Regiones Biogeográficas de España: Factores de Diversidad
La Península Ibérica se caracteriza por una extraordinaria diversidad en lo que a flora y fauna se refiere, a la que hay que añadir el archipiélago canario, consecuencia de ser encrucijada del Atlántico y Mediterráneo, África y Europa.
Todo ello, está realzado a su vez por factores como:
- El clima de la península pertenece a los dominios atlántico y mediterráneo, bien diferenciados por el régimen climático y por el distinto valor de sus elementos. El clima mediterráneo es el más extendido y un importantísimo factor de diversidad biogeográfica, tanto por los contrastes estacionales como por las gradaciones espaciales, que permiten la aparición de biotopos diversos.
- La configuración de la península contrapone el interior y el litoral, y crea una diferenciación climática de claras repercusiones en la vegetación y en la fauna.
- El relieve propicia una amplia variedad de hábitats. Además de la existencia de montañas, depresiones, llanuras, etc., con sus particulares condiciones, la altitud o la orientación influyen en las temperaturas, precipitaciones, insolación, etc.
- Los grandes contrastes litológicos y la diversidad de los suelos repercuten en la distribución geográfica de las comunidades vegetales y animales. La vegetación y la fauna ofrecen una gran diversidad, dominan los ecosistemas mediterráneos, pero están presentes comunidades de la Europa atlántica.
Caracterización de las Regiones Biogeográficas en España
En Biogeografía, se establece la siguiente jerarquía: reino, provincia y sector. España forma parte del reino holártico boreal. Éste comprende 11 regiones, de las cuales 3 están presentes en España: eurosiberiana, mediterránea, y macaronésica.
La Región Mediterránea
Localización: Ocupa el resto de la Península y el archipiélago balear. El principal rasgo de la vegetación es su carácter perennifolio, que deriva de las exigencias de adaptación al medio que impone el clima. El clima mediterráneo presenta una sequía estival muy acusada a la que se han adaptado las plantas desarrollando mecanismos para reducir la evapotranspiración y alcanzar la humedad del suelo. Por eso, la vegetación mediterránea tiene hojas pequeñas y de color cobre, y una raíz extensa y profunda que se hunde en el sustrato. Las difíciles condiciones ambientales, hacen que su crecimiento sea muy lento. En su fase clímax, el bosque mediterráneo tiene como especie más representativa la encina. La gran extensión ocupada por la encina obedece a su carácter acomodaticio, que le permite ocupar suelos y climas diversos. Al abrigo de la encina, aprovechando el microclima creado por ella, surgen multitud de especies arbustivas, como el madroño, la coscoja, el lentisco, la jara, y una gran variedad de plantas aromáticas. El alcornoque, aparece en zonas más húmedas y de suelo silíceo. Su singular corteza, el corcho, es objeto de explotación industrial y antaño base de la actividad colmenera.
La Región Eurosiberiana
Localización: Ocupa la fachada atlántica, el macizo pirenaico y las cumbres de los sistemas Central e Ibérico. Se caracteriza por una vegetación exuberante. Esto, junto a un suelo pobre, permiten el desarrollo de un bosque caducifolio, cuya frondosidad reduce el acceso de la luz solar hasta el suelo, dificultando el desarrollo de los estratos arbustivo y herbáceo.
Pueden distinguirse, dentro de la región eurosiberiana, dos provincias:
- La provincia atlántica: Comprende el N y el noroeste peninsular y está representada por los hayedos y los robledales. El haya en zonas húmedas y sombrías. Se adapta a los suelos silíceos y calizos y se extiende desde Galicia hasta el Pirineo. Su madera, de excelente calidad, se dedica a la fabricación de muebles. A menor altitud que el haya, o en zonas de solana, se sitúa el roble, que manifiesta cierta predilección por los suelos silíceos. La destrucción parcial de los bosques de hayas y de robles dio paso a la introducción del castaño y, después, al pino, intentando orientar el bosque hacia la explotación maderera. La degradación de los bosques caducifolios atlánticos origina la aparición de un matorral muy tupido, compuesto por una amplia familia de brezos y otras especies arbustivas, a las que denominamos landas. La eliminación de bosques y landas ha dado lugar a los prados en las zonas mejor dotadas de suelos. Actualmente, el bosque atlántico sólo ocupa el 10% de su superficie potencial.
- La provincia submediterránea: Ocupa la vertiente meridional del Pirineo. Su orientación a solana y su situación a resguardo de los vientos atlánticos modifican las condiciones atlánticas y permiten la aparición de unas especies vegetales propias tanto de la región eurosiberiana como de la mediterránea, aunque predominan las pertenecientes a la primera, entre las que destacan el roble, el pino y el quejigo.
La Región Macaronésica
Localización: El archipiélago canario, junto a los de Azores, Madeira y Cabo Verde. Entre sus características: la insularidad, variedad litológica y antigüedad de la flora.
Esto hace que entre sus principales rasgos encontremos la variedad florística y la elevada proporción de endemismos. Esta diversidad procede de la unión en el archipiélago de las influencias del mundo holártico y mediterráneo con las africanas, mientras que la insularidad ha fortalecido los caracteres autóctonos. La vegetación se estratifica por pisos altitudinales, por las condiciones climáticas de las islas. El piso bajo tiene muy poca humedad, ocupado por matorral, especies más representativas el cardón y la tabaiba. Le sigue un piso intermedio de tránsito, donde aparecen especies como el drago o la palmera. Después el bosque de laurisilva, que aparece por encima de los 500m de altitud, coincidiendo con el mar de nubes donde se condensa la humedad que transportan los vientos alisios. Por encima aparecen los bosques de coníferas, particularmente el pino canario y algunos cedros dispersos. Sigue un desierto rocoso en el cual todavía perviven algunas especies florísticas endémicas.