, Nazca y Antártica hacia el este, produciendo la subducción.

Durante la era Cenozoica, la subducción de la placa de Cocos formó la cordillera en América Central, y la placa Caribe se desplazó hacia el este formando el arco de las Antillas, que encerró el mar Caribe. Con la formación del gran istmo centroamericano, América del Norte y América del Sur quedaron unidas.

Modelado Glaciar

Durante el Cuaternario, en la era Cenozoica, los glaciares avanzaron desde los polos y las cimas de las altas montañas y modelaron los relieves.

Con su peso y su acción erosiva, profundizaron los valles y transportaron sedimentos que se depositaron en forma de colinas o morrenas.

Estas morrenas actuaron como diques de las aguas localizadas en las depresiones, originando numerosos lagos.

Las Formas del Relieve de América

El relieve es el conjunto de formas que presenta la superficie terrestre, tanto emergida como sumergida.

En América se encuentran todos los relieves: altas cordilleras, planicies, valles, altiplanos o cuencas, y depresiones absolutas que se encuentran en el continente, pero cuya costa está bajo el nivel del mar. Por ejemplo, la Laguna del Carbón en la provincia de Santa Cruz.

Geoformas de América

Estos relieves están contenidos en 3 geoformas:

  • En el oeste, los macizos montañosos, como altas cordilleras y mesetas.
  • En el este, los sistemas serranos y mesetas antiguas.
  • En el centro, las grandes planicies.

Los macizos montañosos se extienden desde el norte hacia el sur, desde el estrecho de Bering (N) hasta la Isla de los Estados (S), siendo estos macizos paralelos al océano Pacífico.

Están formados por el Macizo plegado del Oeste en América del Norte, siguen por la Cordillera Centroamericana (que une América del Norte con América del Sur) y la Cordillera de los Andes en América del Sur.

Estas montañas son nuevas, con puntas agudas, plegadas por el movimiento andino.

Al plegarse, la Cordillera de los Andes ejerció presión haciendo que la puna o altiplano se elevara, quedando incluida y sobreelevada la Precordillera de La Rioja, San Juan y Mendoza, y las sierras Pampeanas.

Este conjunto de montañas forma el llamado “Círculo de Fuego del Pacífico”.

En el este de América del Norte se encuentran los montes Apalaches, que son montañas bajas que no dificultan la circulación, y poseen minerales como hierro y carbón.

En el este de América del Sur tenemos los macizos de Guayana, Brasilia y Patagonia. Estos macizos se fracturaron y en los bloques que ascendieron se reactivó la erosión fluvial, por lo que hoy tienen formas amesetadas. Ejemplo: mesetas de Guayana.

En el centro de América se encuentran grandes planicies donde se acumulan sedimentos marinos y continentales.

Las Fuerzas del Interior de la Tierra

Los movimientos sísmicos y el vulcanismo son fuerzas que se producen en el interior de la Tierra.

Estos procesos existen desde que la Tierra se consolidó, pero el riesgo de desastre aumentó con el crecimiento de la población, ya que esta ocupa zonas donde se producen estos fenómenos, que también generan grandes pérdidas económicas. Entonces, podemos decir que las pérdidas están en relación con el nivel de desarrollo del país.

  • Si el país es más pobre, las pérdidas humanas son mayores y las pérdidas económicas son menores.
  • Si el país es rico, hay menores pérdidas humanas y mayores pérdidas económicas.

En el continente americano, la actividad sísmica y volcánica se presenta paralela a la costa occidental y en la cuenca del Caribe, por encontrarse en los bordes de las placas tectónicas cuyo choque las origina.

Falla de San Andrés

Una zona de alta actividad sísmica en América se localiza en los Estados Unidos, en la falla de San Andrés, que tiene 1.000 km de longitud y divide el estado de California en dos partes:

  • La parte oriental, donde se encuentra la ciudad de San Francisco, corresponde a la placa tectónica continental norteamericana, que se mueve en dirección sudeste.
  • La parte occidental, donde se encuentra la ciudad de Los Ángeles, pertenece a la placa oceánica del Pacífico y se desplaza hacia el noroeste.

Si el movimiento sísmico se da en el subsuelo marítimo, se denomina maremoto y puede provocar olas gigantes llamadas tsunamis.

Los tsunamis se producen con mayor frecuencia en las zonas de grandes profundidades, como por ejemplo la costa del Pacífico.

La actividad volcánica se produce en la parte occidental de América, que forma parte del llamado “Cinturón de Fuego del Pacífico”. En este lugar se produce el 80% de la actividad volcánica del planeta. También hay actividad volcánica en el Ártico y las Antillas.

Las grandes erupciones volcánicas vienen acompañadas de sismos, emanaciones de gases y expulsión de cenizas y material eruptivo.

El Niño y La Niña

Cuando aparece El Niño, se altera la presión atmosférica sobre el océano Pacífico. Los vientos alisios se debilitan o desaparecen y se originan grandes anomalías en la atmósfera y los océanos. Los vientos alisios no tienen fuerza para arrastrar las aguas cálidas superficiales hacia las costas asiáticas, entonces regresan a las costas americanas formando la contracorriente de El Niño. En las costas asiáticas no llueve y aparecen las sequías.

Con posterioridad al fenómeno de El Niño, aparece La Niña. Durante este fenómeno se produce el mecanismo contrario al que originó El Niño, restableciéndose la dirección normal de la circulación de los vientos y las aguas, pero con más fuerza. Los vientos alisios soplan con más intensidad de lo normal, arrastrando hacia el Pacífico occidental un volumen de agua más grande, haciendo aflorar más cantidad de agua fría frente a las costas americanas.

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