Los factores del clima
1. El tiempo atmosférico y el clima
El estado de la atmósfera y sus variaciones son los responsables del tiempo atmosférico y del clima.
- El tiempo atmosférico es el estado de la atmósfera sobre un lugar en un momento concreto. Se caracteriza por su variabilidad y se determina mediante observaciones directas. La ciencia que lo estudia es la meteorología.
- El clima es el estado medio de la atmósfera sobre un lugar. Por tanto, tiene rasgos más estables que el tiempo, que se determinan estudiando la sucesión habitual de tipos de tiempo sobre un lugar a lo largo del año y calculando estadísticamente valores medios. Para que los resultados sean fiables, se requiere un periodo de observación de al menos treinta años.
La ciencia que estudia el clima es la climatología.
En España, la Agencia Estatal de Meteorología -AEMET-, registra y difunde la información meteorológica y climática. Su vigilancia del estado de la atmósfera es esencial para la seguridad de las personas y de los bienes materiales; para actividades, como la agricultura o el transporte; y para informar sobre el cambio climático.
2. Los factores geográficos
Los factores geográficos son cuatro:
a) La latitud de la Península en la zona templada del hemisferio norte ocasiona cambios estacionales en la perpendicularidad de los rayos solares, determinando la existencia de dos estaciones térmicas bien marcadas, verano e invierno, separadas por dos de transición, primavera y otoño; y también la confluencia de masas de aire muy contrastadas, polares y tropicales. En Canarias, por su latitud subtropical, los contrastes estacionales son menos notorios y predomina la influencia de las masas de aire tropicales.
b) La situación de la Península, entre dos grandes masas de agua de características térmicas distintas —el océano Atlántico y el mar Mediterráneo— y entre dos continentes -Europa y África-, la convierte en lugar de encrucijada de diferentes masas de aire. Baleares y Canarias reciben también influencias atmosféricas variadas debido a su insularidad y a la proximidad de las costas africanas.
c) La influencia del mar es escasa en la Península a causa de su gran anchura, sus costas poco recortadas, y la existencia de relieves montañosos paralelos a la costa. Este hecho establece claras diferencias climáticas entre una estrecha periferia abierta al mar, y un ancho núcleo de tierras interiores caracterizados por la continentalidad o ausencia de influencia marina. En cambio, en ambos archipiélagos, el influjo del mar es decisivo.
d) El relieve influye en el clima por su altitud, disposición y orientación.
- La altitud hace disminuir la temperatura una media de 0,65 °C por cada 100 metros de ascenso (1 °C mientras el aire asciende seco y 0,5 °C desde que se condensa). También aumentan las precipitaciones al enfriarse y
- condensarse el vapor del agua del aire.
- La disposición del relieve tiene algunos problemas:
- Facilita o dificulta la penetración de la influencia marina. En la Península, la existencia de sistemas montañosos paralelos a la costa frena la influencia del mar, que solo entra con claridad por el valle del Guadalquivir.
- Facilita o dificulta la penetración de ciertas masas de aire. En la Península, la posición oeste-este de la mayoría de las montañas, dificulta la entrada de las masas de aire procedentes del norte o del sur y favorece la penetración de las masas del oeste;
3. Los factores termodinámicos
3.1 La circulación en altura: la corriente en chorro
En la zona templada donde se sitúa España, la circulación atmosférica en altura está dirigida por la corriente en chorro o jet stream polar. Se trata de una fuerte corriente de viento, de estructura tubular, que circula en dirección oeste-este entre los nueve y los once kilómetros de altitud, en la diferencia de altura existente entre la tropopausa polar y la tropopausa de la zona templada. El chorro separa las bajas presiones existentes en altura sobre el polo —que quedan a la izquierda de su trayectoria—, de las altas presiones tropicales -situadas a su derecha-.
La corriente en chorro es la responsable del tiempo en superficie. Este depende de las variaciones que experimenta la velocidad de la corriente y de sus desplazamientos estacionales:
- La velocidad de la corriente es variable. Cuando circula rápido, a más de 150 km/h, tiene un trazado casi zonal (oeste-este), con suaves ondulaciones, que corresponde en superficie con el frente polar y sus borrascas.
Pero cuando su velocidad disminuye, describe profundas ondulaciones: crestas o dorsales que originan altas presiones y valles o vaguadas que originan bajas presiones. Ambas se reflejan en superficie y dan lugar a anticiclones y borrascas dinámicos. Las ondulaciones, que pueden llegar a desprenderse del chorro principal, permiten al aire tropical desplazarse hacia el norte y al aire polar penetrar muy al sur, lo que confiere gran variabilidad al tiempo de la zona templada.
- Los desplazamientos estacionales del chorro en latitud determinan que en invierno, cuando circula más al sur, afecte al conjunto de España. En cambio, en verano se traslada hacia el norte y suele incidir solo en la franja
cantábrica peninsular.
3.2 La circulación en superficie
La circulación atmosférica en superficie está dirigida por los centros de acción, las masas de aire y los frentes.
a) Los centros de acción son áreas de altas y bajas presiones. La presión atmosférica es el peso del aire sobre una unidad de superficie. Se mide en milibares (mbar) o en hectopascales (hPa) con el barómetro y se representa en los mapas del tiempo mediante isobaras o líneas que unen puntos con la misma presión. En estos mapas, las isobaras van de 4 en 4 mbar y suele redondearse la presión normal de 1013 mbar a 1016 mbar.
- Los tipos de centros de acción son los anticiclones y las borrascas. Los anticiclones son áreas de altas presiones (más de 1016 mbar) rodeadas por otras de presión más baja. El viento gira a su alrededor en el sentido de las agujas del reloj y producen tiempo estable. Las borrascas, depresiones o ciclones son áreas de bajas presiones (menos de 1016 mbar) rodeadas de otras de presión más alta.
b) Las masas de aire son porciones de aire con unas características concretas de temperatura, humedad y presión. Estas características las adquieren en sus regiones de origen o regiones manantiales. España, debido a su latitud, recibe masas de aire frías árticas (A) o polares (P) y masas de aire cálidas tropicales (T).
C) Los frentes son superficies que separan dos masas de aire de características distintas. Por tanto, a ambos lados de un frente se produce un cambio brusco de las propiedades del aire. En España, el frente más importante es el frente polar, que separa las masas de aire tropical y polar.