La industria es la actividad destinada a transformar materias primas en productos para el consumo o para fabricar otros. La localización en España se debe a una decisión empresarial siguiendo criterios de rentabilidad económica. Los principales factores de localización son 7: – Proximidad con las materias primas y las fuentes de energía.
– Un mercado amplio que asegura un mínimo de rentabilidad. – Mano de obra abundante y barata. – Buenos elementos de transporte. – Disponibilidad de capital. – Sectores de apoyo como empresas complementarias o de servicio. – La política industrial del Estado. En España se diferencian tres sectores industriales: a)Maduros: engloban la siderurgia, transformación del metal, electrodomésticos, construcción naval y textil. B)Dinámicos: engloban a los sectores del automóvil, químico y agroalimentario.
c)Punta: engloban la alta tecnología. Se localizan en Parques Tecnológicos, en grandes ciudades y ejes industriales. La estructura industrial española tiene problemas que dificultan la competitividad y la exportación de sus productos: – La mayoría de las empresas son PYMES, lo que impide el desarrollo de economías de escala. – Las I+D+I son insuficientes y reducidas a grandes empresas de los sectores dinámicos. Hay gran dependencia del exterior. La localización industrial española tiene desequilibrios territoriales. Permite diferenciar las siguientes áreas: 1. Áreas industriales desarrolladas. Son los espacios de las áreas metropolitanas. Su evolución está marcada por 2 tendencias contradictorias: – Por una parte, el hundimiento de importantes sectores maduros. – Por otra parte, la revitalización industrial que desde 1985 las ventajas de su centralidad atraen hacia Madrid y Barcelona a las empresas más innovadoras y filiales de las multinacionales. Por tanto, se trata de aquellas actividades que generan mayor valor añadido.
El Paisaje Agrario es la morfología que presenta el espacio rural por la combinación del medio natural y la actividad agrícola y ganadera practicada sobre dicho espacio. Los paisajes agrarios españoles se caracterizan por su notable diversidad. Esta diversidad es resultado de la combinación de distintos elementos en función de los diversos factores físicos y humanos.
1. Oceánico del norte peninsular
Ocupa la zona geográfica de los Montes Vascos, la Cordillera Cantábrica, Galicia y el litoral cantábrico. Abundan los bosques caducifolios y los prados, lo que convierte a la ganadería en la actividad predominante. El hábitat es disperso intercalar, con numerosas casas aisladas y poblaciones rurales.
Las explotaciones son pequeñas, lo que da lugar a niveles bajos de productividad, dificultades en la introducción de innovaciones y un éxodo rural.
La agricultura se localiza en las zonas llanas y los valles de los ríos. A pesar de la tradición del policultivo, en la actualidad se da una tendencia hacia el monocultivo especializado en hortalizas y en forrajeras. Las zonas con mayores problemas son en el interior de Galicia y las zonas montañosas de la Cordillera Cantábrica. Por el contrario, el País Vasco y Galicia tienen importantes avances como la especialización en cultivos de calidad. El resultado es un retroceso del sector y la implantación acelerada de innovaciones en las explotaciones que quieren subsistir.
La explotación forestal. El aprovechamiento del bosque está ligado a la obtención de madera y a la elaboración de papel.
2. Mediterráneo del interior
Ocupa la zona geográfica de las dos mesetas y el Valle del Ebro. Sus condiciones ecológicas vienen determinadas por las sequías estivales, el encajonamiento entre relieves montañosos y la elevada altitud media.
El hábitat es concentrado en pequeños núcleos en los valles del Duero y del Ebro y de grandes pueblos en los del Tajo y el Guadiana y la población es escasa y muy envejecida por el éxodo rural.
Las explotaciones son variadas: en las zonas de regadío predomina la pequeña propiedad o grandes explotaciones relacionadas con empresas y en las de secano predomina la gran propiedad.
Las causas son: el éxodo rural y los abandonos agrarios, el envejecimiento de la población y la incentivación de las prejubilaciones por la PAC.
La agricultura es variada: en las zonas altas y en las zonas bajas de secano predomina la “trilogía mediterránea”, los monocultivos de viñedo en amplias zonas, como en La Rioja y La Mancha, y en las áreas de regadío predominan los productos hortofrutícolas, las forrajeras y los cultivos industriales.
La explotación forestal es carácterística de la Tierra Pinariega de Soria o Valladolid, incluyendo la recogida de setas silvestres y la apicultura. En la zona suroeste se recoge el corcho de los alcornoques
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