Factores Geográficos que Influyen en el Clima de la Península Ibérica
España se encuentra en una zona templada, caracterizada por dos estaciones principales, verano e invierno, y dos estaciones de transición, primavera y otoño. El clima peninsular también se ve afectado por los desplazamientos estacionales en latitud de las masas de aire de los anticiclones subtropicales y de las bajas presiones polares. Por lo tanto, el clima varía según el predominio de una u otra masa de aire.
Rasgos Climáticos
La Península Ibérica, ubicada en el suroeste de Europa, entre el continente europeo y África, experimenta la influencia de masas de aire continentales frías en invierno, provenientes de Europa, y cálidas en verano, procedentes de África. El relieve variado, la altitud y su disposición generan diferencias climáticas entre el interior y la periferia, así como entre sierras y llanos. La Península presenta una gran diversidad climática estacional y regional, con una variedad de climas y tiempos meteorológicos debido a la combinación de factores geográficos y elementos climáticos.
Factores Geográficos
- Latitud: Es uno de los factores más influyentes en la distribución climática. La Península Ibérica se sitúa en la zona de climas templados, entre las masas de aire polares y subtropicales.
- Altitud: La altitud provoca un descenso de las temperaturas y puede favorecer las precipitaciones. Cuando las masas de aire ascienden por las laderas de las montañas, se enfrían, lo que puede provocar condensación y, posteriormente, precipitaciones debido al efecto Föhn. Por ello, las laderas de barlovento suelen ser más húmedas y boscosas que las de sotavento.
- Continentalidad: La Península Ibérica experimenta un enfriamiento considerable en invierno y un calentamiento significativo en verano. La altitud media de España y la disposición del relieve alejan la influencia del mar, lo que se traduce en temperaturas extremas en verano (cuando el sol sobrecalienta la superficie) y en invierno (cuando la meseta se enfría). Esto explica la elevada oscilación térmica en el interior de la península y las escasas precipitaciones.
- Maritimidad: Esta influencia es mayor en el litoral, donde las temperaturas son más suaves y la humedad es más alta, lo que reduce la oscilación térmica.
- Dinámica atmosférica: Debido a su latitud, la Península Ibérica se encuentra en una zona de interacción entre las presiones subtropicales cálidas y las polares frías. Estas masas de aire afectan principalmente en verano e invierno, mientras que en otoño y primavera predominan el aire húmedo y frío de las bajas presiones polares. Generalmente, el aire del norte es frío, el del sur cálido, el del océano Atlántico húmedo y el de África seco.
Elementos del Clima Peninsular y su Importancia
Los dos elementos principales son la temperatura y las precipitaciones.
Temperaturas
Las temperaturas reflejan el grado de calor del aire y se miden en grados Celsius o Fahrenheit. Para medirlas, se utiliza el termómetro, y se representan en mapas mediante líneas isotermas o mapas de coropletas. Las temperaturas varían debido a la proximidad del mar (que suaviza las temperaturas) y a la latitud (a menor latitud, mayor temperatura). A mayor altitud, menor temperatura (desciende 6,5ºC por cada 1000 metros de ascenso). La temperatura también es mayor en la solana que en la umbría. Cuando las temperaturas descienden por debajo de 0ºC, se producen heladas.
Humedad del Aire
La humedad del aire es la cantidad de vapor de agua que contiene y depende de factores como la cercanía al mar y la temperatura. Se mide con el higrómetro y se expresa en relación con la cantidad de vapor de agua que puede contener la masa de aire en caso de saturación. En España, la humedad supera el 70% en la costa y en la submeseta norte.
Precipitaciones
Las precipitaciones son la caída de agua desde las nubes, que puede ser en forma líquida (lluvia) o sólida (nieve, granizo). Se miden con el pluviómetro en mm o L/m² y se representan en mapas con isoyetas o coropletas. Se originan por la evaporación, el enfriamiento y la condensación del vapor de agua en el aire. Existen distintos tipos de lluvia:
- Orográficas: Las masas de aire húmedas chocan con una cordillera y se ven obligadas a ascender. Durante este ascenso, el vapor de agua se condensa, generando precipitaciones en la ladera de barlovento. La ladera de sotavento, por el contrario, es más seca, ya que el aire desciende sin humedad.
- Convectivas: El aire en contacto con una superficie caliente se eleva. El calor y la humedad que contiene se condensan, provocando precipitaciones (tormentas de verano).
- Frontales: Se representan mediante símbolos triangulares (frente frío) y semicirculares (frente cálido). Si se alternan, se denomina frente ocluido, y si uno está delante y otro detrás, es un frente estacionario.
- Frente frío: Masas de aire frío del norte avanzan sobre una masa de aire cálido del sur. Al ser menos denso, el aire cálido asciende sobre la masa fría, condensándose el vapor de agua y generando precipitaciones.
- Frente cálido: Una masa de aire cálido del sur avanza sobre una masa fría del norte. El aire cálido, menos denso, asciende sobre la masa fría, que actúa como una cuña, condensándose lentamente en nubes y generando precipitaciones delante del frente.
- Frente ocluido: Un frente frío alcanza a un frente cálido, quedando en superficie dos masas de aire frío y en altura una masa cálida.
En España, las precipitaciones se caracterizan por su variabilidad estacional y espacial, en función de los factores climáticos. Se distinguen tres regiones pluviométricas: España húmeda, seca y árida.
Insolación
La insolación es la cantidad de radiación solar recibida por la superficie terrestre. Varía con la latitud y la orientación del relieve. Se mide con el heliógrafo en número de horas de insolación. En España, se superan las 2000 horas de sol al año, con notables diferencias entre la cornisa cantábrica (donde es menor) y las áreas del sureste peninsular y Canarias (donde se superan).
Nubosidad
La nubosidad es el estado de la atmósfera en el que el cielo está cubierto, en mayor o menor medida, por nubes. Se mide en octas (octavos) por observación directa. Para medir la altura de las nubes, se utiliza el ceilómetro. En España, el área más nubosa es la cornisa cantábrica, mientras que las zonas más despejadas son el Guadalquivir y algunas áreas de Canarias.
Presión Atmosférica
La presión atmosférica es el peso del aire sobre la superficie de la Tierra. Se mide en milibares con un barómetro. En los mapas, se representa mediante líneas que unen puntos con la misma presión (isobaras). Si la presión es mayor de 1013 milibares, se trata de un anticiclón; si es menor, de una borrasca. En invierno, predominan las altas presiones; en otoño y primavera, las bajas presiones; y en verano, las altas presiones.
Los Vientos
Los vientos son movimientos horizontales de masas de aire. Se producen por las diferencias de presión y circulan desde las zonas de alta presión hacia las de baja presión, siguiendo la dirección marcada por las isobaras. La dirección del viento se mide con la veleta, y su velocidad, con el anemómetro. Los vientos dominantes en España son los de poniente (oeste-este). En el hemisferio norte, debido al efecto Coriolis, el viento circula en las bajas presiones en sentido contrario a las agujas del reloj, y en las altas presiones, en el sentido de las agujas.
Tipos de Tiempo Predominantes en la Península Ibérica
En verano, predomina el anticiclón subtropical de las Azores. En otoño y primavera, el frente polar y las borrascas asociadas. En invierno, el tiempo anticiclónico debido al aire frío del anticiclón euroasiático. Por lo tanto, hay tres tipos de tiempo principales:
- Tiempo seco de invierno: Las situaciones anticiclónicas reducen la influencia del tiempo lluvioso, predominando el tiempo seco y frío. Esto se debe al desplazamiento hacia el sur y suroeste de los anticiclones euroasiáticos, que desplazan a las borrascas polares. Se producen dos situaciones:
- Situación anticiclónica del norte: Los anticiclones de Siberia desplazan las borrascas polares, permitiendo la llegada de aire polar a la península. Esto provoca precipitaciones en forma de nieve en las zonas más elevadas y temperaturas muy bajas, con heladas y nieblas.
- Situación anticiclónica del noreste: Es más frecuente y da lugar a tiempo frío intenso y vientos gélidos del norte. Se origina cuando el anticiclón escandinavo se extiende hacia el sur del continente, generando vientos fríos que llegan a la Península Ibérica, con días despejados. En España, predomina el frío, con ausencia de lluvias, salvo precipitaciones en forma de nieve a determinada altitud.
- Tiempo inestable de otoño y primavera: El descenso hacia el sur del aire frío y húmedo provoca vientos fríos. Debido al descenso del sol, sobre todo a partir del otoño, los anticiclones subtropicales se desplazan hacia el sur, formándose borrascas y frentes de chubascos. De Galicia a Cádiz, se produce una inestabilidad atmosférica que trae borrascas. Además de las lluvias, se producen oleadas de aire frío y húmedo del Atlántico, aunque también del Golfo de Cádiz. En otoño, es habitual la entrada de aire frío y seco en oleadas, procedente de los anticiclones térmicos, con heladas.
- Tiempo seco y cálido de verano: Se debe a los anticiclones subtropicales de aire cálido marítimo, denominados anticiclón de las Azores, que se desplazan hacia el oeste, desplazando a su vez hacia el norte las masas de aire del frente polar. Por ello, el tiempo predominante en la Península Ibérica durante el verano es cálido y seco. Solo en la zona oeste se puede notar la humedad del Atlántico. Debido al calor excesivo de julio o agosto, se forman bajas presiones de origen térmico, lo que puede provocar la ascensión del aire cálido y la formación de tormentas locales intensas.
Tipos de Climas
- Climas oceánicos: Presentan precipitaciones abundantes y repartidas a lo largo del año, con máximos entre otoño y primavera y mínimos estivales. Es habitual la nubosidad, y la humedad del aire es muy alta, por lo que las precipitaciones pueden superar los 600 mm o incluso los 1000 mm. Las temperaturas son suaves, con poca oscilación térmica, veranos frescos e inviernos suaves. Se distinguen dos tipos:
- Oceánico litoral: Con gran influencia marítima, temperaturas suaves y altas precipitaciones.
- Oceánico mediterráneo: Con precipitaciones más moderadas e inviernos más fríos. Las temperaturas no oscilan mucho, y las precipitaciones son abundantes.
- Climas mediterráneos: Ocupan áreas del interior y del litoral. Las temperaturas medias son de 22ºC en verano y 6ºC en invierno. Las precipitaciones oscilan entre 300 y 600 mm anuales. Son propios de zonas con influencia de la continentalidad, con inviernos suaves o fríos según la zona. Se distinguen varios tipos:
- Mediterráneo continental: En zonas del interior, con inviernos muy fríos y precipitaciones escasas, dando lugar a sequías estivales. Se subdivide en frío (con heladas durante el invierno) y cálido (con temperaturas medias de 6ºC en invierno).
- Mediterráneo litoral: Temperaturas elevadas todo el año, inviernos suaves y veranos calurosos. Las precipitaciones son inferiores a 600 mm anuales y son propias de zonas litorales. Las precipitaciones son irregulares, con máximos estacionales y mínimos estivales.
- Clima seco-semiárido o mediterráneo seco: Predomina en zonas peninsulares donde las precipitaciones no alcanzan los 250-300 mm anuales, como Zamora, el valle del Ebro y Alicante.
- Clima de montaña: Se caracteriza por un incremento de las precipitaciones a medida que disminuyen las temperaturas (0,6ºC por cada 100 metros de ascenso). En las grandes cordilleras, las temperaturas descienden por debajo de los 10ºC en invierno (inferiores a 0ºC) y son frescas en verano. Las precipitaciones son abundantes, y en las zonas próximas al mar, la humedad es regular durante todo el año.
- Clima de las Islas Canarias: Debido a su proximidad a las costas africanas, las Islas Canarias se ven influenciadas por el clima subtropical, pero también por el desierto del Sáhara. Predominan los vientos húmedos, sobre todo en verano. Las precipitaciones son más abundantes en las islas occidentales, mientras que en las orientales disminuyen. Las temperaturas medias son elevadas, pero suavizadas por la influencia marítima. Solo en zonas localizadas se producen heladas, por lo que la amplitud térmica es escasa.