Dentro del extenso territorio de Argentina, se pueden identificar variadas formas de relieve: montañas y sierras, mesetas, llanuras, valles y depresiones. Sin embargo, el rasgo distintivo del relieve argentino es el enorme contraste entre la zona montañosa en el sector occidental y las extensas llanuras orientales.
Zona Montañosa
La zona montañosa se extiende en sentido norte-sur y se la conoce como Cordillera de los Andes. En ella, el cerro Aconcagua, con 6,959 m sobre el nivel del mar, es la cumbre más alta del continente americano. En su recorrido desde Jujuy hasta Tierra del Fuego, la cordillera presenta una enorme variedad de paisajes. En el norte, las montañas ocupan mayor superficie y son de mayor altura; en el sur, el cordón se estrecha y pierde altura hasta sumergirse en el océano Atlántico y reaparecer mucho más al sur, en la Antártida. Al este de la cordillera se ubican las sierras pampeanas.
Llanuras Argentinas
Otra formación de relieve que caracteriza a Argentina es la de las llanuras, áreas planas que tienen una pendiente que desciende desde el área montañosa hasta alcanzar el nivel del mar, en el este. Solo son interrumpidas por algunas sierras aisladas en el sur de la provincia de Buenos Aires. Por el norte, las llanuras se internan en territorios de Paraguay y Bolivia, mientras que por el sur, el límite coincide aproximadamente con el valle del río Colorado.
Formación del Relieve
El relieve resulta de la combinación de procesos endógenos y exógenos. Los procesos endógenos se originan en las fuerzas internas de la Tierra por el desplazamiento de las placas tectónicas. Estas placas son porciones de corteza terrestre que se mueven y producen encuentros o separaciones en la corteza. En las zonas de encuentro, los movimientos, que se conocen como orogénicos, pueden producir la formación de montañas. También puede haber movimientos de ascenso o descenso, que reciben el nombre de epirogénicos.
Sobre el relieve generado, actúan los agentes exógenos o externos, como el agua de los ríos, que desgastan el relieve y transportan sedimentos que forman, con el paso de los siglos, las llanuras. Estas transformaciones se producen continuamente desde hace millones de años. En el período precámbrico, comenzó la formación de los macizos de Brasilia, al norte del territorio argentino, y el de Patagonia, al sur. Con el paso de milenios, estos macizos se cubrieron de sedimentos y recibieron numerosos derrames de lava volcánica. Además, fueron afectados por glaciaciones, hace más de 60 millones de años, cuando los hielos cubrieron la actual Patagonia y desgastaron los Andes, reduciendo la altura de las montañas.
Mesetas
Las mesetas son planicies en altura. Generalmente, se ubican a más de 500 m sobre el nivel del mar. Están atravesadas por sierras aisladas, depresiones, valles y cauces abandonados, llamados cañadones. En nuestro país, las más destacadas son la misionera, las de la Patagonia y la meseta de la Puna.
Meseta Misionera
La meseta misionera se ubica en la provincia de Misiones y en el nordeste de la provincia de Corrientes. Esta meseta es parte del antiguo macizo de Brasilia que ascendió por el movimiento de formación de los agentes externos, como las lluvias y los ríos.
Mesetas Patagónicas
En la Patagonia, el macizo patagónico se fracturó en bloques por los movimientos de formación de los Andes. Los bloques que ascendieron formaron las mesetas patagónicas, que se extienden en forma escalonada desde su sector más alto en el oeste y paulatinamente pierden altura hacia el este, hasta llegar al océano Atlántico.
Llanuras Chacopampeanas
Las llanuras argentinas se formaron sobre bloques hundidos del macizo de Brasilia. Allí, los agentes exógenos, los aportes del aire y las erupciones volcánicas acumularon y compactaron capas de sedimentos con un espesor que varía entre 200 y más de 5,000 m.
Ciertos desniveles, originados por fracturas del macizo, permiten identificar diversas áreas dentro de la gran llanura chacopampeana. La llanura chacopampeana ocupa, casi en su totalidad, el sector centro-noreste de nuestro país. Se le suele dividir en la llanura chaqueña y la llanura pampeana. Convencionalmente, el límite entre ambas se establece a lo largo de una línea que parte del extremo norte de las sierras de Córdoba y continúa por el río Salado. Al norte de esta línea se ubica la llanura chaqueña; al sur, la pampeana.
Cordilleras Argentinas
Los cordones montañosos de Argentina se originaron en diferentes épocas y tienen distintas formas y alturas, pero todos fueron afectados por la orogenia andina. Entre ellos, se destacan dos formaciones de diferente origen y altura: la Cordillera de los Andes y las sierras pampeanas.
Cordillera de los Andes
Para su estudio, la cordillera de los Andes se divide en tres sectores: los Andes del noroeste, los de Cuyo y los paragónico-fueguinos.
Sector Noroeste
En el sector noroeste, se pueden identificar tres partes: las sierras subandinas, la cordillera oriental y la Puna. Las dos primeras formaciones son cordones montañosos con una orientación norte-sur, separados por amplios valles recorridos por importantes ríos.
Sector de Cuyo
En el sector de Cuyo, se distinguen la cordillera frontal, la cordillera principal y la precordillera. La cordillera frontal y la principal se formaron en diferentes épocas, pero ambas se caracterizan por la presencia de los cordones montañosos más altos. Estas montañas están separadas por los valles de los ríos que se alimentan de los deshielos y desembocan en el río Desaguadero.
Sector Paragónico-Fueguino
El sector de los Andes paragónico-fueguinos, a diferencia de los sectores cordilleranos ubicados más al norte, fue afectado fuertemente por las glaciaciones. Este fenómeno desgastó las montañas, reduciendo su altura y formando profundos valles, muchos de ellos ocupados por lagos de origen glaciario.
Sierras Pampeanas
Las sierras pampeanas se ubican en el centro del territorio de Argentina. Estos cordones se formaron por la fractura en bloques del macizo de Brasilia. Los bloques que ascendieron formaron las sierras, y los que se hundieron formaron valles, bolsones y llanos.