El Relieve Continental
El relieve continental influye significativamente en el poblamiento. A lo largo de la historia, la población se ha asentado en las áreas más adecuadas para sus necesidades, como colinas, valles fluviales y llanuras.
Además, interviene en la actividad agraria, donde las zonas bajas y llanas ofrecen mejores condiciones que las elevadas y con fuertes pendientes.
El relieve también proporciona recursos minerales y energéticos. Los relieves primarios aportan carbón y ciertos minerales, mientras que las cuencas terciarias suministran rocas de cantera.
Afecta al transporte. En la Península Ibérica, las montañas periféricas dificultan las comunicaciones entre la Meseta y el litoral, y las pendientes imponen rodeos y costosos túneles y viaductos. En cambio, las llanuras facilitan el transporte y las infraestructuras.
Finalmente, el relieve constituye un creciente atractivo turístico, con visitas a las montañas alpinas, los relieves kársticos y las formas volcánicas de Canarias.
El Relieve Costero
El relieve costero puede no favorecer la instalación de puertos debido al predominio de formas rectilíneas, ni los recursos pesqueros debido a la estrecha plataforma continental. Sin embargo, impulsa el turismo.
El Clima
El clima influye en el poblamiento y en el hábitat. La población tiende a evitar las zonas con climas adversos, como montañas o áreas de sequía extrema.
Ejerce un notable influjo en la agricultura, ya que cada cultivo requiere ciertas condiciones climáticas. En buena parte del territorio español, estas condiciones pueden ser desfavorables, con heladas y precipitaciones escasas.
El clima aporta fuentes de energía renovables y limpias. El viento y la elevada insolación proporcionan electricidad en las centrales eólicas y solares. Las abundantes precipitaciones del norte alimentan ríos caudalosos y regulares, utilizados para producir hidroelectricidad.
También interviene en diversas actividades del sector terciario. El transporte se ve perjudicado por las heladas, las fuertes precipitaciones y las nieblas.
Recursos Hídricos
El agua es esencial para la vida y para numerosas actividades humanas.
Características de los Recursos Hídricos
La principal fuente de recursos hídricos en España es el agua de las precipitaciones, que alimenta las aguas superficiales (64,2% de las captaciones) y los acuíferos (31%). Un pequeño porcentaje (4,8%) proviene de recursos no convencionales, como la desalación del agua.
Uso del Agua
Los usos consuntivos se reparten principalmente entre el regadío agrario, que absorbe más del 80%, los hogares, los sectores económicos y los municipios.
Los usos no consuntivos del agua son la pesca, la acuicultura, la producción hidroeléctrica, la navegación y los deportes náuticos.
Balance Hídrico
El balance hídrico resulta de la diferencia entre la disponibilidad y el consumo de agua. En España, debido a la fuerte evaporación, solo queda disponible un 32% del agua aportada por la precipitación, de la cual se aprovecha menos de la mitad. Esa cantidad permite un balance global positivo, aunque existen desequilibrios entre áreas excedentarias y deficitarias. Las razones son:
Desequilibrio entre Recursos Disponibles y Demanda
Las disponibilidades proceden principalmente de las precipitaciones, que presentan una desigual distribución estacional, interanual y territorial, concentrándose en el norte peninsular. La demanda depende del volumen de población y de la importancia del consumo agrario, industrial y turístico, que se concentran en el arco mediterráneo, cuyos recursos hídricos son escasos e irregulares.
Así, son las cuencas claramente excedentarias las del N y NO peninsular, y moderadamente excedentarias las de los ríos Tajo, Duero y Ebro. Son cuencas equilibradas, con déficits coyunturales de agua, las de los ríos Guadiana, Guadalquivir y el interior de Cataluña. Y son cuencas con un déficit estructural o permanente las demás cuencas mediterráneas.
Obras Hidráulicas
Obras de Captación
Para aguas superficiales: Embalses (grandes extensiones de agua almacenada artificialmente detrás de una presa).
Para agua subterránea: Pozos y galerías (captan el agua de los acuíferos para usos agrícolas, industriales y urbanos) y plantas desalinizadoras (obtienen el agua dulce a partir del agua del mar o del agua salobre continental. España ocupa el primer lugar de la UE en desalinización).
Obras de Transporte y Distribución
Los trasvases transfieren agua entre cuencas excedentarias y deficitarias. Funcionan 38, destacando el del Tajo-Segura.
Los canales de distribución. Su principal problema son las fugas.
Obras para Tratar el Agua
Las obras para tratar los recursos hídricos son las potabilizadoras, que eliminan las sustancias nocivas para el consumo.
Obras de Saneamiento
La red de alcantarillado conduce las aguas al punto de depuración.
Las estaciones depuradoras de aguas residuales eliminan las sustancias nocivas del agua antes de verterla al medio natural.
Riesgos Naturales
Los riesgos naturales son la probabilidad de que los elementos naturales desencadenen catástrofes que amenacen el bienestar o la vida humana. Los riesgos más frecuentes son de origen geológico y climático, y pueden ocasionar grandes pérdidas humanas y materiales, como daños en infraestructuras, edificios y cosechas.
Riesgos Geológicos
Los seísmos son temblores de la tierra.
Las erupciones volcánicas solo constituyen un riesgo en las islas canarias de La Palma, El Hierro, Tenerife y Lanzarote.
Los movimientos de ladera son rápidos desplazamientos de grandes masas de suelo o de rocas por una vertiente. Pueden ser de dos tipos: deslizamientos del suelo y desprendimientos de rocas.
Riesgos Climáticos
Los más frecuentes son las inundaciones y las sequías.
Inundaciones: Son ocupaciones por el agua de zonas que habitualmente no lo están.
Sequías: Son déficits pluviométricos temporales y prolongados respecto a las precipitaciones medias de un territorio.
Otros riesgos climáticos menos frecuentes son el granizo, las olas de frío, los temporales de nieve, las olas de calor y los temporales de viento.
Otros tipos de contaminación
- La contaminación acústica
- La contaminación lumínica
- La alteración, la sobreexplotación y la contaminación de las aguas
- Daños, alteración y destrucción de la vegetación
- La artificialización, la contaminación, la erosión y la desertificación del suelo
- La producción de residuos
- La reducción de la biodiversidad