Evolución y Tendencias de las Migraciones en España: Un Estudio Demográfico

Las Migraciones en España: Un Estudio Demográfico

A. Las Migraciones Interiores Tradicionales

Este tipo de migraciones se desarrolló entre el último tercio del siglo XIX y 1975. Tuvieron las siguientes características:

  • Los emigrantes procedían mayoritariamente del campo y se dirigían a las grandes ciudades.
  • El perfil característico de los emigrantes fue el de personas jóvenes, con bajo nivel de cualificación, que buscaban trabajo.

Las migraciones interiores tradicionales son de dos tipos:

  • a) Las migraciones estacionales y temporales: tuvieron su auge entre el último tercio del XIX y la década de 1960, y se emprendían con intención de retorno. En unos casos, eran desplazamientos para realizar labores agrarias (vendimia, recolección de aceitunas). En otros casos, eran desplazamientos temporales a la ciudad para realizar tareas en la construcción, la industria o los servicios.

B) El Éxodo Rural

El éxodo rural tuvo lugar entre 1900 y 1975. Es una migración entre áreas rurales y urbanas con carácter definitivo o de larga duración. Su motivación principal era conseguir trabajo e ingresos más altos. Los emigrantes procedían de zonas atrasadas de Galicia, el interior peninsular y Andalucía oriental. Se dirigieron, primero, a las zonas industriales de Cataluña, el País Vasco y Madrid, y, más tarde, también a las nuevas áreas industriales del Mediterráneo y del valle del Ebro, y a las zonas turísticas de Levante, Baleares y Canarias. Dentro del éxodo rural pueden distinguirse cuatro etapas:

  • En el primer tercio del siglo XX, tuvo un volumen moderado y estuvo motivado por el exceso de brazos en el campo. El éxodo se dirigió a las principales zonas industriales (Madrid, Barcelona y el País Vasco).
  • Durante la Guerra Civil y la posguerra, se estancó.
  • Entre los años 1950 y 1975, alcanzó su mayor volumen. Las causas fueron el crecimiento demográfico, la crisis de la agricultura tradicional por la mecanización, el auge industrial impulsado por los planes de desarrollo, y el «boom» del turismo en el litoral mediterráneo e insular. Así, las zonas de destino se ampliaron y formaron dos ejes peninsulares: el del Mediterráneo (desde Girona a Alicante) y el del Ebro (desde el País Vasco a Tarragona a través de Navarra y Zaragoza). A ellos se unían Madrid, en el centro de la Península, y las islas Baleares y Canarias.
  • Desde 1975, el éxodo rural decayó. Con la crisis, las áreas industrializadas, sometidas a duros procesos de reconversión, perdieron su atractivo.

Actualmente, el éxodo rural alcanza valores muy bajos.

Las consecuencias de las migraciones interiores tradicionales, sobre todo del éxodo rural, son las siguientes:

  • En el plano demográfico, son las responsables de los desequilibrios en la distribución de la población: vaciamiento del interior y grandes densidades en la periferia.
  • En el plano económico, en las áreas rurales, al marchar la gente más joven y capacitada, descendieron la productividad y el rendimiento. En las ciudades, la inmigración masiva provocó problemas de suelo, vivienda, equipamientos y servicios.
  • En el plano social, se produjeron problemas de asimilación, al pasar los emigrantes de una comunidad rural de valores tradicionales a una gran sociedad urbana y competitiva.

B. Las Migraciones Interiores Actuales

Desde la crisis de 1975 se inició otro ciclo de características muy distintas:

  • Las motivaciones de la migración son más variadas: laborales, residenciales y retorno al lugar de procedencia.
  • Hay una mayor diversidad de las áreas de origen y destino. Los emigrantes ya no proceden mayoritariamente del campo, sino de municipios urbanos, y se dirigen, sobre todo, a municipios urbanos medianos y pequeños de su propia comunidad autónoma.

1.2 Las Migraciones Exteriores

Son los movimientos de población fuera de las fronteras del propio país.

La Emigración Transoceánica

La emigración transoceánica o a ultramar se dirigió principalmente a América Latina y secundariamente a Estados Unidos, Canadá y Australia. En la emigración transoceánica se distinguen dos etapas de auge y dos de crisis:

a. Desde mediados del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial (1914). Desde mediados del XIX, la emigración a América aumentó debido a las causas siguientes:

  • Los países latinoamericanos necesitaban inmigrantes para explotar sus recursos económicos y construir infraestructuras (Canal de Panamá, ferrocarriles y puertos).
  • España limitó los obstáculos a la emigración, que se convirtió en una salida frente al exceso de mano de obra provocado por el atraso agrario. La procedencia de la mayoría de estos emigrantes era gallega, asturiana y canaria, y su destino principal se encontraba en Argentina (actividades agrarias de la pampa), Cuba (plantaciones de azúcar) y Brasil (plantaciones de café). El perfil característico de este emigrante era varón, joven, soltero, de bajo nivel de cualificación y dedicado a la agricultura.

b. La emigración transoceánica decayó entre las dos guerras mundiales (1914-1945). Las causas fueron las siguientes:

  • La inseguridad generada por la Primera Guerra Mundial.
  • La crisis económica de 1929.
  • La guerra civil española y la posguerra (1936-1949).

c. Entre 1945-1960, la migración transoceánica se recuperó (segunda etapa de auge), aunque sin alcanzar las cifras de principios de siglo. Las causas que lo permitieron fueron la autorización para salir libremente de España (1946) y el levantamiento del aislamiento internacional por parte de la ONU (1950).

La procedencia de los emigrantes continuó siendo principalmente gallega y canaria; Los destinos prioritarios fueron Venezuela (explotación de petróleo), Argentina y Brasil. El perfil del emigrante cambió. La emigración familiar adquirió más peso y los emigrantes tuvieron un mayor nivel de cualificación.

d. Desde 1960, la emigración transoceánica descendió, al iniciarse el declive de la economía latinoamericana y entrar en competencia con la emigración a Europa.

Actualmente, las cifras son muy bajas y predominan los retornos.

La Emigración a Europa

La emigración a Europa tuvo tres etapas bien diferenciadas:

  • a) Hasta mediados del siglo XX fue una migración escasa y estacional, procedente, sobre todo, del campo levantino, que se dirigió a Francia.
  • b) El período comprendido entre 1950 y 1973 fue el de mayor auge de la emigración a Europa. Se trató, en buena parte, de una emigración debida a variadas causas:
    • Por parte europea, la rápida reconstrucción económica tras la Segunda Guerra Mundial favoreció una amplia oferta de empleo que no podía cubrirse con los trabajadores propios.
    • Por parte española, la emigración se vio estimulada por el fuerte crecimiento demográfico, el excedente de población agraria a causa de la mecanización del campo, la insuficiencia de la industrialización para absorberla, el aumento del paro causado por el Plan de Estabilización y los elevados salarios europeos.

La procedencia de los emigrantes se extendió a todas las regiones, aunque las más afectadas fueron Andalucía y Galicia, y su destino prioritario fue Francia, la República Federal de Alemania y Suiza.

El perfil de estos emigrantes era el de adultos jóvenes, poco preparados (agricultores, peones de la construcción y obreros industriales), que desempeñaron los trabajos menos cualificados y peor retribuidos en la minería, la construcción, la industria y el servicio doméstico.

  • c) A partir de 1973, la emigración permanente a Europa decayó. La crisis económica provocó paro en los países de Europa occidental y muchos emigrantes regresaron. En los últimos años, tras la crisis que comenzó en 2008, se ha producido un repunte de la emigración española a Europa, sobre todo de jóvenes que buscan oportunidades de trabajo. En todo caso, es pronto para establecer conclusiones sobre este asunto.

Consecuencias de las Migraciones Exteriores

  • a) Consecuencias demográficas: disminución de los efectivos de población españoles y desequilibrio entre unas regiones y otras.
  • b) Consecuencias económicas: por una parte, positivas, pues aliviaron el fuerte crecimiento natural y el paro. Además, las divisas enviadas por los emigrantes contribuyeron a financiar el desarrollo económico español y a reducir el déficit comercial; pero, por otra parte, también hubo consecuencias negativas, porque muchos ahorros no favorecieron a las áreas de partida de los emigrantes, ya que los bancos los invirtieron en las zonas más desarrolladas y muchos de los que regresaron se instalaron en otras zonas donde esperaban encontrar trabajo más fácilmente o invertir en un pequeño negocio.
  • c) Las consecuencias sociales en los países de destino fueron el desarraigo, las penosas condiciones de vida y la situación laboral marcada por salarios frecuentemente más bajos que los de los trabajadores autóctonos. Tras la crisis de 1975, los emigrantes fueron los primeros afectados por los despidos y, en general, regresaron sin haber mejorado su cualificación.

La Inmigración Extranjera

Características

Desde mediados de la década de 1980 y, sobre todo, desde 1995, España está recibiendo un elevado volumen de inmigrantes.

Así, en 2008 la población extranjera superaba los 4.7 millones de personas. Dentro de ella se diferencian los extranjeros nacionalizados tras varios años de permanencia en el país, que pasan a ser españoles de pleno derecho, los inmigrantes legales, que obtienen permiso de residencia y mantienen su nacionalidad de origen; y los ilegales, más difíciles de contabilizar.

Las CAUSAS de esta atracción inmigratoria son numerosas:

  • Por parte española, influyen varios motivos. La necesidad de mano de obra a raíz del desarrollo económico desde 1995, sobre todo en empleos de baja cualificación (temporeros agrarios y servicios personales). Además, la proximidad de España a África la convierte en la puerta principal de entrada de inmigrantes africanos a Europa; los lazos histórico-culturales con América Latina favorecen la llegada de personas de esta procedencia; y la bondad climática del Mediterráneo atrae a personas del centro y el norte de Europa.
  • Por parte de los inmigrantes extranjeros, influyen motivos económicos (posibilidades de trabajo o de negocio) y motivos políticos (persecuciones o falta de derechos políticos).

La procedencia de los inmigrantes fue mayoritariamente europea hasta 1996; sobre todo, de los países de la Unión Europea y del este del continente. Desde entonces, predominan los inmigrantes extracomunitarios procedentes de África (Marruecos), Iberoamérica (Ecuador, Colombia) y Asia (China, Pakistán).

Su destino principal son las comunidades con grandes centros urbanos y de servicios: Cataluña, Madrid, Andalucía, Comunidad Valenciana, Baleares y Canarias.

Recientemente, la saturación del mercado laboral de estas regiones ha provocado algunas migraciones hacia las comunidades del interior y del Cantábrico.

Consecuencias de la Inmigración

  • a) Consecuencias demográficas. Los inmigrantes han contribuido decisivamente al crecimiento demográfico de España en los últimos años, tanto de forma directa como por el incremento de la natalidad.
  • B) Consecuencias económicas.
    • La inmigración aporta población activa, que desempeña las tareas más duras y peor remuneradas, colabora al crecimiento del PIB, aporta más dinero a las arcas públicas del que consume en educación y sanidad, y alivia la carga del elevado gasto en pensiones. Además, los inmigrantes prestan servicios domésticos que permiten incrementar la tasa de actividad de las familias españolas, especialmente de las mujeres.
    • La inmigración se relaciona con algunos problemas, como la pérdida de competitividad (la disponibilidad de mano de obra retrasa la modernización de ciertos sectores), la presión a la baja sobre los salarios y el aumento del déficit exterior debido a las remesas enviadas a sus países de origen.
  • c) Consecuencias sociales.
    • Han surgido actitudes xenófobas o racistas entre algunos sectores que consideran la inmigración como una «invasión» que compite por el empleo, consume recursos sociales en perjuicio del bienestar de la población española y amenaza la identidad nacional.
    • Muchos inmigrantes sufren duras condiciones laborales (bajos salarios, largas jornadas, ausencia de seguros) y malas condiciones de vida en barrios marginales y viviendas de escasa calidad.
    • Las dificultades de integración, debidas a las diferencias culturales, lingüísticas y religiosas, pueden suscitar tensiones con la población autóctona.

2. El Crecimiento Real de la Población

El crecimiento real de la población se obtiene sumando el crecimiento natural y el saldo migratorio.

CR = CN (Nacimientos – Defunciones) + SM (Inmigrantes – Emigrantes)

Desde mediados del siglo XIX los efectivos demográficos españoles se han multiplicado casi por tres. Sin embargo, no ha sido un crecimiento constante.

  • a) Entre mediados del XIX y principios del XX el incremento fue bajo, debido al escaso crecimiento natural propio del régimen demográfico y a la emigración a ultramar.
  • b) En el período 1900-1975 el crecimiento fue elevado, especialmente durante la década de 1960, debido al alto crecimiento natural propio de la transición demográfica.
  • c) Entre 1975 y 2001 el aumento de la población fue muy bajo debido al escaso crecimiento natural propio del régimen demográfico actual (hundimiento de la natalidad y mortalidad baja).
  • d) Desde 2001 el crecimiento de la población se ha acelerado debido principalmente a la inmigración extranjera, que también ha elevado la natalidad. Aunque, en los últimos años, la crisis económica de 2008 ha hecho que la población descienda, sobre todo por la no llegada y por el retorno de extranjeros a sus países de origen.

Estructura por Sexo

  • La estructura por sexo: relación entre el número de mujeres y hombres que componen una población.
  • Si esta relación la hacemos directamente entre número de hombres y mujeres estaríamos hallando el Índice de masculinidad o Sex Ratio. En ella podemos destacar:
    • Estadísticamente está comprobado que nacen más hombres que mujeres, 105 varones por cada 100 mujeres.
    • La mortalidad masculina es mayor que la femenina en todas las edades. Esto hace que aunque el número de nacimientos masculinos sea mayor, el número de varones y mujeres se vaya igualando en las edades adultas.
    • El número de mujeres, por lo tanto es mayor a edades ancianas.
    • Uno de los rasgos de la estructura demográfica española es que siempre ha habido mayor número de mujeres que hombres. En los últimos años ha crecido un poco más la población masculina debido a los aportes de la inmigración (con mayor presencia de hombres).

Estructura por Edad

  • Debemos analizar también a la población por grupos de edad. Debemos distinguir los siguientes grupos:
    • Población joven: de 0 a 14 años
    • Población adulta: De 15 a 64
    • Población vieja: mayor de 65.
  • En función del porcentaje de cada grupo de edad una población puede ser joven, adulta o envejecida:
    • Cuando el porcentaje de viejos (mayores de 65) supera el 15 % del total (entonces, también generalmente el de jóvenes es inferior al 30%) hablamos de población envejecida.
    • Si la población joven supera el 50% del total estaremos ante una población muy joven.
  • El resultado es que hay grandes diferencias en la estructura por edades a nivel mundial. Los países desarrollados tienen poblaciones muy envejecidas y los subdesarrollados poblaciones con estructuras adultas o jóvenes.
  • La población española ha sufrido un progresivo envejecimiento demográfico, la proporción de jóvenes cada vez es más reducida (14%) y la de adultos y viejos no deja de aumentar (69 y 17% respectivamente). Las causas habría que buscarlas en el descenso de la Tasa Bruta de Natalidad y de la Tasa Bruta de Mortalidad, en la caída de la fecundidad y el crecimiento de la esperanza de vida.
  • Este progresivo envejecimiento tiene importantes consecuencias para nuestra sociedad. Estas consecuencias pueden ser:
    • Consecuencias económicas
    • Consecuencias Sociales
  • Una pirámide de población es un gráfico donde representamos dos diagramas de barras girados sobre su eje. Separados por sexos (hombres a la izquierda y mujeres a la derecha) mediante un doble eje de coordenadas. En el eje de abscisas se representan las frecuencias (población, en valores reales o absolutos) y en el eje de ordenadas se sitúan los intervalos de edad (de 5 en 5 años) y los años.
  • Según el perfil de la pirámide podemos establecer tres modelos:
    • Progresiva o expansiva.
    • Estable o estacionaria.
    • Regresiva o decreciente.
  • Del estudio de la pirámide de población española actual podemos decir que corresponde al modelo de Pirámide Regresiva, típica de países desarrollados con poblaciones envejecidas, con baja proporción de jóvenes y un incremento de la población anciana por el aumento de la esperanza de vida.

Estructura por Actividad Económica

Otro aspecto de la estructura de la población es su relación con el empleo y la actividad económica que desarrolla.

Población y Empleo
  • La Población activa está integrada por las personas que proporcionan mano de obra para la producción de bienes y servicios.
  • Esta incluye a la población ocupada (la que tiene empleo), la desocupada (que aún no lo ha conseguido) y la parada (que lo ha perdido).
  • La Población inactiva es aquella que no realiza trabajos remunerados (niños, estudiantes, jubilados amas de casa…) y que dependen económicamente de los activos con empleo.
  • Para el análisis de la actividad económica se utiliza la Tasa de actividad o porcentaje de población activa sobre la población total. La tasa media de actividad mundial se sitúa en algo más del 40%, aunque varía mucho de los países más desarrollados (+ del 50%) a los menos desarrollados (-del 30%).
Población y Sectores Económicos
  • La población activa se clasifica en tres grandes sectores económicos y, el predominio de uno u otro es indicativo del grado de desarrollo de un país y permite la comparación y el análisis de la evolución de la actividad:
    • Sector primario. Son las actividades relacionadas con la explotación de los recursos naturales: agricultura, ganadería, pesca, explotación forestal.
    • Sector secundario. Actividades relacionadas con la transformación de los recursos: industria, producción de energía, construcción, minería.
    • Sector terciario. Son las actividades relacionadas con el comercio, transportes y servicios (enseñanza, justicia, administración, banca, turismo…).
  • En un siglo, España ha pasado de ser un país básicamente rural a presentar una estructura económica propia de un país desarrollado:
    • Casi el 65% de la población ocupada española trabaja en el sector terciario o servicios, que aporta casi dos tercios de la riqueza del país.
    • La industria emplea al 18 % de la población, y con la construcción el 30%.
    • Las actividades agrícolas, ganaderas y pesqueras ocupan sólo el 5,2% de los trabajadores.
  • Este modelo de reparto se asemeja al europeo y al de los países desarrollados, donde las actividades más importantes son las vinculadas al sector de los servicios.
  • En cuanto a la tasa de actividad España ha vivido desde 1970 una incorporación progresiva de la mujer al trabajo fuera de casa.
  • La tasa de paro en la actualidad (principios de 2010) se encuentra en el 18%, siendo una de las más altas que ha sufrido España y que sitúa a nuestro país con casi 5 millones de parados.

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