Evolución y Perspectivas de la Población en Uruguay: Siglos XX y XXI

Cambios Demográficos en el Siglo XXI

En Uruguay, se han producido cambios fundamentales en la dinámica demográfica del siglo XXI. La edad media es de 31 años, lo que refleja una población envejecida. Existe una proporción de 60 pasivos cada 100 activos, lo que indica una sobrecarga para el sistema de seguridad social y la relación de dependencia. Esto se debe a un aumento de la población de adultos mayores y una baja proporción de la población en edad activa y reproductiva. Además, se observa una feminización del envejecimiento, ya que las mujeres tienen una mayor esperanza de vida que los hombres.

También existe un retraso en la formación de uniones, el inicio de la reproducción y la formación de un hogar propio. Cerca del 50% de los hombres entre 24 y 30 años no han tenido hijos, no viven en pareja ni en un hogar propio. A los 23 años, el 50% de las mujeres ya han experimentado estos eventos, mientras que los hombres alcanzan estas cifras a los 26 años.

Comparación entre los Censos de 1908 y 2011

  • Censo de 1908:
    • El 68% de la población tenía entre 0 y 29 años.
    • Predominaba una población joven.
    • Esperanza de vida: 50-55 años.
    • Mayor población masculina.
    • Pirámide poblacional progresiva.
    • Grandes oleadas de inmigración a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, principalmente en Nuevo Berlín, San Javier y el oeste de Montevideo (Villa Cosmópolis y el pueblo de La Victoria).
  • Censo de 2011:
    • Pirámide poblacional estacionaria.
    • Esperanza de vida: 76-78 años.
    • Baja tasa de natalidad y mortalidad.
    • Edad promedio: 31 años.
    • Las personas entre 35 y 54 años sufrieron la emigración política durante la dictadura cívico-militar (1973-1985).
    • Crisis del 2002: Uruguay se convirtió en un país de emigrantes (diáspora de aproximadamente 1 millón de personas).
    • Consecuencias: envejecimiento, fuga de cerebros y menor proporción de personas jóvenes, con un aumento de adultos mayores.

Perspectivas Futuras

En los próximos 40 años, Uruguay aportará muy poco al incremento de la población mundial. Diferentes escenarios, considerando el comportamiento de la fecundidad y la migración internacional, estiman que la población uruguaya se situará entre 3.6 y 4 millones de personas. Algunos actores enfatizan la necesidad de tener una mayor escala demográfica para impulsar procesos de producción y consumo. Sin embargo, esto debería verse como una oportunidad para apostar por la calidad en nuestros procesos, especialmente en la educación.

La fecundidad ya ha descendido por debajo del nivel de reemplazo, pero esto no representa un problema. Se explica por un mayor ejercicio de los derechos reproductivos: las mujeres más pobres y con menor nivel educativo han logrado un mayor acceso a métodos anticonceptivos de calidad proporcionados por el Estado. Esto no representa un riesgo de extinción.

La población uruguaya continuará envejeciendo, lo que supondrá desafíos importantes, como el financiamiento del sistema de jubilaciones y pensiones, y del sistema de salud.

Urbanización y Migración

Se observa un alto grado de urbanización, con una tendencia a la concentración de la población en Montevideo, su área metropolitana y la franja costera. Las migraciones desde el medio rural al urbano continúan, pero representan la menor parte de las migraciones internas. En cuanto a la política, el enfoque debe estar en el ejercicio de los derechos de las personas y no en intentar poblar territorios. Lo importante no es dónde viven las personas, sino su grado de acceso a oportunidades para llevar una vida satisfactoria, evitando que se sientan obligadas a migrar y desarraigarse por no encontrar esas oportunidades en sus localidades, ya sean urbanas o rurales.

La migración internacional se incrementa a nivel mundial. Se espera que las corrientes de inmigrantes de países de la región y asiáticos cobren mayor peso, diversificando la población uruguaya. La sociedad deberá prepararse para esto, evitando las expresiones de rechazo, discriminación y xenofobia.

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