Era Primaria o Paleozoico (600-250 millones de años a.C.)
Durante gran parte de la Era Primaria o Paleozoico, el territorio que hoy ocupa la península formaba parte de los fondos marinos situados entre las masas continentales de Gondwana y Paleo europeo. Solo en la actual Galicia existieron relieves anteriores a esta era. En la segunda mitad de la Era Primaria (hace 350 millones de años), el movimiento orogénico herciniano provocó la emersión de varios macizos formados por granito, cuarcita y pizarra. Estos originaron una extensa cordillera que ocupaba la llanura de Europa Occidental. Uno de estos macizos, el Macizo Hespérico, comprendía toda la zona centro y oeste de la Península Ibérica y es el núcleo originario de nuestro país.
Era Secundaria o Mesozoico (250-60 millones de años a.C.) y principios de la Era Terciaria
Época de calma orogénica sin intensos movimientos. Predominaron procesos de erosión y sedimentación. Los sistemas montañosos originados con la orogenia herciniana fueron erosionados y se convirtieron en territorios llanos o ligeramente ondulados. Al mismo tiempo, se depositaron mantos de sedimentos en los mares que rodeaban al Macizo Hespérico (hoy Meseta Central), sobre todo en las depresiones pirenaicas y béticas. Sobre los bordes de la Meseta se produjeron transgresiones y regresiones marinas que produjeron la acumulación de grandes cantidades de sedimentos de la Era Secundaria y principios de la Terciaria, como calizas y margas.
Era Terciaria o Cenozoico (65-2,5 millones de años)
Al principio de esta era, continuaron los procesos de erosión y sedimentación de la era anterior. A mediados de la Era Terciaria, se produjeron nuevos movimientos orogénicos que provocaron la emersión definitiva de la península y las formas de relieve que vemos hoy. Esta fase, la Orogenia Alpina, provocó el levantamiento de grandes cordilleras como el Himalaya, los Alpes y los Andes, y tuvo un efecto múltiple sobre el Macizo Hespérico y los fondos marinos que lo rodeaban.
Efectos de la Orogenia Alpina
El viejo Macizo Hespérico (hoy la Meseta Central)
Formado en su base por rocas antiguas, duras y rígidas, se fracturó por las presiones de la orogenia, provocando que algunos bloques se levantaran y surgiera el Sistema Central y los Montes de Toledo, con estilo tectónico germánico. Las submesetas quedaron hundidas.
En los bordes del antiguo Macizo Hespérico
Junto con materiales antiguos se acumularon sedimentos secundarios y terciarios más blandos, por las transgresiones y regresiones marinas. Hubo un doble efecto:
- De fractura en bloque sobre los duros y rígidos materiales antiguos.
- De plegamiento sobre los materiales sedimentarios, más blandos.
Se construyó así un sistema de sierras que hoy rodean la Meseta con estilo tectónico sajónico: Macizo Galaico-Leonés, Cordillera Cantábrica, Cordillera Ibérica y Sierra Morena.
En los fondos marinos
Comprendidos entre el Macizo Hespérico y el resto de los bloques continentales existentes, se acumuló gran cantidad de sedimentos (geosinclinales). Las fuerzas orogénicas provocaron el levantamiento de grandes cordilleras exteriores al macizo de la Meseta, quedando separados por amplias depresiones: Pirineos por la depresión del Ebro y Sistemas Béticos por la depresión del Guadalquivir. Estas cordilleras son de plegamiento, su estilo tectónico es jurásico.
En el Macizo Catalano-Balear
La orogenia alpina provocó el rejuvenecimiento del mismo y la formación de la cordillera Costero-Catalana.
Las Canarias
Es un archipiélago volcánico muy reciente (30 millones de años). Las fallas y los bloques por las que surgió el magma se produjeron durante la orogenia alpina. Todas las islas surgen en el Mioceno. Solo el Hierro y las pequeñas islas son del Cuaternario.
Cuaternario a la actualidad
El resultado de este proceso es la forma de cordilleras, depresiones y meseta de nuestra península. Desde el final de la Era Terciaria y en la Era Cuaternaria (últimos 2,5 millones de años) se han producido una serie de retoques geológicos:
- Relleno con materiales sedimentarios de las zonas que quedaron deprimidas tras la orogenia alpina (Depresión del Ebro, del Guadalquivir y depresiones interiores de la Meseta).
- Movimiento de la Meseta hacia el Atlántico y formación de la actual red hidrográfica.
- Formación definitiva de la línea de costa con sus deltas, ríos, cabos, golfos…
- Procesos erosivos como consecuencia de las glaciaciones. En las zonas más altas de las montañas, la nieve adquirió formas de erosión glaciar (circos) y en los cauces de los ríos, provocaron terrazas fluviales.